Durante los últimos tres días, a través de las redes sociales se han visto numerosas fotos de ciudadanos con sangre, haciendo frente a las fuerzas policiales y mostrando la “brutalidad policial” denunciada principalmente por ciudadanos independentistas y políticos catalanes y de la izquierda española.
Como se ha ido demostrando, muchas de esas fotos han sido manipuladas para hacer aumentar la tensión y el odio hacia la Policía Nacional, Guardia Civil e intereses españoles.
Esto no se ve ni lo dan los medios de comunicación, agresión a un policía
Ramón Tremosa, Eurodiputado del PDeCAT, no dudó en usar una foto de Chile para hacer creer que se trataba del referéndum.
El periodista Ian Fraser usó un vídeo del 2013 de un Mosso d’Esquadra agredió a una joven en Tarragona en 2012 en las protestas estudiantiles.
El periodista Diego Batlle de La Nación también manipuló con imágenes que no correspondían al 1-O. Usó imágenes correspondientes al 2013.
La foto de la mujer con la cabeza ensangrentada ha dado la vuelta al mundo. Muchos consideran que la sangre era falsa y señalan que en la cabeza no tiene ninguna herida.
Me venie a buscá a la porta de la pensió, com li pareise que estaba prim y no me alimentaba prau be, un día me portae un pastel, al atre una teroncha. Me u fae minchá mentres anaem a doná la clase. Faem lo viache en lo tranvia de Torrero, pagán ella los billets, y, cuan arrivaem a la porta del profesó, mos donaem un beset y ella s’entornae sola a casa. Cuan acavaba de doná lo tema, yo, p’aforrám lo billet del tranvia, baisaba caminán hasta la pensió. Tenia que pasá per davall de la seua casa, sempre estae al balcó y cuan pasaba me tirae un pinsa de estendre la roba, en un paperet, ere un escrit pa mí. Cada día me posae una cosa, pero yo, perillán, sempre llechia lo mateis, me volie. Los domenches, si podía, encara faya trevalls de pintura per de matí; per de tarde, venie un momentet, me prenie la llisó com si fore lo profesó y mon anaem al cine. Después comprae un bocadillo de calamars al tubo, sí un sol, mol repartiem p’als dos, erem mol pobres y mol anaem minchán, cada ú la seua mitat, hasta arrivá al Pilá; visitaem a la marededeu y después mon anaem caminan hasta la plasa Santo Domingo. Pel camí, agarradets los dos, li anaba cantan (¡que vergoña!) “oh! Cuore”, de Rita Pavone y “ella vá” de Ádamo.
Estaem micha hora y tornaem depresa, pa que ella arrivare pronte a casa. Eren tems de fe plans, de tindre ilusions, ilusions que te donaen forses pa seguí a daván. Y aisí entre broches, viaches en tranvia, pegots de pintura, algún pastelet, estudis y mol amor, pasae lo tems. Va ñaure un momen que, pese a la sobrealimentasió que me donae ella, me va portá al dotó, perque estae preocupada de lo prim que estaba. Ell me va resetá que baisara lo trevall, pero en lo prop que tenía los exámens, yo no li podia fe cas. Entre unes coses y atres, desde que vach disá lo seminarí, hasta que van eisí los exámens, habien pasat tres añs, estaem a la primavera de 1970. Van eisí les oposisions; me vach matriculá; la llista d’els admitits; allí estaba yo; lo primé examen, lo fisic, aprobat; lo segundo, un cas y una redacsió, en lo cuentiste que soc yo, aprobat; sol faltae lo tersé: cantá los tres temes daván del tribunal y de tota la chen que vullguere está presente. Los del tribunal van fé lo sorteo d’els tres temes que tindría que cantá: lo primé tema fasil, lo segundo regulá, lo tersé mol mal, acavaben de cambial tot. Vach cantá los temes; lo primé de maravilla, me va sobrá tems; lo segundo chustet, chustet; lo tersé, ere lo mes difisil de tot lo llibre y damún lo acabaen de cambiá; per lo que n’ol portaba masa be; vach fé lo que vach podé; me vach defendre com gat, tripa adal; vach apurá lo tems; me vach pasá; qué mala sort, en lo que yo nesesitaba feu bé, en la chen que confiabe en mí; no podía haber fallat atre camí; pero mai se sabie hasta que no eisiren les llistes de aprobats y te sellaren la papeleta blava dels examens, no ñabie res segur; yo u sabía lo tersé tema lo había fet mal. Inosén, atre camí???? Lo pare d’ella, com tots lo pares, volie lo milló pa les seues filles, y per aisó cuan se va enterá que eisie en un pintó de brocha gorda, no li va pareise be, inclus li renegabe: “Ya voras tu estarás crian mocosos a casa y ell pintan parets per ahí, menudo futuro, en los estudis que te ham donat, podies haberte triat algo milló.” De res servien les esplicasions d’ella, que lo que fae lo seu novio ere un sacrifisi mol gran, trevallá de pintó, pero sol com un camí p’arrivá mes amún. Sa mare, dona maravillosa, com poques, apoyabe a la filla: “home, dónali una oportunidat, está estudián…” y tapae a la seua filla si algún camí arrivae sinc minuts tart o sempre que fae falta, Fae un añ que ella habie trovat trevall de secretaria, prop de la seua casa. Un día, per la tarde, al eisí de trevallá, se li va arrimá un home y enseñánli un papé blau en mols sellós li va dí: “Polisía, ¿me pot doná la documentasió?”. A ella li van asomá les llagrimetes als ulls y se va abrasá an aquell home, ere lo seu novio, lo Luiset, habíe aprobat, p’els pials; pero al fin y al cap, APROBAT.
Luis Arrufat y Rubén Martínez forman otra pareja forjada entre actor y policía. Rubén interpreta al inspector Miguel Barea, personaje inspirado en el papel del policía Luis Arrufat. Para él ha sido un honor rescatar a este grupo que en los años 80 investigaron en torno a los casos de homicidios más sonados de la época con técnicas novedosas. Así el propio inspector Arrufat recuerda cómo uno de los casos que se interpretarán en la ficción fue el que más le conmovió: se trata del de Lady Halcón. Por su parte, Rubén Martínez recuerda con emoción cómo le resultó de dura la grabación de el crimen de Caspe -que se tratará en el primer capítulo- puesto que la emoción del propio caso se unió a la muerte de su padre en la vida real.