dilluns, 20 de desembre del 2021

Biblioteca valenciana. ESCRITORES DEL SIGLO XIV.

BIBLIOTECA VALENCIANA.

ESCRITORES DEL SIGLO XIV.

FRAY ARNALDO DE ROSIGNOL.

1314.

Religioso Mercenario, conventual del convento del Puig, cerca de Valencia, de quien habla Nicolás Antonio (1: Biblioteca Vet. tomo 2, lib. IX, cap. 2, núm. 69), manifestando, que según se decía, escribió cerca de los años 1314: 1 Commentarium ad cap. Nunquam de consecratione distinct. 5 in Decreto Gratiani contra otium Religiosorum.

Cuyo manuscrito, asegura el Ilmo. Arzobispo Hydruntino D. Gabriel Adarzo y Santander, existía en el mismo Monasterio del Puig, en carta que escribió a D. Nicolás Antonio, como lo dice este en el lugar citado.


PEDRO DE VILLARRAS.

1322.

Jurisconsulto valenciano, de familia muy ilustre; puede creerse estudió en Bolonia, según el número de los muchos españoles que acudían a cursar a su Universidad: se graduó de doctor en leyes, en que salió tan ilustrado, que su ciencia le proporcionó el cargo de Juez de Corte del Rey D. Jaime II de Aragón, y conociendo este Monarca su gran talento para manejar también los asuntos políticos, le envió dos veces, la última en 1322, por su Embajador a las Señorías de Florencia y Luca, y a otras ciudades para tratar sobre la conquista de Cerdeña y Córcega, según lo refiere Zurita, lib. V, cap. 24, núm. 8, y otros. Compuso: 1 Notae super Foris Regn. Valentiae.

Manuscrito, en la librería sel señor Borrull.

Se ciñó sólo a ilustrar los de Don Jaime I.


PEDRO CALBET.

1329.

Jurisconsulto valenciano, y como a tal, fue nombrado Jurado en 1329. De este autor se halla memoria en el tomo de los antiguos Privilegios de Valencia, fol. LXXXII, pág. 2, col. 1, en donde dice: Petrus Calbet Iurisperitus; y en las Cortes celebradas el mismo año en Valencia por el Rey D. Alfonso I, se lee al principio: En Pere Calbet.

En las glosas sobre los Fueros de Guillermo Jaffer, se dice escribió:

1. Comentarios sobre los Fueros de Valencia, manuscrito. Véase a Bayer en las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 146.


GUIDO DE MONT-ROCHER.

1333.

Juan Alberto Fabricio (2: Mediae et infimae latinit. tomo 3, pág. 133), León Alacio (3: En su Apes urbanae) y Posevino (4: Biblioteca selecta), con el mismo Fabricio, Bibliot. graeca (5 : Tomo X, pág. 786, núm. LVIII. Dissert. de Georgiis), lo hacen de nación francés, siendo ciertamente catalán o valenciano; a juicio del Sr. Bayer, en sus notas a la Biblioteca Vetus, tomo 2, pág. 155, omnino Valentinus aut Catalanus. Pero es muy regular fuese de nuestro reino, cuando dedicó su obra al Obispo de esta Diócesis, cuyo pueblo no había cumplido un siglo después de su abrazamiento con la fe. Escribió: 1. Manipulus Curatorum. Libro que repetidas veces se imprimió en latín, y fue traducido al griego en el año 1333, por Jorge Coriliano, como lo asegura Alacio. Dedicó su autor esta obra a D. Raimundo Gastón, obispo de Valencia.

Además de las ediciones de París de 1473, de otra sin nombre de impresor ni lugar, hecha en 1484, en Venecia 1491, y Antuerpia (1570), alabadas por Fabricio; hay otra hecha en Zaragoza 1475, con este título: Incipit Manipulus curatorum compositus à Guidone de Monteroteri sacrae theologiae profesore; con muchísimas que se hicieron en el siglo XV, y que por no ser molesto no inserto.

La dedicatoria de la edición de Zaragoza, empieza: “Reverendo in Christo patri ac Dño. Dño. Raimundo divina providentia sancte valentinae sedis Episcopo suorum devotorum minimus Guido de Monteroteri cum devota et humili recomendatione se totum suis obsequiis mancipatum... Hec autem attenta vigili meditatione perpensans, sequens opusculum de instructione neophitorum curatorum composui. Quod quidem opusculum ad vos qui estis sacrosante ecclesiae luminare perclarum...” Más extensamente puede verse en la pág. 123 de la Tipografía Española del P. Méndez.

El Sr. Bayer, en las notas a la Vet. de D. Nicolás Antonio, nos da noticia de estas dos ediciones de Zaragoza de 75, y 84, (ambas existen en la biblioteca real; y a más dice: que en ella hay un códice en pergamino bastante antiguo, el que escribió, como se lee en el mismo, un cierto Alfonso Segoviense, por lo que falsamente se le atribuye: las palabras escritas en él son: “Alfonso Segoviensi in loco de Ajofrin Toletanae Diocesis anno MCCCCXLV exaratum” empieza: Reverendo in Christo &c. como hemos ya notado.

Él mismo manifiesta que dedicaba esta obra a Raimundo, Obispo de la Santa Iglesia de Valencia, lo cual conviene con el tiempo del gobierno de este Mosen Raimundo Gastón, que empezó a ser Obispo en el 1312, continuaba en el de 1333, en que se escribió dicha obra, y no murió hasta el 18 del mes de Junio de 1348.


D. FR. BERNARDO OLIVER.

1348.

Ximeno, tomo 1, pág. 10.

Fue hijo de la ciudad y convento de S. Agustín de Valencia. Añadimos a lo que de este autor habla la biblioteca referida, que la obra notada en el núm. 5.° Exercitatorium mentis ad Deum, existe en un códice manuscrito en la librería del Escorial, let. b, armario III, núm. 3 (tom. 1, pág. 211) con este título:

1. Exercitatorium mentis in Deum, ad Raimundum Gastonem Episcopum Valentinum: por ello se ve, no estar dedicada la obra a Don Rodrigo, obispo de Valencia, como dice Ximeno, citando a Nicolás Antonio: error que no creyó.

Se halla también en la misma biblioteca, let. b, armario III, núm. 19 (tomo 1, pág. 206) traducida esta obra por un anónimo, con el siguiente título: Espertamento o levantamento de la voluntad en Dios. Cuatro libros. Añádense a sus obras:

2. Tractatus contra Iudaeos. Existe en la biblioteca real de Francia, tomo III, pág. 365, cod. 4230. Véase al Ilmo. Sr. Bayer, en las notas a la bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 155.


ARNAU DE MORERA.

1348.

A este autor coloca D. Nicolás Antonio (1) entre los escritores de tiempo incierto, haciéndole catalán e ilustrador de las costumbres y usajes de aquel Principado; siendo así que fue valenciano, y de tan gran mérito, que el Rey D. Pedro II, o IV de Aragón, enterado de su gran ciencia, le dio el importante cargo de Baile General de este Reino, en el año 1336; le confió varios delicados encargos, y satisfecho de su gran desempeño, le promovió a Vice-Canciller suyo.

Fue muy celebrada su integridad; pues habiendo convocado el Rey, en el año 1347, a veinte y dos teólogos y jurisconsultos de los más acreditados en su Reino, para que juntándose en Valencia, declarasen a quien, en caso de morir, pertenecía la corona; no obstante de estar el Rey decidido a favor de su hija Doña Costanza, y conocer la terribilidad de su genio contra los que no seguían sus ideas, manifestó que no podía succeder la misma; y lo apoyó en gravísimos testimonios, de que se irritó tanto el Rey, que le quitó el empleo de Vice-Canciller; lo que le proporcionó crédito en todas partes. Escribió: 1. Notae super Foris Regni Valentiae, las que trabajó por los años de 1340.

Hacen memoria de nuestro autor, Zurita (1: Libro VIII de sus Anales, cap. V.), alabándole con grandes elogios; y Abarca (2: Tomo 2, folio 103 v. en D. Pedro II, cap. IV, núm. 2.) le elogia por su sinceridad en aconsejar al Rey.


JAIME CABALLER, GUILLEM ANDREU, JUAN ALEPÚS.

1350.

Jurisconsultos valencianos, de quienes apenas nos queda más memoria que la de haber sido licenciados en leyes, y de los que nos da noticia en las notas que puso el Ilmo. Sr. D. Francisco Pérez Bayer a la Biblioteca Vetus de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 147, col 1, allí nos dice: que fueron Anotadores a los Fueros de Valencia, y como casi coetáneos de D. Juan Ximénez de Salanova, del que se trata el año 1369: me ha parecido colocarlos a la mitad del siglo XIV.


JAIME CONESA.

Valenciano Protonotario real. Ximeno, tomo 1, fol. 12, hablando de este autor, dice que Morlá refiere estas palabras: (3: Morlá in Praefat. Empor. pág. 4.) Jacobus Conesa Protonotarius Regius, Graecorum, et trojanorum res gestas, Ilii eversionem toties ab antiquis Poetis decantatam, patrio sermone Valentino, non sive ingenti industria, et arte donavit. En prueba de ser cierto cuanto nos dice Morlá, añadimos: que en la preciosa biblioteca del Excmo. Sr. Marqués de Dos Aguas, hay un ejemplar manuscrito de la referida obra, con este título:

Guerres troyanes per en Jac. Conesa, protonotario del Rey d'Aragó.


GINER O JANER (GENARO) RABAÇA.

1358.

Que llamaremos el padre, para distinguirlo del hijo, de quien se hablará después.

Fue de una familia muy distinguida: se aplicó a la jurisprudencia, en que hizo grandes progresos, pero se contentó sólo con el grado de licenciado en leyes, de que constantemente usaba; y con el cual se distinguía del hijo, que se titulaba siempre Doctor en leyes: y los copiantes de los comentarios, para no confundir las obras de uno con las del otro, ponían al fin de las de aquel: Rabaça P., y al de las de este: Rabaça F.

Mereció especiales confianzas a esta ciudad, habiéndole empleado en su gobierno, nombrándole por su Jurado en los años 1325, 33 y 57.

Asistió también, en representación de la misma, a las Cortes celebradas por el Rey D. Pedro II en Valencia (no Pedro II de Aragón, padre de Jaime I), los años de 1342, y de 1349. Y conociendo que el Rey, que necesitaba tener cerca de sí un sujeto de su ciencia y recomendables circunstancias, le nombró consejero suyo; cuyo cargo ejercía en el año 1358, según demuestra el Privilegio 88 del Aureum Opus Privil. fol. 125. Escribió: 1. Comentarium in aliquas leges jur. civil. Al cual se refiere en el que trabajó sobre los Fueros.

2. Notae super Foris Regn. Valentiae.

3. Un largo comentario del Fuero único, Rúbr. 5 de las Cortes de 1358, sobre poder dejar cada uno los bienes a quien quiera, excepto a los generosos.

Parte de esta obra, existe manuscrita en la copiosa librería del Sr. Borrull.


ARNAU JOAN.

1363.

Abogado valenciano, graduado de doctor en leyes; lo que consta por la memoria que hace de este escritor al año 1351 el Aureum Opus, Privil. Civ. et Regni Valentiae, donde al folio CXX, pág. 1, col. 2, se firma: Arnaldo Iohanis legum Doctori per Nos (habla el Rey D. Pedro II) deputato; y folio 126, part. 1, col. 2: Micer Arnau Iohan doctor en leis; y en las Cortes celebradas a 20 de febrero 1348 en Valencia, se lee: N'Arnau Ioân doctor en leis tudor del noble En Ramonet de Ruisech. 

Hubo nuestro Arnau de estudiar también en Bolonia, como otros muchos españoles. Su grande ciencia e integridad atrajeron la voluntad del Rey, que le honró con diferentes comisiones, como fue: encargarle a fines del año 1348, la averiguación de los daños ocasionados por los de la unión, a los que defendían la parte del Rey (1): conferirle el empleo de asesor del tribunal del gobernador (consta por la obra que después citaremos al núm. 3); y elevarle al de consejero suyo, siéndolo ya en el año de 1358, según demuestra el Privil. 88, folio 126 del Aureum Opus. &c.

Se equivocó Ximeno, tomo 1, pág. 16, col. 2, en asegurar que este Comentador de los Fueros fue Jurado de Valencia en 1411; pues ni podía vivir en dicho año, ni siendo Consejero del Rey, servir el destino de Jurado, ni hubo jurado alguno del nombre de Arnau.

Como Ximeno no examinó las obras de este autor, cometió otro error, asegurando que las trabajó juntamente con Jaffer, cuando las mismas demuestran que lo hizo separadamente; y según varias razones que ha tenido presentes, y manifestando el erudito Sr. Borrull, deduciéndolas de sus mismas obras, las formó desde el año de 1358 hasta el de 1363.

Zurita (2: Lib. VII de los anales, capítulos 33 y 54), hacia el fin, hablando de este autor, dice que escribió:

1. Notae super Foris Reg. Val.

2. Quodque non competat Judici Ecclesiastico laicos corporaliter neque pecuniare punire aut multare ob crimen sacrilegii &c.

Es una juiciosísima y muy fundada disertación con el referido título.

3. Lo stil de la Gobernació. En lemosín, que existe al fin del libro de los antiguos Fueros de Valencia, impresos en 1482, donde se firma Arnaldus Johannes legum doctor.


FR. GUILLERMO ANGLÉS.

1368.

Ximeno, tomo 1, pág. 12.

Religioso Dominico, natural de Valencia.

Con el motivo de haber visto, y aún por una casualidad tenido en mi poder la obra qe refiere de este autor, y existe en la exquisita librería de la Catedral de Valencia, me ha parecido dar con más individualidad la noticia de tan precioso manuscrito. Empieza pues así: “In nomine Domini incipit Expositio de Ordine Missae sumpta à multus dictis Sanctorum doctorum, compilata à Reverendo Domino Fratre Guillermo Anglesii de Ordine fratrum Praedicatorum, Lectore Sedis Valentiae.” 

Llega dicha exposición hasta el fol. 107, donde dice: “finito libro sit laus gloria xpto. Amen. Manus scriptoris requiescat fessa laboris, que manus Guillermi de pomerada nots. complevit scribere psentem reportattes. reverendi religiosi fratris Guillelmi Anglesii, lectoris Sacre Sedis Valencie sup. tractatum misse in Civitate Valentina die mercurii decima januarii anno a nativitate domini millesimo quadrigentesimo vicesimo.”

Al dicho folio 107 vuelta, hay esta rúbrica: In nomine Sanctae Trinitatis, Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Comença la exposició breu gramaticalment, en romanç del Canon y del himno angélico del Sanctus.

Esta exposición en lengua valenciana, comprende 15 folios. Siguen las oraciones que dice el Sacerdote al revestirse, y después una exposición de las rúbricas. Faltan algunas hojas. De esta obra y de su autor, hace memoria el P. Fr. Francisco Guzmán, franciscano, en su libro de Recta sacrificii oblatione et caeremoniis ad Missam, que imprimió en León en 1542, folio 44, pág. 2.


JUAN EXIMENS (O XIMÉNEZ) DE SALANOVA.

1369.

Jurisconsulto valenciano, por ventura hijo del célebre Eximens Pedro Salanova, también Jurisconsulto, del cual habla el Ilmo. Pérez Bayer en las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 146, col. 1, nota 1; así como también en la siguiente página trata de nuestro autor. Se graduó de licenciado en leyes; constando dársele este título en la sentencia publicada en Valencia en 15 de septiembre de 1369, que se contiene en el Aureum Opus. Privil. Civ. et Regni Valentiae. Escribió después de los años de 1360: 1. Notae super Foris Regni Valentiae.


GUILLEM JAFFER.

1372.

Generoso natural de Valencia, doctor en leyes; distinto del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 16, al año 1411.

Ha habido tres de este nombre: el primero, Juez de Corte en 21 de mayo de 1298, según es de ver por el Privil. folio 140 v. del Aureum Opus Privil. Civit. et Regni Valentiae; y no puede ser este el comentador de los fueros, pues cita en ellos a Bartolo, y no podía ejecutarlo habiendo nacido 15 años después de aquel, en que se hallaba juez de corte.

El tercero es el que trae Ximeno en la página expresada, que fue jurado en esta ciudad en los años de 1380, 85, 89 y 95.

El segundo es del que hablamos en este artículo. Fue hijo o sobrino del primer Guillem Jaffer; estudió en la universidad de Bolonia, habiendo tenido por maestro a Jacobo de Bellvís (Bellovisu), a quien cita varias veces con tanto respeto, como es decirle: Dominus meus Jacobus de Bellovisu; y después de graduado de doctor en leyes (de cuyo dictado usaba frecuentemente), se restituyó a Valencia; y adquirió desde luego un gran concepto, habiéndose acreditado de excelente jurisconsulto en el patrocinio de varias causas. Fue nombrado jurado de la ciudad en los años 1330, 66, 67 y 72.

Asistió en estamento militar en las cortes celebradas por el Rey Don Pedro II en esta ciudad, año 1342; y se halla su firma en la impresión de las mismas del de 1482: escribió sus Comentarios a los Fueros, desde dicho año hasta el de 1349, como lo acredita no citar en ellos fuero ni privilegio posterior a los de 1348; y esto mismo descubre no poderse atribuir la obra a otro sujeto, ni más antiguo, ni más moderno; y así ni tampoco al otro de quien habló Ximeno, al año 1411.

Habiendo conocido el Rey su gran mérito, lo eligió consejero suyo, de cuyo título usa en la obra, núm. 3.

Su ciencia ha merecido en todos tiempos mucho aprecio, y en prueba de ello, le citan y se valen de sus escritos, Belluga, León, Matheu &c. Escribió:

1. Commentarium in Leges Juris Romani. Manuscrito.

2. Notae super Foris Regni Valentiae; a saber: a los de D. Jaime I, y de Alonso II. Manuscrito. Y en su lengua patria:

3. Declaracions dels duptes sobre los furs nous, fetes per Miser Guillem Jaffer. Manuscrito que existe en la biblioteca del Sr. Borrull. Trabajó esta obra a instancia de Don Pedro Thous, Maestre de la Orden militar de Montesa; declarando qué especie de jurisdicción se concedió en las Cortes de Valencia, celebradas en esta ciudad en 1329, a los que fundasen lugares de 15 casas en heredad suya, dentro del término de otra villa: cuya jurisdicción se llamó Alfonsina, con alusión al nombre del Rey que la sancionó; y cuya política idea facilitó la fundación de un gran número de lugares, y muchas ventajas a la población y a la agricultura en este Reino.


DOMINGO AIMERIC.

1373.

Jurisconsulto valenciano, y sujeto tan acreditado, que ya en el año 1342 tenía alguna representación y adquirido mucho concepto; y por ello Valencia le dio poderes para asistir en su nombre a las Cortes, que en dicho año habían de celebrarse en

esta Ciudad, como lo ejecutó, firmándose con la adición de jurisconsulto, en las ordenanzas que hay después de los Fueros, y antes de los actos de Corte; así se lee en la edición de las mismas, y de los Fueros, hecha en 1482. En 1344, fue nombrado jurado de la ciudad de Valencia. Ilustró con sus: 1. Comentarios a los fueros. Que hizo después de haberlos esplanado Morera y Jaffer por lo que arbitramos colocarle posterior a estos.


EN MARTÍ DE TORRES.

1376.


Valenciano jurisconsulto muy acreditado, de quien hizo Valencia las mayores confianzas; pues en 1357, titulándole Savi en dret (sabio en el derecho), le nombró Asesor del Justicia Civil; en 1359, por uno de sus Síndicos, para disponer lo que pareciese conveniente, con motivo de la guerra con el Rey de Castilla Don Pedro el  cruel; en 1362, por uno de los doce Síndicos que, en representación de esta Ciudad, debían asistir al Parlamento que dispuso el Rey D. Pedro se celebrase por D. Alfonso Conde de Ribagorza, en su nombre; y en 1376, fue jurado en esta Ciudad, en cuyo año el Rey Don Pedro IV de Aragón, por la fidelidad de la gente de Valencia; en la guerra que tuvo con Castilla, coronó las dos LL de las armas de la Ciudad: según consta en el 2.° libro de Bartolomé Villalva, notado a fojas 88. Escribió:

1. Anotaciones a los Fueros de Valencia. Manuscrito que se conserva en la librería del Sr. Borrell.


PEDRO JUAN MARTORELL. (Joanot Martorell)

1383.

Caballero valenciano, de quien Ximeno habla en el tomo 1, pág. 12, diciendo que el libro Tirant lo blanc se imprimió en Valencia año 1480; pero el P. Méndez en su Tipografía Española, manifiesta que fue impreso en 1490, citando el ejemplar que se guarda en la biblioteca de la Sapienzia de Roma, que poco ha vio (dice) el P. Mtro. Fr. Isidro Hurtado, Agustino, quien ha escrito una noticia individual de dicho libro, que se podrá ver en el del P. Méndez, pág. 72, el cual en la pág.115, dice que se imprimió también en Barcelona año 1497 en folio: edición que otros varios bibliógrafos mencionan, añadiendo ser en letra de tortis, y en lemosín; la que podemos contar por la segunda de la referida obra. 

Esta se tradujo al castellano con este título: Los cinco libros del esforzado e invencible caballero Tirante el Blanco de Rocasalada, Caballero de la Jarrotorra, el cual por su alta Caballería alcanzó a ser Príncipe y César del Imperio de Grecia.

Libro en folio, letra de tortis, a dos columnas, y 288 fojas: al fin se lee: A loor y gloria de nuestro Señor, y de la bendita Virgen María su Madre y Señora nuestra, fue impreso el presente libro del Caballero Tirante el Blanco, en la muy noble Villa de Valladolid, por Diego Gumiel, acabóse á XXVIII de Mayo del año MDXI.

El mismo Ximeno, en el apéndice a las adiciones, tomo 2, pág. 374, dice: que Juan Bautista Souchay tradujo y publicó en francés la referida obra; tal vez será distinta de la que con el siguiente título he visto, y es: Historie du vaillant Chevalier Tirant le Blanc, traduit de l'espagnol. A Amsterdam chez Westein et Smith, 12.° 3 tomos. Sin año ni nota de traductor.

También Lelio de Manfredi lo tradujo al italiano, y hay tres ediciones: en Venecia por M. Federico Torregiano 1538, en 4.°. La segunda también en Venecia, por Dominico Sarri, 1566, en 3 tomos en 12.° Y la tercera sin lugar ni nombre de impresor, en 1611, 8.°, 3 tomos.

La cuarta parte de esta historia, que dice Ximeno fingió haberla traducido a la misma lengua valenciana, Martín Juan de Galla, debe decir Gralla: equivocación que no enmienda en la fe de erratas.

http://www.cervantesvirtual.com/portales/joanot_martorell_i_el_tirant_lo_blanc/traduccions/

MOSEN ANTONIO VILARAGUT.

1388.

Caballero valenciano, del que dice Escolano, que el Rey D. Juan I de Aragón, le hizo su Mayordomo, y agració por sus servicios con la merced de la baronía de Dos Aguas, en Privilegio dado en Monzón a 11 (o 2 en números romanos) de diciembre de 1388.

Tradujo al lemosín, y dedicó a dicho Rey: 1. Las diez tragedias de Séneca, de las que sólo he visto y tenido la primera, que es: Ercules (Hércules) y Medea, manuscrito en folio, de letra del siglo XIV.

Este códice seguramente contenía las nueve restantes tragedias, porque además del argumento de dicha primera tragedia, que no tiene frontis, y parece no haberlo tenido nunca, empieza sin la primera letra inicial: a primera tragedia conté la gran furor de Ercules. Sigue el argumento de la segunda, que es: Thiestes é Atreu: la tercera de Thebaris: la cuarta, Ipolit: la quinta, Edipo: la sexta de Troas: la séptima, Medea, la octava, Agamenon: la novena, Ortonia; y la décima de Ercules Octhon, axi nomenat per la selva Othea, en la cual morí.


ANTONIO RIERA.

Presbítero valenciano, de quien habla D. Nicolás Antonio, diciendo (1: Nicol. Ant. Bibliot. Vet. tomo 2, pág. 124, col. 2): que un tal Eimerico fue acusado por Riera, de enemigo de la doctrina de Raimundo Lulio ante Benedicto XIII cuando estaba la Silla en Aviñón, y que mandando comparecer Eimerico, se declaró, después de un solemne examen, por católica la doctrina de Lulio, no encontrando en ella nada de cuanto se le imputaba. Esto sucedió en el año 1395; pero nada nos dice de que compusiese obra alguna nuestro Riera, y debemos a la perspicaz diligencia del erudito Sr. Don Francisco Pérez Bayer que nos diese esta noticia en las notas que puso a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, en el tomo y página insinuados, diciendo: que en la Biblioth. Regis Galiarum, tomo III, pág. 381, códice 3171, está notada entre los escritos de Nicolás Eimerico, la obra siguiente: 1. Incantatio studii Ilerdensis super XX. articulis per quondam Antonium Riera studentem Valentinum ut defertur, inibi disseminatis. 

También habla de este autor, Quietif y Echard, Ord. Proedic.


JAIME MARCH.

1396.

Poeta valenciano, de quien hablaremos copiando puntualmente lo que nos suministró nuestro erudito paisano D. Francisco Cerdá, en sus notas al canto del Turia, de Gil Polo, pág. 294, impresión de Madrid de 1778, dice pues: “Jaume March, del cual hasta ahora no teníamos la menor noticia, pero nos la ha suministrado nuevamente D. Tomás Sánchez, bibliotecario de S. M. en las eruditas notas a la citada Carta del Marqués de Santillana, impresa al principio del tomo 1 de la apreciable colección de poesías castellanas anteriores al siglo XV, pues en la pág. 77, dice: que el año de 1371 vivía Jacme March (que acaso sería abuelo o tío de Ausias) del cual se conserva en la biblioteca de la Santa Iglesia Metropolitana de Sevilla, let. AA, tab. 144, núm. 39, un códice manuscrito en folio de letra del siglo XIV, con este título: “Libre de concordançes, de rimes è concordans, appellat dictionari (diccionari de rims); e primerament tracte de les vocales, e apres de les mudes, seguent l'ordre del ABC. 

Sigue: “Presentació e prolech del libre de concordances apellat dictionari, ordenat per en Jacme March á instancia del molt alt e poderós Senyor En Pere per la gracia de Deu Rei d'Aragó e fonc fet en l'any MccccLxxi (1471).       

Este libro (como se ve, continúa Cerdá) es un diccionario de consonantes y asonantes para el uso de los poetas, y contiene veinte y seis folios.” Fue mandado hacer, según se ve, por el Rey D. Pedro de Aragón (IV), llamado el ceremonioso. Es asimismo un arte de trobar, adornado de coplas que sirven de ejemplar para las reglas, y además contiene un corto poema de cincuenta versos de a diez sílabas cada uno.

Muy conducente hubiera sido publicar dicha obra a beneficio de la poesía lemosina, por ser un códice tan antiguo, y por ello estimable, pudiendo acomodar aquí lo que dice el P. Sarmiento: (1: Núm. 789 pág. 357) Memorias para la historia de la poesía. “Yo quisiera noticias antiquísimas, y del tiempo anterior a la imprenta, o cuando más acá, que comprendan todo el siglo XV.” De cuya época es dicha obra; pudiendo quejarse nuestros literatos con más razón de lo que se lamenta el P. Sarmiento, en el citado libro (2: Núm. 865, pág. 395): porque no se hubiese vuelto a imprimir la obra de Mosen Fenollar, poeta valenciano, donde dice: “Este libro precioso por la antigüedad de la impresión, y por lo notable del asunto, debiera reimprimirse entre tantos como cada día se reimprimen; y con su publicación, recibiría nuevas luces la historia de los poetas de este siglo decimoquinto.”

Si así sentía este celoso escritor la escasez de una obra, de la que por haberse impreso, han visto la luz pública, ¿cuánto más sensible deberá ser, ver una obra de nuestro idioma y patria, en manos del todo ajenas, y con débiles o ningunas esperanzas de que se publique?

En la Capilla del claustro mayor del Convento de Predicadores de Valencia, que tenía por titular a S. Pedro, y está al lado del Capítulo, a la parte de la Epístola, hay un sepulcro, en el que se ven armas de March y de Esplugues, con la inscripción siguiente, que por la era en que se hizo, parece ser de nuestro autor. Es como sigue:

ACI JAU LA HONORABLE MADONA

GUILLEMONA DESPLUGUES MULLER QUE

FON DEL HONORABLE MOSEN JACME MARC

QUI MORI LANY DE NOSTRE SENYOR Mcccc.

Como la muerte de esta señora sucedió en 1400, arbitramos colocar a nuestro March en el de 1396.


FR. DOMINGO AGRAMUNT.

1400.

Religioso dominico, natural de Valencia, de linaje noble: ilustró su sangre con las letras y virtudes. Son pocas las memorias que se conservan de sus hechos; sabemos sólo que tomó el hábito en el convento de Santo Domingo de esta ciudad, que fue Doctor Parisiense y Catedrático de Teología en la universidad de Lérida, que después reunió a la de Cervera, año 1717, por Felipe V, la que se estableció por la extinción de aquella y la de Barcelona. Escribió: 1. Commentarii super libros tertium et quartum Mag. Sententiarum. Así lo aseguró Fr. Juan Micón, como lo notó el Maestro Antist, al último del tratado de Viris illustribus Prov. Aragoniae de Fr. Baltasar Sorio (1: Del que habla Ximeno, tomo 1, col. 2, pág. 133, núm. 11), como puede verse en el Convento de S. Onofre, Religiosos Dominicos. Añade allí mismo que floreció por los años de 1400.

El. P. Echard, Bibliot. Script. Ord. Praedic. (2: Tomo 1, pág. 708) le atribuye un Tratado sobre la Salve Regina; pero es incierto que sea de Agramunt, porque su verdadero autor es Fray Pedro de Canals, como lo dice Diago (3: En la Historia de la Provincia de Aragón, lib. 1, cap. 21); y lo mismo hace Echard, pág. 749, hablando de Canals. Quizá este bibliógrafo no comprendió la índole de la lengua española.

Ximeno, en el tomo 2, pág. 234 de sus escritores valencianos, artículo de Fr. José Agramunt, rehúsa contar entre ellos a Fr. Domingo, y reprende a Rodríguez, porque en la pág. 113 le puso como escritor; y el fundamento de que se valió Rodríguez, que es el mismo que yo tengo, es indubitable. “Lo he visto por mis ojos (me aseguró D. Jaime Villanueva, antes religioso del orden de Santo Domingo), y copiado auténticamente en la biblioteca del convento de S. Onofre.” Y en esto no cabe duda, y me admiro verdaderamente, que un escritor tan exacto como Ximeno, diga que en las bibliotecas de la Orden no se halla que hubiese escrito nada; porque Echard, en el lugar arriba citado, hace mención de él, aunque equivocadamente, como dije, le atribuye lo que no es suyo.

Siglo XV

diumenge, 19 de desembre del 2021

BIBLIOTECA VALENCIANA. ESCRITORES DEL SIGLO XIII.

BIBLIOTECA VALENCIANA.

BIBLIOTECA
VALENCIANA.

ESCRITORES DEL SIGLO XIII.
(Al margen, año
1270)



MOSEN
JORGE.

XIMENO, TOMO I, PÁG. 1.A

La antigüedad de
Mosen Jordi, y la gloria que resultaba de copiar y apropiarse el
Petrarca algunos versos suyos que publicó Ximeno; y que por espacio
de algunos siglos habían reconocido, no sólo los españoles, sino
también los italianos y los escritores de casi todas las Naciones;
se ha puesto en duda por dos célebres autores, que son: el Maestro
Sarmiento, en sus Memorias para la historia de la poesía, números
503 y siguientes; y Sánchez, en la Colección de poesías anteriores
al siglo XV. Pero sin legítimo fundamento; pues porque diga el
Marqués de Santillana: en estos nuestros tiempos floreció Mosen
Jorge de Santjordi, no puede inferirse, que en el siglo XIII no
hubiese florecido también otro sujeto del mismo nombre y apellido, y
mucho menos alguno, que, aunque tuviese el mismo nombre, pero su
apellido fuera distinto del que usaba aquel de quien habla el Marqués
como existente en el siglo XV: con esta reflexión quedarían
desvanecidos sus fútiles raciocinios; pero aún le da más fuerza el
considerar, que era imposible que Beutér (Beuter), que nació
en el mismo siglo XV en que escribía dicho Marqués, se atreviese a
publicar que un poeta tan moderno y conocido, existía cerca de
trescientos años antes, y acompañaba en sus expediciones al Rey D.
Jaime I, pues habría muchos que le hubieran desmentido. Y sobre todo
no se puede negar que vivía entonces Mosen Jorge del Rey, constando
por el Registro Donat. Valentiae et termino de 1237, que el Rey D.
Jaime, en premio de los servicios que le hacía en aquella conquista
(aún no tomada Valencia, que fue en 1238), le concedió un
heredamiento en la ciudad de Valencia; ni poner tampoco en duda que
este fuera poeta, porque un sujeto tan instruido en la historia de la
poesía valenciana, como fue el célebre Gaspar Gil Polo, dijo en el
canto del Túria:
Jorge del Rey con verso aventajado
ha de dar
honra a toda mi ribera,
y siendo por mis Ninfas coronado
resonará
su nombre por do quiera:
el revolver del cielo apresurado
propicio
le será de tal manera,
que Italia de su verso terná espanto,
y
ha de morir de envidia de su canto.



Cuyos últimos versos pueden manifestar bastante el aprecio que
merecieron los suyos en Italia, y al Petrarca mismo, que no reparó
en adoptarlos.
Y así es visto, que el Jorge de San Jorge que
dice Santillana florecía en su tiempo año 1450, e hizo la pasión
de amor, en la que copiló muchas canciones antiguas, es distinto del
Jorge del Rey que floreció dos siglos antes; lo que se comprueba por
haber en aquella época familias de Sant Jorge, o Sent Jordi, según
la escritura que recibió Mateo Esteve, notario, año 1436, y aún en
el día de hoy los hay de este apellido.
El eruditísimo P. Juan
Andrés ha tratado este artículo con la fina crítica y severo
juicio que acostumbra en la célebre obra del Origen, progreso y
estado actual de toda la literatura, tomo 2.° de la traducción,
cap. II pág. 112, y así me remito a ella.



N'ALBERT D'ALAVANYA.

Jurisconsulto valenciano, su familia
vino a la conquista de este Reino; y una rama suya se estableció en
la ciudad de Orihuela, luego que la ocupó D. Jaime I, según
manifiesta el exactísimo historiador Viciana, en la segunda parte de
la Crónica de Valencia, fol. 38v. Se dedicó Alberto al estudio de
la jurisprudencia; y según la fama que tenía entonces, y el gran
número de jóvenes de la España y otros Reinos, que atraía la
Universidad de Bolonia, puede presumirse que se fue a estudiar en
ella: hasta que pasados los cursos se graduó de doctor en leyes, de
cuyo título usaba frecuentemente: y sin duda adquirió grandes
créditos de literato, cuando el Rey D. Jaime lo elevó al cargo de
consejero suyo, y lo era ya en el año de 1268, como lo acredita la
célebre sentencia arbitral sobre pago de diezmos y primicias, que
dio el referido Príncipe en Valencia en el palacio Episcopal, a los
4 días, a la deseixida (dice) del mes de abril del mismo año, y
existe en varios libros del archivo de la bailía, y en la primera impresión de los fueros hecha en 1482, a continuación de estos, y
en la cual se expresa haber sido testigo N'Albert (En Alberto)
Dalavanya (de Alavanya), Maestre en lleys, y consejero suyo: lo cual
da bastante motivo para presumir, que hubo de trabajar también en su
arreglo. Se encontró en las turbulencias que suscitaron los abogados
contra los fueros, por no quererse conformar con sus disposiciones,
sino valerse de las del derecho canónico y civil, lo que obligó al
Rey a prohibir su ejercicio en 1250 (Privil. 37); y aunque lo
permitió en 1264 (Privil. 56), fue imponiéndoles graves penas, en
caso de apartarse de lo prescrito en el código foral. Merece pues
elogios este autor por haber sido el primero, que para desengaño de
los ciegos entusiastas del derecho romano y del decreto, y facilitar
el cumplimiento de lo mandado, se dedicó a comentar aquel código, y
manifestar la sabiduría de sus leyes.
Las obras de este escritor
fueron muy estimadas, y hablaron con elogio de ellas Guillermo Jaffer
y Arnaldo Juan, que ocupan un distinguido lugar en esta Biblioteca;
mas por desgracia ni Pedro Belluga, ni los jurisconsultos posteriores
hacen la menor mención de ellos, y hubiera quedado sepultado en el
olvido el nombre de este insigne varón y de otros comentadores de
los fueros, que vivieron en los tiempos anteriores a Belluga, a no
ser por el erudito Sr. D. Francisco Xavier Borrull, ministro decano
de esta Real Audiencia, que movido de sus deseos de ilustrar en
cuanto pudiera su patria, procuró examinar diferentes manuscritos
del siglo XIV y XV, copiar algunos de ellos, y encontrándose con un
gran número de comentarios de los fueros, formar un catálogo de sus
autores, averiguar el tiempo en que florecieron, y cargos que
desempeñaron, y comunicarlo todo al Ilmo. Señor D. Francisco Pérez Bayer, que haciendo un particular aprecio de estos trabajos, formó
un breve compendio de ellos, y con elogio de dicho señor, lo insertó
en la Biblioteca Hispana Vetus; y yo ejecutaré lo mismo en esta
obra, añadiendo las preciosas noticias que me ha comunicado.
Escribió:
1. Notae super Foris Regni Valentiae.
Están
escritas con mucho juicio e instrucción, y tratan sólo de los
Fueros de D. Jaime I, sin extenderse a fuero o privilegio alguno de
sus hijos. Se conservan estas glosas, y las de los demás intérpretes
anteriores a Belluga, en la selecta biblioteca del Sr. Borrull, en
dos tomos en folio, uno del siglo XV, y el otro copiado de varios
manuscritos de la misma edad.
2. Tractatus de contractu comande.
Lo cita Arnaldo Juan en sus Comentarios.

MOSEN FEBRER.  

(Al margen, 1281) 

Ximeno, tomo 1, pág. 2.a y 363.

El maestro Sarmiento y D. Tomás Sánchez también han querido quitar del siglo XIII a Mosen Jaime Febrer, y trasladarlo al XV, fundados en la carta del Marqués de Santillana, mas no reparan que este sólo habla de un Mosen Febrer, pero no de Mosen Jaime Febrer, y así por ello quieren sin razón hacer de dos uno, y aunque le hubiera citado con dicho nombre, no dice que viviera en su tiempo, como lo asegura de Mosen Jordi: por lo que la mención que hace del mismo, no puede probar de modo alguno que no existiese en el siglo XIII, ni disminuir la fe que se merece Beuter en la relación de este hecho.

Además, que se cuenta entre los heredados por el Rey D. Jaime I.° en la conquista del castillo del Puig y ciudad de Valencia; como lo asegura la donación que hizo S. M. a Mosen Jaime Febrer, en premio de sus servicios, de ciertas tierras en la Alquería de Mormany, huerta de dicha ciudad, a 14 de las calendas de mayo 1237. Hállase registrada fol. 12 pág. 1 del Real Registro Donationes Valentiae, & term. de 1237.

Con más esfuerzo ha impugnado Sánchez la antigüedad de las trobas de las familias, que vinieron a la conquista de Valencia, y quedaron establecidas en esta ciudad y reino, que el doctor Ximeno y varios otros atribuyen a Mosen Jaime Febrer; el P. Maestro Ribelles se empeñó en demostrar y apoyar la opinión de Sánchez, pero desistió luego de la empresa. Ello es cierto o probable, que ni Beuter, ni Viciana, ni Escolano, ni Diago tuvieron noticia de tales trobas, puesto que no hacen mención de ellas cuando tratan de las familias de Valencia; pero también lo es, que si se examinan las que cuenta Ribera (1: Centuria primera de la Milicia Mercenaria) haber sido heredadas en Valencia y su término por el Rey D. Jaime en 1239, y en otras partes en los años posteriores, según los registros de sus donaciones custodiados en el Archivo de Barcelona, las que refiere Escolano, lib. 3, cap. último, núm. 8 de su historia, haberlo sido, como aparece del libro de la Obispalía, y las que lo fueron en Xátiva, que en vista del libro del repartimiento, copia él mismo en el libro 9, cap. 22, núm. 1.° y 2.° &c. se descubrirá la certidumbre de haber venido a la conquista muchos de los que menciona Febrer, y la de no ser supuesta dicha obra; y como nunca han existido los registros de dichas donaciones en este reino, y encontrándose el manuscrito en el siglo XVII antes que el P. Ribera publicase su Milicia Mercenaria, hay bastante motivo para asegurar, que escribió las trobas quien lo había presenciado todo, como fue Mosen Febrer.

El P. Maestro Teixidor empezó a comprobar con varios documentos el establecimiento en esta ciudad y reino de las familias contenidas en dichas trobas, y lo ejecutó en todas las comprendidas en la letra A. Es verdad, que no pudo continuar este ímprobo trabajo por hallarse en la edad de 76 años; mas parece que bastan sus esfuerzos y las reflexiones anteriormente propuestas, para que mientras que no se produzcan otros argumentos que prueban lo contrario, se repute antigua dicha obra, y se atribuya a Mosen Febrer. Porque tampoco es prueba de consideración el haber estado ocultas algunos siglos; pues esta ha sido desgracia común a otras muchas obras. Ni vale recurrir a alguna diferencia de estilo, puesto que es cosa harto sabida, que algunos con buena intención, y para hacerlas más inteligibles, las han variado en algún modo.

Según puede presumirse, en el siglo XVII, y en tiempos de Onofre Esquerdo, se descubrió un ejemplar de estas trobas, con la expresión de haberlas compuesto Mosen J. Febrer: Esquerdo procuró adquirirlo, y persuadido de que ni había otro, ni se habría esparcido la noticia del hallazgo, hizo sacar una copia atribuyendo el escrito a Mosen J. Esquerra, que suponía ascendiente suyo, y al que daba los empleos y demás cargos de Mosen Febrer; lo que a más de referirlo Ximeno, se confirma por existir en la biblioteca del Sr. Borrull un ejemplar escrito con elegancia, e iluminados los escudos de armas de las familias, como también las primeras letras de cada troba.

Pero después llegó a sus oídos no haber quedado enteramente oculta la noticia de ser Mosen Febrer el autor de dichas trobas, que consiguientemente no podían atribuirla a los Esquerras; y así hizo una traducción de ellas en prosa, y conservando el contenido de la troba de Febrer, añadió en la letra E un artículo de la familia de Esquerra, diciendo haber venido a la conquista los dos hermanos Bartolomé y Juan, de quien preciaba ser descendente, pues se quedó este segundo hermano establecido en Valencia, así como el primero en Benisa. Esta obra escrita de letra del mismo Esquerdo, se conserva en la referida biblioteca del Sr. Borrull, que ha advertido que aquel insertó alguna familia, que no vino al tiempo de la conquista, y que el Dr. D. Agustín Sales, cronista de esta ciudad, ingirió también en la suya.

A más de estos ejemplares, posee también dicho Sr. Borrull otro de muy buena letra, escrito a mediados del siglo pasado, y una traducción en verso castellano, hecha según denota en el frontis por el Doctor Tomás Izquierdo y Guerrero, ciudadano de Alicante, y vecino de la Corte.

Permanecían manuscritas las trobas, cuando el diarista de esta ciudad, a instancia de D. José March, caballero erudito de la misma, empezó a insertarlas en el diario de 1 de Setiembre 1791, y después las publicó en el año de 1796 en un tomo en 4.°, con sus escudos, aunque grabados mezquinamente; y si hubiera cuidado de añadir en cada familia la donación de casa o tierras, que refiere el P. Ribera haberles concedido el Rey D. Jaime, y el registro en que estaba notada, se hubiera hecho más acreedor a la gratitud del público, dándole con ello a conocer, que las trobas eran ciertamente de Febrer, y bastante motivo para que algunos eruditos viesen si podían probar lo mismo que algunas otras; y manifestar las que hubiesen añadido algunos sujetos más modernos.

PEDRO GARCÍA DE XÁTIVA.

1300.

Tal vez por ser natural de S. Felipe, antes Xátiva. Habla de este autor D. Francisco Pérez Bayer, en las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 103, col. 2, diciendo: Petrum Garciam de Xativa laudatum in Chrysopraso Ioannis Ekchii inter Scriptores Theológicos, apud Gesnerum. 

Siglo XIV

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell (Index)

(Nota del editor : Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.)  Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. V...