Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Gandía. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Gandía. Mostrar tots els missatges

dissabte, 11 de juny del 2022

CARTA XXXI. Monasterios de nuestra Señora de la Murta y de Cotalva

CARTA XXXI. 

Monasterios de nuestra Señora de la Murta y de Cotalva de la orden de S. Gerónimo: el de Aguas-vivas de la orden de S. Agustín: el de Valdigna de la orden de S. Bernardo: colegiata de Gandía: algunas noticias del convento de dominicos de Luchente. 

Mi querido hermano: Al cabo he podido verificar el viaje que deseaba a los cuatro monasterios que hay en este reino situados en la costa del mar entre Valencia y Denia, que aunque no son tan antiguos como otros muchísimos de España, sin embargo esperaba hallar en ellos algunas antiguallas depositadas por sus fundadores; mas la experiencia me hizo ver el daño que hacen a la literatura las discordias y guerras civiles, (1), cuyo furor no perdona ni aun a los códices viejos encerrados en los archivos; muchos de los cuales suelen perecer y perderse por la misma mano que los quiso salvar. Me ha acontecido en este viaje lo que al P. Martene en el que hizo por la Flandes, y parte de Alemania el año 1718, donde dice que muchas de sus expediciones no tenían otro premio que el dolor de ver por sus ojos la pobreza literaria de algunos monasterios y abadías. En estos de que voy a hablar, queda por lo menos alguna cosa apreciable y digna de memoria. 

El primero que se encuentra caminando hacia el mediodía de Valencia es el de nuestra Señora de la Murta, de la orden de S. Gerónimo, distante como una legua hacia el oriente de la villa de Alcira. Su fundación es del año 1401: está situado en el ángulo de un valle llamado de Miralles, que se va estrechando por entre dos altas sierras, vestidas en todo tiempo de romeros, arrayanes y murtas espesísimas, de donde tomó después el nombre; sitio apacible, muy solitario y a propósito para la contemplación. Esta casa fue en los principios muy pobre, como la pinta el P. Sigüenza; la mayor parte de las cosas preciosas que ahora posee son dádiva de D. Diego Vich, patrono del monasterio, que murió hacia la mitad del siglo XVII. En su sacristía, que es grande y devota, vi un portapaz de plata, de medio palmo de elevación, de dibujo gótico, en cuyo centro hay una figura del Ecce homo: será cuando mas del siglo XV. Item un púlpito de piedra, donde se dice haber predicado S. Vicente Ferrer el año 1409, con un buen cuadro del santo en esa actitud; otro como de tres palmos de elevación, que allí creen ser retrato del Españoleto, pintado por Juan de Ribalta, no lo es. D. Diego Vich regaló al monasterio una porción de retratos de españoles ilustres, originales de Ribalta, cuya noticia puede verse en el Diccionario de profesores de las bellas artes (v. Ribalta), entre los cuales no se halla ninguno del Españoleto; ni a este grande hombre, que floreció en el siglo XVII, puede convenir lo que se figura estar escribiendo en un libro el retratado en este cuadro, je vint... à Bruseles à 28. Nov. 1531; lo cual y la fisonomía parece convenir mejor a Luis Vives: sin duda es de este el retrato de que hablamos, el primero que refiere aquel Diccionario, pintado por Ribalta; el cual con los demás estuvieron antes en la librería, y ahora se hallan esparcidos por el convento. 

De otro cuadro grande maltratado que hay en la misma sacristía me contaron cosas harto singulares: representa la crucifixión del señor, o alguno de los actos preparatorios. En él se halla escrito que le regaló al monasterio mosen Gerónimo Maestre, beneficiado de la parroquial de los santos Juanes de Valencia el año 1522, y que le había traído de Roma un maestro Balaguer, a quien le regaló el papa Eugenio IV, siendo ya entonces opinión común en aquella capital que era pintura del tiempo de los apóstoles: especie de todo punto inverosímil. 

Conservan también aquellos monjes un Horario, o sea Devocionario escrito magníficamente en vitela con muchas miniaturas, el cual, como parece por una nota que hay en él, dio D. Diego Vich entre otras pinturas a este convento de la Murta a 26 de Junio de 1641. Aunque en el calendario y letanías falta el nombre de S. Vicente Ferrer,  le tengo por posterior a su canonización, y escrito muy a los fines del siglo XV, o entrado el siguiente; porque después del calendario se hallan dibujadas las armas imperiales, y al rededor esta inscripción: Maximilianus imperator romanorum semper augustus; y al pie de ellas dice así: HALI-MAS. Por donde debe suponerse posterior este códice al año 1493, que es cuando Maximiliano I fue coronado en Aix. En la plana colateral a esta se halla otro escudo de armas, con estas palabras en el contorno: Franciscus de Taxis, magister postarum serenissimi principis Ka. archiducis Austriae

Al fin del libro, que contiene lo que todos los de esta clase, dice así: Vidit Fr. Joannes Vidal 23 Maji 1586. La biblioteca del monasterio es harto abundante en libros del siglo XVI. Lo más singular que en ella vi es un código MS. en vitela, que contiene los siete libros Divinarum institutionum de Lactancio. Téngole por del siglo XII, aunque las iniciales de bermellón saben a otra mano posterior. Hay en él variantes de consideración, y por lo mismo merece ser consultado cuando los españoles emprendan una nueva edición de las obras de este filósofo cristiano, con que mejoren las extranjeras (* Este códice ha venido a mi poder por especial gracia de aquella comunidad.). Las reliquias principales que aquí se conservan son dos cabezas de las compañeras de Santa Úrsula, un dedo de S. Gregorio Taumaturgo, un diente de S. Gerónimo, y la cabeza de Santa Fulgencia.; otras alhajas reconocí modernas y de poca consecuencia para la historia de la literatura. De este monasterio pasé al llamado de Aguas-vivas de la orden de S. Agustín, donde hace algunos años se guarda la perfecta vida común. El sitio es ameno sobremanera; pero es mucho mas deliciosa la unión y paz con que viven aquellos religiosos, a que contribuye mucho el celo y 

ejemplo de su prelado el P. M. Fr. Basilio Rosell (Rossell), bien conocido por sus tardes monásticas. Otra obra tiene el mismo casi concluida, en que prueba que el antiguo monasterio servitano, cuyo abad fue S. Donato en el siglo VI, estuvo en este mismo sitio de Aguas-vivas. No contradice a esta situación lo que de él dijo S. Ildefonso que estaba in agro setabitano; cuya denominación pudo extenderse a este territorio, que sólo distaba de Sétabis tres leguas escasas. Favorecen mucho a esta opinión las ruinas de edificios que se han hallado en sus inmediaciones; los cuales en la uniformidad de sus áreas, puertas y construcción, y en la proporcionada distancia de unos a otros, muestran bien haber sido celdas de alguna de las lauras antiguas. Otras observaciones tiene recogidas este docto escritor, cuya publicación podrá contribuir a que se aclare este punto tan oscuro de nuestra historia eclesiástica.

Poco más de una legua dista de este monasterio el de Valdigna, de la orden del Císter, donde fuimos hospedados por el señor abad en su palacio. Fundó esta casa el rey D. Jayme II de Aragón hacia fines del siglo XIII. Queda de aquellos tiempos el claustro y alguna otra parte del edificio: lo demás ha tenido varios aumentos y mejoras, que no contribuyen poco a la magnificencia del monasterio. Nuestro primer cuidado fue reconocer la biblioteca, en la cual hallamos lo que en las más de este reino, bastante caudal de libros impresos, pero pocos MS.: húbolos en otros tiempos; mas las guerras asolaron cuanto era capaz de experimentar su furor. De esta y otras desgracias pudo salvarse una biblia en fol. MS. en vitela, de que da razón la nota siguiente: Ista biblia est monasterii Vallisdignae; quam quidem bibliam dedit dominus Jacobus Aragonum rex ffratri Iohanni dicti monasterii tunc abbati. Acaso será anterior al siglo XIII. Más reciente es un salterio MS. vit. 8. secundum ordinem cisterciensium. Posee además este monasterio algunos libros raros, aunque no desconocidos. Mucho se enriquecerá su biblioteca con la del docto maestro S. Juan, abad que fue de esta casa; en ella traté a tu buen amigo el maestro D. Alberico Rubio, y a otros dignos monjes amantes de las buenas letras, no menos dedicados al estudio que a la práctica de las virtudes monásticas. La sacristía es correspondiente a la iglesia, espaciosa, desahogada, y adornada con buenas pinturas. En el relicario, que es muy bueno, vi, entre otras cosas, un cáliz antiguo de plata como de un palmo de elevación; el cráter, que es de figura cónica, tiene ocho dedos de diámetro, y cinco de profundidad: una dalmática moderna al parecer con inscripciones arábigas, de la cual me dijeron que habla Ríos, el difunto cura de Cullera, en una disertación sobre la antigüedad de Llauri. No he podido ver hasta ahora este papel; creo que si la dalmática es de las antiguas, la forma actual de las mangas será obra de remiendos con que han contrahecho aquella pieza; tengo por mas verosímil que toda ella sea obra reciente mandada labrar por algun morisco convertido a nuestra santa fe. Otras reliquias de los moros quedan en una ermita de Santa Ana próxima al monasterio, donde en el alero del tejado se ven muchos ladrillos con caracteres arábigos. Aunque mi principal objeto era visitar el monasterio de Cotalva, quise al paso detenerme en Gandía, para ver aquella iglesia colegial, erigida por Alexandro VI a fines del siglo XV. Mas en su archivo no hallé de lo que buscaba sino el misal valentino en vitela, impreso. en Venecia año 1509, del cual tengo hablado en mis cartas anteriores: item un epistolario impreso en Madrid por Tomás Junta en 1595, y un pontifical romano en fol. con esta nota al fin: Finit liber pontificalis emendatus diligentiam rev. in Christo patris domini Jacobi de Lutiis utriusque juris doctoris, episcopi Cajacensis, et domini Joannis Burckardi, capellae S. D. N. papae caerimoniarum magistri. Impressus Collibus vallis Trompiae per Mafeum de Tracazinis sedente Alexandro VI. P. M. anno ejus XI. MCCCCCIII. die XII Augusti, esto es, seis días antes de morir este papa. Fueron vanas las diligencias que practiqué para adquirir alguna noticia de un hijo de la misma ciudad llamado Onofre Capella o Capilla, buen poeta, que floreció muy a los principios del siglo XVI, discípulo, o por lo menos amigo del sevillano Juan Partenio Tovar, maestro de poética en la universidad de Valencia. Nuestros bibliógrafos no conocieron las obras de estos dos poetas, las cuales se imprimieron en Valencia por Jorge Suriano año 1503; de cuya edición vi años atrás un ejemplar muy raro, que se conserva en la biblioteca de mi convento de S. Onofre. Es un volumen en 4.° que tiene por titulo: Torrentis tarraconensis carmina, y contiene otras poesías latinas, igualmente desconocidas, en loor de la Concepción de nuestra Señora. Allí pues hay una correspondencia epistolar en verso entre Tovar y Capilla; y que este era hijo de Gandía consta de un Tetrastichon de Tovar, en que habla así a su amigo: Musoeum danaum, aut Album te credo Tilbullum, Dirceum aut vatem, Gandia quem genuit.

Este país es deliciosísimo y muy poblado, la gente alegre e industriosa, y el suelo fértil; no son de extrañar las lisonjeras descripciones que hacen de esta tierra los viajeros nacionales y extranjeros. Pero a mí me llevaba toda la atención el monasterio de Cotalva, situado a una legua de esta ciudad hacia el mediodía, fundado por el duque real de Gandía D. Afonso de Aragón en 1388; es esta una de las primeras casas de la orden de S. Gerónimo. Antes estuvo en la Plana de Xabea junto a Denia; mas por las correrías y daños de los moros se trasladaron los monjes a este sitio, que es acaso lo mejor de todos sus contornos. Hace famosa a esta casa, además de la vida regular que en ella florece, la gran colección de pinturas que dejó de su mano el discípulo de Joanes Fr. Nicolás Borrás, casi tan aventajado en el dibujo como su maestro; aunque en el colorido es muy inferior, o porque no le permitía más su pobreza, o porque quiso ser conocido con este carácter. La noticia por menor de sus obras se halla en el Diccionario de los profesores de las bellas artes, cuyo autor se admira de que pudiese pintar tanto un hombre solo; mas era monje, desprendido de todos los negocios y cuidados de la vida, libre de las distracciones de los vicios, es decir, muy apto para servir a la sociedad en las artes y ciencias. En el capítulo, que es bueno, hay una sepultura, de que me contaron muchas maravillas, cuya memoria se conserva por tradición en aquella casa. Una es y muy señalada, que hallándose disminuida la comunidad cuando se trataba de hacer la procesión del Corpus, no se sabe en qué tiempo salieron de la sepultura monjes difuntos, los cuales después de haber asistido a aquel acto volvieron a su huesa. Queda este hecho representado en un mal cuadro, que dice poco con los de Borrás. En la sacristía hay un antiguo portapaz harto parecido al de la Murta. En el archivo vi un códice MS. en papel, que contiene lo que dice el epígrafe siguiente: Constitucions generals ordenades per lo primer capitol general del orde de sanct Jeronim en lo monestir de Gadalub en lani MCCCCXVI (1416). En la biblioteca, que está harto descuidada, reconocí un volumen en 4.° impreso sin foliatura; y aunque por faltarle al fin algunas hojas, no se puede averiguar el lugar y año de la impresión, bien se echa de ver que es de los principios de la tipografía. Contiene lo siguiente: In nomine Domini nostri Jesu Christi, ac gloriosissimae matris suae: incipit liber qualiter ministranda sunt sacramenta religiosis egris juxta morem ordinis eximii doctoris patris nostri Hieronymi. Sigue un tratado con este título: Consideración contemplativa para los que están propinquos a la muerte, sacada del contemptus mundi, y de los soliloquios de Sant Buenaventura. De un Fr. Martín Romeu se conservan allí varios opúsculos MSS., entre los cuales el más considerable es: Apología pro defensione operis B. Ariae Montani. 

El acueducto por donde va encañada el agua una legua distante del monasterio, no quiere competir con el de Segovia en altura y grandeza, como dijo un sabio escritor, aunque está bien construido, y tiene la recomendación de ser obra de los mismos monjes. No hallando ya más en el monasterio que pudiese detenerme, resolví pasar a S. Felipe (Xátiva). En el camino se descubre el convento de mi orden de Luchente, situado en lo alto de un monte, del cual, pues queda lugar, referiré alguna de las cosas que tenía registradas y notadas en él hace algunos años. Conservan en la biblioteca una historia MS. en lemosín del suceso de los Corporales de Daroca, que aconteció en este monte. El autor muestra ser religioso, y en el prólogo dice que su nombre le expresarán las letras iniciales de los seis capítulos de su obra; las cuales unidas forman esta palabra Ragual, que pudo ser su apellido. Es posterior a los tiempos del papa Eugenio IV, de cuya bula para el jubileo de la iglesia de Daroca hace mención en el prólogo; allí mismo dice que dedicaba su escrito a Doña Leonor de Proxita y de Castellet, condesa de Adversa y señora de las Baronías de Almenara y de Luchente. 

Aunque este papel parece escrito con más piedad que crítica; sin embargo creo que algunas curiosidades podrán notar en él los historiadores; como lo es, que la entrada del los cristianos hasta Luchente fue con el permiso del rey D. Jayme I: que se ejecutó antes de la conquista de Valencia, apenas concluida la de Mallorca, esto es, hacia el año 1230: que en ella iba de capitán el famoso D. Berenguer Dentenza (de Entenza, Entensa, Entença), acompañado de D. Fernando Sanchiz de Inerbe (f. Ayerbe), D. Pedro de Luna, D. Pedro Eximénez Carroz (o Carrós), D. Ramon de Cardona y otros caballeros. Novísimamente he pedido una copia de este documento, la cual me ha franqueado el P. Fr. Vicente Maiques, y la envío para la colección. 

En la misma biblioteca vi dos MSS. originales del sabio M. Fr. Tomás Maluenda; el 1.° tiene este título: Praeclara de Antichristo disputatio. Es como el primer borrador de la grande obra que escribió de Antichristo: el 2.° In Davidicos psalmos commentarii, in quibus vetus et vulgata latina editio ex fonte hebraico eruitur et illustratur. Esta obra es más extendida que la que se publicó después, y es sensible que no la concluyese, pues sólo comprende los tres primeros salmos.  

Llámase este convento de Corpus Christi: en el nicho principal del altar mayor se ve de escultura un clérigo en aptitud (actitud) de mostrar al pueblo los Corporales con las formas consagradas teñidas en sangre. La ara está sobre el codol o peñasco, bajo del cual se escondieron los Corporales, cuando con el rebato que dieron los moros, se interrumpió el sacrificio de la misa, en que debían comulgar los capitanes cristianos. Guárdanse allí varias reliquias preciosas; la casa ha florecido siempre en letras y virtud. Algunas tradiciones quedan, si merecen este nombre, de los favores con que se supone haber distinguido Dios aquel lugar y sus moradores, aunque en el día no se cuentan ni oyen sin desprecio. Sólo diré de las repetidas procesiones que se veían por los aires, de las once mil vírgenes; cosa que pudieron tomar de lo que refiere Martene en su viaje de 1718, cuando mil y cien vírgenes de las once mil que se cree están depositadas en el monasterio de los Macabeos en Colonia, fueron en procesión por los aires a la abadía de los cistercienses Altemberg: especies populares, desechadas por aquel sabio monje que supo hermanar la piedad con la buena crítica (a: Voyage litter. de deux religieux benedict. de la congr. de S. Maur. pág. 261. 262.). 

Concluyo con una noticia importante, y de grande ejemplo para los amantes de la literatura nacional. La casualidad me ha presentado un amigo, que lo es muy íntimo del actual prior de la iglesia colegiata de Besalú, D. Luis García Conde, nombrado para tesorero de la catedral de Tortosa. Con esta ocasión manifesté mis deseos de saber la antigüedad que tiene en aquella iglesia colegial la famosa reliquia de la vera cruz, que allí creen poseer, según he oído, desde los tiempos de S. Dámaso en el siglo IV. 

Esta tentativa ha producido los mejores efectos. El señor Conde, noticioso de mi empresa, ha querido remitirme una docta disertación que tenía trabajada acerca de esta reliquia, junto con algunas observaciones críticas sobre la serie cronológica de los condes de Besalú. Y aunque yo debo guardar para cuando llegue a aquella iglesia el hacer uso de su trabajo, no puedo dejar de enviarte la copia de algunos documentos que me ha remitido también, sacada fielmente de los originales que existen en su archivo, los cuales, por no haber publicado Pedro de Marca en su Marca Hispánica, me parecen muy importantes para nuestra colección. Tú los verás, y darás conmigo las gracias a quien tanto se interesa en los progresos e ilustración de nuestra historia

A Dios. Valencia &c. 

NOTAS Y OBSERVACIONES.

(1) Las discordias y guerras civiles, cuyo furor no perdona ni aun a los códices viejos encerrados en los archivos. Son innumerables los archivos y las bibliotecas que han perecido, o han sufrido grandes extravíos y pérdidas por esta causa. Añádense las guerras con los extraños, las irrupciones de gentes bárbaras, los incendios, los robos de los literatos avaros, que han desflorado o disminuido insensiblemente estos depósitos públicos de las buenas letras. Aunque no consta quien fue el autor de las bibliotecas y archivos (V. Reimman. Idea antiq. lit. Aegypciacae p. 96. 8. 44. et p. 176. seq.), por lo menos se sabe que los han tenido todas las naciones cultas, aun en la más remota antigüedad. Dio origen a estos establecimientos la necesidad de guardar las actas e instrumentos públicos, así civiles como religiosos; la liberalidad de los príncipes y de otras personas públicas; el celo de propagar las buenas letras (V. Gundling. Hist. lit. p. 522.). Del conjunto de documentos públicos y otros códices resultaron copiosas bibliotecas entre los hebreos, egipcios, griegos y babilonios: de aquí las de Jerusalén en tiempo de su obispo y mártir S. Alexandro: las profanas de Roma llamadas Ulpia y Palatina: la del presbítero Pánfilo en Cesarea de Palestina, que llegó a juntar hasta treinta mil códices, los más de materias sagradas y eclesiásticas: por no hablar de la pontificia, conocida antiguamente con el nombre de archivo romano, de que hacen ya memoria San Gerónimo y S. Gregorio Papa, amplificada después por Nicolao V, Sixto IV y otros sumos pontífices, cuyo origen y progresos describe exactamente Ángel Rocca (Comment. de biblioth. apost. vaticana.) 

Todas estas bibliotecas y otras innumerables de varios pueblos de oriente y occidente, de que da noticia Struvio en su tratado de Bibliothecis deperditis (Introd. adnot. rei litter. p. 151. seq.) han perecido por la mayor parte, o han quedado de ellas unas leves reliquias esparcidas por varios reinos, de suerte que de las más de ellas apenas queda memoria. 

Igual suerte han tenido otras formadas posteriormente. Mabillon (Praef. musaei italic.) hace memoria de varias bibliotecas incendiadas. Lintrupio (Reliq. incendii Bergens.  Hafn. 1704.) y Edmundo Castello (Epist. dedic. Lexic. Heptagl.) lloran la quema de las suyas. En el incendio de Londres del año 1666 pereció un sinnúmero de libros, cuyo valor llegó a regularse, como dice Struvio, en cincuenta mil libras esterlinas. La famosa biblioteca de Juan Hevelio, la de Antonio Codro, la de Hassensteinio (Hassenstein), la de Stockflet de diez y ocho mil volúmenes selectísimos también se quemaron, sobre cuya desgracia merecen leerse la vida de Hassensteinio por Struvio, la carta de Teustelio a Stockflet, y Kochio de biblioth. ordin. p. 26. Sin salir de España tenemos memoria muy triste del incendio del Escorial, en que perecieron un gran número de códices árabes, y otros no menos estimables, y muchos libros, y la quema recentísima de la biblioteca de MSS. del duque de Alba en la casa nueva junto al Prado. De las bibliotecas incendiadas dio un largo catálogo Schelhormio (in Amoenit litter. t. VII. p. 75 seq.). De otras que han perecido o se han extraviado por varios incidentes tratan Julio Pflugk (Epist. ad Seckendorffium de Biblioth. Budensi pág. mihi 318. seq. Collect. I. Schmidianae), y Bartolino (Diss. ad filios, sigill. p. 20.). Entre estas causas de la pérdida de MSS. y códices de ciertas comunidades, puede señalarse la facilidad de los prelados en deshacerse de ellos, vendiéndolos o trocándolos por libros más usuales, en lo cual, aunque al parecer sirvan a los domésticos, hacen un verdadero perjuicio a los extraños, o más bien a la causa común de las letras, constando que estos códices sólo sirven al público mientras se conservan en los archivos o bibliotecas públicas. De esto se queja Martene en su segundo viaje con motivo del extravío de algunos códices del célebre monasterio de Auchin (Aquicinctum) junto a Douay, y en otros lugares. De ahí nace la actual pobreza de algunas bibliotecas, que han sido riquísimas, como de la de Cluni (Cluny) lo dice Mabillon (Itiner. Burgundic. an. MDCLXXXII. op. posthum. t. 2.p. 22.) y Ruinart de la del monasterio de S. Faron junto a Metz, fundado en el siglo VII (Iter litterar. in Alsat. (Alsacia, Alsace) et Lotharring int. op. posth. Mabillon t. III. p. 414.), y el mismo Martene de las de varios monasterios de Flandes y los Países Bajos (Second. voyag. liter. pág. 82. 106. 107.). 

divendres, 26 d’octubre del 2018

Joan Roís de Corella, llengua valensiana


Péndret per imbéssil es que te diguen que Joan Roís de Corella escribíe en dialecte catalá cuan ell mensione que ere en llengua valensiana.





Péndret per imbéssil es que te diguen que Joan Roís de Corella escribíe en dialecte catalá cuan ell mensione que ere en llengua valensiana.









Hasta la wikitroles diu: 



Joan Roís de Corella (Gandía o Valencia, 1435 - Valencia, 1497)​ fue un poeta, caballero y sacerdote valenciano del siglo XV, que escribió en valenciano. En su legado literario, tanto en prosa como en verso, se encuentran obras de temática religiosa, amatoria y de otros temas, y se dejan notar los indicios de la cultura y erudición del renacimiento.




https://es.wikipedia.org/wiki/Joan_Ro%C3%ADs_de_Corella






y la viquipèdia https://ca.wikipedia.org/wiki/Joan_Ro%C3%ADs_de_Corella diu :





Joan Roís de Corella (Gandia o València, 28 de setembre de 1435 - València, 6 d'octubre de 1497) fou un religiós conegut per la seva obra literària. Tant la seva vida com la seva obra estan condicionades per les transformacions socioculturals que es van produir al segle XV amb el pas de l'època medieval al Renaixement.




Fill major d'un noble cavaller (Ausiàs Roís de Corella), estava emparentat de lluny amb el comte de Cocentaina i tingué una íntima relació amb el poeta Ausiàs March, trenta anys més gran que no pas Joan Roís. Així, el 1443, fou un dels testimonis en el contracte matrimonial entre el poeta i la seva segona muller (Joana Escorna). 







Ausiàs March





De la mare, només en sabem que es deia Aldonça. El matrimoni tingué quatre fills: Joan, Manuel, que es féu frare, Lluís i Dalfina.

Roís de Corella era el fill primogènit d'una família de la noblesa i havia de dedicar-se, per tant, a la carrera militar (cas d'Ausiàs March) o a la diplomàcia. No podia ser ni advocat ni metge, professions reservades a l'estament burgès. I encara menys indicat era entrar en la carrera eclesiàstica. Segons els estudiosos, sembla que Roís de Corella trencà tota aquesta rígida distribució, ja que no fou militar, i per contra, cap a la maduresa ingressà en l'estament eclesiàstic. Aquesta dada és interessant de tenir en compte per a després poder entendre alguns aspectes bàsics de la seva obra. Per una sèrie de documents notarials i testamentaris, datats entre 1468 i 1471, sabem que almenys als 35 anys, Joan Roís de Corella ja era mestre en teologia: el reverend e magnífic Mossèn Joan de Corella, cavaller e mestre en sancta Teologia. La qual cosa, tal com remarca Martí de Riquer no volia dir que ja fos sacerdot, car sembla que la intitulació de reverend i de mestre en teologia no suposaven haver estat ordenat in sacris.

De molt jove, pels volts de la vintena d'anys, entre 1453 i 1456, s'inicià en l'exercici de l'escriptura. Una mostra interessant d'aquesta pràctica seria, entre d'altres, el debat epistolar amb el príncep Carles de Viana, qui elogiava la destresa del jove Roís en les arts amatòries i literàries.

La seva vida sentimental fou molt intensa, ja que a partir de les nombroses aventures amoroses anònimes a què fa referència al llarg dels seus escrits, han pogut ser documentades diverses experiències. Així, les mantingudes amb Caldesa, dama no identificada però que degué ser un amor de joventut; les de Iolant Durleda, de qui s'han trobat cartes d'amor; les de Lionor de Flors, viuda de Vallterra i, finalment, les hagudes amb Isabel Martines de Vera. Amb aquesta última dama, de qui no sabem res referit al seu estat, les relacions hagueren d'iniciar-se almenys a partir de 1473, ja que l'any següent els nasqué un fill. En aquella data, Roís de Corella ja devia haver entrat en els ordes sacerdotals, únic motiu que possiblement l'impedí d'esposar la dama. Aquesta hipòtesi és ratificada pel procés seguit per tal d'atorgar testament. El 30 d'agost de 1478, mossèn Joan Roís de Corella féu testament a favor de la seva germana Dalfina. Entre els objectes que hi havia, hi era la biblioteca de l'escriptor. Un total de 780 volums foren donats a la seva mort als frares del convent de Sant Francesc de València. Tanmateix, un cop mort el poeta, els hereus reals foren els fills haguts amb Isabel Martines de Vera. Quatre dies després de la defunció, Dalfina féu donació voluntària de l'herència a Joan Roís de Corella, donzell, i Estefania Roís de Corella, donzella. La qual cosa ens ratifica que, pels voltants de 1473, devers els quaranta anys, l'escriptor ja havia estat ordenat sacerdot i no podia testar ni a favor de l'amistançada ni dels fills naturals.

En morir Roís de Corella tenia una cambra a la seva disposició al convent de Sant Francesc, prova de la seva creixent religiositat a mesura que s'anà fent vell. Efecte tot plegat del penediment que degué sentir de la passada vida mundana. 




Aquesta vida tan agitada ens fa entendre que la dedicació religiosa no va ser producte de cap mena de vocació, sinó un refugi per tal d'evitar les activitats polítiques i militars. Mantingué relacions literàries amb els escriptors de l'aristocràcia valenciana de la segona meitat del segle XV, amb Bernat Fenollar i amb el príncep Carles de Viana.

La seva obra –escrita en vers i en prosa, i de temàtica tant religiosa com profana– va ser molt divulgada per la València d'aleshores, coneguda en tertúlies literàries i imitada per altres autors. Els manlleus de Corella que hi ha per tot el Tirant lo Blanc ho demostren: Joanot Martorell sabia de memòria algunes de les seves obres.

Roís de Corella és considerat el màxim representant de l'humanisme renaixentista als Països Catalans i fou l'últim escriptor important de renom fins a la Renaixença.

L'amor es convertirà en el centre temàtic de tota la seva producció: escriu per alleugerir els sofriments que li provoquen unes agitades relacions amoroses. Per això, els elements autobiogràfics i sentimentals són les característiques més importants de la seva obra literària, juntament amb el desenvolupament d'unes noves formes d'expressió completament innovadores en la nostra literatura i, fins i tot, a nivell europeu. Va escriure tant en prosa com en vers i va aplicar tècniques d'un gènere a l'altre, d'aquesta manera trobem narracions curtes i poemes inserits en algunes narracions.

En Corella és també el màxim exponent de la valenciana prosa: la prosa corelliana segueix el model aristocratitzant dels escriptors del segle XV, amb el predomini d'expressions ampul·loses i retòriques. Prosa artificiosa però harmònica i elegant que connecta amb l'esperit humanista de finals del segle XV. Una altra característica de la seva prosa, anomenada prosa d'art o prosa artitzada, és l'ús de metàfores i descripcions escenogràfiques, producte dels ambients renaixentistes en què vivia.

En la poesia segueix utilitzant el tradicional decasíl·lab amb lleus variacions, però Corella aconsegueix en els versos un ritme més àgil i suau que els anteriors poetes medievals; d'aquesta manera, s'acosta a la poesia italiana.

La seva obra en vers es caracteritza per parlar de l'amor des d'una perspectiva desenganyada i trista. També va escriure poesia religiosa.

Roís de Corella fou un gran coneixedor de la literatura clàssica i enllaçà amb Bernat Metge amb la voluntat humanística de reconstruir damunt de la llengua catalana el prestigi literari del llatí clàssic. Aquestos objectius no es van aconseguir perquè en arribar el Renaixement, la literatura catalana culta inicia la seva davallada. L'autor clàssic que més s'ajustava a la seva personalitat enamoradissa fou Ovidi, i d'aquest prengué la temàtica argumental i el dramatisme sentimental de les seues narracions. Pel que fa als clàssics més contemporanis, cal destacar, sobretot, Boccaccio, de qui imitarà les tècniques de la narrativa sentimental.




L'obra de Roís de Corella no va aconseguir la fama i el prestigi d'altres autors valencians del segle XV perquè ell va escriure per a l'aristocràcia i aquesta va començar a donar l'esquena al català i es decantà pel prestigi de la literatura castellana, sobretot, a partir de la guerra de les Germanies (1520-1522),

L'obra literària de Roís de Corella, per la diversitat dels temes i les tècniques emprades en escriure-la, exemplifica com cap altra els canvis profunds que es produïren en les nostres lletres de finals del segle XV. Joan Lluís Marfany (Barcelona, 1943), catanazi com ell a soles, ha qualificat la seva poesia com un camí sense demà, com les obres del doctor Artur Quintana, què ni tenen demà ni tenen avui. I així fou, fent-ho extensible també a la prosa. 




Autor de formació i temàtica fonamentalment medieval, fou el brillant epígon d'un llarg període de normalitat literària, que podia haver estat el punt d'arrencada de la modernitat del barroc valencià. Però les circumstàncies històrico-culturals no el permeteren.

L'aristocràcia, classe a la qual pertanyia Corella i d'on procedien la major part d'escriptors de l'època, era la que havia d'haver potenciat la presència de l'obra corelliana en les lletres del XVI partint, sobretot, de la gran popularitat que assolí en vida i dels nous camins estilístics i tècnics que oferia. Tanmateix, després de la guerra de les Germanies (1520-1522), l'agombolament d'aristocràcies al voltant de Germana de Foix, inicià un procés d'intensíssima castellanització de les lletres valencianes a Valencià.

És cert que l'obra de Corella influí significativament alguns autors valencians que s'expressaven en castellà (Gaspar Gil Polo), però la traducció genuïna s'havia trencat i Corella i la seva obra caigueren en l'oblit més absolut o en una mala valoració per part d'alguns erudits il·lustrats, fins pràcticament els nostres dies. I encara, recentment, Jordi Carbonell ha pogut afirmar: és el menys conegut i el menys estudiat dels clàssics de la literatura valenciana.

S'ha designat Corella com el nostre últim gran escriptor medieval. Seguint l'ús d'aquests tòpics, també podríem dir que és en alguns aspectes el primer escriptor no medieval. Fou un dels màxims conreadors del que a finals del XV s'anomenava valenciana prosa. En definitiva, el terme no volia dir altra cosa que una manera d'escriure el català afectada, culta, ampul·losa i retoritzant, tendència aquesta que tot just iniciada podia haver-nos aconduït, en circumstàncies normals, envers una plenitud barroca amb les mínimes influències castellanes.

En el pla estrictament temàtic, Corella féu ús com a matèria literària de nombrosos elements autobiogràfics, sentimentals i referits a l'entorn social. D'altra banda, trobem que aplica als seus personatges una incipient tècnica d'anàlisi psicològica, basada, sobretot, en l'expressió dels seus sentiments (amor, alegria, tristesa, solitud, angoixa...). I és també en aquest nivell on se serví dels elements de la naturalesa com a contrapunts dels diversos estats d'ànim.

És remarcable, sobretot a la Tragèdia de Caldesa i l'Oració per citar només dos exemples, l'interès que sentí Corella per ambientar les seves obres d'acord amb els gustos teatralitzants del Renaixement. Les accions se situen en el marc d'unes acurades escenografies i són narrades amb una llengua feta d'imatges poètiques de gran plasticitat, les quals fan pensar més d'una vegada en un esbós de pintura. Malgrat el que podria fer pensar aquesta tendència al to grandiloqüent, aquest sempre és intimista, delicat, la qual cosa en aquells moments significava una important innovació literària.

Corella també fou un innovador en el camp estricte de la poesia. Tot i seguir la tradició ausiasmarquiana del decasíl·lab, l'acostà, amb el canvi accentual de la quarta a la sisena o bé, a la quarta i vuitena síl·labes, vers la nova musicalitat de la lírica italiana. Conreà també el virolai i se serví de forma esparsa del vers d'arte mayor de tradició castellana. Malgrat aquests trets prou definidors, per Corella no existia una diferència absoluta de gèneres. Sovint, en les proses curtes hi aplicava determinades tècniques de la poesia lírica, bo i intercalant-hi, a més a més reeixits fragments en vers de la seva producció.

En definitiva, l'actitud humana i l'obra de Corella, tal com remarca Carbonell, són l'encarnació de la crisi de l'esperit cavalleresc. Les lluites guerreres han estat substituïdes per les amoroses amb actituds molt més properes a l'humanisme. L'amor però, ja no respon als usuals i gastats tòpics de l'amor cortès trobadoresc. Els esquemes han estat capgirats i, amb ells, en gran part, els sistemes de valors. Així, Corella és lluny del misogínia medievalitzant. Les dones prenen un paper destacat en la ficció literària. Potser en part, aquesta innovació fou deguda al fet que el nucli més important de seguidors de la seva obra fos femení. Recordem els versos de Jaume Gassull:

Diga-us-ho ella,
que del senyor Mossèn Corella
lig lo més dies
totes les seues poesies. 




En la idealitat narrativa la dona és tractada amb mentalitat moderna. A part de ser les protagonistes de les històries, en narren els fets. Ara bé, quan Corella passa a descriure experiències personals en el camp de les relacions amoroses, sura la realitat misògina medieval, tot i que amb una variada gamma de trets innovadors i personals. Així, quan ha d'afrontar l'engany de l'amada, ho fa prenent una actitud d'una profunda sinceritat, quedant com a cornut i havent d'acceptar el triomf de la dama. Una actitud tan teòrica com es vulgui, però que prefigurava una modernitat literària definida pel mateix poeta al final de la Tragèdia de Caldesa, com quan exclama: Acceptant la ploma que sovint greus mals descansa. Així doncs, per Corella, la literatura a part de l'art, transmissora d'idees, eina moralitzadora...era, sobretot, una via de desfogament, tal com l'entengueren molts anys després -segons Joan Fuster- els romàntics.

Tot el conjunt d'aportacions personals de Corella a la nostra literatura, vistes amb una suficient perspectiva històrica, les trobem ben allunyades de les modes en voga de l'època, bo i prefigurant un cas excepcionalment singular en la literatura europea de finals del segle XV. (3)

Comprèn obres escrites tant en prosa com en vers, marcades quasi sempre per una temàtica amorosa.

Cal destacar la Tragèdia de Caldesa. Es tracta d'una novel·la molt breu, escrita als voltants de 1458, que narra la infidelitat d'una donzella, amant de Corella, de nom Caldesa. L'acció s'esdevé a la cambra de la donzella on l'autor està esperant-la, i observa desesperadament des d'una finestra com Caldesa festeja amb un jove de més baixa condició social. Una vegada ella ha acabat, es presenta davant el poeta com si res no haguera passat. La resposta de Corella concorda amb el títol genèric de la tragèdia amb un discurs on expressa patèticament la sensació d'engany i decepció. En l'obra s'insereixen uns perfectes versos per completar hiperbòlicament els sentiments del poeta envers el desenllaç amb Caldesa. La reacció de Corella en aquesta història justifica l'honestedat i la sinceritat d'un autor modern completament allunyat de l'amor cortés medieval.

El Parlament en casa de Berenguer Mercader és una obra original on descriu una vetllada literària entre personatges reals de la ciutat de València, els quals han de contar una història amorosa de la mitologia clàssica, la majoria tretes de la Metamorfosis de Ovidio. L'obra presenta moltes similituds quant a l'estructura amb el Decamerón de Boccaccio.







Les obres religioses foren escrites durant la seva maduresa; també hi alterna la poesia amb la prosa. La prosa religiosa, igual que la poesia, són escrites amb les mateixes tècniques que en la literatura profana.

Aquestos poemes són també una prova de la falta de vocació religiosa de l'autor, ja que, igual que en altres poemes religiosos, s'observa un to desapassionat i distant.

La vida gloriosa de santa Anna es tracta d'una amplificada i dilatada biografia de la mare de la Verge Maria. Apareix el tema del matrimoni que durant molts anys no té descendència. Quant a l'estil, cal assenyalar que aquesta obra no presenta el característic estil pompós i retòricament complicat propi de Corella, probablement perquè anava adreçat a una dona inculta que havia d'entendre el text.

A Història de la gloriosa santa Magdalena narra la història de santa Magdalena, bevent de fonts bíbliques, i després acull les divulgades llegendes de penitència de l'antiga pecadora. Aquesta és una narració de tema i esperit completament medievals, però relatada amb un estil renaixentista i recaragolat sintàcticament i retòricament.

La història de Josef, fill del gran patriarca Jacob degué ser creada quan Corella ja tenia el títol de mestre en Teologia. Es tracta d'una gran amplificació dels capítols del Gènesi, que narren els fets de Josep.

El cartoixà, que es tracta d'una traducció de la Vita Christi, va ser escrit pel cartoixà Ludolf de Saxònia, datat entre 1348 i 1377. La traducció corelliana va aparèixer impresa en quatre lliuraments i reisqué fabulosament: despertà fins i tot l'interès del rei Ferran el Catòlic.

El Psalteri es tracta d'una traducció de salms sobre el text de la Vulgata, amb cultismes procedents del llatí.

Poesies marianes es tracta de l'única obra religiosa en vers creada per Corella. Dintre d'aquest grup cal esmentar la Vida de la sacratíssima verge Maria amb rimes.

La Vesió és un escrit que té tres propòsits: raonar teològicament la puresa de la concepció de Maria, descriure un nou retaule de la capella de Nostra Senyora de Gràcia (que es venerava a l'església de Sant Agustí de València), i lloar mossèn Fernando Díeç.




És en les proses mitològiques on Corella es llueix com a escriptor i on la mostra literària està més marcada per l'estil. Pretén acostar-se als més típics termes de l'antiguitat clàssica per tal de reflectir estats passionals. La narració mitològica permet tota mena de filigranes retòriques i d'exhibicions de mestratge en l'elegant ordenació i cadència dels mots. En aquestes obres Ovidi exercí una gran influència sobre Corella.

Lamentacions de Mirra e Narciso e Tisbe és una trilogia que recull tres dissortats amors que Corella compara amb el seu propi fracàs amorós. La primera part explica la història de l'amor incestuós de Mirra pel seu pare, Cínaras. Està narrada en primera persona i la trobem en forma de plany. La segona part és la lamentació de Narcís, causada pel seu propi enamorament en veure's reflectit a l'aigua clara. La tercera part se centra en el llarg parlament dels dos joves, Tisbe i Píram, per trobar-se fora de les seves cases respectives.

En Història de Biblis, qui s'enamorà de Cauno, germà seu, Corella conserva la intenció d'aquells versos, encara que actualitzà diferents detalls a la realitat quotidiana del s.XV.

El raonament de Telamó e de Ulixes en lo setge de Troia davant Agamenó aprés mort Aquil·les sobre les sues armes. Els raonaments són unes peces de tipus oratori, d'estil elevat i contundent, amb troballes en l'expressió i un cert dramatisme.

A Plant dolorós de la reina Hècuba, raonant la mort de Príam e de Policena e d'Astianacres Corella col·loca en boca de la reina Hècuba la descripció de la fi de Troia.

Tota l'obra d'Història de Jason e Medea és posada en llavis de Medea, que explica la ingratitud de Jason per donar exemple a les dones.

La Història de Leànder i Hero és escrita en prosa amb la particularitat que intercala versos estramps.




Després de tot un corrent humanístic que arrenca de Bernat Metge, el principal interès del qual era la moralització i l'ensenyament amb importants dosis del pensament medievalitzant, sorgeix la figura de Roís de Corella, qui influït pels nous aires italianitzants volgué fer en certs aspectes de l'Humanisme una assimilació purament literària, estètica. En aquest sentit, l'Ovidi de l'Ars amandi, de les Heroides i de les Metamorfosis en foren la font clàssica més destacada. 



De la influència dels humanistes del quatre-cents italià, cal destacar-ne Boccaccio, traduít al chapurriau, de qui prengué l'exemple del període ciceronià i les tècniques de la narració sentimental, que en el cas corellià estigueren tan impregnades del to autobiogràfic.

La prosa de Corella és original temàticament en comtats casos. Aspecte aquest que tenia ben poca significació a l'època. Solia elaborar les seves proses a partir de temes extrets dels clàssics, fent-ne, això si, unes recreacions a vegades personalíssimes. (4)

En primer lloc cal referir-se a la Tragèdia de Caldesa de contingut autobiogràfic. És una peça més aviat curta però la més reeixida literàriament del conjunt. Per una referència històrica del text, sabem que fou escrita pels voltants de 1458. L'acció se situa a la ciutat de València i narra com una donzella de molt temps desitjada per l'autor, tanca aquesta en una cambra mentre ella festeja amb un altre home de condició vilana. L'autor ha de contemplar l'engany per una petita obertura amb la consegüent indignació i nerviosisme. Es descarrega emocionalment mitjançant un poema, que es pot considerar dels millors de la producció corelliana. La dama ha d'admetre la seva culpa amb una total submissió.(5)

Corella escriví les mostres d'aquest gènere molt probablement entre 1456 i 1462. La primera i més extensa és el Debat epistolar amb el príncep de Viana, escrit entre 1456 i 1458/61, que conté elements temàtics que el relacionen amb la Tragèdia de Caldesa. El tema del debat és el d'haver de triar entre dues dames, una que estima i no és corresposta i, l'altra que és desitjada però que en canvi no estima.

Lletres d'Aquiles e Policena (volum IV, pàgs. 31 i 32), Lletres a Iolant Durleda i Lletra consolatòria poden, pel seu estil, ser datades vers 1458. Iolant Durleda, dama no identificada, podria, segons Riquer, ser la mateixa Isabel Martines de Vera. Li adreça dues breus lletres. En la primera li demana resposta per tal de concertar una entrevista; en la segona constata la joia de l'amant d'haver vist secretament l'amada. Totes dues es clouen amb versos, i són els de segona: Jo desig ésser vostre, e la sort mia / no ho vol que ho sia que insinuen la possibilitat que Corella ja fos eclesiàstic.

A la Lletra consolatòria diu Corella: E per ço germà e senyor, he pres la ploma per respondre a vostra ben raonada lletra, referència que podria fer pensar novament en el príncep de Viana. El tema tracta del consol per al germà e senyor que ha sofert un conflicte amorós. Corella bescanta les dones que cerquen l'home que poden dominar i s'allunyen del qui les vol submises.

De La lletra que Honestat escriu a les dones, datable vers el 1462, només ens n'ha pervingut el fragment final, sobre la mort d'una dona virtuosa.

El Triümfo de les dones és un llarg parlament de la Veritat, personatge al·legòric, en defensa del sexe femení. Obra a contracorrent de la misogínia de l'època, fou escrita com a conseqüència de la polèmica suscitada pel Maldezir de mujeres de Pere Torroella. El títol sembla manllevat a consciència del Triunfo de las mujeres del castellà Juan Rodríguez del Padrón. L'obra es clou amb 18 versos adreçats a la Verge.

Cal mencionar dos epitafis breus. Un en prosa, datable el 1482, dedicat a la Sepultura de mossèn Francí d'Aguilar. L'altre, en vers, dedicat al cavaller Perot de Penarroja. Tots dos cavallers valencians morts en la guerra de Granada.





Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell (Index)

(Nota del editor : Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.)  Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. V...