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divendres, 8 de juliol del 2022

Carta XXXVIII. Catálogo de los obispos de la santa iglesia de Tortosa

Carta XXXVIII. Catálogo de los obispos de la santa iglesia de Tortosa después de su restauración.  

Mi querido hermano: Ya dije que cuando el conde D. Ramón libró esta ciudad del poderío de los moros, quedó su iglesia sujeta a la de Tarragona, como parroquia suya; y que al arzobispo de aquella metrópoli cedió el conquistador los diezmos de ella, con dos hornos para la mesa pontifical y canonical. Muy pronto mudó el conde de parecer, acordándose de los gastos y sacrificios que le había costado la toma de esta ciudad, y trató luego de restaurar en ella el lustre antiguo de la silla episcopal. Era entonces muy conocida la santidad del monasterio de S. Rufo de Francia; y estimulado el conquistador de la devoción que su madre Doña Dolza (Dolça), condesa de Provenza, tenía a aquella casa, lustre de sus estados, quiso ennoblecerla más eligiendo por primer obispo de Tortosa a I. Gaufredo, abad de aquel monasterio, el cual fue consagrado en Tarragona por su metropolitano a 5 de Agosto de 1151. Halláronse presentes a este acto los obispos Guillermo de Barcelona, Berenguer de Gerona, Pedro de Vique y Artal de Elna, y con ellos varios nobles del reino, y el mismo conde D. Ramón, quien dotó cumplidamente a la nueva iglesia. No envío copia de la escritura que se hizo con esta ocasión, porque ya la publicó Risco en el tomo XLII de la España Sagrada.

Consagrado el nuevo obispo, comenzó a ordenar las cosas de su iglesia: de acuerdo con sus canónigos estableció que se guardase perpetuamente en ella la vida reglar de S. Agustín, adoptada ya en otras iglesias de esta provincia; mas por amor a su monasterio, quiso que esto fuese juxta consuetudines ecclesiae S. Ruphi; a excepción de algunas cosas, que por la dignidad de esta catedral, y otras circunstancias locales, pareció que debían omitirse. Esta constitución intitulada Prima ordinatio ecclesiae Dertusensis, la fija Risco circa annum 1158: en lo cual hubo sin duda errata que debe corregirse. Porque consta, y el mismo escritor lo asegura, que el papa Adriano IV confirmó esta ordinación en el año segundo de su pontificado; y es notorio que este comenzó en 3 de Diciembre de 1154. Así que aquella primera constitución es del año 1153 o por ahí. Esta aprobación la exigió Gaufredo del papa, por el deseo que tenía de dar a su establecimiento toda la consistencia posible. Una de las leyes aprobadas era que no pudiese ser elegido obispo de Tortosa sino quien hubiese profesado la vida reglar y vestido el hábito canonical. Confirmó también el papa la donación que el conde D. Ramón hizo a esta iglesia estando en Lérida a 17 de Octubre de 1154 de los lugares llamados Granadella, Bitem, Tavara y Anastet. Lo demás que contiene dicha bula lo verás en la copia adjunta sacada del original de este archivo, por si no te contenta la que se publica en la España Sagrada (T. XLII. pág. 303.). 

Acaso es este el único documento de Adriano IV que hay en España, por donde se descubre el plan que observó este papa en contar los años de la Encarnación. 

Cosa que por la escasez de instrumentos omitieron D. Antonio Campillo en su Disquisitio methodi consignandi annos aerae christianae, y otros diplomáticos nuestros. Dice así la fecha de la bula: Dat. Beneventi...XIII. cal. Aprilis, indictione IIII. anno MCLV. pontificatus domini Adriani papae IV. anno secundo. Estos datos corresponden al día 20 de Marzo de 1156 según nuestra cuenta. De donde resulta que este papa, que comenzó a serlo a 3 de Diciembre de 1154, contó los años de la Encarnación completè posticipatè,  como dicen los diplomáticos; esto es, comenzando el año en 25 de Marzo, tres meses después que el que empezó à nativitate. 

Sea cual fuere la fecha, la bula del papa es auténtica, y más cierta la estimación que tuvo a nuestro obispo Gaufredo, a quien debió haber conocido y tratado en el monasterio de S. Rufo, de donde a ambos sacó el mérito para las dignidades eclesiásticas; efecto de esto fue el ardor con que aquel pontífice escribió al conde D. Ramón la carta de que hablé otro día. En la contestación al papa llama este príncipe a Gaufredo secretario íntimo de su Consejo.

La santa vida del obispo y de su clero proporcionó a esta iglesia la unión con la de Tarragona, admitiéndose recíprocamente a la participación de los bienes espirituales y temporales, claustro, coro, mesa, dormitorio y capítulo; y lo que es más, estableciendo de común acuerdo que en vacando una de las dos iglesias, o hallándose ausente de ella su prelado, el que quedare pudiese ejercer en la huérfana oficios de visitador. Alguna reliquia, aunque muy tenue, queda de esta concordia, que se firmó por ambas partes a 28 de Junio de 1158. He visto aquí el original, que está conforme con la copia que publicó Risco. En este mismo año emprendió Gaufredo la fábrica del templo y convento; cosa que ciertamente no pudiera sin la liberalidad con que los fieles enriquecieron como a porfía la iglesia, de lo cual quedan aquí muchos documentos. Entre estas donaciones merece distinguido lugar la que en este año hizo a la iglesia el prior de la de Valclara, que antes se llamaba Avincabacer. Había dado este pueblo el conde D. Ramón, estando sobre Lérida, a la orden de los premonstratenses, y a Esteban, abad del monasterio de Flabe Mont (montis flabonis) de la diócesis de Toul en la Galia Bélgica, para que edificaran en él otro monasterio. Mas no verificándose esto, el mismo prior nombrado de la nueva posesión dio el lugar e iglesia a este obispo con consentimiento de su abad y convento, y el conde confirmó luego esta donación, de lo cual envío todos los documentos.

Incluyo también copia de otra donación desconocida igualmente a los historiadores, y digna de saberse por muchas circunstancias. Fue así que muerto el conde D. Ramón en S. Dalmacio junto a Génova el año 1162 a 6 de Agosto (o a 7 como nota el necrologio de esta iglesia) no pudo completar la dotación de esta catedral. Por tanto a 18 de Febrero del año, que según la costumbre de aquellos tiempos seguía contándose por la Encarnación 1162 (o según nuestra cuenta el de 1163), el obispo de Barcelona D. Guillermo de Torroja, que se llamaba a sí mismo (pone asimismo) vice-gerente del difunto conde, asociado de Guillermo Ramón Senescalc, dio a la catedral de Tortosa la iglesia de Azco (Ascó) con todos sus diezmos y primicias pertenecientes al rey D. Alfonso, que estaba todavía en su menor edad. Era esta iglesia de Azco la única que se había reservado el conde en todo el obispado de Tortosa para las expensas de la capilla real, según la costumbre de los reyes de Aragón, como consta de la citada escritura de donación de 1151. Esta como restitución hizo el obispo de Barcelona, sabedor sin duda de la voluntad del difunto, en atención a la pobreza de esta iglesia, y donec, dice, Ildephonsus, rex Aragonensis, et comes Barchinonensis, miles et extra tutelam fiat. Advierte de paso cuan pronta estuvo la reina Doña Petronila en mudar a su hijo el nombre de Ramón en el de Alfonso; porque no habiéndose esto verificado hasta la muerte del padre, a los seis meses después de ella ya suena en las escrituras con el segundo nombre aun antes de entrar en el gobierno. También añade el obispo de Barcelona que procedió en esto con el consejo de D. Bernardo, arzobispo de Tarragona, de los obispos Pedro de Zaragoza, Guillermo de Gerona y Artal de Elna, de Ponce, abad de S. Juan de Ripoll, y de los nobles Guillermo de Castellvell, Alberto su hermano, Arnaldo de Lercio y otros. Subscriben a esta donación, además de los dichos, Pedro, obispo de Vique, Bernardo de Castelet, Geraldo de Jorba, Guillermo de Cervera, Guillermo de Montpeller, Raymundo de Puigalt, y un Pedro, sacrista de Vique, con este gracioso leonino: scripta libens ista Petrus confirmo sacrista = Ausonensis. Como el otro que firmaba: non est indignum Ramirum ponere signum. 

Pero dejando aparte estas extravagancias de aquellos tiempos, la donación que digo omitida por Eymerich en su excelente catálogo de los obispos de Barcelona, es una de las cosas que más ilustran el pontificado de D. Guillermo de Torroja, y el de nuestro D. Gaufredo (a: V. este y los demás documentos en el apéndice.).

De esta liberalidad tomaron ejemplo D. Guillermo Ramón Senescalc y D. Otón su hermano para dar a esta iglesia, et Gaufredo ejusdem dicto episcopo, todos los diezmos de la parte que les había tocado en Tortosa, según el tratado que hizo con ellos el conde D. Ramón. Fue esto a 22 de Enero del año de la Encarnación 1163, que es para nosotros el siguiente. Y por no andar repitiendo esto a cada paso, hablaré separadamente otro día de los cómputos que se usaron en aquellos tiempos, según lo que arrojan de sí los instrumentos de este archivo.

Entrando ya en el gobierno el rey Don Alfonso, aprobó en 1164 la donación que su padre tenía hecha a esta iglesia de un molino cerca de la ciudad, y además le dio la heredad, que se llamaba de Pedro de Sentmanat, en el territorio del Castillo de los asnos. Firma en esta escritura, fecha en Azcon, D. Hugo, arzobispo de Tarragona, con los obispos Guillermo de Barcelona, Pedro de Zaragoza, Guillermo de Gerona y Pedro de Vique, y muchas personas principales del reino. Fue este como un ensayo de la magnífica y completa dotación que hizo a esta iglesia pocos años después el mismo príncipe. 

No he podido averiguar hasta ahora qué causa movió a nuestro obispo Gaufredo y a su cabildo para dar la iglesia de Flix al monasterio de S. Pedro de Besalú y a su abad D. Bernardo, reservándose sólo la cuarta parte de las décimas, que percibieren los monjes en dicho lugar y su término. Concédenles sin embargo las décimas de sus ganados propios, y de un huerto y de una viña, con tal que el prior que no pusiese un clérigo en Flix, prometa obedecer al obispo en todo lo que debe el clérigo; y cuando este fuese instituido por el abad o prior, deba ser presentado al obispo, de quien reciba la cura de almas. Además se les manda que este cura y el prior celebren sínodo con el obispo. 

El abad prometió por su parte dar a la iglesia de Flix todas las posesiones que adquiriese en las diócesis de Tortosa y Lérida, a excepción de la de Corbins, la cual se reservaba el monasterio de Besalú para celebrar el aniversario del conde D. Ramón. 

La fecha de esta escritura, de que sólo he podido ver una copia muy antigua, dice así: Hoc scriptum factum est anno dominicae Incarnationis M.CLXV. Id. Januarii, tempore Ludovici regis junioris, et Raymundi Berengarii comitis Barchinon., et principis Aragonen. Si hubiesen señalado el año del reinado de Luis el joven, podríamos saber el verdadero año en que se hizo esta donación, que nunca podrá ser el de 1165, pues ya tres años antes había muerto el conde D. Ramón que aquí se supone reinando. 

Murió D. Gaufredo a 28 de Mayo de 1165: el día consta del necrologio antiguo: el año del epitafio que se puso en su urna, el cual copiaré aquí como le trae el canónigo Macip, porque en el sepulcro que tiene en la capilla de Santa Candia no queda el más ligero vestigio de inscripción. 

Antistes primus Dertusae laudis opimus, 

Gaufridus dictus, in caelo sit benedictus: 

Hac petra fossa sunt hujus venerabilis ossa. 

Centum cum mille decies sex qui non sit ille 

Annorum decem numerus quo transitus iste. 

Spiritus astra petit, túmulo corpus requiescit. 

Junius est mensis cum.... 

Quinque chalen...... 

Juzgo que en el verso quinto el original no diría decem, palabra que allí nada significa; y que acaso sería esta su lectura: annorum Christi numerus quo transitus isti. 

II. A Gaufredo sucedió D. Ponce de Mulnells, no Monells ni Mulnella como escriben otros. Consta este apellido del necrologio, del epitafio, y de varios documentos que tengo a la vista. Fue electo por el cabildo en el mismo año 1165. En prueba de esto, además de la escritura de concordia entre el monasterio de la Oliva y la iglesia de Mont Aragón hecha a 24 de Junio de 1166, a la cual subscribió nuestro Prelado, tengo presente la división de frutos que concordó con su cabildo a 27 del mismo mes y año. Tuvo un hermano llamado Raymundo, el cual a 11 de Diciembre de 1177 dio a esta iglesia unas casas que tenía en Lérida con otros heredamientos. No por eso se crea que fue natural de aquella ciudad, ya porque estaba recién conquistada, ya porque el obispo concede a su hermano el uso de aquellas casas quotiescumque in villa Ilerdae venies. 

El M. Risco hablando de este obispo escribió lo siguiente: “Macip, canónigo de esta iglesia, dice en el catálogo que Don Ponce fue primero abad del monasterio de Ripoll, y luego canónigo reglar, para cuya comprobación no cita testimonio alguno.” Mal leyó este catálogo el que informó al P. Risco; porque Macip no dice que D. Ponce fuese abad del monasterio de Ripoll, sino abad de S. Juan de Ripoll. Y todo el mundo sabe (y en el t. XXVIII. de la Esp. Sagr. se puede ver) que son estas distintas casas, aunque fundadas a un mismo tiempo a fines del siglo IX, y que la primera es Santa María de Ripoll, monasterio de Benedictinos, y la segunda es la que hoy llamamos S. Juan de las Abadesas (Sant Johan ces Abadesses y variantes) en el mismo valle de Ripoll, de donde tomó el nombre. En esta segunda casa, que primero fue de monjas, y después de varias alternativas se entregó en 1115 a los canónigos reglares de  S. Agustín, era ya abad nuestro D. Ponce en el año 1150, en que fue consagrada su iglesia por el diocesano, con otros obispos y prelados.

Con el mismo título subscribió a la donación que hizo D. Guillermo, obispo de Barcelona, a la iglesia de Tortosa en 1162, de que hablé poco ha. Otra prueba de que era abad de S. Juan de Ripoll, y de que retuvo esta dignidad, es la donación que Galcerán de Sales hizo de la iglesia de S. Martín de Aquacca al monasterio de San Juan, et domno Pontio Dertusensi episcopo, ejusdemque ecclesiae B. Johannis abbati, fecha III. cal. Octob. ann. XXX. reg. Ludovici Junioris (1166). Lo mismo se halla en otra venta en 1191. Dejando aparte la consagración de la iglesia de S. Valentín en el condado de Besalú (1168), cuya acta se conserva original en el archivo real de Barcelona, y va copiada (a: V. en el apéndice) donde se le da el título de Dertusensis episcopus, et abbas S. Johannis. Y así el necrologio de esta iglesia le llama abiertamente abad de S. Juan de Ripoll, y también los canónigos de aquella casa en la carta de pago que dieron sobre las mandas que les dejó D. Ponce, como diré adelante. Desde luego trató este prelado de señalar y establecer la distribución de las rentas. A 21 de Junio de 1166 con aprobación de D. Hugo, arzobispo de Tarragona, hizo con el cabildo la constitución intitulada De divisione inter episcopum, et ecclesiam Dertusensem, cuya copia incluyo. En el año siguiente 1167 a 9 de Junio fijó las rentas que debía percibir el oficio de camarero para el vestuario de los canónigos, estableciendo que no se dé al obispo por razón de vestuario más que dos sobrepellices de a catorce sueldos de Valencia cada una. A los contraventores (que contravienen) llama anathema, marenata. En 1171 por encargo del papa Alexandro III se halló Don Ponce en la elección del sucesor de D. Hugo, arzobispo de Tarragona, muerto violentamente por Berenguer de Tarragona a 15 de Abril del mismo año, día que fija el necrologio de esta iglesia. Tiempos de turbación y más para nuestro prelado, que vio asesinar en esta ciudad de Tortosa a Roberto, hermano de Berenguer, por los sobrinos de aquel arzobispo. Más alegres fueron los años 1173 y siguiente, porque en el primero se celebraron las cortes de Fuente de Aldara, tan ventajosas para las iglesias, cuyas leyes publicó Baluzio entre los apéndices de la Marca Hispánica (App. CCCCLVI. col. 1363.), y en el segundo las bodas del rey D. Alfonso II de Aragón con Doña Sancha, hija del emperador Don Alonso, (Ildefonsum imperatorem Ispanie) la cual, como veremos adelante, anduvo muy liberal con esta iglesia. A ambas cosas asistió nuestro obispo.

Pero sobre todos fue plausible para él y su silla el año 1178 en que concluida la fábrica de la iglesia, fue consagrada por el arzobispo de Tarragona D. Berenguer con asistencia de los mismos reyes de Aragón, los cuales confirmaron todas las donaciones del conde D. Ramón, añadiendo otras muchas, como verás en la escritura que publicó exactamente el P. Risco, cuyo original conserva esta iglesia. Hízose esta dedicación a 28 de Noviembre del mismo año. De él es también la donación que nuestro prelado hizo a la iglesia de un huerto en el lugar de Tivenys para la lámpara ante altare B. Mariae. En 1179 se halló en el concilio Lateranense III.

Con el fin de que se conservase un edificio que le había costado tantos sudores, hizo a 15 de Mayo de 1181 una constitución, en que concede al sacrista las primicias que debían dar los vecinos de Tortosa, con la condición de que tuviese bien cuidados y cubiertos con tejas los techos de la iglesia y claustro, y diese al obispo cuando estuviere en Tortosa cinco palmos de candela cada noche y dos cirios de a libra cada mes. Bueno fuera que se renovase en el día la constitución de las tejas, porque la iglesia nueva peligra con los conductos de agua que penetran lo interior de los machones exteriores; obra más ingeniosa que útil. 

En el año 1183, a 18 de Junio, dio la reina Doña Sancha a nuestro obispo y su iglesia la mitad de dos huertos que había comprado de Ponce Agorero por diez y seis morabatines, para que de su producto ardiese una lámpara en el altar de nuestra Señora. Dejo de referir las donaciones y concordias que hizo nuestro obispo con los de la orden del Temple sobre los diezmos de Orta (Horta de sant Joan), Mirabet (o Miravet), Archona &c., cuyos documentos vendrán bien para nuestra colección.

Gobernó D. Ponce esta iglesia hasta el año 1193, como se infiere de varios testamentos que le señalan con su nombre hasta fines del 1192. Dícelo más claramente el necrologio por estas palabras: VI. cal. Augusti obiit Poncius venerabilis episcopus Dertusensis, et idem abbas S. Joannis Rivipollensis, anno ab incarnato Dei filio M.C.XCIII.; donde se ve otra prueba de que con el obispado conservó hasta la muerte el título de abad. Acaso también por esta causa en la escritura que insinué de los canónigos de S. Juan de Ripoll, fecha pocos días después de la muerte de este obispo, no se halla firma de abad, sólo se encabezan y subscriben. = A. prior ecclesiae S. Johannis Rivipollensis, Petrus de Solario praepositus, Berengarius camerarius, Arnallus sacrista, Bernardus eleemosynarius, R. praecentor et R. Mironis. Todos estos confiesan a Ponce prior de Tortosa, Nicolás sacrista, Vicente limosnero, G. camarero, y los demás canónigos, a quienes llaman hermanos suyos, haber recibido y quedar satisfechos de lo que les pertenecía de testamento domini Poncii episcopi Dertusensis et abbatis nostri... Facta charta difinitionis mense Septembris anno Domini M.CXCIII. En el necrologio se nota a 19 de Diciembre de 1252 la traslación del obispo D. Ponce de Mulnells. Otra se hizo más adelante en 1336 a la urna de piedra en la capilla de Santa Candia, cuyo epitafio está poco menos gastado que el de D. Gaufredo. Pondré la copia de Macip. 

Pontius est dignus praesul pastorque benignus, 

Cognomen cujus Mulnellis fuit hujus. 

Clauditur in túmulo, licet altum corpus in arcto. 

Anno milleno centum nona quoque geno, 

Tertius addatur numero qui supra locatur 

Augusti mensis sexto numerando chalendis. 

III. D. Gombal de Santa Oliva. El M. Risco probó sólidamente que este prelado es distinto de otro que por ese tiempo suena con el mismo nombre obispo de Lérida; yo añado que ambos se hallaban en esta ciudad en 1197, según consta de la escritura que se hizo con ocasión de ceder a los templarios un cementerio en la zuda o castillo, en la cual después de nuestro obispo firma por testigo Gomballus episcopus Ilerdae. También subscribe en la misma clase en la donación que hizo el rey D. Pedro II a esta iglesia del lugar de Margalef, fecha en Tarragona el año 1200. Afirma también el citado escritor que nuestro Gombal estaba todavía por consagrar a fines de 1194; y para mayor prueba envío copia del instrumento en que se funda. Debió ocasionar esto la vacante de la silla de Tarragona con la muerte violenta de su arzobispo acaecida el año anterior, la cual refiere así el necrologio de esta iglesia: XVI. cal. Martii obiit Berengarius de villa Demuls (Vilademuls), archiep. Tarraconensis, à Guillermo R. interfectus anno Domini M.C.XCIII. Uno de mis cronicones expresa que el matador era Guillermo Ramón de Montechano (Montechateno, Montecateno: Moncada). Tuvo D. Gombal un hermano llamado Miro, el cual se halló en la composición de esta iglesia con la de Tarragona, que se dirá luego. El dolor que pudo ocasionar a nuestro prelado la muerte del gran bienhechor de esta iglesia el rey D. Alfonso, acaecida en Perpiñan a 5 de Abril de 1196, se templó con las gracias que de nuevo le concedieron los papas y reyes. 

A 7 de Agosto del mismo año le expidió un breve Celestino III, confirmando las donaciones de heredades, villas, molinos, judíos, cementerios y todos los derechos con que el difunto rey y su mujer Doña Sancha la habían dotado. En 1.° de Enero de 1200 le concedió un privilegio el rey D. Pedro II, eximiendo a esta iglesia y sus bienes de la jurisdicción secular que ordenaba en Tortosa; más adelante les dio los lugares de Ledo y Areyns (Lledó, Arenys - de Lledó); señalóse también en su favor el papa Inocencio III, expidiendo varios breves sobre las competencias que se suscitaron entre el obispo y los templarios. De todo esto envío copias para la colección.

También tuvo este prelado el consuelo de ver terminadas las disputas entre su iglesia y la de Tarragona, con la composición que se concertó día de Santa Águeda de 1203. Fijáronse los lindes siguientes, comenzando de la sierra llamada nas de pullino, hacia el collado de lena, sierra de laberixes, río de oleastro, lugar dicho poxino, donde se juntan dos ríos, sierra espadella y coll de Balaguer. Uno de los sujetos que trataron esto por parte de Tarragona fue Guillermo de Zaguda, canonicus cornu bovis (cuerno de toro, bóvido; bou, Escornalbou), que así subscribe: por parte de Don Gombal era Miro frater ejusdem episcopi (a: V. en el apéndice). 

Del último año de su pontificado hay una constitución en que se manda que del oro y plata y otros bienes mobles que diesen a la iglesia los que se consagrasen por canónigos o canónigas, se dé al camarero la tercera parte para el vestuario de los canónigos, y al prior las dos terceras partes para la mesa de los mismos, y esto aun cuando los que se consagraban no llegasen a vivir en el claustro; y si traían bienes raíces, se den todos al prior: los lechos y su adorno al camarero, a excepción de los pasos de seda que deban entregarse al sacrista. Usa de la voz maranata (a) contra los que quebrantaren lo ordenado: la fecha es VI. cal. Julii anno Dominicae Incarnationis MCCXII.; y así los que ponen la muerte de D. Gombal a 23 de Enero de 1212 debían prevenir que hablan conforme al cómputo usado entonces, según el cual el año 1212 finalizaba en 25 de Marzo, del que ahora decimos 1213; y así debe entenderse el necrologio y el epitafio de su urna en la capilla de Santa Candia, (a)

*, maranata son voces caldeas, que significan el Señor ha venido. Añadíase esta imprecación a la voz griega *gr, a imitación de S. Pablo (I. Cor. XVI. 22.) como diciendo: perditio in adventu Domini, las cuales palabras latinas se añaden sin necesidad en algunos documentos, como en la confesión de la fe del concilio III de Toledo (cap. XVIII.): Cui haec fides non placet, aut non placuerit, sit anathema maranata in adventum Domini nostri Jesu Christi. 

adonde fue trasladado en 1336. La inscripción se conserva muy bien, y dice así: 

Est exaltatus in statu pontificatus 

Gloriâ non clivâ sancta Gombaldus Oliva. 

Exiit à mundi laqueis, pelagique profundi, 

Anno milleno C. dupplex cum duodeno 

Est Februi mensis decimo numerando klis. 

Vivat cum Christo túmulo qui clauditur isto. 


Los que han publicado esta inscripción leen en el segundo verso gloria non clita; mas el letrero dice clivâ; y esto puede derivarse de clivus, collis, clivius, a, um, cosa ardua, como si dijera con exaltación no violenta, con gloria debida; pero el clita nada significa (*). (*) Yo me inclino a que gloria non cliva es gloria non labilis, in aevum duratura. Pudo en la edad media del substantivo clivus o clivum formarse el adjetivo clivus, cliva, um, así como en los buenos tiempos se formaron los adjetivos acclivus, declivus, reclivus y proclivus: y usarse cliva metafóricamente en el sentido en que dice Séneca (de morte Claud.), omnia procliva sunt, imitando lo de Cicerón (Tusc. IV. 18.)

incitataque semel proclivè labuntur. 

IV. D. Ponce de Torrella, prior de esta misma iglesia, e hijo de Guillermo de Turrecla, cuya lápida sepulcral se conserva en un ángulo del claustro debajo de la imagen de nuestra Señora, llamada de la Verdad, fue elegido muy pocos días después de la muerte de D. Gombal, y aun debió ser consagrado antes del 22 de Marzo del mismo año 1213, en cuyo día le expidió el rey D. Pedro II un privilegio de inmunidad desde Lérida. Una copia antigua que he podido ver de este documento, no expresa el año. Mas habiendo muerto D. Pedro en 13 de Septiembre de 1213, es fuerza que fuese ya obispo D. Ponce en el mes de Marzo anterior, pues en él se le dio ese privilegio. 

En 1220 expidió un breve el papa Honorio III, en que entre otras cosas manda que en esta iglesia se determinen los negocios por la resolución de la mayor parte del capítulo según la regla de S. Rufo. Del año siguiente es la concordia que hizo este obispo con el de Huesca, cuya copia irá a su tiempo. 

Tratábase por entonces de continuar la guerra contra los moros, y llevar adelante la conquista del reino de Valencia: cosa de grande importancia para nuestro Don Ponce, que sobre alejar de su silla a los sarracenos, debía dar notable aumento a su diócesis. No faltó por su parte el rey Don Jayme I, y con varias donaciones que le hizo acaloró mucho más su ánimo en esta empresa, en la cual le conceden los historiadores una parte muy principal. Van copias de la escritura que hizo el rey estando en Huesca a 27 de Mayo de 1224, confirmando todas las posesiones de su iglesia, de la donación de Mirabet y Zufera a 27 de Abril de 1225, de otra de ciertas casas de Peñíscola, estando el rey sitiando a esta ciudad a 13 de Agosto del mismo año. Hallóse también con el conquistador en la toma de Burriana: Zurita por equivocación le llama Pedro.

Las expediciones militares no impidieron a D. Ponce asistir a los concilios provinciales de Lérida en 1229 y de Tarragona en 1230. No perdiendo de vista nuestro prelado los intereses y bienestar de su esposa, y como temiendo lo que después sucedió, obtuvo en 1235 del papa Gregorio IX la confirmación de todas las donaciones hechas hasta entonces a su iglesia. A pesar de esta precaución y de los méritos que de nuevo contraía, no tardaron mucho en disputarle algunas donaciones, que pasada la necesidad parecieron exorbitantes. Firmóse al cabo escritura de compromiso en Valencia a 12 de Julio de 1242, en que fueron jueces el arzobispo de Tarragona D. Pedro de Albalat, y los obispos Vidal de Vique y Ferrer de Valencia. Quedó entonces por Tortosa la villa de Almazora, y la alquería llamada Benimucairau.

Alejado de estos contornos el estrépito de las armas, volvió D. Ponce toda la atención al gobierno interior de su iglesia. Del año 1249 he visto la constitución que hizo con su metropolitano sobre el vestuario, comida y otras asistencias correspondientes a los canónigos. A 19 de Diciembre de 1252 hizo trasladar los huesos de sus antecesores D. Ponce y D. Gombal. Dos años después murió a 29 de Agosto. De la inscripción que tiene en Santa Candia se puede leer lo siguiente:

Pontius....factus toto... 

Archimandrita laudabilis....vita 

Hic de Turrella dictus sedansque rebella, 

Mille ducentesimo sunt si quinquaginta ponantur 

Quatuor appositis anni tot recte probant 

A Christo nato spiritus exiit ab arcto 

Corpore: clauduntur hac tumba membra teguntur 

Septembris mensis quarto dicendo calendis. 


V. D. Bernardo de Olivella, su sucesor, fue electo el mismo año 1254. Su madre se llamó Hermisenda, de la cual dice el necrologio: IV. nonas Aprilis obiit Hermisendis de Olivella, mater Domini episcopi, soror istius congregationis pro qua officium plenum fiat, et praebenda detur. Era sin duda nuestro obispo el mismo que en una concordia que hicieron en el año 1250 todos los individuos de este cabildo, firma Bernardus de Olivella, archidiaconus...

Cuatro años después de su elección obtuvo este prelado una bula del papa Alexandro IV en confirmación de todas las posesiones de esta iglesia. Llama en ella el papa al conde D. Ramón rey de Aragón, lo cual él no sufría por su modestia (el título de rey pasó de Ramiro II a Alfonso II, hijo de Ramón Berenguer; Petronila fue reina). 

También obtuvo en favor de su iglesia un privilegio de inmunidad, dado por el rey D. Jayme en Lérida a 19 de Abril de 1263. Cuatro años después le concedió el papa Clemente IV ciertas indulgencias para sus diocesanos que visitaren la iglesia de Tortosa en las fiestas de la Santísima Virgen y en el día de su Dedicación, que era a 29 de Noviembre. Con la misma fecha escribió el papa al rey D. Jayme, exhortándole a restituir a esta iglesia la mitad de los diezmos que solía percibir en la diócesis. Del año 1270 he visto original una constitución en que este prelado aumenta el vestuario de los canónigos en 20 sueldos jaqueses sobre los 150 en que le había fijado D. Ponce de Mulnells. También ordena que además de las dos sobrepellices que debía dar el camarero al obispo, le dé 20 sueldos pro uno surperpellicio de tela. Poco después fue trasladado a la metropolitana de Tarragona, donde murió en 1287. 

VI. D. Arnal de Jardino, electo en 1272 o en el siguiente. No tardó mucho en mostrar su celo pastoral y celebrando sínodo a 12 de Noviembre 1274. Es el primer monumento de esta clase que conserva esta iglesia: es verosímil que los prelados anteriores desempeñasen una parte tan principal de su ministerio; aunque la frecuencia de los provinciales y las repetidas visitas de los legados podían suplir su falta. Otro celebró en 1278; irán las constituciones de ambos, en que no hallo cosa que advertir.

Muy gloriosa es para este prelado la memoria que nos conserva el libro de las costumbres generales de la ciudad de Tortosa, impreso aquí mismo en 1539 por Arnaldo Guillem de Montpesat. En el principio del libro se lee que para evitar las discordias que reinaban entre los ciudadanos por la variedad e incertidumbre de las usanzas y leyes, fue electo juez árbitro nuestro D. Arnaldo con el Maestro Ramón de Besuldo, arcediano de Tarantona en la iglesia de Lérida y el Maestro Domingo de Teruel. En 1277 hizo con el capítulo la constitución de bonis canonicorum decedentium: firmó varias concordias con los vecinos de Tortosa sobre los diezmos; mas usando con algunos de ellos de su autoridad, y echando mano de las penas eclesiásticas, tuvo el dolor de ver que los templarios heredados aquí, y señores de Amposta, con achaque de no sé qué privilegios daban los sacramentos y sepultura eclesiástica a los excomulgados por él, con ultraje de la dignidad episcopal: males que atajó el papa Inocencio V. Poco más se sabe de este prelado sino que murió a 20 de Julio de 1306, y que dos años después a 16 de Marzo se hizo traslación de su cadáver, como nota el necrologio. Algo diferente es el día de su muerte en el epitafio que tiene en Santa Candia. Dice así: 

Clauditur in túmulo praesul venerabilis isto 

A. de Jardino qui rexit jure divino 

Annis millenis trecentenis quoque senis 

Augusti ternis denis obiitque kalendis. 

Acaso era hermano suyo Bernardo de Jardino, prior de esta iglesia por esos tiempos, que murió en 1313, cuya memoria sepulcral está en el claustro colateral a la iglesia. Muerto este prelado eligió el cabildo a 

VII. D. Dalmacio de Monte Olivo, deán de Tarragona, el cual murió en Agosto del mismo año sin tomar posesión, como dicen Martorell y Macip, los cuales por esta causa no le cuentan en el catálogo de los obispos. Mas el necrologio de esta iglesia dice que fue electus et confirmatus in episcopum Dertusensem; y esto basta para contarle con los demás. Eligieron luego a 

VIII. D. Pedro de Betteto, el cual sólo gobernó esta iglesia hasta 8 de Mayo de 1310. Breve pontificado; mas de él nos quedan dos sínodos. Uno es de 13 de Noviembre de 1307, en el cual se mandó celebrar anualmente sínodo en la fiesta de S. Martín: el segundo del mismo día del año siguiente; en él se establece la uniformidad de todas las iglesias de la diócesis con la matriz en los ritos y ceremonias. Tiene este obispo su sepultura en Santa Candia, cuyo letrero dice así: Octavo idus Maii anno Domini M.CCCX. obiit rev. pater dominus Petrus de Beteto bonae memoriae, hujus ecclesiae Dertusensis episcopus; cujus ossa sunt in hac tumbâ recóndita: anima ipsius requiescat in pace. 

De este mismo año 1310 son las leyes o como decían, les costums y usatges que concedió y confirmó esta iglesia a los vecinos del lugar de Cabacers, que antiguamente se llamaba Avincabacer, de cuya donación hablé tratando del obispo D. Gaufredo. Envío copia de este documento que es buena memoria de la legislación de aquel tiempo, y de la lengua lemosina en que está escrito. En el mismo año fue electo obispo 

IX. D. Francisco de Paholaco, tesorero y canónigo de esta iglesia. En el siguiente 1311 celebró sínodo a 14 de Noviembre, en el cual mandó se celebrase en toda la diócesis la fiesta de passione imaginis, y prohibió vender carne en los viernes y vigilias de los Apóstoles y otras fiestas del año: In vigiliis, dice, Natalis, Resurrectionis, Pentescostes dumtaxat exceptis ob reverentiam festivitatis, seu festivitatum earum decentiam et honorem. En otro sínodo celebrado en 1314 mandó que se tuviesen en adelante en la Dom. II. post Pascha. Murió este prelado a 17 de Octubre de 1316, como dice el necrologio, no a 5 de Noviembre, como aseguró Martorell, el cual sin advertir el anacronismo, puso como debía a 27 de Octubre la elección del siguiente.

X. D. Berenguer de Prats. Con el largo tiempo que presidió en esta iglesia, pudo hacer cosas dignas de su celo y celebrar varios sínodos. En el primero de ellos, celebrado a 19 de Abril de 1318, renovó la constitución de su antecesor D. Pedro de Betteto sobre la residencia de los párrocos. En 1320 hizo la constitución de numero vicenario canonicorum, para atajar los abusos que se iban introduciendo en el aumento de ese número, fijado ya, como sospecho, desde la restauración de esta iglesia. Otras muchas constituciones suyas se hallan en la colección que está en el archivo. Otro sínodo celebró en 1323 a 13 de Abril, en que no quiso hacer nuevas constituciones, porque constitutionum pluralitas, dice, non solum confusionem, sed etiam periculum animarum inducit. No es mala contraseña de las sabias ideas de aquel prelado. Casi lo mismo hizo en 4 sínodos más que celebró hasta el año 1330. Allá lo verás todo copiado. 

Digna es de memoria la deseada cesión que acordó este prelado con su cabildo de la décima de todos sus frutos para la fábrica de la iglesia. Fue esto a 2 de Enero de 1340. Mes y medio sobrevivió a esta época D. Berenguer, pues murió a 19 de Febrero de este año. El epitafio que se le puso en Santa Candia, dice así: Anno MCCCXL. XI. cal. Martii obiit Berengarius de Pratis episcopus: hic tumulatur. Falleció este prelado a la hora de maitines, y en la de tercia del mismo día se le dio sepultura. Concluido el funeral se juntó inmediatamente el cabildo para nombrar sucesor. Salió electo D. Guillermo de Sentmanat, arcediano mayor de esta iglesia. Consta todo esto de la escritura que he visto original con los sellos de todos los electores. Y así no deben ser creídos los que atrasan esta fecha. A pesar de acto tan solemne, y de haberse anunciado al pueblo la elección, no lograron su deseo los electores por las causas que diré otro día; que ya es justo descansar hoy un poco

A Dios. Tortosa &c. 

Parte 2, fin del episcopologio de Tortosa

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell (Index)

(Nota del editor : Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.)  Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. V...