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dimecres, 1 de juny del 2022

CARTA XXIV. Juan Bautista Pérez, Obispo de Segorbe

CARTA XXIV. 

Memorias para la vida literaria de D. Juan Bautista Pérez, Obispo de Segorbe. 

Mi querido hermano: Prometí en el episcopologio de esta Iglesia hablar separadamente de uno de sus grandes Prelados, ornamento de nuestra nación, es a saber, del Ilustrísimo D. Juan Bautista Pérez. Hubiérase interrumpido aquella narración con la puntual noticia de los preciosos MSS. suyos que conserva esta Iglesia. Darémosla ahora, porque en ella interesa la literatura nacional aún más que la memoria y crédito de este insigne Prelado. Y como en los que lo son deben apreciarse todas las circunstancias de su vida moral y literaria, he creído conforme a mi objeto la exacta averiguación de sus hechos y ocupaciones anteriores a su pontificado. Villagrasa (en el cap. 48 de las Antigüedades de Segorbe) y otros, más como panegiristas que como historiadores, dijeron muchas cosas loables de este Obispo. Mas en ninguno hallo apuradas las épocas de su vida, ni una noticia puntual de los MSS. que dejó. Esto hago yo ahora teniendo a la vista documentos parte buscados y parte hallados por casualidad. Tal es una nota que encontré en el archivo de esta Iglesia entre un montón de papeles inútiles, y es el borrador que hizo el Señor Pérez para presentar al Cabildo de Toledo la noticia de su patria, padres y abuelos; la cual, aunque es de mano de su amanuense Andrés de la Parra, está corregida por el mismo Pérez, cuyo es también el título que dice así, Mis padres y aguelos que presenté en Cabildo á ….. de Hebrero 1581. “Yo el maestro Juan Bautista Pérez nací en la ciudad de Valencia, do casaron mis padres y vivieron muchos años en la parroquia de santa Catalina mártir, saliendo de la calle de Embou, y entrando en la calle de la Lonja vieja, y en la dicha iglesia de santa Catalina fui yo bautizado, y allí están enterrados mis padres. Mi padre fue Antonio Pérez, nació en el lugar de Allepuz, que es seis leguas de la ciudad de Teruel en el reyno de Aragón: murió el año 1557. Mis aguelos paternos se llamaron Martín Pérez y Antonia Colás, naturales del mesmo lugar de Allepuz; aunque también he oído decir que mi aguela paterna fue del lugar de Gúdar (pone Gudar; Javalambre), que es una legua de Allepuz. Ha bien sesenta años que murieron. Mi madre fue Catalina Rubert y de Fernós; nació en el lugar de Cabra, que es quatro leguas de la ciudad de Tarragona en el Principado de Cataluña: fue traída a Valencia y prohijada de un tío suyo que se llamaba Jayme Fernós, por no tener hijos: murió mi madre el año 1577, y vive hoy en Valencia un hermano de mi madre que se llama Antonio Fernós, y vive al lado de la lonjeta del Almutaçaf. (mustaçaf, almotacén)

Mis aguelos maternos fueron Juan Rubert y Eulalia Fernós, naturales del dicho lugar de Cabra; aunque también he oído decir que mi aguela materna nació en Sarreal (ça Real), que es una o dos leguas de Cabra. Murieron mis aguelos maternos el año 1530. 

Tuve yo en Valencia un hermano mío de padre y madre familiar del santo Oficio, que se llamó Andrés Pérez, y murió dos años ha.”

Por aquí se ve que su patria fue Valencia, y la parroquia donde fue bautizado la de santa Catarina M., en cuyo archivo no se ha podido encontrar el mote de su bautismo por el desconcierto de los libros de aquel tiempo: y así se ignora la época de su nacimiento. Cosa tanto más para extrañarse, cuanto se conserva la nota correspondiente a una hermana suya llamada Petronilla (Petronila), que después casó con un Felipe de Amaya, mercader de Valencia, de la cual habla en su testamento. Por el mote de su bautismo, que fue a 30 de Marzo de 1551, sabemos que el padre de nuestro Obispo fue sastre, y esta es la gente humilde de que descendía, como dice Mariana lib. V. cap. XIV. Habla también en el testamento del otro hermano llamado Andrés, que casó con Angélica Cabellos, a la cual en el mismo deja doscientas libras por descargo, dice, de mi consciencia porque yo en el discurso de mis estudios he gastado parte de la dote de dicha Angélica. Hijo de este Andrés debía ser un sobrino de nuestro Obispo llamado Bartolomé Pérez, de que habla allí mismo. Meditando después de escrito esto sobre el año de su nacimiento, he reflexionado que en su parroquia de santa Catalina comienzan los libros de bautismos desde 1534. Y así no hallándose el mote de este Prelado, como lo están los de sus hermanos, no es inverosímil que naciese antes de esta época. Acerca de su niñez y juventud, y los estudios en que la empleó; no he podido hallar cosa cierta. Sábese que estudió teología y derecho canónico; mas no el tiempo en que a pesar de su pobreza alcanzó el grado de doctor; porque entre los libros antiguos de esta clase, que están en el archivo de la ciudad de Valencia, faltan los que pertenecen a los años desde 1557 hasta 1560, que creo debió de ser el tiempo en que obtuvo el grado. Dígolo porque me consta que por entonces andaba ocupado en sus estudios, como parece por unos rudimentos de lengua hebrea, que conservó en un libro suyo que tengo presente, dictata dice, à Petro Lodoico Ruviale (Pedro Luis; Ludovico), valentino 1555; y más adelante después de unas notas sobre los Salmos, dice de su letra: Anno 1556 has annotationes ego excipiebam cùm magister nobis praelegeret psalmos hebraicè. Tres años después fue provisto en la dicha cátedra, como consta de los rudimentos hebreos que se hallan en el mismo libro con este epígrafe: Dictata à Johanne Baptista Perez Valentiae, die 6 Octobris 1559; y más claramente del Manual de deliberaciones de aquella ciudad del año 1559, núm. 83, donde entre varias provisiones de cátedra se halla el siguiente artículo: Item, en la cátedra de Ebraich a mestre Joan Baptiste Perez ab salari de 26 liures. De su pericia en la lengua griega dio también hartas muestras en lo que dejó trabajado sobre los concilios griegos. Del estudio que hizo de la arábiga, cosa que no he visto le atribuya nadie, es buen testigo el Diccionario que se conserva escrito de su mano, de que hablaré otro día. Este conocimiento en las lenguas orientales, tan necesario a quien como él se dedique al estudio de los concilios y disciplina eclesiástica, y la pericia que mostraba en este ramo de erudición aun antes de salir de su patria, debieron mover a algunas personas a que le costeasen los grados mayores, y al docto Arzobispo Don Martín Pérez de Ayala a que le admitiese en su casa y familia. Mucho pudiera esperar de aquel Prelado; mas su muerte le obligó a pasar a Madrid por si hallaría otro Ayala que le protegiese. Debió de ser esto hacia el año 1567.

Puede conjeturarse que a poco tiempo fue buscado por el Obispo de Cuenca Don Gaspar de Quiroga para que le ayudase en la colección de concilios que el Papa le tenía encargada. En el parecer que dio contra las láminas de Granada, dice de sí mismo que ya vivía en Madrid el año 1572; y aunque no expresa su destino, es verosímil que se hallase en la familia de aquel Prelado, y trabajando en la primera remesa de los concilios que se envió a Roma en 1575. Calculado el tiempo necesario para este trabajo, debió emprenderle dos o tres años antes, que es la época que podemos señalar para su entrada en casa del Señor Quiroga. Desde entonces le nombró este Prelado, mientras lo fue de Cuenca, examinador de la clerecía, o de ordenandos, y secretario de cartas latinas, y entonces (dice) me dio de salario en cada año cien ducados o mil reales castellanos. Los mismos oficios sirvió desde que hicieron Arzobispo de Toledo al Señor Quiroga en 1577 hasta que fue nombrado Obispo de Segorbe, que fueron catorce años, en cuyo tiempo no se le pagó el salario, que era de cien mil maravedís y cien hanegas (fanegas) de trigo, y para cobrar estos atrasos (porque estoy pobre, dice) dio poder a su hermana Petronila. Todo esto es de su testamento. Con la protección del Señor Quiroga logró también ciertos beneficios, de que él mismo da exacta noticia en una nota que aquí he visto de su letra, y dice así: “Naturaleza me dio el Rey D. Filipo nuestro Señor, para que no obstante que yo nací en Valencia pueda tener seiscientos ducados de beneficios o pensiones. Su data es en S. Lorenzo a 30 de Mayo 1575 por ante Juan Vázquez de Salazar, secretario de la Cámara de su Majestad. Y en virtud della tenía yo un beneficio simple en la Iglesia de S. Pedro de Huete, Conchen. dioc. (diócesis de Cuenca, conquense), valor de ochenta ducados, y otro simple en Portalrubio, Conchens. dioc. de doscientos y treinta ducados, y otro simple en Alcañiz (está medio borrada esta palabra; pero al parecer dice así) dioc. Hispalensis (Sevilla) de ciento y cincuenta ducados. Son por todo quatrocientos y sesenta ducados, poco más o menos.”

De la renuncia de estos beneficios cuando le hicieron canónigo de Toledo, se hablará después. Ayudado de ellos y más del justo aprecio que merecía a los hombres doctos de la corte, empleó estos años en ordenar las tres remesas de concilios que envió el Sr. Quiroga al Papa Gregorio XIII, de las cuales hablaré otro día. La última es de 26 de Octubre de 1580. Poco tardó este Prelado en premiar los trabajos que a él le habían proporcionado el capelo. Porque luego hizo con su protección que se diese a tan buen servidor un canonicato en la Iglesia de Toledo, de la cual era ya Arzobispo, habiendo sucedido a D. Fr. Bartolomé de Carranza en 1577 o 78, como dice Francisco de Pisa (en la Descripción de Toledo lib. V. cap. 28.), y más claro el mismo Pérez en su testamento, donde asegura que esto fue en el año 1577, en el mes de Septiembre; y en efecto, en la carta que decíamos de 1580 ya se llama dicho Cardenal Arzobispo de Toledo. Siendo pues esto así, y constando que el canonicato se le dio en 1581, se debe corregir lo que dicen Ximeno y Nicolás Antonio, que a Pérez se le dio el canonicato siendo aún Quiroga Obispo de Cuenca. Pons siguió a estos dos escritores (Tom. IV. Carta VII.) a pesar de haber dicho lo contrario en el tom. I. not. pág. 32. 

La época de este ascenso de Pérez consta por la nota de sus padres y abuelos, que él presentó en el Cabildo de dicha Iglesia á.... de Hebrero de 1581, como ya se vio arriba, y también por la otra sobre la facultad que para esto le dio el Rey, y por los poderes que otorgó para renunciar los beneficios; donde continúa así. “Después me amplió su Majestad la naturaleza para que pudiese yo retener los dichos beneficios, y más pudiese ser proveído de un canonicato de Toledo. Su data es en Elvas de Portugal a 2 de Enero, año 1581. Y en virtud de esta naturaleza concedida fui proveído del canonicato, y el Cabildo la vio y aprobó. El aviso de esta naturaleza concedida de palabra por su Majestad, me le envió el secretario Gabriel de Zayas, de Badajoz a 12 de Octubre 1580, que él es el que lo trató con su Majestad. Di yo poderes para renunciar mis dos beneficios simples de Portalrubio y Huete en manos del Señor Obispo de Cuenca a Francisco de Briones, beneficiado de S. Nicolás de Cuenca, y a Juan de Titos, secretario del dicho Obispo. Pasó en Madrid el poder a 2 de Hebrero 1581 ante Jerónimo Paulo, secretario del Cardenal mi señor. Otorgué otros poderes para renunciar los dichos dos beneficios en manos del Señor Obispo de Cuenca al Dr. Arganda, inquisidor de Cuenca, y a Bartolomé Muñoz, canónigo de Cuenca, con revocación de los primeros de arriba. La data en Toledo a.... de Mayo 1581 ante Hernando de Aguilar, clérigo notario, familiar del Cardenal mi señor. Otorgué otros poderes en latín para Roma a Juan Pérez Muñoz, escritor apostólico, y a Diego López de Montoya, canónigo de Ávila, para resignar los dichos beneficios de Portalrubio y Huete en manos de su Santidad, pure et simpliciter: ante Jerónimo Paulo, secretario del Cardenal mi señor; el de Portalrubio a.... de Junio 1581, el de Huete a.... de Junio 1581.” Hasta aquí el Señor Pérez. De donde se infiere que la provisión Real del canonicato de Toledo fue en 2 de Enero de 1581.

Tomó posesión de esta prebenda a 22 de Abril del mismo año, como consta de los libros originales de posesiones de las prebendas de aquella santa Iglesia, los cuales registró para el efecto su erudito bibliotecario D. Pedro Manuel Hernández, y lo asegura en carta dirigida al Señor Don Nicolás Rodríguez Laso, inquisidor de Valencia, a 18 de Febrero del año pasado 1802. Obtuvo en aquella santa Iglesia el oficio de obrero como dice Mariana (Lib. V. cap. XIV.); del tiempo que le duró este empleo y de lo ocurrido en él acerca del letrero de la consagración de la Iglesia antigua de Santa María, dice el Señor Hernández en la citada carta lo siguiente: “Lo que también aquí consta indubitablemente es haber sido (Pérez) canónigo obrero desde 5 de Febrero de 1585 hasta 26 del propio mes de 1592 (Pérez dice en su testamento que había resignado el canonicato por el mes de Enero de ese año). Este empleo de mucha autoridad en la Iglesia dan aquí los Prelados, y el canónigo que le ocupa tiene autoridad casi absoluta de emprender qualesquiera obras dentro y fuera del templo, si de qualquier modo le pertenecen. Así pudo el Señor Pérez colocar en el claustro la famosa columna de la consagración de esta Iglesia en tiempo de Recaredo, cuyo letrero copió D. Antonio Pons después de otros, aunque equivocando el año en que se halló la columna, que fue el de 1591 no el de 81, y también el motivo con que se halló. Pues no fue con el de las excavaciones que entonces se hacían, como dice nuestro viajero, para los fundamentos de la Iglesia de S. Juan de la Penitencia. Esta Iglesia, que es de un convento de monjas franciscanas, se concluyó en el año 1513 o 14, según consta de los historiadores de Toledo Pedro de Alcocer, Francisco Pisa, Pedro Sánchez, Pedro Salazar y otros que hablan del convento. Ninguno habla del hallazgo de la columna, sin embargo de que los tres últimos vivían entonces, sino Salazar de Mendoza, que escribe se encontró a la entrada de la dicha Iglesia; pero sin añadir el motivo u ocasión de haberse encontrado.” Obtuvo igualmente el cargo de bibliotecario de la misma Iglesia, como lo he visto en uno u otro sobrescrito de cartas dirigidas a él, y comúnmente dicen los escritores, y más particularmente el citado Señor Hernández por estas palabras: “Acerca del empleo de bibliotecario de la misma Primada que se da por lo común, y a mi parecer con razón al Señor Pérez, aunque no se halle en el manuscrito que dice Ximeno citando a Garma, debe saberse que desde antes del Señor Pérez, hasta por los años de 1720, o 30, este Cabildo nombraba uno de sus canónigos para dicho empleo todos los años, como todavía nombra archiveros; pues la biblioteca de la Iglesia fue pública hasta por los años referidos, que dejando de concurrir las gentes se cerró; lo que no saben muchos. Juzgo pues que sin embargo de no constar del mencionado manuscrito (que nunca ha estado en el archivo sino en la biblioteca) haber obtenido semejante destino el Señor Pérez, ni tampoco de documento que yo haya visto, aunque lo he procurado; el Cabildo le nombraría para él en virtud de su mucha erudición, y le ocuparía todo el tiempo que fue canónigo desde que pudo ser elegido. Por lo demás, el bibliotecario nato de esta Iglesia es la dignidad de tesorero, el cual por su oficio tiene la llave de la biblioteca &.”

Todavía fue más ilustre el cargo que allí obtuvo, aunque sólo le duró seis meses; y fue el de secretario del concilio provincial celebrado por el cardenal Quiroga, comenzándole a 8 de Septiembre de 1582. Este docto varón y Benito Arias Montano fueron el alma y el ingenio de aquel concilio, último de los toledanos, el cual publicó Aguirre t. IV, pág. 202, junto con las notas que trabajó Pérez en defensa del epígrafe del concilio, con este título: Notae Joannis Bapt. Perez, Canonici Toletani et postea Episcopi Segobricensis, in quibus tuetur epigraphen hujus synodi, et adversus scrupulosos quosdam ostendit concilium provinciale appellari posse sanctum. De las cuales no hay duda que se serviría el Dr. Dionisio Pablo Llopis, cuando en 1594 defendió de la misma nota al concilio provincial valentino de D. Martín Pérez de Ayala. Y aun Ximeno añade que Pérez se las mandó para su instrucción. No es inverosímil que sea también obra suya, como que era secretario de cartas latinas, la que escribió a Roma el cardenal Quiroga, defendiendo la memoria que se hizo en su concilio del Embajador del Rey (Aguirre ibid. pág. 225.)

A pesar de su dignidad y de cargos tan honoríficos hizo el Señor Pérez lo que todos los hombres grandes, que miran sus ascensos menos como premio de su trabajo anterior, que como ocasión para adquirir nuevos tesoros de literatura, escondida a los talentos medianos, e inaccesible aun a los sublimes, cuando les falta la autoridad y las riquezas. Contábanse pocos en aquel tiempo que hubiesen leído nuestros cronicones y concilios antiguos, las actas de los Mártires y las cartas de los Sumos Pontífices. La imprenta no había hecho aún públicas y comunes estas fuentes de la buena literatura. Solos los poderosos y muy protegidos lograban ver algo de aquellos códices venerables, que nos conservaron las memorias de la religión de nuestros mayores. Pérez fue uno de ellos: empleó sus fuerzas y caudales en copias y cotejos continuos todo el tiempo que le duró el canonicato. Añadía a esto la pesquisa de los documentos peculiares de cada Iglesia, fundaciones de monasterios, cartas y privilegios de Reyes, vidas de hombres ilustres, sus testamentos, actas capitulares de cabildos, en suma todos los monumentos de la historia nacional. Quien haya tenido, como yo, la fortuna de registrar sus MSS., no dirá sino que agotó el archivo de la Iglesia de Toledo, o a lo menos se quedó con lo más precioso. Gran caudal por cierto para quien desea beber en las fuentes la historia eclesiástica de España. Este fue el tiempo en que conocieron los literatos españoles el mérito de Pérez. Como era infatigable en sus investigaciones, se conservan entre sus papeles las cartas de los que satisfacían a sus preguntas sobre fiestas de santos, traslación de sus reliquias, enterramientos de personas ilustres &c. 

En estas y otras ocupaciones le halló la elección que de él se hizo para Obispo de Segorbe. Recibió las bulas del Papa Inocencio IX a 20 de Noviembre del año 1.° de su pontificado, que fue el de 1591, las cuales llegaron a sus manos a 5 de Febrero del siguiente, y fue consagrado por el cardenal Quiroga en Madrid a 9 de Marzo (no 21, como dijo Villagrasa); fueron asistentes los Obispos de Coria y de Ávila. Constan estas fechas de la carta que he visto original dirigida al Cabildo, enviándole las bulas y los poderes, fecha en Toledo a 6 de Febrero de 1592, y de la que escribió al Papa Clemente VIII, día 22 de Marzo del mismo año, prestando la obediencia a la silla Apostólica, y dándole cuenta de su consagración y juramento (a:  V. estas cartas en el apéndice nn. XIV y XV.). Estaba ya entonces en Segorbe. Si fueron tan insignes las muestras que dio el nuevo Obispo de celo y prudencia pastoral, como ya dije en mis cartas anteriores, no fueron menos esclarecidas las que continuó dando de su literatura. Mientras su sínodo, visitas y 

papeles sobre la masa común acreditan su ilustración en el derecho canónico; el trabajo que puso en formar el episcopologio de su Iglesia, y en averiguar los beneficios de la catedral y diócesis, muestran que no se apagó su ardor en la investigación de las antigüedades eclesiásticas, continuando al mismo tiempo sus peticiones a los literatos para certificarse en puntos dudosos y obscuros.

Presentósele otra ocasión en que mostró bien su pericia en la cronología, geografía e historia antigua, y cuanto importan estos y otros conocimientos auxiliares para la ciencia sublime de la religión. Los que aman sólo su corteza y pompa exterior quedan expuestos a vilipendiar sus verdaderos intereses, por el que resulta a una persona, a una familia y a toda una nación. Tal fue el empeño de cierto impostor, que en 1594 comenzó a publicar la noticia de unos fragmentos (que después llamó cronicones) como traídos de Alemania: cosa sabida de todos los eruditos. Mas no todos conocen que acaso fue el Señor Pérez quien primero le convenció, escribiéndole sobre los dos primeros cronicones adjudicados a Dextro y Máximo. Consta esto de la carta escrita a 28 de Enero 1595 al Bibliotecario de la Iglesia de Toledo Cristóbal de Palomares, que publicó D. Nicolás Antonio (censura &c. lib. XII. c. VII. número 9.). En ella dice así nuestro Obispo: Estos días escribí al P. Higuera, diciéndole que es fingido el crónico de Fulda en nombre de Dextro y Máximo, cuya copia aquí tengo; y puedo probar ser fingido con cien argumentos, pero no tengo lugar para escribillos. Parece pues que por el mismo mes de Enero escribió al P. Higuera el desengaño que aquí insinúa. También tengo por cierto que llegó a extender todo su parecer, como se colige de las muestras que dio de él Gaspar Escolano (Lib. II. cap. 2.), burlándose incautamente de la censura de este gran hombre, lo cual no hiciera si fuera vivo. Aún se atrevió a más Diago (Annal. de Val. lib. IV. cap. VII.) buscando salida a los argumentos de Pérez. Por estos escritores, ya que no he visto el parecer que digo, constan a lo menos algunos de los argumentos a que se reducía. La copia que el Señor Pérez tenía, dice Ximeno (tom. I. p. 203.), que pasó a poder de Escolano; y como esta es la que publicó D. Nicolás Antonio al fin de la Bibl. vetus, es muy verosímil que sean de nuestro Obispo muchas de las notas marginales que allí se hallan. Me confirmo en esto por no haber hallado entre sus MSS. cosa que pertenezca a esta materia. Ya desde el año 1588 se habían ido descubriendo en Granada varias reliquias, libros y planchas de plomo halladas por el mismo que las enterró. Las noticias gloriosas que contenían, llamaron la atención de los españoles. Pero fueron muy pocos los que olieron la impostura, y conocieron la analogía que tenían con los supuestos libros de Fulda. Verdad es que a veces no vale para este discernimiento la pericia y la doctrina por grande que sea, si no va acompañada de cierto tacto fino y severidad en juzgar. Así se vio en este negocio: los más eruditos creyeron, defendieron y canonizaron por divino el hallazgo, hasta que la Sede apostólica dijo lo contrario en 1682. Nuestro Obispo, aunque ausente, a la primera relación que le enviaron de las alhajas descubiertas, ya vio la impericia del impostor, que no supo disfrazarse cuanto era necesario para vender sus fraudes impunemente. Y así como había sido el primero en impugnar los falsos cronicones de Dextro y Máximo, lo fue también en oponerse a estotras imposturas. Nicolás Antonio le atribuye esta gloria (a); (a) Véase Nicol. Ant. Bibl. nova, y Censura de historias fabulosas libro XII. c. VII. Mayans dice abiertamente que fue el primero. 

aunque esta precedencia no puede medirse por un cálculo matemático. Lo que yo sé es que treinta y cinco días después que Arias Montano envió desde Sevilla su breve parecer al Arzobispo de Granada, sin atreverse a dejar su retiro, contestó nuestro Pérez a un amigo suyo, que le había dado la primera noticia del descubrimiento. De esta contestación se conserva copia entre los MSS. del Señor Bayer, y dice así: “Recibí la carta de vm. con la relación de las planchas, que se han hallado en Granada, y me pide vm. que diga mi parecer para enviarle al Señor Arzobispo de Granada. 

Yo comencé a escribirle, y lo tengo todo por ficción por muchos argumentos que puedo hacer contra ello. Pero no me parece que han pedido pareceres, como era razón, en cosa tan grave antes de determinarse; porque me escriben que ya van en procesiones todos al monte, como cosa cierta. Y ansí no hay para que enviar mi parecer al Arzobispo; porque no volverá atrás si lo ha puesto tan adelante. Vm. lo encomiende a Dios, que es bien menester. Mi parecer ya no servirá ahora sino de rifas; y mucho me espanto que vm. siendo tan plático (práctico) en libros viejos, no conozca que aquellos caracteres es cifra nueva. Demás que es todo repugnante a las historias que tenemos de aquellos santos. No deje vm. de escribirme si hubiere más relación de estas cosas de Granada. Nuestro Señor guarde a vm. De Segorbe 8 de Junio de 1595.” 

Por esta carta se sabe que comenzó a escribir su parecer, aunque resuelto a no enviarle al Arzobispo de Granada; resolución que no sabemos si llevó adelante. Como quiera, por el epígrafe de este papel del Señor Pérez consta que le concluyó en el mismo año 1595, aunque no se imprimió. De varias copias de él hace mención Ximeno (loc. laud.); la que yo envío es sacada de los MSS. del Señor Bayer; porque ver las otras es difícil, por no decir imposible (a: Véase el apéndice núm. XVI.).

A pesar de la ojeriza con que miró él Señor Pérez estas y otras fábulas, trató sin embargo con envidiable distinción al padre de algunas de ellas, regalándole un libro preciosísimo, cuyo paradero no he podido averiguar. Copiaré aquí las palabras de su testamento: “Item, un otro libro que hay de tres dedos de gordo de la vida de los Arzobispos de Toledo en borrador; este ruega su Señoría que se envíe a Toledo, y se dé al P. Hierónimo de la Higuera, de la Compañía de Jesús, porque escribe de esta materia, y le aprovechará mucho.” Aquí se ve que sólo el amor de la verdad y del bien público hacía hablar y obrar a este docto varón. El escrito del P. Higuera, a que se refiere aquí el Señor Pérez, sería su Historia Eclesiástica de Toledo MS. o su Diptycon Toletanum (díptico toledano).
(Yo opino que las palabras sobre el libro manuscrito en el testamento llevan mucha carga irónica. Fue una donación excelente para que la aprovechara Gerónimo de la Higuera.)

Del año 1596 queda la colección que trabajó sobre los beneficios de su catedral y diócesis, de que hablaré otro día. En el siguiente enfermó, y para su alivio pasó a Valencia, y se hospedó en la alquería o casa propia de Antonio Pau Font, ciudadano, sita en la partida llamada de Arrancapinos (arranca o arrenca pins). Mas agravándose la enfermedad, ordenó allí mismo su testamento ante Juan Hierónimo de la Cambra, día 6 de Diciembre de 1597, cuya copia envío sacada de la que existe original en este archivo, con el extracto de las memorias, mandas y legados que firmó ese mismo día y el siguiente (a: Véase el apéndice núm. XVII.). Advierto que la que habla de sus libros MSS. está copiada literalmente. Son buenos documentos, que atestiguan algunas épocas de su vida, y mucho más su celo, piedad e ilustración. Su muerte ponen Mayans y Ximeno a 8 de Noviembre; Nicolás Antonio y Ortí a 8 de Mayo; equivocáronse todos, debiendo decir 8 de Diciembre de 1597, como consta de la publicación de su testamento hecha en Segorbe el día 10 de Diciembre, donde se dice que había muerto dos días antes. En la edad andan todavía más discordes los escritores de sus memorias. Villagrasa, Ximeno, Pons y otros, comúnmente dicen que su muerte fue a los sesenta años. Mayans (en la vida de Ant. Agustín) le da sesenta y cuatro; Rodríguez en la Bibl. valentina y Ortí alargan su vida hasta los setenta. Nada puede saberse con certeza, pues se ignora el año de su nacimiento; sin embargo tengo por más probable cualquiera de estas dos últimas opiniones, pues, como ya dije, conjeturo que nació antes del 1534. Llevóse su cadáver a Segorbe, y fue enterrado en la sepultura de los Obispos; lo cual tenía él mandado en su testamento, si ya (dice) al tiempo de mi muerte yo no hubiere hecho y fundado un retablo de Sancta Leocadia, de quien soy muy devoto, y al pie de dicho retablo una honesta sepultura para mi cuerpo en la capilla de Sancta Eulalia en el claustro de dicha Iglesia en la paret (con t) de las espaldas de la sacristía de la capilla de Sanct Salvador. Acerca del retrato del Señor Pérez, se cree que sea verdadero el publicado en la colección de retratos de los varones ilustres españoles cuaderno 15. El que existe en la aula capitular de esta Iglesia no es suyo, sino tomado caprichosamente, como dicen, del Arcediano Ruiz de Rigodas, en cuyo tiempo me han asegurado que se pintaron del mismo modo los retratos de todos los Obispos de esta Iglesia, y que por consiguiente sólo son verdaderos los de los modernos, comenzando de D. Crisóstomo Royo. 

A Dios. Segorbe &c. 


dissabte, 30 d’octubre del 2021

Fábulas en vers mallorquí. Tomás Aguiló Cortés

Fábulas 

en vers mallorquí

per

D. T. A. y C. (Don Tomás Aguiló y Cortés

Autor de la Rondaya de rondayas 

escritas en 1802.


Palma.


Imprenta de Trias. 

1840.

A nou dobbes. 


Es propiedad del editor.



(Nota del editor, Ramón Guimerá Lorente: 

Tomás Aguiló Cortés, padre de Tomás Aguiló Forteza)



Fábula I.


Es Lloro y es Pinsá.


A un llibre molt antig y molt arnat,

Plé de pols y brutó se troba escrit,

Qu' all no sé á quin lloch en temps passat,

Que ja de pur passat está florit,

(Pero lo mes segur, cuant fos mes prop,

Aloménos seria en temps d' Isop,)

Capitol vint y sis, fol cent y tants

Se conta el siguient cas y altres semblants.

El dia de cumpli añys de son reinat

Ab molta pompa celebrar volgué

S' Aguila, hermosa reina d'els aucells.

Luego per son imperi dilatat

De tal funció noticis estengué,

Y ets animals del aire los mes bells,

Sa tropa, sa noblesa, y cortesans

Acudiren contents als besamans.

Ella que los va admetre molt formal

Los concedí mil honras y favós,

Mostranse digne d' es poder real

Pues que tenia un cor tan generos.

Despues qu'amb un sarau los va cansar,

Essent axó en juriol, qui el temps no es fresch,

Per unes obsequi los volgué alegrar

Fentlos servir un abundant refresch.

Satisfets tots quedaren y contents, 

Cuant des mitx des tropell des concurrents 

Se va axecar un lloro presumit, 

Y demenant llecencia per parlar 

Un espécios discurs va comensar, 

Pensant que dava un rato devertid.

Ab elevat estil y gran primor 

Celebrá los progressos del reinat, 

De las antiguas tropas el valor 

Que desplegaren á un famos combat, 

Se destrucció total d'els inimichs

Se fama que adquiriren els majors, 

Fent que hey venguessen bé per molt de pichs 

De la Reina present els grans honors. 

Pero véu ab dolor qu'el seu discurs 

No meresqué s'aplauso des concurs 

Perque imitá es llenguatje racional; 

Cosa fonch qu'a los més va sebra mal, 

Y adhuc fonch judicada per algú 

Com á despreci d'es perlar comú. 

Feyan bo á no acabar sa festa en pau 

Cuant s’alsá d'els estrados un Pinsá, 

Y per fer quedar lluit aquell sarau 

Unas cuantas arietas va cantá 

Compostas á la moda del pais, 

Millor que si fos musich de Paris. 

Meresqué un palmateo general, 

Que enhoramala Pleyel ni Mozart

Pues encare que es cant fos pobre d'art 

Aument dava á sa gloria nacional. 

La Fontaine en francesFedro en llatí 

Escrigueran y Iriarte en castellá

Y si alguns pensaments los vull copiá

Será en es meu estil que es mallorquí

Perque es just y posat ab gran rahó 

Que aprecii son idioma cada autó. 


FÁBULA II.


Es Corp y sa Raboua. (rabosa)


Demunt un abre frondós, 

Mes content qu'un ca amb un os, 

Estava un Corp amb un tros 

De formatje ben gustós. 

Una Raboua tot just 

Allá es trobava aturada, 

Que si l'hagues convidada 

Hauria admés de bon gust. 

Estava badant tant d'ui, 

Cercant á son mal remey, 

Y al instant per pillarley 

Trazá tot aquest embui: 

- Amich meu, com va la vida! 

Li digué astuta y gojosa, 

Sa teua persona hermosa 

Está ben sana y lluida.

No sé jo cap animal 

De cuants ne volen per l'aire

Sense fe á ningun desaire, 

Que puga dir que te igual. 

¿Qué no's axí com t'ho dich? 

Ni es pago real tant pintad, 

Ni es cisne tant celebrad, 

Des seu blancor jo m'en rich. 

¿Que mes se pot desitjar? 

Una habilidad tan sols 

Het falte perque tu vols; 

Si aprenguesses de cantar... - 

Inflat es Corp de aquests vents 

Volgué cantar un pasatje, 

Pero caiguentli es formatje 

S'altre l'ampará en ses dents. 

Perque de mi no s'ofengue 

Qui es paga de elogis vans, 

Digues que li bes las mans, 

Y si es agut que m'entengue.


Fábula III.

La Güátlara. (gualla : codorniz : codorniu)


Per un camp de rostoy ben descuidada

Una Güátlara hermosa pasturava, 

Y cuant la pobre ménos s'ho pensava 

Se veu dins uns filats embolicada. 

Mesquineta de mí! clama enfadada, 

Cuant alegra ha poch temps que jo cantava, 

Y sa crüel fortuna hem preparava 

Sa meva perdició tant desastrada. 

¿Y per qué tan sensible desventura?

Per un granet de blat ¡Oh cuán funesta 

Y cara ha estat sa meua golosina!

¿Es desgraciad aucell fonch perventura

Es primer que tengué sort com aquesta? 

¡A cuants causa un sol gust semblant rüina


FÁBULA IV.

Es Llop y sa Cigüeña.


Ab grans bascas de mort, prop de s'ultim suspir 

Estava un fiero Llop molt proxim á morir, 

Perque un os travessad dedins sa gargamella

Li causa mil dolors, y tant ja l'atropella,

Que per tenir present un hábil cirugiá 

Donaria es caxal mes robust y mes sá. 

Amb un conflicte tal pensen los circunstans 

De que cada'u aprov de posarhi sas mans, 

Intentant acertar sa perillosa cura, 

Y guañant bons doblés tenir fama segura; 

Peró per mala sort véran á sen revés 

No ser dignes des nom ni credit de barbés. 

Sa Cigüeña despues arriscantse atrevida, 

Esposá á gran perill no ménos que la vida, 

Pues passant el seu coll dins sa boca des llop, 

En tanta prontitud com si fos beure un glop, 

En so bec tragué s'os ab tanta habilidad 

Que tot aquell concurs quedá molt admirad. 

Es professor content demána sa propina, 

Pero es Llop l'envesteig, y si la m’andavina 

Es bossinet mes gros sería estat s'oreya. 

Sa Cigüeña callá, que ja venir s'ho veya, 

Perque molt be sabia es proverbi que diu: 

Rentar es cap á s'ase y perder es llexiu; 

Pero escrigué aquest cas á llibres reservats 

Perque sigue consol á qui serveig ingrats


FÁBULA V.

Sa galina d'es ous d'or.


Dins son corral una dona

Hey tenia una galina

Que cada dia sens falta

Un ou tot d'or li ponia. 

Contenta sa bona jaya 

Callava y los componia 

Arreu dins una cistella, 

Sense dirhó á sas amigas. 

Ja may volgué averiguar 

Si era sort ó bruxaria, 

Y pensava que en tal cas 

En es fregir ja heu veuria. 

Are be pensau vosaltres 

Si prest sa faria rica 

En tant bona truita d'ous 

D'or macis, y frechs del dia. 

Pero tota aquella pausa 

Pareig que no li cumplia 

Com si fortuna tan gran 

Encare fos poca dicha, 

Y volent ferse opulenta, 

Com diuan d'una envestida,

M'agáfa s’animalet 

Y resol darli d'espina, 

Creguentse que dins s'ouera 

Hey tendria alguna mina 

Que rebenteria amb or 

Y serian unas Indias. 

Sens mes calco li obri's ventre 

Cuidadosa l'hey registra, 

Y cuant ja no te remey 

Conex sa seua avaricia. 

Es malanats codiciosos, 

En els qui res assacía 

Fomentan una passió 

Que sovint los arrüina. 

Y si no basta es meu credit, 

Un refranc tenc qui heu esplica: 

Qui tot ho vol tot ho pert; 

Y qui s'hen riu que s'hen riga.




FÁBULA VI.

Es Llop y es Ca.


Escoltaume, bona gent, 

Si un cuento no molt recent 

Voleu que vos referesca. 

Per prénder un poch la fresca

Vá sortir des bosch de Nitria 

Un Llop just com la mort de Itria, 

Tan magre, flach, y primet 

Que no s'aguantava dret. 

Topá per sort ab un Ca

Qui s'esclatava de sá,

Tant bó, tant gras, y tant redó. 

Qu’ era un gust es mirarlo. 

- Ola mon amo! jo estrañy 

Es veuret de tan bon añy, 

Cuant jo qui som mes valent 

No tench ni per una dent, 

Y es tanta ma desventura 

Que tota aquesta figura 

Sols consisteix en pell y ossos. 

- Oh! saps que hey pos de bons trossos, 

Tot d'una es ca respongué 

En casa de un cavallé 

Ahon serveisc de criat! 

Allá m'estich regalat 

Que res mes pug desitjá, 

Vengan ossos, venga pa, 

Y mentras que la gent gruñy 

M'afich bossi com es puñy, 

Y axi em pos de lo milló 

Un ventre com un tambó. 

Com som Fumat, y va el resto, 

No dexaria aquest puesto 

Per estar de bona gana 

Amb el gran Duc de Toscana. 

Si volguesses un consey, 

Jo trobaria remey 

Perque en casa de 's Seño

Het señalassen racció 

Perque guardasses sa casa. 

Creume, cuy aquesta vasa, 

Y veurás per dirla vera 

Que estás millor qu’ un prevera. 

- A tot axó hey vench a bé, 

Es magra Llop respongué, 

Que are per poré menjá 

En faré y tot hermitá. - 

Los dos parteixen rebents, 

De tanta amistad contents 

Aguardant bona ocasió 

Es Llop d'omplirse es serró 

Despues de tants de trabais, 

Y lo que feu de badais 

Arribarho á fer de rots. 

Mentras davan salts y bots 

Per casualidad notá 

Que demunt es coll des cá 

Se pell estava escorxada, 

Y li digué: Camarada, 

Qu'es axo? demunt s'espatla

Una nafreta hey tens. Patla 

¿Que ja rebentas de gras? 

- Dex anár, jo no en fas cas, 

En tenir se gripia plena, (la segunda i no tiene punto)

Poch mal en fa se cadena.

- Cadena dius y no es res? 

Are veig que tu estás pres. 

Confus es llop esclamá: 

Adios trossos, adios pa, 

Que en es bosc men vaig tot dret. 

Val mes patir fam y sed 

Que veurerse regalad 

Y no tenir llibertad. - 

Es llop no volgué estar prés 

Y en veritad feu molt bé, 

Que un qui llibertad no té 

No pot prender gust en res. 



FÁBULA VII.

Es cassador y es cans. 


Jau cussas, vatlotequi; 

Apretau, ala vellaca, 

Are es dins aquest claper, 

Are es dins aquesta mata. 

Jas Llesta, jas Falaguera, 

Un coní es com una cabra. - 

Axí per devertiment 

Un cassador s'esbravava, 

Per veurer corre sas cussas, 

Ja que venia sens cassa.

Es cans correns com uns locos

No se plañian sas camas, 

Per entre matas y rocas 

Tot heu miran y repassan, 

Fins que ja cansats y morts 

Es cassador los diu basta. 

¿No veis que no heyá coní, 

Ni heyá llebra, ni heyá ravas? 

D'aquest modo es reya d'ellas, 

Cuant per una enramada 

Los surt correns una llebra, 

Y es cassador luego esclama: 

Are si que va de veras, 

Creis que vos engan encara. 

¿Qué no la veis que pareix 

Un llamp en lo prest que passa? 

Empero ellas el s'escoltan 

Just com si fossen de mabra. 

Qui sense ningun profit 

Sol mentir cada paraula. 

¿Cuant diga la veritad 

No l'han de enviá noramala?

 

FABULA VIII.

S'asa y es porc.


S'ase enveja tenia en es tossino

Cuant contemplava es diferent destino 

Que los havia dat es fort empeño 

D'un opulent pajes que era son dueño. 

- Aquesta si que es vida regalada 

Dormir fins á las nou. S'ensegonada 

No li manca ja may. Ell tots es dias 

Van á qui li fará mes moxonías. 

Ja el tenim ajagut. Ell no trabaya 

¿Y jo em contentaré ab un poch de paya, 

Despues qu'he duit en es graner s’oliva? 

Despues de haverme fet suar sang viva? 

Despues que m'esfondraren sas costellas, 

En somadas de fems ó be d'astellas, 

Y em señalaren fortament sas ancas 

Ab cuatre o cinc mal esporgadas brancas? 

Are un poquet de paya? Axo es justici? 

¡Ó quina mala paga á mon servici! - 


Pero al veurer sa gent arromangada, 

Ab un cañom devant, y tota armada, 

Qui á sa soll se encamina molt resolta, 

Mal, digué, á matarlo s’hen van tal volta, 

Y si aquí d'un porc gras sa dicha para 

Venga paya y garrof, venga per are.

Aquells que gosan d'una vida ociosa 

No es just que tengan mort feliz y honrosa. 

Es trabay es de tots; fará mes vasa 

Qui mes trabayará; creis pues un asa.


FÁBULA IX.

La cirvia ó cera y el lleó. 


Saltant parets y marges encalsada

De cassadors famosos una cirvia, 

Per boschs y comellás, per plá y muntaña, 

Ab mes velocidad q'un llamp corria. 

Cualsevol qui la ves creg que sens dupta 

Un dimoni té en cada peu diria, 

Y treguent sempre forsas de flaquesa 

Sols no dexa señal aquí hon trepitja, 

Y suant, tanta gota no s'atura

Fins que té per defensa una garriga. 

Allá s'está pern'alta, recobrada 

D'es susto sens preveure una desditxa. 

Fonc el cas que dins una oscura cova 

Tapada d'espinals un lleó vivia, 

Y en s'horrible furor que al mon espanta, 

Envesteix á la pobre fugitiva, 

Y ja en sas seuas dents y ja en sas unglas 

A mí hem sap greu que per dissort funesta 

Perdés tan prontament sa seua vida, 

Perque ab son propi engañ escalivada 

Algunas bonas reglas donaria 

En es qui per fujir de alguna pena 

Dins uns perills majors se precipitan.


FÁBULA X.

Sa cigüeña, sas ocas y sas grullas.


En llágrimas dels uis, estava contemplant 

Son camp tot destrossat, un llaurador mirant 

Com sas cigüeñas y ocas juntament ab sas grullas 

No li dexavan mes que un pareyet de fullas. 

Es pobre llaurador casi desesperat, 

Desitjos de dar castig á n'aquesta maldad, 

Estén un bons filats, y en el mateix moment 

Ets agressors dins ells cauen incautament. 

Indignad des furor que el seu geni li anima ,

Sense ningun remey la mort luego els entima, 

Sa seua autoridad li dicta gran rigor 

Pues diuen que era batle, o almenos retgidor; 

Empero sa cigüeña li diu molt humilment: 

- Mirme ab uis de piedad que jo som innocent. 

Voste coneix molt bé que sense perjudici 

Al seu sembrat y camp li fas gran benefici,

Pues de cuchs y serpens li neteig fruits y grans 

Perque el vengue á bon preu y tot diners contans. 

- Axo no importa res ni tampoc m'hen oblig 

Jo te trobada á tú junta ab mon inimich 

Amb ell acabarás, infeliz los teus dias. - 

Pues cuidado en fugir sas malas compañias.

 

FÁBULA XI.

Es dos amichs y s' Onso.

 

Per entre una arboleda 

Dos amichs sen anavan 

En bona compañía 

Sense espasa, pistola ni cap arma. 

Y vatequí qu'es temen 

Que los surt al encuantra 

Un Onso molt ligero 

Que deválla correns de sa muntaña. 

Un per salvar la vida 

S'enfila dalt un abre, 

Y s'altre tot d'un pronte 

Millor remey no troba que sa maña. 

S'arrisca á la ventura, 

Y sense badar barras 

S'ajeu, no's mou, ni's mena, 

Es beu s'alé esperant qu'axó li valga. 

S'Onso ferós arriba, 

Luego li fa capada, 

De cap á peus l'ensuma, 

Y pensantse qu'es mort se gira y passa. 

Tot d'una es dos s'aplegan 

Y despues de dar gracias 

A sa bona fortuna 

De haverlos tret tant bé de s'encallada. 

- He reparad que s'onso, 

Un amich digué á s'altre, 

Et parlava á s'oreya, 

¿Voldrásme dir quíns cuentos te contava? 

- Que dets amichs men riga, 

Perque en tení un soscaira 

Ells se posan á cobro, 

Y dexan s'altre es mitx de sa dansada. 


FÁBULA XII.

Es dos galls barayadissos. 


Jo m'estich ben segur que chalaria 

Qui hagues vist un combat de galls inglesos, 

Que en es corral tengueren s'altre dia. 

Tots dos ben atrevits, tots dos encesos, 

Indignats se pegaren, de manera 

Que parexia estavan molt ofesos. 

No fonch una espolsada sa quimera, 

Perque de esclips y esclops ni hagué á balquena, 

Y si llest era un s'altre més heu era. 

Pero es cap y la fi en sa cresta plena 

De picadas y sanch un s'enretira 

Y acotat á un racó no's mou ni's mena, 

Y luego s’altre que triunfant se mira 

De sa victoria seua sen avana, 

Y á cantarla gojos tot d'una aspira. 

Pero per mala sort una milana, 

Que feya prop d'allá sa torniola, 

No li dexa gosar sa gloria vana. 

El sent, el pilla, l'arrebata y vola, 

Y es seu rival quedant sens ploma alguna 

Señor des galiner, prest s'aconsola 

Agrait á lo inconstant de sa fortuna. 


FÁBULA XIII.

S'águila y sa tortuga.


Quí creurá cosa igual, 

De esser tant general 

Es desitx de volar, que sens reparo 

Me atrevesc á promete que es ben raro 

Qui no n'ha sabut may, 

Y tenint temps y espay 

No tenga ganas de jugar per l'aire, 

Y no heu provás si no temes desaire? 

Per are no dig mes 

Sino que aquest esces 

Arribá fins y tot á sa tortuga: 

(Axó es lo mes estrañ que dir se puga). 

En el mateix moment 

Que aquest mal pensament 

Li passa p’es cervell, se desconsola 

Veent qu'hen volan tants y ella no vola. 

Y sens mes aguardá 

A s'águila esplicá 

Es seu desitx y estravagant manía 

Confiada en que á volar l'enseñaria. 

- Mira, diu, sols que hem dons 

Un parey de llisons 

Segura volaré, y en está alsada 

Que vengan es mes llests á darme unglada. - 

Sa reina dels aussells 

Luego aquests cascavells 

Vol treureli des cap, y li dejecte 

Amb evidents rahons es seu projecte. 

Ella plena de grins 

Porfia y torna, fins 

Que ja cansada de semblant quimera, 

S'águila donarli bon chasco espera. 

La pren, axeca es vol

Pareix qu'es prop des sol,

Y dient á sa tortuga: estás contenta, 

La dexa caure y s’infeliz rebenta. 

Si are tengues remey 

Tal volta per consey 

Daria á cualsevol esta advertenci. 

Preniu parer de aquell qui te prudenci.




FÁBULA XIV.

Es milá.


Un milá que en sa vida en feu petjada, 

Pitjor que carn de chincha trist es veya,

Pues ferit de una flecha envenenada 

Escaparsen de aquella ja no creya. 

Prop de sa pell mirava sa ruxada, 

Y des cástigs del cel ja no s'hen reya, 

Que comensava á fer farina blana, 

Perque anava á la mort de mala gana. 

S’últim baday casi en es bec tenia,

Y amb uns termes semblans parlá á sa mare: 

- Preniu ets atapits, correu, feis via, 

Acudiu en es déus, mirau si encare 

Tendrá remey sa meua malaltía, 

Ó bé si cualcun d'ells per mí es declara, 

Pues que ja hem veig devant la mort funesta, 

Y es corps que de sa meua carn fan festa. 

- Si altre medi no tens estás volad, 

Li respongué sa mare, axó es justici, 

Cóm vols que alcans salud per un malvat 

Que no ha dexat passar per alt cap vici? 

Cuánta víctima haurás arrebatad 

De devora s'altar des sacrifici? 

Y are tú com del cel esperas res 

Si á qui het pot ajudar tant l'has ofes!


 

FÁBULA XV.

Es pastors y s'onso.

 

Un onso per mala sort 

Va caure en mans de pastors, 

Y á pur assot es traidors 

El me dexaren per mort. 

Empero pes seu conort 

Altre pastor el trobá, 

Y compatit el curá

Com si fos estat son fill, 

De modo que des perill 

Dins de poch temps escapá. 

Llibert de sa malaltía 

En es xots envesteig s’onso, 

Just y fet un rey Alfonso 

Que en es moros envestia. 

Ne devora cada dia 

Ab sa furia mes rabiosa 

De sa guarda numerosa 

De tot alevos pastor; 

Pero des seu protector 

Ni sa cabra mes roñosa. 

Guardet d'anutjar ningú

Maldament no sigan fieras

Que no li faltarán maneras 

Si vol venjarse de tú. 

S'ofensor no dorm segú, 

Tement sempre sa venjansa, 

Perque de vetlar no's cansa 

Aquell qui es sent agraviat, 

Y per fat ó per salat, 

Ó prest ó tart ell l'alcansa.



FÁBULA XVI.

Sa llebra y es gorrió. 


Pasturava descuidada, 

Es mitx de s'herba abundosa, 

Una llebra desgraciada 

Cuant se veu arrebatada 

D'una águila poderosa. 

¿No eras tú sa qui corrias

Poc temps ha per aquest camp 

Que parexias un llamp? 

Que en vengan de cans, dirias, 

Y qui es mes llest que s'arramb.

Posei cametas amigas, 

¿Per qué no escapas correns? 

Poc vals tú per mes que digas. 

Y cóm no els han de fer figas 

Á tal casta de valents? 

Axí sense compassió 

La m'insultava un gorrió, 

Cuant mes ligero que es vent 

El m'arrebata un falcó 

Qui el despadassa al moment. 

Tú qu’insultas atrevit 

Al infeliz afligit, 

Y lo miras ab cor dur 

Del poderos oprimit, 

Pregunt ¿estás tú segur?


FÁBULA XVII.

Sa lletera. 


Mes q'un Pasco de contenta (Pascua)

Va sortir una lletera 

Molt airosa y falaguera, 

Garbosa, llesta y llaventa. 

Una gerreta de llet 

Duya á vendre cuidadosa, 

Y estava tota gojosa 

Tenint son conta fet. 

Per llevar es cansament 

Y entretenir es camí 

Comensa á esplicar axí 

Son alegre pensament. 

Aquesta llet, gastos nets, 

Em treurá mes de vint sous 

Amb ells pug comprá cent ous 

Que m'han de fer cent pollets.

Cent galinas al present 

Com cent galls d’indi tendré, 

Per á Nadal las vendré, 

Y compr un porc al moment.

Menjant á no pore mes 

Dins pocs temps engrexerá, 

Y qui el me voldrá comprá 

Ha de escopí bons doblés.

Luego hem pos á negociá, 

Y en lleva un poc en es bec 

Arrib á aplagá un talec 

Que no'l puga sospesá.

Dient axí tant s'entrecuita

Que tropessa la pobreta 

Y li caigue sa jerreta, 

Riquesa per hont m'ets fuita! 

Es qui fa contes tot sol 

Sens tenir á Deu present 

Fabrica torres de vent, 

O cassa aucellets al vol. 

Jo sempre hem recordaré 

D'un adagi qui fa vasa, 

Y diu, q'un contas fa s'asa, 

Y s'altre el fá es traginé. 



FÁBULA XVIII.

Es cavall. 


Diuen que no es conegut 

Es bé fins que l'han perdut: 

Es proverbi heu diu axí 

Y també heu diré jo aquí. 

Se refereix que un cavall 

Servia sense traball 

Á un capitá de Dragons, 

Y pos luego massions 

Que ningun d'aquell pais 

Li guañava de feliz. 

De gras es pel li lloia, 

Ordi tant com ne volia: 

Que es señor en propis mans 

Ni donava per istans. 

Ninguna pena passava 

Perque es señor l’estimava 

Basta prou fos andaluz. 

Finalment no dig res pus 

Sino qu'estich persuadit 

Que en so Babieca del Cid 

No s'hauria baratat 

Un cavall tan regalad; 

Pero el duya cap per terra 

Sa por d'anar a la guerra. 

Per fogir d'aquest temor 

Volgué mudar de señor, 

Y sense prende parer 

Es posa bax des poder 

D'un traginer de garrot. 

Comensá á tastar s'assot 

Que no havia tastat may, 

Sols no li davan espay 

De menjar un poc de paya. 

Li parexia rondaya 

S'antiga felicidad 

Cuant es veya maltractat, 

Consumit tot el seu grex, 

A cada anca un bon esquex,

Sa pell que li caya a trossos, 

Y per tot mostrant ets ossos: 

A tal miseri passá 

Que encare s’imaginá 

Que millorava de sort 

Cuant arribá á caure mort. 

Tú qui estás demunt sa lluna 

¿Per qué vols altra fortuna? 

Si la que tens no te agrada 

Vivint á la regalada 

Per algun poc de molesti, 

Serás com aquesta besti 

Que sortí d'un bon estat 

Per passar á un desgraciat. 

Deu hem conserv mon señor 

Per no caure amb un pitjor. 


FÁBULA XIX.

Sa geneta y sa cigüeña.


Una geneta rica y poderosa 

Parlava ab sa cigüeña, y com qui riga, 

Fingint una parrola cariñosa 

Li deya aquestas espressions: amiga, 

Vuy dinarás ab mí, no het dig res mes, 

Veurás si sé gastar es meus doblés.

Sa cigüeña admet gustosament 

Aguardant una sopa ben cumplida, 

Pues s'amiga era coch molt escelent 

Y en el art de cuinar tan instruida 

Que poria defiar sa garrullada 

Dels mes hábils autors de la panchada. 

En tota sa talent d'una semmana 

Á hora corresponent hey comparex, 

S'assegué en taula, despertá sa gana; 

Pero per be que mir no descubrex 

Mes provisió de boca que un gran plat 

Ple de sémola clare y de picat. 

Confusa sa cigüeña ab tal present 

Va quedar com es gat del pare Cañas, 

Perque es seu bec tan llarc es instrument 

Per uns efectes tals molt curt de mañas; 

Y á la fi es resolgué per aquell dia 

Á fe un dijuni mes des que volia. 

Cap en coua girá sense paraula 

Per tornarli es jornal molt impacienta, 

La convida á la fi, l'entra a sa taula 

Y una gustosa salsa li presenta; 

Pero dins un barral de boca estreta, 

Que no hey puga entrar es cap la tal geneta. 

No vulgueu sabrer cosas que no fassa 

Sa burlada geneta, lo que tresca, 

Empero cuant mes fa mes se embarassa 

Ni pot trobar cap medi que servesca 

Sens parlar ni motar partex correns 

Ni torca-bocas vol ni escura-dens. 

Si t'imaginas que ningú té arbitre 

Per burlarse de tú, enganat vius: 

¿Qui sab si tal vegada es mes balitre 

Aquell matex des qui confiat te'n rius? 

Alerta pues, t'ho dig axí com jeu, 

Tú trobarás sabata de ton peu. 


FÁBULA XX.

Sas duas ratas. 


Duas señoras ratas tragineras, 

Molt llestas de tots modos y maneras, 

Una pajesa y s'altra de ciutad 

Se toparen per sort dins un forat. 

Luego de have acabat es cumplimens 

En aquella ocasió corresponens, 

Digué sa ciutadana á sa pajesa: 

Sí no sí, has de venir á sa despesa 

Que en una casa teng de sas mes ricas, 

Allá has de veurer tú si jo fas micas, 

Beranarás en mí sense fatiga 

Y podrás dir que het som coral amiga. 

Acaba en semblants termes, y tantost

Foren, y no sé com, dins un rabost 

En el cual sa abundanci y simetría 

Casi indicaren qu'era de novía. 

No heyá que pensarse que sa pajesa 

Aquí tengués escrupol ó peresa, 

Ni ceremonis fes de empagaida 

Cuant de bon grat s'amiga la convida, 

Pues llevonses tenia á son alou 

Cuxots tant de tossino com de bou, 

Á mes d'altres menjars tan esquisits, 

Que no es golos qui no sen llepa es dits. 

D'un pot de confitura, á un de mantega 

Saltan alegras que amb aquella vega

Pensen treurer sa pancha de mal añy; 

Y en veritad que axó no es gens estrañy, 

Pues hey havia tant de companatje 

Que á una gustosa pessa de formatje 

No li arrambaren solament es nas,

Y encare que d'Olanda, tant de cas 

En feren ellas com si fos de fust. 

Mentras passavan totas duas gust, 

Sa pajesa es resol ben advertida

Á no testar verduras en sa vida, 

Y cercar un semblant alocament: 

Cuant per desgraci veis aquí que sent 

Un cert renou de claus... obrin sa porta... 

Aquí si que pensá quedarse morta,

Pero es recobra un poch y pren es llis 

Per un amagatay y un passadis, 

Y s'atropella, y corre tan velos 

Que sols á s'altra no li diu adios. 

Y totd'una de espassat es susto crech 

Que estimá mes es seu antig soseg, 

Pues esclamá: no vuy mudar costums, 

Valen mes sa quietud y es meus llegums.

 

FÁBULA XXI. 

Sa cigala y sa formiga.

 

Cantant una cigala

Va passar tot s'estiu 

Sense fer provisions 

Ni son graner omplir. 

Cuant se trobá á s'ivern 

Conex s'animal trist 

Que sense mes remey 

De fam s'ha de morir. 

Per sortir de s’apuro 

Met llevar fonch precis 

Un aumutet de blat (aumut : almut : almud) 

En es seu bon vesí, 

El que era una formiga 

Qui te un graner molt ric. 

De lo que replegava 

Traginant dia y nit. 

Sa bona de cigala 

Li esplica es seu desitx 

Empero sa formiga 

Molt resolta li diu: 

- Amiga, ten pacienci 

Que jo no et pug servir, 

Que lo que he replegat 

Heu he mester per mí, 

Tú te estavas ociosa 

Cuant es mitx des perill 

Jo suáva carregada 

Mes que un mul de tragi; 

Pues si haguesses fet feina 

No het veurias axí. -

Pererosas cigalas 

De viurer apreniu 

D'una pobre formiga, 

Animal tan petit 

Que de ser laboriosos 

Enseña á mes de mil. 



FÁBULA XXII.

S' asa y es cavall.

Digauli que es codolada 

Ó com voldreu, 

Solament que m'escolteu

Cuatre paraulas. 

Callau un poch, escoltáulas, 

Vamos al cas. 

Per destino ó per acás 

Pensava un asa, 

(Y perdonenme que á casa 

Axi l'hey diuen) 

En so regalo que viuen 

Alguns cavalls, 

Que no s'han de criar calls 

Ni escorxeduras 

Per menjar bonas mesuras 

D'ordi y civada. 

En sa testa acalorada 

De tal quimera 

Esclamá d'esta manera: 

Qui heu pot pensar 

Que no hey haje bossi car, 

Ni res demés, 

Ni gust que valga doblés 

Sempre que es tracte 

De presentar bon recapte 

En es cavall?

Encara volen que call? 

Axò es rahó, 

Que el tracten com un seño, 

A totas provas? 

No li plañan sas garrovas 

Cost lo que cost, 

Heu gastarán tot mes tost. 

May veu s'assot 

May li assanten es garrot; 

Si cau pes dret 

A lo mes llarg tasta es fuet. 

Y qu'es pobre asa 

Com un dos qui no fa vasa 

S'haje de veure? 

Hey heurá qui vulga creure 

Que sens consol 

Fa feina de sol á sol, 

Que s'arruina, 

Que s'esclata, que tragina, 

Que tant trabaya 

Y passa ab un poch de paya? 

Quin mirament? 

Acas no som descendent 

Per linea recta 

D'aquell asa de respecta 

Que entrá dins l'arca 

De Noé el gran patriarca? 

Pues y com..? Basta, 

Que jo reneg de ma casta 

Cuant consider 

Que un asa fa tal paper 

En tots es gastos 

Com en fa es cuatra de bastos. -

Axí s'esplaya 

En tan llarga rondaya 

Tot enfadat, 

Cuant un cavall ensellat 

Molt llest y ardid 

A la guerra véu partid 

Tot just y dret. 

S’asa muda de cantet, 

S'empagaiex, 

Y á s'estable ja parteix 

A fer badais. 

Es el cas que si es trabais 

Duiam á plassa, 

Ó mirassem lo que passa 

A cada casa 

Feriam tots lo que s'asa. 



FÁBULA XXIII.

Es cavall y s'asa.


Qui endavina ahont anavan

Un cavall y un asa vey 

Que per un cami passavan? 

S'asa segons mala lley 

Estava ben carregat, 

Pero es cavall com un rey. 

Per molt si anava ensellat,

Pues ja sabeu que s'agrada 

De caminar descansat. 

A davés mitja jornada 

Es bon vey cansat y mort 

No poria dar petjada. 

- Cuant triste es se meua sort! 

Ay de mí, diu suspirant, 

Ques mori hem será conort!

No pug ja passar envant, 

Y si tu de mí no het dols 

Aquí moriré al istant.

- Ja pots cercá altres consols 

Es cavall prest ha respost, 

Que het duga es viatje are vols? 

Tan poch trobas tu que hem cost 

Renunciar en es meu dret? 

Ja esclatarás tu mes tost. - 

No podentse aguantar dret 

Aquell pobre desgraciad 

Allá caigué mort y fret. 

Y á s'altre per son pecat 

Tot li va caure demunt 

Per no durne la mitad; 

Pues hagué de portar junt 

Tot es carreg y somada, 

Mes es cuiro des difunt. 

Aquesta acció tan malvada 

Si heyá colcu que l'imita

Axí la veurá pagada.

Tota bona lley escita 

A tenir pietad des pobres 

Y ajudá á qui heu necessita 

Ab bonas paraulas y obras. 


FÁBULA XXIV.

Sa junta de sas ratas


Un porxo gran, obscur, poch habitad, 

Ple de trastos y pols fonch elegit 

Per lo noble senado de sas ratas 

Per tenir una junta, y reflectir 

Sobre diversos punts de policía, 

Que d'abastos heyá massa regit. 

Aqui totas sas ratas de aquells barrios 

Mes hábils y elocuens varen venir. 

Casi es pot figurar un Parlament 

Semblant en es de Londres ó París. 

Sa qui mes brevetjava de discreta 

S'axecá presidenta d'improvis, 

Comensant un discurs molt estodiat 

Que en paraulas mes breus está reduit: 

- Vostes no ignoran, diu, que aquest veinat 

Que habita s'altra part, paret esmitx, 

Es la señora gata Couacurta 

Qui mos pilla adormidas en sa nit. 

Es necessari pues que se resolgue 

Un remey es mes útil y efectiu, 

Ja per assegurar sa nostra vida, 

Ja per sa llibertat des nostros fills. 

- Es mal está tirad á sa paret, 

Respongué prontament donant un crit, 

Una llesta de llengo y de talons, 

En tractar de parlar ó de fogir. 

Si vostes volen prende mon dictámen 

Jo els assegur que aquest poble infeliz 

Ja no anirá com ántes cap per terra 

Abatut, temeros y fogitiu

Si per traició mos prenen casi sempre 

Qu'es pos un cascavell á s'inimich: 

Es renou prevendrá sas descuidadas, 

Y vatequí es negoci concluit. 

- Gran pensament, clamá sa presidenta, 

De no haverlo tengut jo m'hen admir; 

Empero jo pensava amb una cosa 

¿Quí será de vostes sa qui s'arrisc? -

Lo mateix solec dir sempre que veig 

Tanta copia d'ingenis atrevits 

Que proposan ideas impossibles, 

O projectes difícils de cumplir. 

Vosté pensa, molt bé, pues, cavaller, 

Si sap posar má á l'obra que als es dit.



En esta llibrería se venen las siguients obras:

Glosas de la creació per un pajes d' Alaró; enb' un tomet. Vàl... un tresét.

D'en teleca tonterias y d'un procurador las agonías

Un tóm reformat no mes... vuit dines.

Décimas desbaratadas agúdas y celebradas.

Un tóm còm una plagueta... una treseta.

Pronóstig y gois del añ qui ve. per pensà en lo que convé.

Un tom... tres pics un dotblé.

Recepta per nadal y tertúlia d' atlotets.

Es un tomet y val... tres doblérets.

De Betlem es pastorells para recordar amb' ells del naxament el succes. Un tom y val... sis dinés.    

Pastorellas pe sas ninas màldament sian fadrinas, ab que gran bulla sa mou.

Un tóm amb' octau... un sòu.

Sa rondaya de rondayas bóna per trempàr riàyas en torrons vi y cabál. Un tóm amb' octáu... un reàl.

Testament original d'un porc mort devant Nadàl ab sos llegats y damés un tomet … cuatre doblés.

Entremes d'en Llorens mal casadis... A nòu dotbles.


Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell (Index)

(Nota del editor : Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.)  Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. V...