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divendres, 10 de febrer del 2023

CARTA CXXVI. Noticia de varias iglesias y conventos de la ciudad de Barcelona.

CARTA CXXVI.

Noticia de varias iglesias y conventos de la ciudad de Barcelona. 

Colegiata de Santa Ana.

Mi querido hermano: La iglesia colegiata de Santa Ana fue en lo antiguo de monjes o canónigos del Santo Sepulcro de Jerusalem, cuya fundación se ignora, pero verosímilmente se puede fijar hacia la mitad del siglo XII y muy poco después del 1141, porque se sabe que a 29 de agosto de este año W., Patriarca de Jerusalem y P., Prior del Santo Sepulcro, enviaron a G. su canónigo para hacer fundaciones de aquella orden en España. Vino además este sujeto como encargado de aquellos Prelados para firmar la concordia que aquel monasterio del oriente había hecho con el Conde Don Ramón Berenguer IV sobre la parte que pretendía poseer en el reino de Aragón por el testamento de Don Alfonso I

Existe esta carta en el archivo real de esta ciudad, de la cual además de este apunte saqué copia que ahora no tengo a mano, pero me acuerdo que estaba sin fecha. Esto no obstante, debe ser del año 1141 o siguiente, puesto que en 1140 vino acá otro canónigo llamado Raimundo para tratar de la cesión de aquel derecho a favor del sobredicho Conde. Así que G., que la confirmó y autorizó con su firma, debió venir después. Y él es sin duda el que introdujo dicha orden en estos dominios; pues en la citada carta dicen aquellos Prelados, que le instituían Prior en estos reinos, y ruegan al Conde que le señale lugar e iglesia in quibus convenienter conversare secundum Deum valeat.

No me atreveré a decir que este monasterio de Santa Ana fuese el primero que por acá se fundó, pero sé que existía ya formado en el año 1184, en que el Rey Don Alfonso II le hizo donación del castillo de Palafurgell (: Palafrugell) en la diócesi de Gerona. Al mismo concedió Don Jaime I a 20 de julio de 1266, que se cerrase una calle inmediata y sin salida, donde se cometían muchas torpezas y había ruidos que estorbaban la observancia regular. Era entonces Prior Fr. Pedro Canals. (Archivo real, registro IX, Jacobi I, folio 22).

A este monasterio se unieron otros dos o tres andando el tiempo, de los cuales es preciso dar la noticia que he podido adquirir. Había en esta ciudad un monasterio de la orden de la Penitencia, conocida en este país con el nombre dels frares del sacs (de los Sacos), como les llamaba el Infante Don Pedro en 1270; entre los gastos que hizo estando en Lérida: Item als frares dels Sacs X. sol. (Ibid. Reg. VII. Infan. Pet. fol. 63 b).

Esta orden fue suprimida en el concilio Lugdunense de 1274, como lo dice un Cronicón de Ripoll que he copiado, con estas palabras: 

Cassatus fuit ordo Saccorum. Parece que en dicho concilio se permitió a esos religiosos continuar en el usufructo de sus casas y posesiones, según dicen ellos mismos en la escritura de que voy a hablar. Según todas las señas y por varias y fundadas conjeturas estos religiosos vivían donde hoy están las monjas Franciscas de Jerusalem, cuya casa fundó en 1453 Rafaela Pages (Pagés), natural de Sarria (Sarriá), cediéndole el terreno el Prior de Santa Ana, que entró a ser señor de él por las incorporaciones de que voy hablando. En ese lugar, pues, vivían todavía algunos de aquellos frailes o hermanos (frater) del Saco en 1293, cuando con anuencia del Papa y mediación del Obispo y Capítulo de Barcelona quisieron pasar a ser canónigos reglares de San Agustín, incorporándose con el monasterio de esta orden que aquí había, llamado de Santa Eulalia del campo. Verificose esto de la manera que expresa la escritura cuya copia incluyo (a: Ap. núm. VIII.), y me excusa decir más.

Esta reunión se hizo con grandes ventajas del monasterio de Santa Eulalia (de Mérida), el cual estaba situado extramuros de la ciudad, cerca de los molinos reales, camino de Vique, donde dicen que antiguamente hubo un templo dedicado a Venus. Esta canónica Agustiniana fundó en 1155 el Obispo de esta iglesia Guillermo de Torroja; y allí existía aún en 1210 cuando el Rey Don Pedro II de Aragón le concedió que pudiese regar ciertas tierras con el agua de aquellos molinos. Mas como aquel sitio, según consta de la citada escritura, fuese pantanoso y ocasionase muchas enfermedades mortales a los que allí vivían, trataron de trasladarse a la casa de sus nuevos hermanos los exfrailes del Saco al paso que los recibían en su obediencia; y de esta traslación trata la citada escritura de 1293.

Después de esta traslación consta, aunque no he podido averiguar la época fija, que pasó esta canónica de Santa Eulalia a la casa donde hoy viven las monjas Dominicas de Monte Sion, las cuales primero estuvieron en los arrabales de la ciudad por fundación del Cardenal Don Fr. Nicolás Rosell de mi orden, y consta que se trasladaron al sitio actual en el año 1423, dos después que la canónica de Santa Eulalia se reunió a la de Santa Ana, como diré: porque en este año 1423 Don Alfonso V, renunciado el patronato que tenía del priorato de San Vicente de Garraf, de canónica Agustiniana, fundado en 1163 por Don Alfonso II, lo unió a Santa Ana para dotar la precentoría, con pacto que dejasen para las monjas de Monte Sion el convento de Santa Eulalia del campo. Todavía se ven en este convento de monjas algunos rastros de aquella canónica, como también conservan copia auténtica del testamento de dicho Cardenal y algunas reliquias que él les dejó. Pues como digo, en 1421 a instancias del Rey Don Alfonso V y con la autoridad del Papa Martino V fue incorporada dicha casa de Santa Eulalia a la de Santa Ana, quedando ambas bajo la única dirección del Prior del Santo Sepulcro; y así continuaron hasta que Clemente VIII secularizó en 1592 todas las iglesias reglares canonicales de Cataluña, Cerdaña y Rosellón, en cuya época fue erigida en iglesia colegial.

El edificio de la iglesia y canónica de esta colegiata es en alguna parte del siglo XII, en cuyo tiempo se construyó, como puede colegirse del Necrologio de ella misma, donde el día 11 de enero se nota el óbito de un canónigo venido de Jerusalem, llamado Carfilio, con estas palabras: Obiit Carfilius, frater Sancti Sepulchri, qui edificavit ecclesiam Sanctae Annae. A pesar de ser muchas las notas que he recogido tocantes a sus Priores, me parece oportuno omitir el catálogo de ellos, porque temo equivocarme confundiendo los Prelados de las dos casas reunidas, y más que esta clave es muy pequeña y de poca falta para la historia, aunque pudiendo ser, no la defraudaría de ese auxilio.

Con el deseo de adquirir algunas de estas noticias pasé a casa del canónigo de esta colegial Don Ramón Iglesias, donde entre otras preciosidades que no esperaba, encontré una colección muy respetable de pinturas. Este instruido eclesiástico supo sacar el debido fruto de varios viajes que hizo fuera de España en su juventud, y parte expendiendo algunos caudales, parte sabiéndose aprovechar de algunas felices casualidades, ha recogido hasta cien cuadros originales de profesores célebres. Tal es un Buen Pastor, que algunos creen de Ribera y yo no extrañaría fuese de Murillo. Del primero es indudablemente un San Antonio Abad de estatura colosal, y del segundo una bellísima Anunciata: de Lucas Jordán una Rebeca y Eliecer: de Carlos Marata una Virgen con el niño durmiendo en brazos: de Guido Rheni un San Juan Bautista, que está por concluir: del Catalán Viladomat una Santa Ana, un San Francisco Javier y dos figuras excelentes de Jesús y María con otros muchos cuadros: de Simón Vovet una Diana y Endimión, tres cuadros de Sátiros, el carro del Sol y un Marte y Venus: de Joanes un Jesús coronado de espinas: una bellísima Concepción que parece de Mateo Cerezo: un San Francisco de Paula de Sebastián Conca: el convite del Fariseo de Rubens. Y basta porque no puedo contar todo lo que allí hay, ni tampoco te servirá mucho esta noticia, si no vienes a verlo, como hacen todos los curiosos e inteligentes que pasan por Barcelona, donde no es esta la única colección de preciosidades que llamen la atención. Pero quise decir algo de ella, aunque esto no toca a mi viaje, ya que pasé allí un rato tan alegre, sin el polvo y taciturnidad de los archivos.

Santa María del mar.

Santa María del mar.

La iglesia parroquial de Santa María del mar es en su parte material lo que dijo Ponz en su viaje, y sólo se equivocó en atrasar un siglo la fábrica, diciendo que comenzó en el año 1429 y se concluyó en 1483. 

En la puerta que mira al mediodía hay dos inscripciones colaterales, una en lengua latina y otra en la laica o materna, que expresan como el edificio comenzó día 25 de marzo de 1329, y de otras memorias del archivo consta que se concluyó muy en breve, como cosa de treinta años. Puso la primera piedra Bernardo Llull, Arcediano de Santa María del mar y el primero que obtuvo esta dignidad, creada en 1324 hasta el 1348 en que murió. Está enterrado en la capilla de Corpore Christi, que construyó a sus expensas. El edificio es uno de los atrevimientos más brillantes y bien ejecutados de la arquitectura gótica.

Ponz se admira, y con razón, de lo extravagante y chabacano que es el nuevo altar mayor, construido desde el 1772 al 1782. A mí me asombra todavía más que esta obra se emprendiese y perfeccionase sin contradicción en un tiempo en que en Barcelona se construía por tan buen gusto la casa nueva de contratación o de la Lonja. Así que yo no echaría la culpa al común de la ciudad, sino a la ignorancia de los que aprontaron los caudales y a la prepotencia del arquitecto bárbaro, cuyo nombre no merece ser conocido.

Con la ocasión de esta obra se colocó el coro tras del altar mayor, como antes estuviese en medio de la iglesia al estilo monacal. Y yo no sé por qué se adoptó esta práctica en iglesias seculares, donde había de concurrir el pueblo, para el cual apenas hay lugar y proporción en el crucero y naves colaterales, ocupando la del centro las inmensas cavidades de los coros para cuarenta o cincuenta residentes que acuden a ellos. Tampoco son conformes al buen gusto de arquitectura los coros elevados en el testero de los templos, que roban al espectador una buena parte de él y hacen sus entradas mezquinas y lúgubres. De ambos defectos carece este templo de Santa María del Mar, que con otro altar mayor bien ejecutado podría atraer a los menos devotos. Su titular es la Asunción de nuestra Señora, y sobre la puerta principal en la parte interior se conserva la imagen colosal que había en el altar viejo. Pero la fiesta principal de la parroquia se hace a nuestra Señora en el día de la Circuncisión, y así no faltan doctos oradores que han dicho que la titular es Santa Maria ad praesepe. En los libros antiguos se llamó la iglesia Santa Maria de mari por la proximidad a él, y de las arenas por estar sobre ellas todo el edificio.

Este es el templo o parte de él donde estuvo enterrado el cuerpo de Santa Eulalia. Algunos quieren señalar, como con el dedo, que el sitio fue la capillita que hay debajo del órgano con la invocación de Santa Eulalia de Mérida y San Ivo conf., la cual por su pequeñez parece parte de otro edificio y verosímilmente del antiguo, que quisieron conservar al tiempo de construir el actual. Todo es adivinar, y acaso el sitio de tan venerable depósito está hoy profanado por los vecinos contiguos a la iglesia.

En la sacristía hay alhajas muy ricas, pero no antiguas. Es graciosa una portadita que allí sirve de tránsito de una pieza a otra. La pila bautismal es una pieza prolongada de mármol sin otro dibujo en sus fachadas cuadradas laterales que unas espirales concéntricas y muy parecidas a un sepulcro que vi en el jardín del palacio arzobispal de Tarragona. Y así no extrañaré que fuese bautizada en esta misma pila Santa María de Cervelló, llamada vulgarmente del Socós. 

Hay en esta iglesia un gran número de residentes entre beneficiados y clérigos, que no lo son, los cuales en el día llegan a 129. Tiene su capilla propia de música, con lo cual y lo despejado del templo se celebran fiestas de mucha pompa y lujo. En los días ordinarios el canto de las horas es precipitado con demasía, como en la catedral y otras iglesias.

El archivo es moderno, y así conservan pocos códices. Entre ellos está el Misal impreso en 1498, de que ya dije en el pontificado de Don Pedro García. Hay en él una nota sobre haber mandado el Obispo Don Juan Dimas Loris en 1596 que se guardase este ejemplar en el archivo, y que nadie celebrase con él. Tienen también un libro en vitela, que llaman de les Llunes por las (lunas) que hay chapadas en las tapas, y es Registrum B. Mariae de mari, ordenado en 1341; contiene en cinco libros las obligaciones del Arcediano y de los beneficiados, sus respectivos derechos, percepciones de emolumentos, etc., excelente guía para el gobierno de la parroquia. Otro libro en papel de principios del siglo XVI, donde están copiadas todas las ordinaciones municipales sobre pesca y pescadería, hechas a fines del siglo XIV y principios del siguiente. Item libro de aniversarios y Consueta, muy bien conservada, de la cual me he valido para completar los artículos litúrgicos que quedaron imperfectos con el ejemplar casi inservible de la catedral. Esta de acá se copió o extractó de aquella para el uso propio de la parroquia, como consta de mil lugares: y fue esto en 1450, que es el año en que empieza la tabla pascual. La fiesta de la dedicación de su altar se manda celebrar en la dominica III de octubre, y dice: Fiat officium ut in dedicatione ecclesiae; tamen ubi fit mentio de dedicatione domus, fiat mentio de altari; et ubi dicitur: Fundata est domus, dicatur: Consecratum est altare, et ubi dicitur: Domus mea, dicatur: Altare meum, prout melius poterunt verba aptari. Al fin hay un tratado: quid agere debeant curati, primicerius, mannerius, scolares, sacrista. A los escolares manda que desde el lunes de la primera semana de cuaresma hasta el Viernes Santo teneant ornatum altare maius, et retrabulum, et imagines de cortinis et pannis albis et velum templi. Item que desde el primer domingo de octubre hasta la Pascua a las cuatro de la mañana tangatur squilla quae vocatur de prima ad avisandum parrochianos qui negotiare habent. Al sacristán se le mandan preparar ornamentos de color verde en las fiestas de San Juan Bautista, Santa Cruz de mayo y de todas las Santas Vírgenes: en las de las continentes, morados: en la de los SS. Confesores, Papas u Obispos, lividi: en los que no lo fueron, pallidi: en las dominicas de cuaresma, negro, y en las ferias de la misma, blanco. A este tenor hay otras curiosidades rituales que quedan apuntadas en su debido lugar.

Al bajar del archivo topé con una inscripción sepulcral moderna que hay detrás del coro, y dice así:

Plorantibus

Partum suum Charitibus, Cupidini fratrem,

Alumnum unice dilectum Musis, nepotem Mavorte, 

Risu et jocis amicum

Plaudentibus Angelis atque Archangelis:

Inter Hispanorum, Belgarum, Gallorum, Italorum 

Gemitus et suspiria:

Vectus innocentiae pennis.

Ad coelos die 18 maii 1739 emigrabat

Ill. D. D. Josephus Leopoldus de Glimes de Brabante

Anno aetatis suae decimo

Wallonianae regiae cohortis secundum Ducis locum tenens. 

(En el centro)

Quam bene mortalitatem exuit, qui induit immortalitatem. 

En la mano derecha dice que puso esta inscripción el Conde de Glimes, Capitán General de Cataluña, padre del niño.


San Pablo del Campo.

Uno de los monasterios más antiguos de Barcelona es el de PP. Benedictinos de San Pablo del Campo, llamado así por estar antes fuera de la ciudad, distante como un tiro de cañón de sus primitivos muros. Ahora se halla dentro de ellos, hacia el poniente, al extremo de la calle de su nombre. Dicen que esta casa es del siglo IX (a: Vid. Tristany Corona Benedictina.), y que fue restaurada a principios del XII por Guiberto y su mujer Rotlendis. De esto último puedo acotar dos documentos. Uno es la inscripción del siglo XIV que se halla sobre un sepulcro de piedra en los claustros, junto a la puerta del Capítulo antiguo, que dice así: VI. nonas madii anno Dni. MCCCVII obiit G. de Pulcro loco, qui anniversarium hic constituit, et est cum suis parentibus hic sepultus. Et fuerunt hic translatata corpora spectabilium Guibberti Guitardi, et uxoris eius Rotlendis, qui hoc cenobium fundaverant, et Romanae ecclesiae obtulerunt IIL kal. mai. anno MCXVII. Otra urna hay junto a esta de la misma familia de Belloc (Belloch, Bello loco o Pulcro loco), de la cual eran sin duda los citados Guiberto y su mujer. El nombre de estos, y lo que hicieron a favor de esta casa, consta de la escritura de su unión, o más bien sujeción, a la de San Cucufat del Vallés, y a su Abad Rolando, hecha en 1127 por los prohombres de Barcelona y su Obispo San Olegario, a cuya custodia la encomendaron los dichos Guiberto y Rotlendis. Ecclesia, dice, S. Pauli de Campo, quae a constructoribus suis Domino Guiberto et uxore sua Rollendi (Rotlendis) oblata est Deo et B. Petro, et Apostolicae Sedi. Va el documento que hablará por mí (a: Ap. núm. IX.). Son muy de notar en él las causas que obligaron a esta resolución, es a saber, la decadencia en la regularidad, y en la recta administración de las posesiones. Cosa que no cabe suponer en solos los diez años que pasaron desde la construcción de Guiberto a la incorporación sobredicha. Así que tengo por evidente que es más antigua esta casa; y que las palabras fundaverant y constructoribus, que se aplican a Guiberto y su mujer, se han de entender con alguna extensión por restauración. Pero debió ser casi total, puesto que ninguna parte del edificio parece anterior al siglo XII, si no es la arca de la iglesia y su portada principal, compuesta sólo de un arco de medio punto, con un grueso bordón concéntrico, sostenido todo por columnas amarradas, con capiteles al modo de los corintios. En lo alto de la puerta se ve en un óvalo una mano de relieve en ademán de bendecir. En el lintel de piedra, que es como el diámetro del semicírculo, y sirve para ajustar las puertas cuadradas, se halla un letrero que merece alguna consideración, donde suena un Renardus con su mujer Raimunda, cuyos nombres no se escribieran en parte tan principal, si no hubieran tenido gran parte en la fundación de esta casa.

Dentro de la iglesia, que es una cruz de brazos casi iguales, en la capilla de San Galderich se halla una inscripción de carácter enteramente gótico, que dice así: Pro alodiis, domibus, atque averis, quae huic cenobio ego Petrus Pincerna trado, quidam monachus augeatur in hoc cenobio, qui pro me et pro defunctis fidelibus in hoc altari Beati Nicolai missas cotidie celebret. Quod si aliter factum fuerit, Hospitalariis et Barchinonensibus civibus licitum erit quod traditum est huic, ad alium religiosum locum transferre, per sexaginta dies monachis istis prius id emendare amonitis. Este altar de San Nicolás pasó a ser de San Galderich Confesor, con la ocasión de haberse depositado en esta iglesia su cuerpo, traído desde San Martín de Canigó, antes del año 1665, con motivo de las guerras de Francia; y cuando se restituyó allá el sagrado depósito en el año sobredicho, quedaron acá dos huesos de las piernas, y parte del cráneo. Aunque el carácter de esta inscripción parece del siglo X, o por ahí; mas el señalar sesenta días de término a los monjes, como también lo hizo San Olaguer en la citada escritura, y el encargar la observancia de esta manda a los Hospitalarios, que no se establecieron por acá hasta el siglo XII, me hace sospechar que no tiene esta piedra tanta antigüedad como parece. El claustro es pequeño, y todo de la restauración de Guiberto. Consérvase bien la puerta y dos ventanas colaterales del Capítulo, de cuya área y cavidad se han aprovechado para hacer la escalera nueva por donde se sube al resto del edificio, que todo es nuevo. Al pie de una de esas ventanas que decía hay esta inscripción: Frater Berengarius de Solicrupo, Prior huius domus constituit hic anniversarium, et flocos monachorum; qui obiit, anno Domini MCCXCIII. XIII. kal. octob. R. pater eius stabilivit hic anniversarium. Obiit. VII. idus aprilis anno Dni. MCCLX. Otras  muchas inscripciones sepulcrales hay por allí de poca importancia para la historia y paleografía. El flocos de esta que he dicho, era como una cogulla, u otra parte insigne del vestido monacal: tú lo verás. Puesto ya aquí quise leer de nuevo el letrero del sepulcro del Conde Wifredo III, aunque ya publicado tantas veces por nuestros historiadores.

SVB AC TRIBVNA ( JA )

CIT CORPVS CONDAM ( WIFRE )

DI COMITI FILIUS WIFREDI SIMILI MODO CONDAM COMITIS BO

NE MEMORIE DIMITTAT EI DNS AMEN. QVI OBIIT VI KL MADII SVB

ERA DCCCCLII ANNI DNI DCCCCXIIII (914)

ANNI XIIII REG KARVLO REGE POST ODONEM. A+Ω 

Hállase esta piedra fuera de la iglesia, al lado de su puerta colateral, bastante maltratada, y expuesta a que acaben con su letrero los muchachos. Por lo mismo oí con gusto la resolución que se va a tomar de entrarla en la iglesia, de orden del muy ilustre señor Don Fray Jaime de Llanza y de Valls, Pavordre del Llobregat y Prior de este colegio. Porque colegio es ahora este monasterio, y de toda la congregación Tarraconense, donde se envían de varios monasterios los catedráticos y colegiales, cuya educación literaria está en un pie respetable, como he oído a gente imparcial.

San Justo

A la iglesia parroquial de San Justo atribuyen sus feligreses toda la gloria y antigüedad propia de la primitiva Sede de Barcelona. En su área, dicen, estuvo el cementerio de los mártires, y la cripta o iglesia subterránea de los primitivos fieles, sobre la cual se edificó en tiempos más pacíficos la única iglesia Barcinonense, Sede de los Obispos en ambas épocas. Prueban esto con la deposición de testigos en un proceso actuado en esta curia eclesiástica a 12 de abril de 1346; y con no sé qué cavidades subterráneas que hallaron en 1723 al tiempo de abrir una sepultura para el clero. Apoyan lo mismo con la autoridad de Tomich (Cong. de Catal., cap. 29) y de Carbonell (fol. 48). Añaden que enviando no sé qué Obispo de Barcelona a Roma a no sé qué embajadores para que trajesen de allá reliquias, les respondió no sé qué Papa: Volved a vuestra patria, tomad tierra del pavimento de San Justo, exprimidla y saldrá sangre de mártires. Y lo bueno es que así se hizo y se llenó una redoma; pero no parece. Esta y otras antiguallas se predican frecuentemente en el púlpito de esta iglesia en obsequió de sus parroquianos. ¡Ojalá se dijeran igualmente en obsequio de la verdad! En las cartas anteriores se dijo ya que en el siglo VI había ya aquí iglesia Sedes S. Crucis, título que jamás tuvo esta parroquia. Pues a principios del siglo IX suena el clero del mismo título que acompañó a Ludovico Pío en 801 cuando entró triunfante en Barcelona. Y el Obispo Frodoino en 878 no llevó el cuerpo de Santa Eulalia a la iglesia de los Mártires, sino a la de Santa Cruz, como se ve por el documento adjunto (a: Ap. núm. X). Y la continuación de este santo depósito prueba evidentemente que aquella iglesia es la misma que la catedral actual, con la diferencia de la fábrica. Y si ya era entonces intitulada Sanctae Crucis, ¿por qué no sería ella misma la Sedes S. Crucis donde se tuvo el concilio en 599? ¿Y por qué no lo sería en los siglos primitivos? Para deshacer esta identidad de iglesia es menester algo más que estas hablillas y glorias buscadas con el amor a partidos, que condena la caridad. Muy diferente principio que esta pretendida antigüedad tienen algunos privilegios que goza esta parroquia. Uno es el uso de los estandartes idénticos con los de la catedral, esto es, cruz blanca en campo colorado. Otra singularidad de esta iglesia es el privilegio concedido al altar de San Félix sobre los testamentos sacramentales. Llámanse así los que se hacen por deposición de uno o dos testigos que oyeron al difunto intestato en cualquier época de su vida una u otra palabra suelta sobre la disposición de sus bienes. Jurando luego estos testigos sobre el altar de San Félix en esta iglesia, extiende el escribano esta disposición, como si él la recibiera. Hállase autorizada esta costumbre entre las antiguas de Barcelona (a: Vid. Constituciones de Cataluña, vol. 2, tit. Consuetuts de Barcelona, c. 48. ). En el día se está construyendo de nuevo el altar mayor. El que se ha quitado era de principios del siglo XVI, bendecido por el Obispo auxiliar Don Juan de Cardona a 27 de diciembre de 1522. En el provisional vi un buen cuadro del Salvador, que será, a lo que entiendo, de Viladomat. Venéranse en el altar de San Paciano las reliquias que dicen ser de este Santo: la piedad suple en esto lo que acaso fallará a la verdad. Entrando en la iglesia, a mano izquierda, sobre la pila de agua bendita se halla una inscripción sobre piedra mármol con letras mayúsculas, y a renglón seguido, que dice así: Hic requiescit Witiza filius Teoderedi. Dimittat ei Deus. Amen. Era DCCCCXXXVIII. ab Incarnatione Domini anni DCCCXC. anno II. regnante Karulo Rege die XIII. klds. aprelis sic obiit. Precisamente hay equivocación en el año de Cristo 890, en el cual no era Rey ningún Carlos. Lo era Carlos el Simple en el año 900, y es puntualmente el segundo de su reinado post Odonem; y como con él cuadra bien la era expresada 938, diremos que en ese año 900 murió el Witiza; y que el cantero añadió por error en los años de Cristo la nota numeral X.

En testamento de Bonfill, levita, año 1007 (Arch. de la catedral de Vique), entre otras mandas hizo la siguiente: "et ipsas XI. uncias de auro, quod debebat illi Sendredo frater suus concessit ad domum Sancti Justi: ipsas uncias V. propter Deum et remedium animae suae, et restauratione ipsius ecclesiae, et dimissit eas in potestate praedicto Mercutio usque peracta sit quoopertura eius. Et de ipsas sex uncias ... Latae conditiones V. idus aprilis anno XI. regnante Roberto Rege.”

Don Pedro II, en un privilegio concedido al monasterio de San Feliu de Guixols en 1203, dice: Ludovicus, filius Caroli M. anno 18. sui regni abstulit Sarracenis Barcinonam, et edificavit ibi sedem ad honorem S. crucis J. C. ex eo, quia crux ignea aparuit Patri suo, cum cepit civitatem Gerunde. 

Residió el Obispo y Capítulo durante las dos fábricas de la catedral en San Justo. Lo dice Diago y lo niega Campillo. El sello del Vicario perpetuo es las barras rojas en campo dorado con la corona real. Es iglesia unida al arcedianato mayor.

Santa María del Pi.

La iglesia de Santa María, llamada del Pi, suena ya en el siglo XI en una escritura de venta de ciertas casas sitas en el arrabal de Barcelona, en el castillo nuevo, cerca de dicha iglesia: la fecha es del año XI del Rey Felipe, que es hacia el año 1070 (a: Existe en el Archivo real de Barcelona, armario de Monblanc, Saco Jesús núm. 886.): era entonces como sufragánea de la del lugar de Sans, de la cual, andando el tiempo, vino a ser matriz. El nuevo templo es obra del siglo XV, el cual se consagró, como se ve en la memoria que de ello queda, en una piedra colocada entrando por la puerta colateral, que llaman del Ave María, que dice así: Dicmenge á XVII. de juny del any M.CCCCLIII. fou consegrada la present sglesia per lo Reverend Frare Lorens, Bisbe de Terranova, stans obrers los hon. en Gabriel Dalos, ciutada, Anthoni Çes Ylles, notari, Joan Soler, specier, é Jacme Perdigo, sabater de Barcelona, é Sacrista Mossen Bernat Ribera, Prevere.

En la sacristía conservan un buen cuadro de Viladomat, que representa y será verdadero retrato del Venerable Oriol, beneficiado de esta iglesia y beatificado en estos días. El pintor tiene aquí su entierro, y vi con gusto la inscripción que para memoria de tan ilustre artista colocó a su costa mi amigo el señor Don Nicolás Rodríguez Laso, inquisidor, y juez subdelegado de imprentas en el reino de Valencia. Ejemplo que, imitado por otros, excusaría a la posteridad mil cuidados en la biografía.

CONVENTO DEL CARMEN CALZADO.

En la biblioteca del Carmen Calzado no hallé cosa de que hablar.

CONVENTO DE LA MERCED.

El convenio de la Merced es nuevo. Del antiguo queda memoria en una piedra que hay sobre un cerco de comunicación del convento a la iglesia, que dice así: Aquest es lo primer monestir del orde de la Verge Maria de la Merce a X. de agost fundat ayn MCCXVIII. 

En el archivo hay pocos manuscritos, y sólo de cosas relativas a la historia de la orden. Existen también allí varios tomos en fol.° y en 4.°, que contienen las apreciables apuntaciones del erudito P. M. Fr. Manuel Ribera, con copias de varios documentos: todo lo cual trabajó en los años que estuvo encargado de la dirección y arreglo del archivo general de Aragón. Buen caudal para las familias principales de esta corona, y nada más.

Convento de San Francisco

El convento de PP. Observantes de San Francisco está pegado a la muralla de mar, situado en el mismo paraje donde primitivamente estuvo el hospital de San Nicolás, en el cual se hospedó el P. San Francisco pasando por esta ciudad. Ocupa aquel mismo terreno un claustrito pequeño, que fue el de la primitiva fundación, y en él está la celda de dicho Santo Patriarca con este letrero sobre la puerta: Cella fratris Francisci de Assisio, anno 1214. Tiene unos ocho pasos de latitud y doce de longitud. Esta es poco más o menos la área de la respetable habitación, la cual destruyó una borrasca del mar hacia el año 1500, y al cabo de un siglo la reedificó como hoy existe Don Fr. Adrián Maymó, Prior de San Juan en Cataluña, el cual se enterró en una capillita colateral, donde costeó un buen cuadro que representa a San Francisco como está en su sepulcro. Es grande el concurso a este claustro en el día principal de su fiesta. De este recinto pobre pasaron pronto los religiosos al nuevo convento que hoy tienen. La iglesia grande estaba ya construida a fines del siglo XIII cuando la consagró San Luis, Obispo de Tolosa, asistido de Don fray Bernardo Peregrí, Obispo de Barcelona e hijo de esta casa. Testigo de esto es una piedra que se halla en el claustro al lado de una puerta que manda a la iglesia, la cual dice así: Anno Domini M.CCXCVII. idibus julii haec ecclesia Fratrum Minorum in honorem Beati Nicholai constructa, fuit consecrata per Dominum fratrem Ludovicum, ordinis Fratrum Minorum, Episcopum Tholosanum, illustris Regis Caroli filium, presente Domino fratre Bernardo eiusdem ordinis, Episcopo Barchinonensi, simul consecrante altare Beati Francisci in eadem ecclesia collocatum. En el día ocupa el nicho principal del altar mayor una estatua colosal de la Concepción, y San Nicolás queda elevado al segundo cuerpo. En ella se enterraron varios Príncipes de Aragón, cuyas cenizas se conservan en urnas levantadas en el presbiterio con sus inscripciones modernas, en que no se tuvo gran cuenta con la cronología. Tampoco tiene mayor exactitud la nota del año en que murió Fr. Ponce Carbonell, cuyo cuerpo dicen que está en el testero del altar mayor; pues allí se nota que murió en 1297, siendo cierto que en 1333 firmó en un codicilo que hizo en la villa de Alforja, diócesi de Tarragona, su Arzobispo Don Juan de Aragón. En el mismo testero vi entero el cuerpo de Doña Leonor, Reina de Chipre, finada a 26 de diciembre de 1417. Las dos urnas que hay en el capítulo no son de Reyes, como me dijeron, sino una de Pedro Marques, Canciller de Don Alfonso III de Aragón, que murió en 1295, y la otra de Inés, mujer de Francisco Marques, muerta en 1316. En la sacristía vi algunas reliquias buenas: la más notable es una moneda de plata poco mayor que una peseta, con algunos caracteres que no pude conocer por impedirlo el cristal y adornos. Dicen que es una de las treinta que sirvieron a la traición de Judas.

El claustro es obra del siglo XIV, y de su bendición queda en una piedra la memoria siguiente: Anno Domini MCCCXLIX, pridie idus octobris, Reverendus Pater Frater Palazinus, Episcopus Sanctae Justae, istud primum claustrum quod est sub tecto primo quatuor parictibus, et capitulum et etiam transitum qui est de dicto claustro ad cimiterium, consecravit. Innumerables son los entierros que hay en él, y algunos son de las nobles familias de este principado. En él se hallan colocados y bien custodiados los cuadros de la vida de San Francisco, que pintó el Catalán Viladomat. Entre los cuales es muy digno de la atención de los artistas el que representa la música que le hizo un ángel: compiten en la perfección así la gracia y desembarazo de la aptitud de esta figura, como la inimitable del Santo, sentado sobre un escaño de madera y enajenado, dejando caer la mano siniestra con toda la verdad de la naturaleza. Todavía tengo por superior el que representa el Santo ya difunto y tendido en el suelo. Ojalá se continúe en el método que han adoptado estos sabios religiosos de tenerlos siempre cubiertos y sólo descubrirlos en las fiestas solemnes. En la biblioteca, que es pública, hay pocos manuscritos pero útiles para la bibliografía. Tal es la traducción catalana del Speculum Crucis, (N. E. ¿Será mirall o espill?) que escribió en italiano Fr. Domingo Cavalca, de mi orden, en Pisa, hecha por Fr. Pedro Busquets, monje de San Feliu de Guixols, a instancias de Doña María, mujer del Rey Don Alfonso V, el cual también había traducido el libro de Ira é paciencia del mismo Cavalca. El primer opúsculo trajo de Italia Fr. Bernardo Vilalta, monje de Monserrat. El Busquets había estado allá más de quince años. Todo esto consta del título del libro manuscrito en el siglo XV. No me dispensaré de copiar el de un volumen fol. vit. del siglo anterior, dice así: Sequitur prima rubrica libri sequentis. Et est sciendum quod Dominus Bonaventura fecit primum opus de Vita Christi, et durat circa duas manus papiri. Secundo quidam Carturiensis addidit multa; et sic fecit secundum opus de Vita Christi, et durat circa octo manus papiri. Tertio venit Ubertinus, et addidit quatuor manus; et sic sunt duodecim manus. Quarto venit quidam Coelestinus, ordinis Coelestinorum monasterii Parisiensis, qui meliora et flores totius operis; et composuit quartum librum, sive quartum opus quod sequitur. Et est optimum pro personis devotis et maxime pro illis qui volunt facere sermones. Et istud durat circa duas manus papiri. Et est opus noviter factum, prout patet in sequentibus.

Más larga descripción necesita un volumen fol. que contiene: 1. Alanus de Planctu naturae. 2. Liber Birriae (es una imitación del Amphitruo de Plauto). 3. De arbore in qua se suspendebant mulieres (son ejemplos morales de la vanidad de las mujeres). 4. Seneca de formula vitae. 
5. Philosophia magistri Philippi Elephantis cum versibus Nasonis ac proberviis moralibus commendatione dignis. 6. Regimen contra epidimiam editum a Magistro Sanccio de Riva aurea. (Ridaura). = Init. = Implorato in auxilium Virginis Filio, qui solus omnes sanat languores, intendo ad nutum Domini mei Luppii miseratione divina Archiepiscopi Cesaraugustani, cui Deus annuat sine labe, pro suae personae, communique omnium salute regimen ab epidimiali morbo praeservativum ac curativum, prout mea subpetierit facultas ingenii, in scriptis redigere. Primo quid sit epidimia circumscribere. Secundo causas epidimiarum reddere. Tertio signa epidimiarum subjungere. Quarto remedia salubria applicare. = 7. Preservatio contra pestilentiam data per magistrum Juhannem de Tornamira, magistrum in medicina de Montepessulano, anno a Nativitate Domini MCCC. septuagesimo. = 8. Regimen contra epidimiam datum per magis. Joannem Jacobi magistrum in medicina Montispessulani, anno a Nativ. Dni. M.CCC. septuagesimo, 1370 secundum numerum alguarismi. Este volumen curioso compró Pedro Miguel Carbonell, archivero real, de Pedro Visars, por precio de 18 sueldos a 16 de febrero de 1473, y lo dio a la biblioteca del convento de Jesús, orden de San Francisco, extramuros de esta ciudad, die lunae post festum Paschae XXVII. martii anno salutis M.CCC. (falta una C) octogesimo sexto, Fernando II feliciter regnante (Fernando II de Aragón, el Católico, 1486). Todo esto notó de su mano el mismo Carbonell al fin del libro.

Otro vol. hay fol. men. vit. con adornos en el frontis e iniciales, del cual da razón el prólogo, de quien son las siguientes palabras:

Prolech primer sobre la incepcio de la exposicio de la postilla de Papa Ignocent tercer sobre los VII. psalms penitencials segons la translacio Romana. = Atestant lo savi tresaur encorporat o amagat dins la faç de la terra, fa poch, o no gens de profit, entro que es pervengunt (pervengut) a noticia daquells quil cerquen... per tal que subsidi los sia donat a encendre lo foch de lur devocio, e encara los altres no molt escalfats, qui lo present tractat legiran, sien provocats per devocio a fer oracio e a les altres bones obres, induhit per lo Reverent Senyor Frare Berenguer March, per la gracia de Deu Maestre de la casa de la cavalleria de Sancta Maria de Muntesa del orde de Calatrava... per ço yo Frare Johan Romeu, del orde dels frares Preycadors jatsia reput mi insuficient, etc. 

El Maestre de Montesa Berenguer March lo fue desde el 1382 hasta el 1408, y este es el tiempo en que se hizo esta versión, cuyo autor podría conjeturarse que fuese Valenciano, puesto que la orden de Montesa sólo residía en el reino de Valencia.

Nada más tengo que añadir de esta respetable casa, sino que la habitaron los Claustrales hasta los tiempos de San Pío V, en que fueron arrojados de su posesión un día del Corpus mientras hacían la procesión. 

Vinieron a vivir en él los PP. Observantes del convento de Jesús, extramuros de esta ciudad, fundado en 1428, en que puso la primera piedra el Rey Don Alfonso V.

San Agustín.

El convento de San Agustín fue uno de los que más experimentaron el rigor de la guerra de sucesión: con lo cual y con la necesidad de trasladarse de su antiguo sitio de la Esplanada en 1727, perdió gran parte de sus antigüedades apreciables. La nueva fábrica es grandiosa y pasarán muchos años para que se concluya. Es lástima que no se procurase en su iglesia el buen gusto con que se principiaron los claustros. La biblioteca es espaciosa y limpia, y digna de que resida en ella un bibliotecario que ordene manuscritos y misceláneas modernas. Allí vi una Biblia en vit. del siglo XIII, escrita con esmero y con grande igualdad de tinta y de pluma, y una Suma moral de San Raimundo del siglo XIV. Item los Comentarios manuscritos de los IV libros de las sentencias, dictados por el docto Valenciano Blas Navarro del siglo XVI. También se guarda allí la Apología pro SS. PP. et DD. Eclesiae adversus Barbeyrach et alios, obra de Don Fray Agustín Eura, Obispo de Orense, natural de Barcelona, de quien habla el padre Flórez en el catálogo de Obispos de aquella iglesia. Son cinco vol. 4.°, obra erudita pero escolástica, como cosa de los principios del siglo XVIII. Pudiera ser digna de la luz pública, si alguno de los doctos religiosos de aquel convento se tomara el trabajo de refundirla.

La celda del padre maestro exprovincial Fr. Juan Izquierdo honra por sí sola el convento, y lo honrará siempre si los religiosos saben resistirse a las instancias de los golosos literatos. Primeramente en su biblioteca descuellan buenos manuscritos. Tal es un códice que contiene los Usages de Barcelona, y varios concilios Gerundenses y Tarraconenses. Estos últimos he copiado todos, merced a la franqueza de su dueño. El códice es del siglo XV. Item un códice vit. fol. que comprende el tratado lemosín de la batalla de Scipio, obra de Fr. Antonio Canals de mi orden, el mismo de que ya diré en la biblioteca de los PP. Descalzos. Del mismo autor el tratado de Seneca é Providencia, dirigido al molt é noble Mossen Ramon Boil, Gobernador general del regne de Valencia. Consta de nueve capítulos. = Traducción lemosina de aquella carta atribuida a San Bernardo en la biblioteca de los Descalzos. = Una carta con este título: La letra deval scrita feu lo Marques de Villena e Compte de Ribagorza, qui apres fo intitulat Duch de Gandia, per Donna Johanna, filia sua, quant la maridá ab Don Johan, fill del Compte de Cardona per la qual li scribi castich é bons nodrimens, dient axi: Cara filla, etc.

Del cronista de Cataluña Diego Monfar y Sors posee la Historia de Don Jaime de Aragón, Conde de Urgel, manuscrita en 1631, y la de los Condes de Urgel. Item la Historia de los Condes de Ampurias y Perelada por Don Joseph Taberner y de Ardena, canónigo de Barcelona y Obispo de Gerona, muerto en 1726. Este escritor es el que envió al P. Martene copias de varios documentos Españoles, como dice en su prólogo a la Amplissima collectio. Vi también allí mismo vertidos en lemosín y del siglo XV los dos tratados de Albertano de Brescia De doctrina dicendi et tacendi, y el Liber consolationis et consilii. El primero se dice allí escrito en 1215, y el segundo por equivocación en M.CCC.XLVI. pues debe ser en 1240. De estos opúsculos se volverá a hablar en los de los PP. Carmelitas. Sobre esto están las Constituciones de la iglesia de Barcelona en un códice de fines de siglo XV, las que copié y envié ya. Item varios tomos de borrador y apuntaciones que hizo en Roma Don N. Bastero, autor de la Crusca Provenzale, extractando los códices de poetas Provenzales del Vaticano. Había pensado valerme de este trabajo para publicar un catálogo alfabético de los poetas Provenzales Españoles. 

No sé si me resolveré a ello todavía. Es obra larga y el tiempo corto. 

A más de esto posee dicho padre un buen monetario, y ordenado con tanta inteligencia como curiosidad. Es considerable la copia de medallas de familias Romanas y del tiempo medio en los condados de este país. 

A esto acompaña una biblioteca toda de numismática y algunas preciosidades de historia natural. Adornan la celda algunos buenos cuadros. En el oratorio tiene un retrato de San Luis Bertrán, que me pareció de lo mejor del Valenciano Espinosa, y un Calvario a la manera de Rubens, y un cuadrito extranjero de autor desconocido para mí, que representa la entrega de la túnica ensangrentada de Josef a su padre Jacob. Sobre esto acaba él mismo de colocar en el De profundis cinco cuadros del excelente Viladomat, y son: Nacimiento, Circuncisión y Adoración de los Magos, disputa en el templo y el pasaje del Centurión, todo comparable con lo mejor de nuestra nación. Por lo que he visto de este profesor, me parece otro Ribalta, así en lo piadoso de los asuntos, como en la propiedad de los caracteres. No he tenido el consuelo que esperaba, de hallar algunas memorias literarias del célebre Agustiniano fray Pedro Malón de Chayde, que estuvo de Prior y murió también en este convento. Todo pereció con motivo de la traslación.
A Dios. 
Barcelona, etc. 

dilluns, 12 de desembre del 2022

CARTA XCVII. De la colegiata de San Félix:

CARTA
XCVII.


De
la colegiata de San Félix: su sitio fue en lo antiguo cementerio de
los Cristianos. Cuándo se erigió su templo; por qué tiene el
título de San Félix y se le añadió después el de Santa María.
Su clero se separó del de la Catedral en el siglo X, y entonces
comenzó a tener
 Abades
propios: catálogo de estos Prelados: reliquias que quedan de la
unión primitiva: número de sus canónigos: si profesaron la
canónica Aquisgranense: escasez de su archivo y códices: noticia de
arquitectos y de lo más notable del templo y de los monasterios de
esta ciudad.


Mi
querido hermano: El segundo templo después del de la Catedral es el
llamado de San Félix, o San Feliu, situado fuera de los muros
antiguos de la ciudad, delante de la puerta por donde se tomaba en
tiempo de los Romanos el camino de las Galias. Circunstancias que,
junto con haber sido sepultados allí todos los Mártires de Gerona,
llegan a fundar una probabilidad histórica de que allí estaba el
cementerio público y común de los Cristianos, en cuyas cavidades
fue martirizado San Narciso año 307, y cuarto de la persecución de
Diocleciano y Maximiano. Porque cierto no es imaginable que tomando
tan a pechos como tomaron aquellos Emperadores, y particularmente el
segundo de ellos, la demolición de los templos de los Cristianos,
quedase en pie iglesia alguna en aquel sitio antecesora del actual.
Así que viene abajo la opinión que introdujeron los falsos
cronicones, y que aquí cundió algún tiempo, de que allí hubo
primitivamente un templo dedicado a Santa María, en el cual fue
muerto San Narciso, y fueron enterrados todos los Mártires
Gerundenses. Noticia que sólo pudo inventar y creer la ignorancia de
la costumbre de aquellos tiempos, en que a nadie se daba sepultura en
iglesias, sino en los cementerios subterráneos cavados fuera de las
ciudades. En este que digo fueron sepultados San Félix Africano y
San Narciso Obispo, hallados allí a fines del siglo X por el Obispo
Mirón, y permanentes en nuevos sepulcros. En él fue
 también
sepultado el otro San Félix Diácono, trasladado a París por Carlo
Magno hacia el año 786, y los Santos Mártires Germano, Paulino,
Justo y Sicio, trasladados por el mismo tiempo a la Catedral, dentro
de los muros (.) Finalmente, este fue el depósito de casi todos los
mártires de aquella persecución del siglo IV, que llegaron a ser
casi trescientos: cosa que basta para persuadir a cualquiera
medianamente noticioso de la disciplina de aquel tiempo, que en
aquella época no había en tal sitio iglesia alguna, sino sólo
cementerio. De lo mismo se colige que tampoco la hubo en los años
anteriores a la persecución; porque a ser así, estaría designado
en otra parte el cementerio común. La primera época de templo en
aquel punto fue la paz de Constantino, en que se comenzaron a
construir muchos, y particularmente los levantaron sobre las criptas
o cementerios célebres por el depósito de mártires famosos. Y así
es muy verosímil que habiéndose hecho tan conocido el Félix
Africano, y habiendo como había muchas iglesias en España y fuera
de ella dedicadas a su nombre en los siglos V y VI, fuese Gerona la
primera en dar ejemplo de ello, construyendo templo sobre el lugar de
su sepulcro, llamado de su advocación, con exclusión de la de San
Narciso y los demás, por la fama y celebridad en que les excedía, a
que no contribuyó poco Prudencio con sus himnos. De la iglesia con
el título de San Félix hay, entre otras, memoria en el siglo VII
cuando Recaredo ofreció la corona de oro al sepulcro de San Félix,
la cual, robada por el tirano Pablo, fue luego restituida por el Rey
Wamba. Hoy día no permanece esta alhaja, y Dorca conjetura
prudentemente que debió ser una de las muchas que el Rey Hissen de
Córdoba robó de las iglesias de Narbona y Gerona, y que invirtió
en la construcción de la Catedral de Córdoba. En la invasión de
los Árabes pasó la catedralidad a esta iglesia de San Félix, como
ya se dijo, en la cual por esta razón se puso el titular de Santa
María, como hoy permanece, con gran conformidad al altar mayor de la
Catedral, esto es, la imagen de nuestra Señora en medio, y a los
lados San Félix y San Narciso. Y aun de aquí pudo provenir el que
tal cual vez se haya llamado esta iglesia de Santa María. Restituida
la Catedral por las armas de Carlo Magno, quedan muchas memorias de
la existencia de la de San Félix como templo distinto de la
Catedral. Así se ven nombradas estas dos iglesias en la dotación de
una canónica hecha por Carlo Magno en tiempo del Obispo Teotario,
año IV de su reinado (882), que va copiado entre los documentos de
mi Episcopologio. También va otro del año VI del Rey Odón (893), y
es un juzgado a favor del Obispo Servus Dei sobre la posesión de la
villa de Bascara, en el cual repetidas veces se expresa la misma
distinción de templos. También les distingue el testamento del
Obispo Mirón del año 979, que se dirá en su lugar; y así otros
constantemente dando a la Catedral el título de Santa María.


De
los mismos dos documentos citados se colige también que ambos cleros
se contaron por uno solo en todo el siglo IX, como se ve en la
donación del Obispo Teotario, año 882, teniendo ambos una misma
mensa y viviendo una misma vida canónica, que como ya se dijo, fue
la Aquisgranense. Separáronse sin duda hacia la mitad del siglo X:
por lo menos el Conde Seniofredo de Barcelona en su testamento del
año 966 (Marca Hisp., ap. núm. CIV) los supone separados. Y en
varios testamentos del siglo XI son ya frecuentes las mandas a la
canónica de San Félix como distinta de la de Santa María. A esto
alude el hallarse ya memorias de Abad propio de la iglesia de San
Félix en 975, lo cual claramente indica diversidad de cuerpo, a
quien presidiese distinta cabeza. En el Martirologio de Adón ms.,
propio de esta Catedral, se lee el día 2 de diciembre: eodem die
obitum Wadamiri abbatis sancti Felicis, anno DCCCCLXXV, y es letra de
aquel tiempo, como también la de otro Abad de la misma iglesia
llamado Teudesindo, cuya muerte se fija a 7 de las calendas de mayo.
En el pontificado del Obispo Godmaro al año 943 ya viste que entre
las firmas de una escritura se halla la de Teudesindus Archilevita et
Abba, y que seguidamente suscribe Wadamirus Levita. Así que
Teudesindo lo fue primero que Wadamiro. Y no habiendo memoria de
abades anterior a esta, se ha de creer que las dos iglesias se
dividieron, formando cada una su canónica antes de la mitad del
siglo X. Sin embargo, la frecuencia con que hasta el siglo XII los
Abades de San Félix se firmaban juntamente Arcedianos de Santa
María, hace sospechar que había en ello alguna ley o costumbre.
Después del siglo XII ya no eran los Arcedianos los que poseían
aquella dignidad, pero siempre era un individuo de la Catedral, como
hoy persevera, y es la cuarta de sus dignidades.


Juntamente
con esto, a pesar de la sobredicha división, se conservaron entre
ambos cleros ciertas urbanidades como reliquias de la unión antigua.
El de San Félix era antes admitido al coro de la Catedral en las
fiestas de la Natividad, Resurrección, Pentecostés y Asunción de
Nuestra Señora; y el Cabildo de la Catedral bajaba a la iglesia de
San Félix en el segundo día de las tres primeras festividades, y en
el de San Félix, San Narciso y Viernes Santo, concluido el oficio y
la ablución de altares que se hacía ese día.


Y
de esto dicen las consuetas que ibant de bona consuetudine. Así se
observó hasta el año 1578 en que el Capítulo, exonerando al clero
de San Félix de la concurrencia a la Catedral, quedó con la
obligación de ir a aquella iglesia en las fiestas de San Félix, San
Narciso y Anunciación. Hoy, variada aquella ordinación, sólo baja
el día de San
 Narciso
por la mañana, concluido el oficio, a visitar el sepulcro del Santo,
y el día 24 de mayo a la fiesta de gracias que allí celebra el
ayuntamiento por la victoria alcanzada contra los Franceses en 1684.


La
canónica que en lo antiguo profesó y observó el clero de San Félix
fue la Aquisgranense. Vese esto palpablemente en el texto de esa
regla con su prólogo, escritos al fin de los Martirologios que allí
quedan. Y que esto fuese para la lectura en la Praetiosa además de
su localidad, lo dicen las consuetas que en muchos días prescriben
se lea la lección de decreto SS. Patrum: expresión que sólo cuadra
a aquella vita canonica. Esto, junto con la conexión primitiva de
los dos cleros, obliga a concluir que en ambos se observó dicha
regla.


El
número de los canónigos de San Félix se fijó, como está hoy, al
de diez con el Abad en el año 1376, cuyo decreto confirmó el Obispo
Bertrando de Monrodó, como hasta entonces la liberalidad de los
Papas no dejase lugar para número determinado. La noticia de los
Abades de esta iglesia bien ves que puede ser útil a la historia,
siendo como son muchos de ellos personas notables. Y pues con no poco
trabajo recogí sus memorias de acá y de acullá, donde hallé
documentos originales, voy a copiar su catálogo hasta fines del
siglo XV.


Principio.
Existencia. Muerte.


Teudesindo
943.


Wadamiro
975.


Arnulfo,
juntamente Obispo
de Vique 993. 1010.


Borrell,
Obispo de idem 1013 1017


Rolando


Coloco
aquí el nombre de este Abad, que ciertamente lo fue, aunque ignoro
su época. En la descripción del monasterio de San Pedro de
Galligans irá copiada su inscripción sepulcral, cuyo carácter es
del siglo XI; y donde, juntamente con decirnos que su padre se llamó
Bernardo, nos dice que fue Abad y Archilevita, cosas que sólo se
unieron en los Abades de San Félix. Ojalá nos dejara dicho el año
 de
su muerte.


Juan
Raymundo. 1100


Raymundo.
1106-1110


Berenguer. 1116


Guillermo. 1129


Berenguer.
1133-1145
Acaso el Berenguer Arnal, cuyo óbito nota el
Martirologio Adoniano


de
esta Catedral sin indicar el año. Su existencia en 1145 consta de la
escritura de fundación del monasterio de Rocarosa.


Guillermo. 1154-1157


Berenguer
de Vilademuls. 1171 1194


Fue
Arzobispo de Tarragona. Ignórase el principio de su abadía. Con
este título suscribe en una donación del Obispo de Gerona Guillermo
de Peratallada al monasterio de Ripoll del año 1167. Mas como
juntamente añade allí el dictado de Arzobispo electo, y no obtuvo
aquella dignidad hasta el 1174, infiérese que su suscripción es
posterior a aquel año. Y así le damos a la aventura tres años de
abadía desde el 1171.


Raymundo
de Rocaberti. 1197


Pedro
de Requesens 1216 1220 1128 (1228)


Sin
duda es este el que está enterrado a la entrada de esta iglesia por
la puerta lateral con este letrero:


Forma
venustatis, scola iuris, vas probitatis,


Primas
iusticie, fons dogmatis, arca sophie,


Iste
fuit Petrus, pius abbas, dignus et equs,


Sumptibusque
donis ascendit culmen honoris.


Mors
mala, mors seva, quam cunctis intulit Eva,


Foelicis
festo capit istum funere mesto.


Quesumus,
ó Christe, cum sanctis gaudeat iste:


Gloria
solamen sis illi celitus. Amen.


Obiit
autem kal. augusti anno Dni. M.° CC.° X.°... II.°


La
rotura que hay en las decenas dejan hueco suficiente para las notas
XVI, que juntas a las que existen hacen la cantidad de 1228.


Raimundo
de Bas. 1228 1245


Dalmacio
de Peratallada 1256 - 1269


Jazperto
de Botonac. 1272
Fue obispo de Valencia.


Pedro
de Peratallada. 1273


Raimundo
de Aviño. 1292


Su
entierro está en la puerta lateral de la iglesia de San Félix,
donde se lee que murió ese año, día 9 de noviembre.


Bernardo
de Palau. 1294


Pedro
de Pontons. 1296 1308


Guillermo
de Vilamarí. 1309 1312


Fue
Obispo de esta iglesia de Gerona.


Hugo
de Cruilles. 1313 1336.


Vidal
de Blanes. 1337 1342.


Fue
Abad hasta 25 de julio de 1342, en que fue promovido al arcedianato
mayor. Más adelante en 1356 le hicieron Obispo de Valencia.


Berenguer
de Cruilles. 1342


Fue
después Obispo de Gerona.


Bernardo
Esteve. 1359


Nicolás,
Cardenal de S. Sixto 1363


Diego
Rodrigo de Heredia. 1363 1386


Domingo
Jurado. 1399-1410 1417


Pedro
Armengol. 1417


Juan
Bertrán. 1424


Francisco
Vilella. 1425. 1461


Claudio
Zavastida (Çabastida). 1470-1471


Miguel
Moner. 1475 1493


Jorge
Sarriera (Çarriera). 1493.


A
pesar de la antigüedad de esta iglesia, la de su templo actual es
muy poca; pues no pasa del siglo XIV en que se resolvió su
restauración, juntamente con la de la Catedral, según indica el
decreto del año 1313, que publicó Dorca en la Disertación de los
Mártires p. 331. Parece que a esta nueva fábrica dio motivo, no
sólo la pequeñez del templo antiguo, sino también su demolición o
quebranto en gran parte por las armas de los Franceses, como expresan
algunas escrituras de ese tiempo; y sin duda aluden a las guerras del
1285 en tiempo del Rey Don Pedro III. Como quiera que esto sea, es
cierto que hacia el año 1318 se construía el cap de la iglesia, o
sea el cascarón de su presbiterio, de lo que hay varias apocas. El
resto del edificio a simple vista, manifiesta ser obra de ese tiempo.
Tratose igualmente de construir claustro nuevo, a cuyo efecto se
compraron algunas casas en 1344 delante de la puerta que mira al
norte. Dirigió esta obra del claustro el arquitecto A. Sancii, y
habiendo quedado cuasi concluida hacia los años 1360, sin embargo se
mandaron derribar en 1374 por el capitán de la ciudad, como un
estorbo de la defensa de la iglesia contra los atentados de las
familias y compañías que molestaban a Cataluña, y particularmente
a esta ciudad. Con la misma ocasión se construyeron ciertas torres,
o cosa tal que llamaban Verdesquas, y eran de madera: nombre de que
derivaban el verdesquar, que es fortificar. Todo esto es de los
libros de cuentas de la fábrica. También se destruyó entonces el
refectorio que habían hecho de nuevo: las reliquias del claustro
serán acaso las que se advirtieron en los cimientos de la actual
capilla de San Narciso, que era su sitio. En él había un
cementerio, que aún en el siglo XVII se llamaba de les clastres.
Otro había ante la puerta principal llamado de la escala, y otro en
la de mediodía, llamado el mayor. Vense en este último muchas
inscripciones sepulcrales desde el siglo XII, entre ellas algunas de
los Abades de esta iglesia. La torre de las campanas es vistosa, y de
las buenas obras de lujo en el gusto gótico. Compráronse algunas
casas para su sitio en junio de 1368, y el día 11 de agosto
siguiente se comenzó ya su fábrica, siendo su arquitecto Pedro
Çacoma, que juntamente construía la obra del puente nuevo. Vivía
aún este profesor en 1376. La torre se concluyó hacia el 1392. En
1581, día 9 de enero, dicen las Actas capitulares de la Catedral,
que un rayo desmochó la cúspide de la pirámide en que remata esta
hermosa obra. Celebrábase antiguamente la dedicación de esta
iglesia en la Dominica IV de septiembre: hoy día no hay tal
solemnidad.


La
mayor parte de estas noticias son de los pocos libros y papeles que
quedan en su archivo, que cierto es uno de los que más han
experimentado el furor de las guerras. La escritura más antigua que
en él se conserva es del año 1132; guárdanse allí sin embargo
algunos códices que merecen atención. Tal es un trozo de
antifonario manuscrito a principios del siglo XII con las notas de
música semejantes a las mozárabes, sin rastro de claves ni de
rayas. Vese en él expresado claramente lo que era el pneuma; porque
en los finales de responsorios y sus verbetas, pone separadamente el
canto que se repetía sobre la última vocal de la palabra, y aún se
observa lo mismo en el final de cada versículo de la verbeta o prosa
que ingerían después del Gloria Patri R) VI y IX. Del mismo siglo
XII es un Misal del rito Romano, que sólo contiene las oraciones;
pero es de escritura de este país, y propio de la iglesia de San
Félix, como se ve en la solemnidad de este Santo, y en las iniciales
y otras menudencias. Quedan igualmente dos consuetas propias de esta
Colegiata, que he disfrutado para mis ritos, como también de las
Constituciones Tarraconenses y Gerundenses que hay al fin de una de
ellas. En un códice psalterio manuscrito del siglo XIII vi la
colección de los Epigramas de San Próspero. Item, hay un
Martirologio manuscrito, año 1502, por Fr. Baltasar Costa, de la
orden de la Merced, a expensas de Pedro Pau, canónigo de esta
iglesia, con la circunstancia de hallarse al fin de él la canónica
Aquisgranense; que cierto, en tiempos tan bajos es mucho mayor prueba
de que aquí se observó esa regla y no otra. A este tenor hay
algunos otros libros útiles, amén de una porción de impresos,
algunos del siglo XV. Volviendo ahora a la iglesia, el altar mayor es
de cosa del siglo XV, su ara de una pieza entera, su titular como
dije es Santa María, con los laterales San Félix y San Narciso. El
cuerpo del primero se venera allí mismo, después de varias
traslaciones dentro de la iglesia de que habla el citado Dorca en su
obra de los Mártires Gerundenses. Está allí mismo separada la
cabeza del Santo mártir, cuyo reliquiario de plata costeó un
Bernardo Farnés, como se lee en el necrologio de dicha Colegiata. En
la pared lateral de la parte de la epístola se conserva la antigua
inscripción del Obispo Servus Dei, que ya envié en su artículo
correspondiente. No sé si será suyo el sepulcro que está colocado
bajo de ella. Así él como los otros cuatro que hay en el mismo
presbiterio, téngolos por obra del siglo XIV. Persuádenlo varios y
curiosos relieves y bien ejecutadas
 figuras
que son propias de ese tiempo, en que estaba en auge la estatuaria,
junto con el pésimo gusto de pintura y ninguna elegancia de
arquitectura. El altar donde antes estaba depositado el cuerpo de San
Narciso, es hoy intitulado de Santa Afra. Consérvase en él el
sepulcro antiguo del Santo, construido en el siglo XV. Consagró el
altar en 1647, día 27 de octubre Don Fr. Bernardo de Lotaringia,
Carmelita descalzo, Obispo de Babilonia, Vicario Apostólico *
Aspaliamense, administrator episcopatus Ctesiphon. y consejero del
Rey Cristianísimo. Esto consta en la inscripción grabada en tabla
de mármol, que sirve de frontal al mismo altar. Léese en ella, que
la iglesia de San Félix prima Sedes Episcoporum fuit. Credat
Judaeus, etc. El sobredicho cuerpo de San Narciso se trasladó en
1792 a la suntuosa capilla comenzada diez años antes, cuya
descripción hace Ponz en su Viaje. Es toda de jaspes hasta la
cornisa. Y si como se tuvo la mira en que fuesen todas de canteras
del país, se hubiesen buscado de mayor solidez y combinado de otra
manera, la hermosura de tan costoso edificio podía contar con muchos
siglos de permanencia, que no tendrá por la mala calidad de la
piedra. Es sin embargo loable, y común a pocos, la liberalidad y
constancia del Obispo Don Tomás de Lorenzana, que comenzó y
concluyó la obra, edificándola puntualmente en el mismo sitio que
fue el antiguo cementerio. Sobre esto y sobre la integridad del
cuerpo de San Narciso, y también sobre el famoso milagro de las
moscas en 1285, trata el citado Dorca. En el machón intermedio del
coro y presbiterio a la parte de la epístola, hay en la superficie
que mira al coro, la inscripción siguiente en mármol:


Oh
martir sanctae sanetur qui iacet ante


A
febre quartana vexatum tu prece sana


Vivens
mundatus, moriens sit in ethra locatus.


Parece
que el Santo invocado aquí es San Félix Mártir, cuyo cuerpo estuvo
depositado en lo alto del mismo machón en el lado que mira al altar
mayor por espacio de algunos siglos. En el atrio de la puerta
meridional hay algunas inscripciones sepulcrales del siglo XII y
siguientes. Van por muestra estas dos:


I.


Istius
ecclesiae speculum decus hic requiescit


Presbiter
insignis, populi lux, luce patescit


Plebanus
fuit hic stola fidei decoratus


In
Christi regno regnet sine fine beatus


...
ad Incarn. Dñi. CLXXVIIII. post. mill.


Está
cortado algún verso.




II.


Pluribus
hic annis requiescent ossa Johannis


De
Mercatallo mundo vixit bene vallo


Anniversario
bis sex solidos stabilivit


Idus
septembris quinto fuit hic sine membris


X
tribus apponas in C. bis milleque donas.


Junto
a esta iglesia había otra pequeña intitulada de San Justo, de quien
hay memorias en escrituras de los siglos X y XI en los testamentos
sacramentales, en que regularmente juraban los testigos sobre el
altar de dicho Santo. Hoy no queda memoria de su sitio.



SAN
PEDRO DE GALLIGANS.


Dentro
de los muros actuales de esta ciudad, por la parte de N., hay un
monasterio de Benedictinos, perteneciente a la congregación
Tarraconense, intitulado de San Pedro de Galligans (en el latín
antiguo de Galli cantu), nombre que tomó de un arroyo pequeño que
baña sus paredes y desagua en el Oñar. Antiguamente estaba fuera de
la ciudad, en el arrabal llamado de San Pedro, donde el Abad tuvo
jurisdicción por concesión que de ella hizo el Rey Don Alonso II de
Aragón en 1171 al Abad Umberto; y propiamente hablando no fue
concesión, sino confirmación de este privilegio. Fue esto a 17 de
mayo hallándose en Gerona el Rey, a quien dicho Abad dio trescientos
sueldos. Confirmó todo esto el Papa Honorio III en su diploma dado
VIII idus martii, pontific. anno primo, que es el de 1216. Así
continuó esta jurisdicción hasta el año de 1358, en que el
monasterio la permutó con el Rey Don Pedro IV por el señorío de
Palafurgell (Palafrugell). No hay duda en que será este monasterio
uno de los más antiguos del país, cuyo origen suba a los tiempos de
Carlo Magno; mas también es cierto que carece totalmente de pruebas
de tanta antigüedad. La primera memoria de esta casa es de los
tiempos del Conde de Barcelona Borrell, el cual en el año 992 cedió
a este monasterio el señorío del Burgo, o arrabal que antes decía.
Más cierta es para mí la memoria que queda del año siguiente, en
el cual hizo testamento dicho Conde, y en él varias mandas a esta
casa, que pueden verse en la Marca Hisp. (ap. núm. CXLI). Desde esta
época se hallan ya otras noticias del monasterio en varios
testamentos. Allí mismo (núm. CCCLIX), se publicó la escritura con
que el Conde R. Berenguer sujetó esta casa a la de Santa María de
la Grasa, diócesi de Carcasona, y a su Abad Berengario para que
reformase aquí la vida monástica. Esto fue en 1117. (V. el
Episcopol., art. Berenguer Dalmacio).


Nada
más se sabe de los siglos antiguos, porque los incendios y guerras
han acabado con todos los instrumentos de aquel tiempo, de los cuales
ni aun malas copias han quedado. Una u otra escritura hay de la mitad
del siglo IX, y pocas más del siguiente, todas relativas a
establecimientos y cosas judiciales de poca monta. Sin embargo,
pondré aquí un catálogo de sus Abades hasta el siglo XVI, cuyas
noticias, aunque disminuidas, he recogido de acá y de acullá.


                Existencia.
Muerte.


Guifredo. 1019


Asistió
a la restauración de la canónica de Gerona.


Oliva.
1063 1068


Se
halló en el concilio celebrado ibid.


Gaucefredo. 1103


Umberto.
1152 - 1171 1185


Pedro. 1197


Dalmacio.
1204


Pedro. 1207


Bernardo.
1221 - 1226


Pedro. 1239


Bernardo.
1255


Creo
que este es el apellidado Aguiló, muerto en 1273, cuya inscripción
sepulcral copiaré luego.


Principio. Exist. Muerte.


Umberto. 1282


Guillermo,
electo. 1284


Arnaldo,
electo. 1286 1293 1298


Bernardo. 1306


Gaufredo. 1312


Guillermo. 1317 1320


Pedro. 1323


Guillermo
de Socarrats,
confirmado en 1326. 1334 1346.


Pedro.
1350 1379.


Pedro
Dulcia, electo. 1379 1381 1417


Jaime
Ginesta, electo 1417


Bartolomé
1424


Bernardo
Cavalleria, electo en 1439 1447


Nicolás
Deslor. 1503 1533


Era
al mismo tiempo Abad de Santa María de Rosas.


Pablo
1569


Bernardo
Cassá. 1592


Bien
veo que esta noticia es muy incompleta, pero peor fuera que
perecieran estos apuntes.


Viniendo
ahora a la parte material del monasterio, su iglesia no es más
antigua que el siglo XII, como lo dirá cualquiera que examine su
construcción. Es de tres naves espaciosas; la del centro se eleva
proporcionalmente sobre columnas empotradas en los machones con sus
grandes capiteles al arranque de la bóveda. Cuando a principios del
siglo pasado blanquearon la iglesia, cortaron bárbaramente algunas
de estas columnas a poca distancia de los capiteles, con lo cual se
quitó toda la ilusión del arte. El altar mayor es de madera,
dividido en tres cuerpos con sus casilicios, de buen gusto, y
pinturas no malas en los intercolunios. Del tiempo de la restauración
de esta arte en España, hay un cuadrito al testero del coro y parte
de su colateral. La portada principal del templo consta de varios
arcos concéntricos, sostenidos sobre columnitas estriadas, que
parecen más antiguas que el resto del edificio. Los claustros a lo
más, son obra del siglo XIV. En ellos se conservaron tres memorias
sepulcrales anteriores, de las cuales solas dos están legibles. Allá
van para desempalagar.


I.


(cruz,
alpha, omega)
Quam cito mutatur quicquid potenter amatur


Exitus
ostendit quo mundi gloria tendit


Ossa
verenda patrum fecit reverentia fratrum


Abbas
Rodlandus venerabilis archilevita


Cum
patre Bernardo fruitur perpete vita.


Tengo
por cierto que este Rodlando que suena qui Abad, no lo era de este
monasterio, sino de San Félix en el siglo XI, y juntamente Arcediano
de la Catedral. El carácter y nexos de la inscripción saben a aquel
siglo; la piedra es mármol de mezcla. De piedra común es la otra,
escrita en los metros siguientes:


Abbas
(mirae) bonitatis


Hic
Bn. Aquilus,


Tumulatus
qui beatis,


dotatur
virtutibus,


suffragamen
paupertatis,


castus,
rectus, et pius:


dat
candelam feriatis


vesperis,
et noctibus:


lampas
matri pietatis


astat
per hunc noctibus,


et
altare sanctitatis


ditat
libaminibus


Jacobi,
cum quo in altis


requiescit
sedibus


XIII.
kal. Janu. anno Dni. M.CC.LXX.III.


Dentro
del cementerio hay una iglesita con la advocación de San Nicolás
Obispo, la cual hasta nuestros días ha servido de parroquia a este
vecindario como anejo (anexo) de la matriz, que es el monasterio,
para administrar los sacramentos a los enfermos. Hoy está del todo
profanada, y es almacén de varios enseres de la milicia. Su
construcción denota grande antigüedad. Mas esto por acá no es
nuevo.

SAN
MIGUEL DE FLUVIÁ.


Con
la pérdida de los papeles de este monasterio se ha perdido
igualmente gran parte de las noticias de otras dos casas que se le
incorporaron en 1592, y son la de San Miguel de Fluviá y la de San
Miguel de Cruilles. La primera era una abadía de Benedictinos, en el
condado de Empurias, junto al río Fluviá, cuya iglesia consagró en
1045 el Arzobispo de Narbona Wifredo, junto con Oliva, Obispo de
Vique. No se halló el Obispo de Gerona Pedro Roger, a cuya diócesi
pertenecía. Trae esta escritura la Marca Hisp. (ap. núm. CCXXVIII).
Desde la fundación de este monasterio quedó sujeto al de Cuxá; lo
cual aparece de las presentaciones de Abades, hechas por el de la
casa matriz. Las memorias que he recogido de estos Prelados son las
siguientes:


                Existencia.


Pedro
1119. 1133.


Berenguer 1164


Bernardo 1176


Ermengol
1218


Bernardo
1283


Juan,
electo en 1286 1319


Berenguer
de Forgues 1322 (Forges : forjas)


Raimundo
1351. 1379.


Ferrario
1391


Francisco
1399


Berenguer
de Castlario 1442. 1443.


Pedro
Lor 1517



SAN
MIGUEL DE CRUILLES.
El otro monasterio que decía es el de San
Miguel de Cruilles, también de Benedictinos, gobernado siempre por
un prior, cuyo origen ignoro. Sólo sé por dos escrituras originales
que quedan en el de San Pedro de Galligans, que a 12 de las calendas
de diciembre del año III del Rey Felipe (1062), el Obispo de Gerona
Berenguer Wifredo dedicó la iglesia de Santa Eulalia de la villa de
Cruilles, a ruegos de sus parroquianos, principalmente de Gaufredo,
clérigo de Gerona, que la gobernaba; y que más adelante, en 1144,
la sujetó el Obispo al monasterio de San Miguel y su prior, como a
cura párroco de aquella feligresía. Las rentas de ambos monasterios
se unieron a este de San Pedro, con bula de Clemente VIII del año
1592. Junto a este mismo monasterio hay una iglesita propia de un
hospital titulado de Nuestra Señora de la Esperanza, destinado al
servicio y asistencia de los eclesiásticos enfermos, y acaso de los
seglares también. Al lado de la puerta de la iglesia hay esta
inscripción:


Hic
duo sunt clausi domus huiusque ministri


Pauperibus
curam dantes pro nomine Christi.


Moribus
et vita concordes sacra tenentes


Jura
sacerdocii, pietatis munere pleni.


Nomina
si queris, Petrus est, alterque Johannes:


Illis
non liceat stigios transire per amnes.





SAN
MARTÍN ÇACOSTA Y SEMINARIO CONCILIAR.


Otra
iglesia se conserva en esta ciudad intitulada de San Martín Çacosta,
o de la Cuesta (ipsa costa), por el lugar de su situación. Hay de
ella varias memorias en escrituras del siglo XI, en que comienza a
sonar poseída y servida por los canónigos reglares de San Agustín,
sujetos a un Prepósito, cuya elección confirmaba el Obispo, a quien
estaba canónicamente sujeto. De estos Prepósitos no he hallado más
memorias, o no me ocurren ahora más que las siguientes:


                            Existencia.


Guillermo
en 1332.


Guillermo
Vidal, electo en 1348.


Murió
en dicho año de peste.


Berenguer
de Podio, electo
en dicho año 1348
Murió en 1374.


Guillermo
Salavedra
(Salaveteri), electo en 1374. 1379.


Así
permaneció hasta los años 1581, en que suprimida esta prepositura y
canónica Agustiniana con el curato y parroquialidad aneja, y se
entregó la casa a los padres de la Compañía de Jesús, que la
poseyeron hasta su extrañamiento. Entonces se trasladó a ella el
Seminario conciliar, que desde los últimos años del siglo XVI
estaba en el colegio llamado de Sobreportas, por el nombre de la
puerta de la ciudad sobre que estaba fundado; o de Carol, por el
fundador Ramón Carol, doctor en medicina, que lo había fundado en
el siglo XIV, según dicen. Yo sé que lo estaba ya en 1409, en que
el Obispo Don Raimundo Castellar proveyó en él la plaza de maestro
de gramática. Aquella piadosa institución era la única en esta
ciudad, donde recogidos algunos jóvenes estudiaban la gramática y
filosofía, hasta que se pusieron estudios mayores en la universidad,
erigida en 1561. Luego que se publicó el concilio Tridentino, y
volvió acá el Obispo Don Arias Gallego, que asistió a su
conclusión, hizo los esfuerzos posibles para erigir aquel colegio en
Seminario. Mas ni él ni los sucesores lo lograron hasta el Obispo
Don Francisco Arévalo de Zuazo, que antes de cumplirse un mes de su
entrada en esta ciudad, es a saber, día 5 de septiembre de 1598, en
presencia y de acuerdo con su Capítulo, hizo la erección formal de
dicho seminario, expresando que ninguno de sus antecesores, a quienes
nombra, lo habían verificado. Dos días después le dotó con las
rentas del priorato de Santa María de Besalú, luego que vacase por
muerte o por renuncia de su obtentor Don Miguel Tormo. La escritura
de todo esto existe en la curia episcopal (Lib. Not. de ese año,
litt. B. fol. 193 
v.).
La unión de este priorato no se verificó, oponiéndose de contado a
ello el Arcediano de Vique (Actas Capitulares de ese año). Como 
quiera
que esto sea, de que nada más sé, dicho Prelado, en prosecución de
tan útil proyecto, instaló y dio posesión a los primeros
seminaristas en dicho colegio de Sobreporta (Sobreportas más arriba)
a 7 de febrero de 1599. De ellos había cuatro de la familia de
Carol. Para este acto salieron los candidatos en procesión desde el
convento de los padres Franciscos, con música; y viniendo al colegio
el Obispo, acompañado de los jurados, les vistió toga, dice la
escritura, ex panno vulgo monachino nuncupato, el becca purpurea, ac
birreto clericali. La escritura de este acto se halla en el mismo
archivo de la curia episcopal (Lib. Not. de ese año, lit. C. fol.
51). Trasladado el Seminario a la casa de San Martín se aumentó
después con nuevo edificio para ejercitantes, a donde se recogen por
algunos años los que han de ser promovidos al orden clerical. Los
estudios de esta casa, servidos de un competente número de maestros,
están incorporados con todas las Universidades de España. Esto se
debe a las instancias y celo del Obispo Don Tomás de Lorenzana, cuya
biblioteca forma con separación una parte muy principal de la del
Seminario, que es pública. La inscripción Romana que el padre Roig
(pág. 328) refiere como existente debajo del altar mayor de dicha
iglesia, está copiada exactamente, y así no la repito.


SAN
DANIEL.


Del
monasterio de religiosas Benedictinas de San Daniel, extramuros de
esta ciudad, habló con mucho acierto y tino el padre Roig, que me
excusa decir más en cuanto a su fundación y origen. Con gran
satisfacción mía vi en el archivo de dicha casa los instrumentos
que aquel escritor copió, e ingirió en su obra para probar que,
siendo como era, la iglesia de San Daniel propia de la Catedral, pasó
al dominio de la Condesa Hermesindis hacia el año 1015 por precio de
cien onzas de oro, que el Obispo Pedro Roger aplicó a la fábrica de
dicha Catedral: que entonces puso dicha Princesa monjas en San
Daniel, que continuaban allí en tiempo del Conde Ramón Berenguer el
viejo: y por fin que la Condesa Mahalta, mujer de Ramón Berenguer
II, restauró la casa y la puso en estado floreciente, con que ha
podido durar hasta nuestros días, a pesar de las calamidades de las
guerras, en que le ha cabido gran parte. No fue menor la complacencia
que tuve en oír a una docta monja, que con sus largos años y
conocimientos paleográficos ha llegado a conocer toda la localidad
antigua de aquella casa, copiando por sí misma la mayor parte de las
inscripciones sepulcrales que hay en sus claustros. Este edificio es
como del siglo XIV, con algunos trozos posteriores. Entrando en él,
a mano derecha, hay una inscripción lemosina del siglo XIII, que no
deja de ser notable por las pocas que se hallan de ese tiempo, en que
todas se escribían en latín. Cosa que a cualquiera debe causar
admiración, que con estar entonces tan en su auge y tan limado el
lenguaje vulgar lemosín, y con quedarnos muchas obras escritas en
él, sin embargo para los sepulcros prefiriesen la lengua latina a la
patria (Limoges, Francia, lemosín). Cualquiera que sea la causa de
esto, la inscripción dice así:
(N. E pongo espacio después del
punto y notas entre paréntesis)


ANNO.
M.CC.L.I. PASA. LA DONA. NASIBILIA. (Na Sibila, Sibilia)


ESTRVSA.
DAQVEST. = SEGLE. EIAQVI. XX. (e iaquí, jaquí, dejó)


SOVS.
CEMONECA. DECOBLENTC. PERANIVE.SARI. (? Sous C Emone C A. De Coblent C per aniversari)


XV.
SOVS. PERMISSES. V. SOVS. PERPIETANSA. (per misses, per pietansa)


ALESDONS.
= ESLASVA. OSSA. ASI. EDASO.


ESTENGVT.
SEYOR. DE. PVGOLS.


Algunas
hay por allí leoninas, de las cuales la más curiosa me pareció la
siguiente:


Dormit
in hac cella Raimundus de Gerunella,


Qui
bonus armatus placidus fuit et bene gratus


Hostes
vitabat, et amicos exanimabat.


Milicie
more fuit omni plenus honore


Perpetuo
Christe tecum congaudeat iste


Annis
transactis terdenis mille ducentis


Annus
erat nonus quo transiit ipse Raimundus.


Quesivit
patres Augusti quinque kalendas.





La
iglesia es una cruz griega, y lo que en ella queda por remendar sabe
a la construcción del siglo XII. En el altar mayor, que es de buena
forma, está recondido (recóndito) un relicario curioso que contiene
un pedazo de carne seca, tamaño como una nuez, envuelto en un trozo
de lienzo humedecido con sangre. Dícese que dudando un sacerdote de
si en la hostia consagrada por él mismo estaba el verdadero Cuerpo
de Cristo, se convirtió la hostia en carne verdadera, y que esta es
la que allí se venera, llamada por esa razón la Santa Duda. Digo
que se venera con adoración de latria, y se pone 
de
manifiesto al pueblo todo el día lunes de Pascua de Resurrección,
en que se hace fiesta particular con sermón sobre aquel hecho. El
caso es que no hay documento que lo apoye, sino una tradición vaga,
que ni aun señala la época del portento. Porque un decreto de
indulgencias de varios Obispos reunidos en Roma, y la tolerancia de
los Obispos y los Prelados Benedictinos en sus respectivas visitas,
ya 
se
sabe cuan débil argumento es de la verdad de estas cosas. Más
estimable es la cordura de la iglesia Catedral de esta ciudad, que
guardan debidamente, mas no exponen a la veneración, las formas
incorruptas que posee, y de que ya creo haber hablado. Debajo del
altar mayor hay una capilla subterránea, o digamos una confesión,
donde se venera el cuerpo de San Daniel Mártir, hallado, según se
dice, en una cavidad o cueva inmediata, que se ve por una ventanilla,
por la cual se extrae tierra para la devoción de los enfermos.


Los
huesos del Santo se veneran en un sepulcro de piedra, adornado de
varios relieves alusivos a su martirio, y construido hacia el 1345,
habiéndose comenzado la capilla dos años antes por mandado del
devotísimo Obispo Don Arnaldo de Monrodó, cuyo pontificado, como
habrás advertido, es la época de otras fiestas nuevas y singulares
en esta iglesia. En un Devocionario u oficio de la Virgen, propio del
monasterio de dichas religiosas, impreso en León por Francisco Juste
a fines del siglo XV, se lee entre otras oraciones al fin la
siguiente de dicho Santo Mártir: O rosa martirii Daniel speculum
paradisi: qui thalamum Christi mundo patiendo subiisti: fac nos
perpetua coelorum scandere regna, et Christo canere tecum pariter
valeamus, aleluya. = Oratio. Omnipotens sempiterne Deus qui fecisti
beatum Confessorem nominis tui et Martirem Danielem participem
passionis tuae, concede quaesumus ut eius intercessione nobis
indulgentiam tribuas, et perduc nos ad regnum gloriae tuae. Per etc.

Allí mismo se señala la fiesta en el calendario VIII kal. maii:
su nombre está en las letanías. Entre las piedras que sostienen el
sepulcro de este Santo Mártir hay una Romana, cortada por la parte
superior como le vino bien al bárbaro cantero y directores, en
quienes no fue efecto de sabiduría y de amor a la antigüedad el
haber perdonado a las dos últimas lineas, que con letras muy enteras
dicen HIC SITUS EST. Su carácter, situación, y el bocelito que
adorna la superficie donde está el letrero, hacen ver la antigüedad
que digo, al paso que excitan la indignación del más moderado.





SANTO
DOMINGO.


El
convento de los padres Dominicos es fundación del Obispo de esta
ciudad Don fray Berenguer de Castellbisbal, religioso de la misma
orden. Estaba ya hecho en 1253, puesto que a 30 de diciembre de ese
año fue ya admitido por la orden como uno de sus conventos. Dícelo
una inscripción que está en su iglesia en la pilastra entre las
capillas de San Dalmacio Moner y Santo Tomás, donde se lee: tercio
kal. januarii anno Dni. MCCLIII fuit acceptus hic Gerundae conventus.
La iglesia actual se comenzó a construir tan pronto que ya hay breve
de indulgencias para su prosecución, dado por el Papa Inocencio IV
el año XII de su pontificado, que fue el siguiente y último de su
vida. El altar mayor lo consagró el Obispo de esta iglesia Don
Arnaldo de Monrodó día 31 de enero de 1338 (1339), poniendo en él
reliquias de ligno Dni. = De sepulcro Dni. = De osse digiti B.
Dominici. = De cuculla B. Benedicti Abb. = De scapulari B. Dominici.
= De osse B. Lucae et B. Dionysii Areopagitae. = De ossibus IV
coronatorum. = SS. Innocentium. = S. Laurent. M. = S. Alexandri. = De
tunica et capillis S. Francisci. = S. Martini Conf. = S. Macarii. =
SS. Simplicii et Ambrosii.
El retablo actual es de lo más
horrendo y monstruoso que ha podido producir el gusto churrigueresco:
en fin, obra de los principios del siglo pasado. Del antiguo quedan
algunos cuadros respetables, que son la prueba de la chabacanería de
aquel gusto, que prefirió tallas y estatuas tan indecentes a tablas
regulares. En la misma iglesia, y en capilla propia, se venera el
cuerpo del Beato Dalmacio Moner, hijo de este convento, que murió en
1341. En un ángulo de la huerta que escogió él para sus ejercicios
espirituales, se construyó después un oratorio, donde hallé suelta
una piedra, que antes debió estar colocada en la iglesia sobre su
sepulcro, y es sin duda coetánea a su


muerte.
Léense en ella las siguientes rimas:


Exemplar
humilitatis...


Normam
dedit sanctitatis predicator solidus


Monerii
nominatus frater Dalmacius


Nunc
cum Deo exaltatus nobis sit propicius.


Miraculis
decoratus et caritate fervidus


Abstinenciis
laudatus ac puritate lucidus


Kalendis
octobris natus in ecclesia hic tumulatus


Annis
trecentis et mille quadraginta uno ille


Obiit
tunc preteritis nunc premiatus meritis.





Así
la iglesia como los claustros y capítulo están llenos de
inscripciones sepulcrales que he leído sin provecho particular. La
biblioteca abunda poco en obras modernas; mas esta falta está bien
recompensada con los muchos libros antiguos y ediciones raras que no
se adquieren sino a peso de oro. Entre ellos hay algunos que fueron
propios del historiador y archivero real de Barcelona Pedro Miguel
Carbonell, el cual mostró su gusto en la elección de buenos libros
y en la curiosidad y limpieza de sus notas, mucho mejor que en las
producciones que nos dejó de su ingenio. No sé por qué camino
pararon acá estas alhajas. Diré de algunas.


I.
Existe, pues, en esta biblioteca una colección de los opúsculos de
re rustica de Catón, Varron, Columella y Palladio, impresa en
Reggio, año 1482, por Bartolomé Bruschi, alias Bottoni, como se
llama al fin de las obras de Palladio, o por Bartolomé Bottoni,
alias Bruschi, como se llama al fin de las de Varron. En ambos
lugares se intitula Regiensis. Al fin de toda la colección se leen
estos dísticos:


Priscorum
quicumque studet monumenta doceri


Terrarum
et cultus arma deosque simul;


Hos
legat antiquos, Varronem, tumque Catonis


Scripta,
Columellam, Palladiumque legat.


Rura
canunt, rurisque Deos: his vita magistris


Desuevit
querna pellere glande famem.


Impressit
Regii nuper volumina quorum


Optime
Bottonus nomine Bartholomeus.


II.
Los Comentarios de las Noches Atticas de Aulo Gellio, impressi, dice
al fin, Venetiis per Andream Jacobi Catharensem M.CCCC.LXXVII. Andrea
Vendrameno Duce Venetiarum inclyto. Carbonell nota que compró este
libro de las galeras Venecianas en 1478.


III.
Los XXXVII libros de la Historia natural de Plinio con este epígrafe
final: Parmae impressus opera et impensa Andreae Portiliae anno
Nativitatis Dni. M.CCCC.LXXX. idibus februarii, regnante
illustrissimo Principe Joanne Galeazeo Maria, Duce Mediolani.


IV.
Las Poesías de Catulo, Tibulo, Propercio y Papino Stacio: sin nota
de lugar ni de impresor al fin, sino con esta sola enunciativa
M.CCCC.LXXII. Carece no sólo de foliatura sino también de signatura
de cuadernos. Carbonell lo compró en 1502.


V.
Las Comedias de Plauto con este epígrafe final: Impressae fuere
opera et impendio Joannis de Colonia Agripinensis et Vindelini de


Spira.
Venetiis M.CCCC. LXXII. Nicolao Throno Principe iucundissimo
et Duce foelicissimo. Carbonell dice que las compró de un librero
Veneciano año 1486.


VI.
Historia ecclesiastica Eusebii Pamphili, traducción de Rufino,
impresa en Mantua por Juan Schall 1479.


VII.
Las Vidas de los XII Césares de C. Suetonio Tranquillo con los
comentarios de Beroaldo. Al fin se lee: Commentarios hosce a Philippo
Beroaldo diligenter compositos impressit Leonardus Pachel Theutonicus
adhibita pro viribus solertia et diligentia ne ab archetypo
aberraret. Impressum Mediolani anno salutis M.CCCC.LXXXXIIII. quarto
idus januarias illustrissimo Joanne Galeaz. Mediolani Duce sexto.
Carbonell lo compró el mismo año a 5 de julio.


VIII.
El Tito Livio impreso en Venecia por Felipe Pincio Mantuano, 1495.


IX.
Los libros de Genealogiis Deorum de Juan Bocacio (Boccaccio, autor
del Decamerón) con esta nota final: Venetiis impressum anno salutis
M.CCCC.LXXII. Nicolao Throno Duce felicissimo impe. En el mismo
volumen y del mismo autor se halla: Jo. Boccatii viri
clarissimi de montibus: silvis: fontibus: lacubus: stagnis seu
paludibus: et de diversis nominibus maris opus diligentissime
impressum finit. Venetiis idus jan. CCCC.LXXIII. (sin la nota de M.)
Era de Carbonell que lo compró en 1500.


X.
El Speculum historiale de Fr. Vicente Bellovacense, que esta edición
llama Borgoñón equivocadamente. Consta de tres vol. fol. a dos col.
sin foliaturas ni signaturas de cuadernos. El 1.° contiene los diez
libros primeros de esta obra: el 2.° los once siguientes: y el 3.°
los restantes hasta el treinta y uno, que es el último. En el primer
volumen se pone el gran prólogo, que lo es del Speculum maius, en
que se da razón del naturale, doctrinale y morale, adoptándose en
esta edición la fábula de que este último es obra del mismo autor.
Especie desmentida sólidamente en la Biblioteca de Quetif y Echard.


Al
fin del último volumen se leen estos versos:


Codicis
insignis quin periodus quoque finis


Fauste
nunc annotatur agente Deo.


In
partes hunc sectum tres augustaque lector


Impressa
litera dedit ecce tibi.


Hystorie
seriem cuiusvis complicat in se
Hystoricum speculum cui bene
nomen erit.


Illustris
sentencia tempore quolibet apto


Omnis
et inseritur florida queque viri.


Auctoris
nomen Vincentius, ordine fertur


Prediquecator,
Burgundia sed patria.


M.CCCC.LXXIIII.


No
dudo que esta es la preciosa edición de Maguncia (pone Moguncia :
Mainz) de Juan Fust (Faust ?), tan rara y poco conocida. Del mismo
autor están los opúsculos de Gratia, de Laudibus Virginis Mariae,
etc., impresos en Basilea por Juan Amerbach, 1481.


XI.
El Praeceptorium divinae legis de fray Juan Nider, impreso en París
per Martinum Michaelem et Udalricum, anno Domini M.CCCC.LXXIIII., die
XI mensis novembris. Otras ediciones raras de obras del mismo autor
hay allí, cuya noticia he tomado para la Biblioteca de escritores de
mi orden. A este tenor hay algunas otras ediciones cuyo mérito
conocen bien los literatos. 

En el archivo del mismo convento hay
algunos tratados militares que aunque modernos no será inútil
darlos a conocer. Obras de Don Tomás de Casanova y Liberto,
caballero de la orden de Cristo, teniente coronel, comisario
provincial de la real artillería de España y Director de las 
reales
fábricas de armas e instrumentos de gastadores del señorío de
Vizcaya y provincia de Guipúzcoa, natural de Cáller en Cerdeña.


1.
Corona y palma del arte militar, tratado universal de artillería.
IV. vol. fol. = 1.° trata de cañones, morteros, etc. = 2.° de
cureñas y cuanto en ello sirve la madera. = 3.° de todos los
carruajes de campaña. = 4.° de los demás utensilios y pertrechos
de campaña. Todo con oportunas y curiosas láminas.


2.
Preparaciones militares para la guerra ofensiva y defensiva, IV. vol.
fol. = 1.° Trata del estado de defensa en que se hallaba la plaza de
Orán en 1740. = 2.° Método de hacer los detalles para formar
cualquier proyecto: obligaciones de los Comandantes de varios ramos
con noticia de la dotación de las plazas de Rosas, Barcelona,
Tarragona, Cádiz, etc. = De lo que debe hacer el General de
artillería en las varias funciones de la guerra ofensiva. = 4.°
Modo de formar los inventarios en las tomas de plazas con noticia de
los que él y otros ejecutaron en las guerras de Italia y otras
partes.


3.
Proyectos para la dotación de la ciudadela de Barcelona para en caso
de sitio. 1 volumen, fol.


4.
La fragua de Vulcano. 2 vol. fol: Es propiamente una historia del
origen, progresos, Directores, etc., de las reales fábricas de
Vizcaya y Guipúzcoa, con advertencias para su gobierno, mejora, etc.


5.
Preceptos militares, 2 vol. fol. Tratan de los fueros y obligaciones
de los oficiales de artillería.


6.
Noticias de la vida del autor en la dilatada carrera de 57 años de
servicio. Esta obra falta aquí, mas se da noticia de ella en la
general de las demás que aquí se conservan. Todas estas obras con
una porción de instrumentos matemáticos legó el autor a este
convento con ocasión de su muerte, acaecida verosímilmente en
Barcelona, de donde se envió su testamento junto con los libros el
año 1754.


En
el mismo archivo se conservan las obras mss. originales del famoso
hijo de esta casa Fr. Nicolás Eymerich, Inquisidor de toda la corona
de Aragón, en la última mitad del siglo XIV, el cual murió en
1399, y tiene su entierro en esta iglesia. Dichas obras son
conocidas, aunque por la mayor parte no se imprimieron, por la cabal
razón que dio de ellas la Biblioteca de escritores de la orden de
Predicadores. De los Obispos hijos de esta casa se hablará en los
catálogos correspondientes, y de los escritores en las adiciones a
la citada Biblioteca.





SAN
FRANCISCO.


Algunos
años antes que el convento sobredicho se fundó el de los padres de
San Francisco, para lo cual dio una huerta en el sitio actual el
canónigo de esta iglesia Bernardo Esteve in manu et potestate
fratris Johannis, Ministri Yspanie, como dice la escritura que
he visto original en el archivo de dicho convento, fecha a 28 de
febrero de 1231 (1232). Esta es la primera memoria de esta casa, a la
cual sigue otra del 1234, en que se habla ya de convento sin expresar
Guardián. Este con su comunidad suena ya en 1249, y se llamaba Fr.
Raimundo de Castelló. En una de las escrituras del año 1256,
hablándose del río Oñar, le llaman no Undaris, como
solían, sino Ugyario. La iglesia es obra del siglo XIV. El
altar mayor y algunos otros son de forma regular y del tiempo de buen
gusto de arquitectura. En la sacristía vi dos cabezas de Santas
Mártires en sendos bustos de plata. En uno de los cuales se lee:
Senta Odilia, y en el otro Senta Narsaria. Serán de las once mil
compañeras de Santa Úrsula. En el capítulo que hoy sirve de
capilla de la tercera regla hay entrando a la derecha una inscripción
curiosa, y es la siguiente: En layn de M.CCC.XXVIII. lo seyer
A. Rafart en la tomba present soterrat aportá de la ciutat de Napols
los lopins primerament en aquest bisbat de la qual cosa ses
seguit gran profit á tota la comunitat. Requiescat in pace ejus
anima per secula cuncta. Amen. Fo dels lupins la sement V
migeres solament. Los lopins son los altramuces traídos e
introducidos acá por este Arnaldo Rafart en 1328. Vivía todavía,
si no era algún hijo suyo, en 1334, y estaba en Nápoles por razón
del comercio, según parece en algunas resoluciones del Consejo
general de ese año. No sé más de este público bienhechor.


En
la biblioteca de este convento hay algunos libros raros castellanos
del siglo XVI, y no faltan buenas ediciones del XV. = Tal es el
tratado de Fr. Bartolomé Anglico de Propietatibus rerum, impreso por
Pedro Ungaro (Húngaro) en 1482 sin expresar el lugar. = Joannis
Aurelii Augurelli Ariminensis Carminum liber primus explicit.
Impressum Verone anno Dni. M.CCCC.LXXXI. die quinto julii = Las
Etimologías de San Isidoro, en París, por Jorge Wolff, 1499. = El
Modus bene vivendi ad sororem, de San Bernardo, en Venecia, por
Bernardino de Benaliis, 1492, que fue del uso del Obispo Don Fr.
Miguel Pontich. = 
El
Mamotrecto, de 1489, en Nuremberga. = Las Epístolas familiares de
Cicerón, en Milán, por Leonardo Pachel y Olderico Scinzenceller,
1481. = Colección de las obras de San Gerónimo, con este epígrafe
final: Impressum Rome in domo nobilis viri Petri de Maximis iuxta
campum Flore presidente magistro Arnoldo Pannartz anno dominici
Natalis M.CCCC.LXXVI. die vero XXVIII. martii sedente Sixto IIII.
Pontifice maximo anno eius quinto. = La primera parte de la Suma de
Santo Tomás, y concluye así: Explicit prima pars Summe Sancti
Thomae de Aquino diligentissime castigata super emendatione magistri
Francisci de Neritono per theologos viros religiosos Petrum
Cantianum, et Joannem Franciscum Venetos. = Venetiis M.CCCC.LXXVII.
Esta es la primera edición de la primera parte que Echard no hizo
más que indicar.


PADRES
CAPUCHINOS.


En
el convento de P. Capuchinos he tenido el gusto, no esperado, de ver
una edición de las obras de Lactancio con sus poemas el Fénix y el
Paschale, o de Resurrectione, en fol., sin signaturas ni folios, y
con sólo la nota del año al fin, que es 1471: libro muy bien
conservado. También poseen la Crónica intitulada Fasciculus
temporum de 1481, y así otras ediciones de menos cuenta del mismo
siglo XV.


Más
es que tienen algunos ms. buenos, tal es el Liber Scintillarum, de
Beda, ms. del siglo XIII, y del siguiente una Biblia bien conservada.
Sobre todos me pareció curioso un opúsculo de Musica cantuali,
instrumentali et celesti: su epígrafe es: Tractatus Michaelis de
Castelanis monachi de musica ad dominum Davidem de Natho monachum
monasterii Mansiazillis ordinis sancti Benedicti Rutensis diocesis
provinciae Tholosane incipit. = Pr. Davidi de Nato monacho monasterii
Mansiazillis Rivensis diocesis provinciae Tholosane ord. S.


Benedicti
fratri suo carissimo et inter alios prememorando Michael de
Castelanis monachus totus tuus pro posse, quos prelibatum cenobium
educavit sub tegumine nigro iam dicti almi patris, etc.
Al fin
del primer tratado copia las opiniones y dichos de varios autores en
elogio de la música vocal, y entre ellos dice: Secuntur quedam pauca
de musicis et musicatoribus dicta per Samuelem Judeum Rabbi Sinagoge
oriundum de civitate Morochorum ad Ysaac


Rabbi
Synagoge in civitate Subiulmeta eiusdem regni. Es un retazo de
la carta de dicho Rabí, que ya publicamos. Esto sólo basta para
hacer ver que este tratado de música es posterior al siglo XIV, en
que tradujo al latín aquella carta el Dominicano Fr. Alfonso
Buenhombre. Mejor se ve su época por el remate de la misma primera
parte que dice: Apud sanctum Martialem in cacumine montium
Montissigni (Monseny, Montseny) finivit hec scriptura anno divini
Verbi nati 1496 currente, 29 die mensis decembris.


Uno
de sus capítulos es este: "Et quid dicendum de crochetis et
fuseis (fusas, fusa). Respondeo quod moderni tales denominationes
penitus enervaverunt ab hodierno usu. Et ne simus contrarii
nostrismet dictis, qui dicimus quod ultra minimam non est (no admite
nota menor que la mínima) nos loco crochetarum dicimus minimas
nigras. Et quelibet minima alba (blanca) valet duas nigras (vale dos
negras), et quelibet nigra valet duas nigras habentes caudam
crossatam (: cola cruzada, con cruz, rabillo)." Lo mismo dice
respecto de las fusas.


Al
fin del segundo tratado de Musica instrumentali incluye esta pequeña
obrita: "Sequitur ars pulsandi musicalia instrumenta edita a
magistro Ferdinando Castillo, comuniter dicto lo Rahorer,
Yspano, nunc vivo, et civi pulcherrime civitatis Barchinone
anno salutis eterne 1497. 25 die augusti." En el prólogo dice:
"Est quidam Yspanus in civitate Barchinone in Cathalonia,
vocatus magister Ferdinandus Castillo, qui comuniter dicitur lo
Rahorer (cuchillero) propter suam artem cothidianam... Sed iste
magister Fer. possuit istam suam artem in vulgari, quod non ubique
est idem, et quia latinum est comunius ydioma, ego pono in latino."
Cita luego a sus discípulos Vicente Symó, presbítero, Rector de
Gasserandis, dioc. Gerund., fratrem Febrer, y a un hijo del maestro,
llamado Joannot, que dice excedió a su padre. Dos o tres veces más
llama Hispano a dicho Castillo, añadiendo que es ciudadano de
Barcelona, por donde conjeturo que era natural de Castilla. 


Otro
tratadito añade, que copiaré entero, y es este:


"Sequitur
ars de pulsacione lambuti (pulsar, tocar el laúd), et aliorum
similium instrumentorum inventa a Fulan mauro
regni Granate
. Mirum est ut dona Sancti Spiritus ipsis
infidelibus infundantur. Ea propter hoc dico quoniam quidam Fulan
nomine, maurus de regno Granate apud Yspanias inter
Yspanos cytharistas (cítara, citaristas) laude dignus, per
pulsatus spiritu sciencie invenit artem dandam hiis qui diligunt
pulsare lambutum, cytharam, violam, (laúd, cítara, viola) et hiis
similia instrumenta. Et dicit dictus Fulan quod postquam bonus cytharista grupaverit suum instrumentum per bonam artem, attendendum
est ubi sunt semythonia in ipso instrumento. Est eciam attendendum
ubi sunt semythonia in cantilena ponenda in ipso instrumento. Et
ponat tali modo cantilenam in instrumento, quod semythonia cantilene
respondeant semythoniis instrumenti; alias autem in vanum laborat.
Dicit denique dictus Fulan, quod omnis punctus, qu¡ fit sine
positione alicuius digitorum in grupis, est Alif in eorum
littera, quod in nostra sonat A. Alphabetum ipsorum maurorum
ego ponam per ordinem; verum ipsi mauri incipiunt in manu
dextra, et tendunt versus sinistram. Nos vero latini cum grecis è
contra, quoniam incipimus in sinistra, et finimus in dextra. Sequitur
alphabetum ipsorum maurorum...
Primus grupus post Alif in ipso
instrumento est semythonium. Secundus grupus respondet ipsi Alif per
thonum. Tercius grupus in instrumento respondet ipsi Alif cum thono
et semythono. Quartus grupus debet correspondere ipsi Alif per duos
thonos. Quintus grupus respondet ipsi Alif per duos thonos cum
semythono, et sic faciunt dyathessaron. Sextus grupus distat ab Alif
per tres thonos, et sic faciunt trithonum. Septimus grupus respondet
ipsi Alif per tres thonos cum uno semythono, et faciunt dyapentam. Tu
vero David (loquitur Michael de Castellanis monachus ad Davidem
monachum) pone alia plura; ego enim tedio aquarum multarum (que me
scribere non permittunt) fessus sum.


Omnia
ista de pulsacione lambuti ego habui a fratre Jacobo Salvá, ordinis
Praedicatorum, filio den Bernoy (vel Banoy) de linariis (Linars,
Llinars), dioc. Barchin. qui caritate devictus revelavit michi ista.
Deus sit sibi merces.


Amen".


Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell (Index)

(Nota del editor : Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.)  Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. V...