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dimecres, 26 d’octubre del 2022

Carta LXXXVII. Noticia de varios monasterios antiguos no existentes en la diócesi de Urgel

CARTA LXXXVII. 

Noticia de varios monasterios antiguos no existentes en la diócesi de Urgel. 

Mi querido hermano: ya sabes que el plan y objeto de mi viaje es recoger los monumentos de la historia existentes todavía en nuestros archivos. Hasta que no me ponga en estado de analizar lo recogido, no esperes de mí discursos ni observaciones que reúnan en un punto de vista todo lo concerniente a un solo objeto de historia o de disciplina. Esta es obra de un ánimo quieto y no agitado con la curiosidad y deseo de adquirir diariamente cosas nuevas. Y cierto que primero es preparar los materiales para poder luego decir este quiero y este no quiero. Para hoy he reunido las noticias que he hallado en varios archivos acá y acullá, tocantes a los monasterios antiguos de esta diócesi, que ya no existen, muchos en número por ser ella antes tan dilatada y de grande antigüedad por lo poco que los moros la dominaron en su mayor parte. Creo hacer con esto un gran servicio a la historia, cuanto es grande la ignorancia en que el tiempo sepultó aquellas casas, todas ya destruidas y deshechas, de muchas de las cuales ni aun el nombre ni el sitio se sabe si no lo dijeran las escrituras que por fortuna se conservan. Bien conoces cuánto podrá servir esta noticia para la mejor inteligencia de otros documentos en que se mencionan estos monasterios no conocidos. Sea, pues, el primero el 

Monasterio de S. Saturnino de Tabernoles. 

Llámole de Tabernoles por no apartarme del uso común. Las escrituras que hablan de él no expresan ese dictado, y sólo le llaman S. Saturnini. En la iglesia de San Vicente de Besalú vi y copié la inscripción sepulcral de uno que trasladó a aquella villa el cuerpo de un San Vicente M. desde este monasterio, y allí falleció en 1413; en cuya lápida se intitula esta casa San Saturnino de CABERNOLES. Apellido que alguno tendrá por preferible al de Tabernoles, atendida su situación a media legua de esta ciudad de Urgel entre N. y O., junto al río que sale del valle de Andorra, llamado hoy Valira, y en el siglo IX y sigg. Valeria. Gran parte de las escrituras de este monasterio, suprimido por Clemente VIII en 1592, existen hoy día en el seminario episcopal de esta ciudad, dotado con las rentas de aquella casa. Todas las he registrado a mi satisfacción con anuencia de su rector, el doctor D. Josef Canut.

De ellas consta que era de la orden de San Benito, y que existía ya en los tiempos de Carlo Magno, sin que pueda averiguarse su origen. La primera memoria que hay de él es del año 806, en que el Obispo de Urgel Leideredo hizo al abad Calordo y a los monjes Ucanno, Juan, Sunila, Eldesendo, Exuperio, Gontefredo, Sidonio y Ermegildo la donación que ya analicé y envié copiada en el episcopologio (a: V. Tom. X. pág. 41.), y que sería molesto repetir aquí. El mismo abad existía en el año XX de Ludovico Pío (833 de Cristo), en que como notario autorizó la escritura de la dedicación de Santa Maria in castro Lilieto, hecha por el Obispo Sisebuto II como se dijo allí mismo. No es nuevo ver a un abad que sirve de notario; antes hasta el siglo XIII no lo fueron más que los monjes, presbíteros o diáconos, y entre ellos aún solía escogerse el de mayor autoridad y reputación por su oficio. Era también abad dos años adelante en el XXII de Ludovico (835), en que fundó otro monasterio intitulado de San Salvador, sito in villa Tineosi in pago Bergense sobre el río Llobregat, del cual se hablará después. He dicho que es uno mismo este abad Calordo; mas en la Historia de los Condes de Urgel se notó la escritura de donación que el conde Borrell hizo a esta casa y a su abad P. en el año 815; y cierto que sería necesario poner dos Calordos, entre los cuales tenga lugar este P. (Ponce o Pedro), si no fuese posible que escribiesen esa inicial en lugar de C. o K., con que comenzaban el de Calordo.

Como quiera que esto sea, desde esa época son ya continuas las memorias del monasterio, al cual en diferentes épocas se le unieron y sujetaron otros así de hombres como de mujeres, en quienes iba decayendo la observancia regular, y cuya noticia no tendríamos, si no fuera por esa incorporación. Por este medio y por el de ¡numerables donaciones que hicieron los Condes y otras personas, atraídos del buen olor de la santidad que florecía en esta casa, llegó a tal estado de opulencia que bastó para socorrer al Conde D. Peranzules y a su mujer Elo con el donativo de 150 sueldos de plata para que pudiesen concluir la conquista de Balaguer en 1105. De esto hay en el Cartoral un trozo de escritura que va copiada en las Memorias de los Condes de Urgel, y también de otro donativo hecho al Conde Ermengol IV en 1092 de una alhaja que llamaron TRIBVNAL Sancti Saturnini, in quo sunt XVIII libras argenti cocti et purissimi, et libram de Montepessulano (Montpellier) (a: Ap. núm. I).

Esta abadía vino a fines del siglo XV a darse como todas en encomienda; y así permaneció hasta la total disolución del monasterio, pasando parte de sus rentas al actual monasterio de Gerri y parte a la dotación de este seminario Tridentino, como ya dije. Del registro de muchos pergaminos de aquí y de otras partes me resultó la noticia de casi todos sus abades, que no dejaré de poner aquí. 

Años de su existencia. 

Calordo.                  806. 836. 

Ya dije mi opinión sobre el que suena en 815 con la inicial P. 

Sanla. 873. 

Baldrico.          914. 

Teuderico. 926.

Amelio.          962. 973.

Ponce.         1000. 1022.

Guillermo. 1031. 1054.

Raymundo. 1071. 1083.

Guillermo Oliva. 1084.

Con este apellido se cuenta entre los difuntos en la contestación que en 1102 dio este monasterio a la encíclica con que el de Ripoll anunció la muerte de su abad Bernardo (Archivo de Ripoll). También se menciona la muerte del antecesor Raimundo. 

Pedro Bernardo. 1089. 1111.

Rolando.          1112.

Benedicto. 1119. 1151.

Berenguer. 1154. 1169.

Guillermo. 1171. 1177.

Bertrando. 1179. 1190.

Pedro.          1194. 1203.

Raymundo de Flassá         1210 

Arnaldo Raimundo.      1223. 

Raymundo Jordán.         1239. 1244. 

Raymundo de Castells. 

Los nombres y apellidos de estos cuatro abades constan de la declaración de un testigo que los conoció; la cual está en el proceso sobre la pertenencia de la iglesia de Santa Cecilia a este monasterio, que lo disputó el Obispo Abril: pleito terminado por concordia en 1268. Este documento está en el archivo del monasterio de Bages. 

Bernardo.         1258. 1282.

Berenguer. 1286. 1299.

Raymundo. 1300. 1308. 

Guillermo. 1311. 1343.

Roger.          1347.

Jayme.         1350. 

Felipe.         1377. 1378.

Juan. 1403.

Raymundo. 1409.

Pedro.          1418.

Gabriel de Castro Arnaldi.   1430. 1441.

Jayme Ivars.              1453. 1480.

Juan de Cheverry. 1494. 1519.

Juan de Xivert.         1524.

Jaufredo de Lordat.

Era ya muerto en 1537, y estaba vacante la abadía.

Tomás Costa.         1564.


Monasterio de San Salvador.

De la misma orden de San Benito, situado in villa Tineosi, in pago Bergense (condado de Berga) super fluvium qui dicitur Lubrecatus (Llobregat). Construyolo hacia el año 830 Calordo, abad de San Saturnino de Tabernoles, que lo era ya en 806 como se dijo en lo de aquel monasterio. Para el nuevo logró su fundador un praeceptum de Ludovico Pío, esto es, decreto de protección y confirmación de todo el terreno que los monjes con sus sudores habían desmontado, y de cuantas oblaciones hiciesen los fieles a la nueva casa. Concedioles también, que muerto su abad y fundador Calordo, eligiesen de entre ellos su abad propio. La fecha de este decreto imperial dice así: III. idus marcii, anno Christo propicio XXII. imperii domni Ludovici piissimi Augusti, Indictione XIII... Teodonis villa palatio regio. Es el año 835 en que puntualmente era la indicción XIII. Hállase este documento en el Cartoral del monasterio de San Saturnino, que hoy existe en el seminario de Urgel. Y esta sola circunstancia basta para convencer que el monasterio de San Salvador se incorporó finalmente, y vino a ser priorato del de Tabernoles, aunque ignoramos la época en que esto sucedió.


MONASTERIO DE SAN PEDRO DE VELLANEGA. 

Era de la orden de San Benito, y estaba situado en el condado de Pallás en el lugar que las escrituras llaman Villanica y Visllanicha. La memoria más antigua que he encontrado de esta casa es de la mitad del siglo X, año XV del Rey Lotario, 969 de Cristo: y es la de una queja que su abad Saila produjo ante Ragimundus Comes et Marchio, et domnus Borrellus Comes, et domnus Suniarius, los cuales dicen de sí mismos: dum resideremus in regnum nostrum Palliarensem. De la coexistencia de estos tres Condes de Pallás hay otras memorias, una de ese mismo año, y otra del 993, de que se hablará en lo del monasterio de San Ginés. Y puedo asegurar que en todos los siglos X, XI y XII siempre suenan por lo menos dos Condes simultáneos de Pallás. Dígolo porque veas que sin razón el crítico Masdeu dio por apócrifos algunos documentos, no más que porque mencionan dos Condes a un tiempo. Estos tres que digo ahora eran hermanos, sobrinos del famoso Conde de v, como consta de su testamento hecho en 993. Basta de esto por ahora. La queja del abad Saila era contra Durán, que había hurtado unas vacas a su monasterio. El ladrón fue compelido a dar a la casa en indemnización la iglesia de San Fructuoso in castro muro. Esta escritura original existe en el seminario de Urgel. 

De otro abad llamado Pedro hay noticia, mas no del tiempo en que lo fue. En el mes de septiembre del año 1021 lo era Ponce, a quien el Conde Suniario con sus hijos Raimundo y Guillermo hizo cierta donación para sus iglesias de San Pedro, Santa María, San Juan y San Benito.

Suprimiose esta abadía hacia el año 1093, en que para restaurar la observancia que allí había decaído, fue entregada la casa a la de San Saturnino de Tabernoles y a la dirección de su abad Pedro y sucesores, que la tuviesen como un priorato suyo y casa filial. Así consta de una donación hecha a este abad por Pepino, año 1093, era 1131 (ibid). Después de esta época ya no hay más memorias de abades de Vellanega. 


MONASTERIO DE SAN CLEMENTE DE CODINET. 

Esta casa era distinta, y mucho más célebre y antigua que la que había en la diócesi de Elna con el mismo título, cuya confirmación hecha por Carlos el Calvo publicó la Marca Hispánica (ap. n. XXIII). La nuestra estaba situada en la villa de Cotineto, poco más de una legua hacia el mediodía de esta ciudad de Urgel, a la orilla del río Segre. Más especificada se verá su localidad en el documento de que hablaré luego. Era ya de benedictinos en los tiempos de Carlo Magno, como consta de la donación de una viña que Bonesindo, clérigo, hizo a este monasterio y a su abad Wintilano, VII. kal. decembris, anno III. regnante Karulo Magno, Imperatore. He visto la escritura original en el archivo de esta iglesia de Urgel. Y si a alguno pareciere que el dictado Magno que allí se escribe de esta manera, debe referirse, no a Carlo Magno, sino a Carlo Manno, hijo de Ludovico Balbo, ruégole que considere que este último Carlos jamás fue Emperador, y que nunca se le dio tal dictado en las escrituras. Para mí, pues, es indispensable la existencia de esta casa en el año 803, que es la época más baja a que puede reducirse aquella fecha. 

Mas no hay necesidad de estas conjeturas, quedándonos otra memoria original del año 829, en que los dos presbíteros Ilperico y Wiliera, dieron a esta casa y a su abad Sentefredo, ipsa insula qui est in Cotolneto, con ocasión de profesar en ella el monacato con la estabilidad, obediencia y pureza de vida según la regla monástica. Y aunque no expresan cual era esta, por lo que más adelante se dirá, verás que era la de San Benito. Va copia (a: Ap. núm. II.) de esta preciosa escritura que hallé en el archivo del Obispo de Urgel, cuya fecha es: VII. kal. martias anno XVI. imperante domno nostro Ludouvico Augusto; la cual nadie pondrá en disputa que es el 23 de febrero de 829. Y pues entonces ya estaba en pie el monasterio (fratribus, qui in eodem domicilio in Cotineto... una nobiscum conglomerati sunt), también lo debió estar veinte y seis años antes en tiempo de Carlo Magno, cuyo dictado sin duda es de aquel Emperador, a quien otras veces se lo dieron aún viviendo. No son estas solas las memorias de los siglos IX y X.

En el año 839 hizo testamento el Obispo de Urgel Sisebuto II, y en él hace mención de esta casa: Do, dice, et concedo ad domum Sancti Clementis monasterium, Sententiarum expositum beati Taionis. Acaso no conocerán los bibliógrafos otro ms. más antiguo de esta obra.

De varias escrituras que he visto, y que sería molesto y aun inútil referir, consta con certeza que a los dos abades sobredichos 

Wintilano y 803

Sentefredo 829 siguieron

Andrés         846 año VII. de Carlos el Calvo.

Ermenfredo 905 año VII. de Carlos el Simple.

Fregisclo         919 año XX. del mismo.

Eliseo 924 año IX. del mismo.

Sansón          944 año IX. de Luis el Ultramarino. 

Atilano         949 año XIV. del mismo. 

Osberno         995 año IX. de Hugo Capeto. 

Este es último de los abades de este monasterio, cuya relajación fue la causa de que se incorporase al de San Andrés de Tresponts.

Fue así que el Conde de Urgel Ermengol I (apellidado el Cordobés por haber muerto en una batalla con los moros junto a Córdoba en el año 1010) hizo un viaje a Roma hacia el año 1001 para consultar con el Papa Silvestre II sobre la reforma de algunos monasterios de su condado. Animáronle a ello el Santo Padre y el Obispo Urgellense Salla, que se hallaba también en aquella corte. Vuelto de allá con este propósito, comenzó a exhortar al abad de este monasterio de Codinet, a que reformando su vida relajada y belicosa, gobernase como debía a sus monjes. Excusábase él con la pobreza a que estaba reducida la casa, que de hecho tenía enajenadas sus posesiones, y perdidos sus libros y alhajas. Al cabo de dos años de amonestaciones y reprehensiones infructuosas, se resolvió el Conde a verificar su pensamiento, con el consejo de Ermengaudo, Arzobispo de Narbona, y de los Obispos Salla, de Urgel, Otón, de Gerona y Arnulfo, de Vique; y de los abades Seniofredo, de Ripoll, Lupino o Benedicto, Arulense, Wadamiro, de Bañolas, y Ponce, de San Saturnino de Tabernoles. Incorporó, pues, y dio como en alodio esta casa de San Clemente con todas sus pertenencias, a la de San Andrés de Centelles o de Tresponts, donde había más proporción para que floreciese la observancia de la regla de San Benito. Hízose de ello escritura V. kalendas maii anno trabeationis Domini nostri Jhesu Christi millesimo IIII, indictione secunda, era MXLIII. anno VIII. regnante Rodberto Rege. Datos que cuadran entre sí, sólo en la era pusieron un número de más, dándole 39 años sobre los de la Encarnación; cosa que da algún peso a la opinión de Mondéjar y de Mayans sobre este punto, mayormente en esta y otras escrituras que son anteriores al mes de septiembre; porque las que son desde él hasta fin de año no valen para prueba de esa opinión, siendo cierto que los notarios en el septiembre solían ya tomar la indicción y la era del año siguiente. Esto sea dicho de paso.

En la escritura que copié de su original en el archivo de Urgel (a: Ap. núm. III.) verás, que el viaje del Conde y del Obispo Salla a Roma fue hacia el año 1001, pues desde su regreso hasta la reunión de estos monasterios en 1004, dice que pasaron más de dos años: item, verás que el nombre más común con que el Papa Silvestre II era conocido por acá, era el de Gerberto, que tenía antes de ser Papa: indicio bastante claro de que estuvo por estos países para estudiar las ciencias bajo la dirección de Atton, Obispo de Vique. Por último hallarás la demarcación topográfica de este monasterio, muy clara para los que conocen este terreno. Todavía queda allí una iglesita arruinada con vestigios de edificios, donde me acuerdo haber almorzado muy a mi placer, por ser el paraje harto agradable y despejado. 


MONASTERIO DE SAN ANDRÉS DE TRESPONTS O DE CENTELLES. 

En la escritura de incorporación del monasterio de San Clemente de Codinet, que examiné en el artículo anterior, consta que este de San Andrés estaba situado in comitatu Urgellensi, infra congusto qui nominatur interpontones, in locum qui fatur Sintilias. Otras escrituras dicen: quod est situm inter arcta nimium loca, quae vocantur Pontonis: otras entrepontos de donde vino el nombre vulgar de Tresponts (no tres ponts, sino entre ponts) que los naturales dan al sitio donde estuvo esta casa, cuyas ruinas existen y son todavía llamadas lo monestir, a distancia de tres leguas de esta ciudad, Segre abajo, en el confluente de un arroyo que baja de Lavanza.

Esta es la casa a que, como vimos, fue incorporada la de Codinet. Llámala de San Acisclo el Obispo de Urgel Sisebuto II en su testamento del año 839. Do, dice, et concedo ad domum Sancti Aciscli Sentilias monasterium, librum Expositum beati Augustini contra haereses quinque. O el notario equivocó el titular del monasterio, que no es creíble, o además del de San Andrés tenía el de San Acisclo que es más verosímil; porque el apellidarlo Sentilias, prueba que a él y no a otro se hizo aquella manda. 

No tengo duda en afirmar que este monasterio existía ya en los tiempos de Carlo Magno, acordándome como me acuerdo con toda certeza, de haber visto memoria de él en escritura del año 785. Mas este apunte que estoy seguro que tomé, no me viene ahora a la mano, y así lo dejo estar con harta impaciencia mía. 

Era su abad Guisamundo en el año XXVII regnante Karulo Rege, que por el carácter de la escritura que he visto original en el archivo de esta iglesia, me consta que era Carlos el Calvo, y así del año 866 de Cristo. Va copia de ella (a: Ap. núm. IV.).

Es una donación hecha a este monasterio. Del mismo abad hay otra memoria anterior, esto es, del 850, la cual ya envié y examiné en el episcopologio de esta iglesia, art. BEATO. En el año XIV de Luis Ultramarino, 949 de Cristo, era abad Trasemundo. En el de 1017 lo era Sanila, el cual asistió a la elección del Obispo de Roda Borrell, hecha en esta catedral de Urgel por San Ermengol.

En 1078 el Conde de Urgel Ermengol IV unió a este monasterio el de San Lorenzo de Marunys, sito en el valle de Lord, como verás en la escritura adjunta (a: Ap. núm. V.): no se hizo esto porque nuestro monasterio estuviese entonces en gran reputación de observancia, sino porque habiendo los dos venido a gran pobreza, pensó aquel Príncipe reunir las rentas de ambos en uno, para que mejor pudiesen sustentarse los monjes. No bastando este medio para reparar aquel daño, luego en el año siguiente 1079, unió enteramente esta casa de San Andrés con la que poco antes le había dado de San Lorenzo, al monasterio de Santa María de Ripoll, y a su abad Bernardo. También va la escritura de esto (b: Ap. núm. VI.), en la cual acaban las memorias de esta abadía, reducida ya a priorato; el cual sé que obtenía Ennego en el año 1090, como se ve en la restauración de la canónica de Orgañá. 


MONASTERIO DE SAN LORENZO DEL VALLE DE LORD O DE MARUNYS. 

En el artículo antecedente se ha hecho mención de este monasterio, incorporado y sujeto al de San Andrés de Tresponts. Difícil es averiguar exactamente su situación. Lo más común en las escrituras es que estaba in valle o in pago Lordensi. La duda con que me han contestado algunos de estos naturales sobre la topografía de este valle me obliga a buscar sus límites en las escrituras. Entre ellas hay una muy solemne, y es la de las franquicias que a sus habitadores concedió el Conde de Urgel Ermengol IV en el año 1067. Ten paciencia en leer, pues también yo la tengo en escribir. Dice: “Affrontationes autem sunt supradictae vallis Lordensis: a parte orientis in rivo de Clusa, et descendit per Succinglos, et vadit usque ad gradum de Terrariis, et connectit se in collo de Montemaiore, et pervadit ad Silvam seminatam. A meridie namque affrontat in ecclesia Sancti Poncii, et ascendit usque ad Kanelas. Ad occiduum vero in Pugaltel et ascendit usque ad torrentem de Agrevoled, et pervadit usque ad serram de Cordas. A plaga septentrionali affrontat in portum de Tuxen, et ascendit usque ad collum de Prato de Albes, et circuminiit, ac descendit in Vivel de David.” En otra escritura del mismo año, de que luego se dirá, se señalan los mismos límites a este valle, según lo cual, por lo poco que entiendo, creo que estaba hacia Cardona; con lo cual viene bien el haber pertenecido antiguamente a la diócesi de Urgel y hoy a la de Solsona. 

Del nombre de este valle lo tomó el santuario de nuestra Señora, intitulada de Lord, con el cual era ya conocido en el año 992, como luego diré. El padre Camos (Jardín de María) dice que la imagen fue hallada por un toro: y que allí habitaron los padres Dominicos desde el año 1582 hasta 1634. Los lugares de sus contornos, y que acuden a dicha iglesia en sus necesidades públicas y privadas, son Naves,  Canalda, San Lorenzo, Sisquer, Lacorriu, Guixes, La Coma, La Pedra y La Selva; cuyos nombres acabarán de demarcar la situación del valle, y por consiguiente del monasterio de San Lorenzo que decimos.

Porque cierto es que allí estuvo, como a falta de otras pruebas lo demuestra la cesión que a favor de esta casa hicieron los testamentarios de un cierto Guifredo, que poseía aquel santuario, el cual entregaron a dichos monjes en escritura del año V del Rey Hugo, 992 de Cristo. Esta donación confirmaron el Conde de Urgel Ermengol IV y su mujer Azalaitis (Adalaizis y variantes) en el año 1068, ipsam rocam (ça roca) de Lurdo, dicen, cum ipsa Baselica Sancte Marie.

Son varios los monasterios antiguos intitulados de San Lorenzo en este país, y conocidos con diferentes dictados; y después de muchas observaciones no me atrevo a decir que este del valle de Lord sea el mismo que en otras escrituras suena llamado de Marunys, de Lanoves y de Nuvazano.

No he hallado noticia de ninguno de los Abades de esta casa más que del último de ellos Lobatón, que murió en el año 1019. Y digo que fue el último, porque luego en ese mismo año, día 18 de noviembre, tratando el Obispo San Ermengol de nombrar sucesor del difunto, eligió para ello a Ponce, Abad de San Saturnino de Tabernoles, sujetando a él y a todos sus sucesores en aquella abadía esta otra casa de San Lorenzo, que cierto fue reducirla a puro priorato. La escritura de esto se halla en el citado cartoral de San Saturnino, de donde va copiada (a: Ap. n. VII.). En ella verás que el santo Obispo, para tomar aquella disposición, acudió a la Condesa de Barcelona Ermesindis y a su hijo Berenguer Borrell (debió decir marido), los cuales gobernaban este condado de Urgel como tutores de Ermengol II, entonces muy niño. De esta tutoría y del derecho que según ella correspondió a aquellos Príncipes se habló en el episcopologio.

A pesar de esa sujeción hecha en 1019 al monasterio de San Saturnino, vemos que en 1078 lo sujetan al de San Andrés de Tresponts, y como dependencia suya pasó a serlo del de Ripoll, como ya se dijo. Por otra parte, en los siglos XIII y XIV, suena como priorato de San Saturnino: y me consta que en 1340 el prior de San Lorenzo A. Gaperela, preso por Guillermo, abad de San Saturnino, ofreció no quebrantar el arresto, con escritura que he visto en el seminario Tridentino de esta ciudad.

Esta circunstancia de hallarse aquí las escrituras pertenecientes al monasterio de San Lorenzo del valle Lordense, al mismo paso que en Ripoll se hallan las de otro San Lorenzo con el mismo dictado, prueba claramente que eran dos los monasterios de ese título en aquel mismo valle o en otro del mismo nombre: lo cual no sé discernir ni me hallo con documentos para ello. 

MONASTERIO DE SAN LORENZO DE CERDAÑOLA. 

Llámole así, porque fundado in villa Cerdaniola lo supone la escritura de dedicación de la iglesia de San Julián Mártir, construida allí, la cual hizo el Obispo de Urgel San Odón en el año 1105 a ruegos de Guillermo, Abad de dicho monasterio. De esto se dijo más en el episcopologio (a: Pag. 36.), y es lo único que sé de tal casa. 

MONASTERIO DE SANTA CECILIA DE ELINS. 

Estaba situado in valle Elins, Eunte, Elinsitana, Isitana (que con todos esos nombres la expresan las escrituras que he visto) en el confluente de dos arroyos llamados Cavo y Riutort, junto a la villa de Pallarols, aún hoy existente en el antiguo condado de Pallás, diócesi de Urgel. Era de la orden de San Benito, primero de religiosos y después de monjas. En la Marca Hispánica (ap. número XLII) se publicó el decreto de Carlomán del año 880, confirmando la fundación y dotación de esta casa hecha por Edifredo, su primer abad. De ella dice el Papa Juan XXII en su bula de confirmación del año I de su pontificado (1316): quam egregiae memoriae Carolus Magnus Imperator sui tuitione et muneburdo gloriose ditavit.

Gobernáronla sucesivamente varios abades hasta el año 1080, de los que pondré aquí los que he hallado en varias escrituras que he visto, particularmente en el archivo de la colegiata de Castellbó, a donde finalmente vinieron a parar los papeles y rentas de aquella casa, como se dirá. 

Edifredo.         880.

Wilfino o Gulfino y Melandro. 932. 955.

De estos dos abades simultáneos hay muchas memorias desde el de 932 anno IV. quod obiit Karolus Rex filio Leudevigo. En el de 949 ya viste en el episcopologio Urgellense (artículo Wisado II), como estos dos abades reedificaron y dotaron la iglesia de San Cristóbal del Castro Salinuas (a: V. Tom. 10. p. 103.). 

Omito decir más de esto y de la curiosa escritura que envié, porque no es justo gastar el tiempo en repeticiones inútiles. Sólo advierto que en ella se dice de estos prelados: Gulfinus et Melendrus non meriti vocati abbates simul cum fratribus de cenobio Sancta Cecilia. Otras memorias hay de los dos en el mismo año 949, y en los siguientes 951 y en el de 955, que era ya el 1.° del Rey Lotario, en el cual les hizo una donación el Conde Borrell, que lo era de Urgel y Barcelona. No son estos los únicos abades simultáneos que se hallan en los monasterios de por acá. Acá lo fueron también

Adaberto y Enego. 990.

Consta de una donación del año III del Rey Hugo Capeto. 

Enego y Juan. 1012.

Otra donación del año XVIII del Rey Roberto. Lo era sólo

Durando. 1024. 1040.

A quien San Ermengol disputó y ganó en juicio público la posesión de la iglesia de Curticita con los diezmos de Castello, de lo cual se dijo en el episcopologio. 

Oliva. 1060.

Arnaldo. 1067. 1069. 

Estos dos abades no suenan solos gobernando la casa, sino junto con el arcediano Bernardo, que es el que poco después fue Obispo de Urgel y reformó este monasterio, como se dirá en la escritura que de ello se hizo; en la cual de dicho Obispo se dice: dudum divina providentia extiterat pater, et procurator, ac propagator (de aquella casa), et a fundamentis omnium hedificiorum donec ad ardua tecta spontaneus constructor. Con esto se entenderá porque una escritura de venta fecha IV. idus junii, anno VIIII. regnante Philippo Rege 1069, dice: Bernardus archilevita, et Arnaldus Abba, cum cuncta congregatione Sanctae Ceciliae, vinditores, etc. 

Aquí acaban los abades de este monasterio, y el ser él casa de religiosos. Porque ya poco después con el deseo de que refloreciese en él la observancia de la vida monástica, los Condes de Urgel Ermengol IV y Lucía su mujer, de acuerdo con Amato, legado del Papa, echaron de él a los monjes y trajeron religiosas del monasterio de las Puellas de Barcelona, donde era abadesa Eliarda; la cual, como dice Diago (Hist. de los Cond. de Barcel. lib. 2. c. 72) dio su consentimiento en enviar las nuevas pobladoras día 23 de julio del año 1079. Vinieron en efecto con aquella prelada, y como planta nueva, y con ocasión de consagrarse su iglesia reedificada por el Obispo Bernardo de Urgel se hizo una solemne escritura, que he copiado del archivo de dicha colegiata por lo singular de su fecha e importancia de sus noticias (a: Ap. núm. VIII.). En ella, después de elogiar al Conde, Condesa y Obispo por la parte que tuvieron en la nueva fundación, se dice de la fundadora: Aderat domna Elliardis Abbatissa, cuius de vinea transplantata noviter fuerat propago illa, et in cuius subiectione firmissime videbatur stare locus ille. La fecha tiene que examinar. Todos sus cómputos corresponden al año 1080, si no es la indicción, que no era la dos sino la tres. Lo demás todo cuadra: la era 1118, los lustros desde la Encarnación 216 a cinco años cada lustro (cosa a que algunos críticos no se acomodarán por creer que este cómputo corresponde a la Olimpiada), la epacta (o revolución) VII, el día martes de la última semana de diciembre (IIII. kal. januarii) 29 de ese mes; porque regía entonces la let. dominic. D. En suma, allá te lo verás, y no te pesará.

A pesar del silencio de esta escritura sobre haber antes vivido monjes en aquella casa, debe tenerse por una misma, y por sucesoras de ellos a estas religiosas; porque la identidad del lugar y sus confrontaciones, y algunas palabras de que usa este documento no sufren pensar otra cosa. Vivieron pues allí monjas benedictinas desde ese año 1080, y ya desde entonces hay escrituras de oblaciones de religiosas con la ceremonia de manu in palla altaris, tan propia de aquel instituto; y a la casa llaman cenobio puellarum. Estaban sujetas a la abadesa que ellas mismas se elegían, aunque al mismo tiempo tenían un prior, cuyo oficio acaso no pasaría del gobierno económico del monasterio, ni se extendería más que al clero que servía a las religiosas. En el año XXV del Rey Felipe (1085) era abadesa Ledgardis, si no es la misma que la fundadora Eliardis.

Pocos años se pasaron sin que la corrupción de costumbres estragase a esta comunidad, y la hiciese digna de que el Conde de Urgel Ermengol VI, de acuerdo con el Obispo Pedro Berenguer, incorporase y sujetase este monasterio al de San Saturnino de Tabernoles, rogando a su abad Benedicto, que restaurase allí la vida monástica, arrojando las devotas y sustituyéndolas monjes. Hízose de esto escritura en el año 1134, la cual va copiada del Cartoral de San Saturnino (a: Ap. núm. IX.).

El buen deseo del Conde quedó sin efecto, y no sé por qué manera. Lo que sé es que hasta principios del siglo XV hubo allí sin interrupción comunidad de religiosas, de cuyas abadesas he recogido las memorias siguientes: 

Beatriz. 1137.

Beatriz (otra o la misma). 1167. 1198.

Arsendis. 1215. 1216.

Elisendis. 1238. 1240.

Arnalda. 1246.

Inés. 1249.

Alamanda. 1253. 1271.

Sibila. 1273.

Sclaramonda. 1278. 1300.

Francisca. murió 1305.

Elisendis de Capdevila, electa en 1305.

Ledgardis. 1316.

Nalda. 1325.

Sclarmonda. 1329. 

Amata. 1340. murió 1346.

Anglesa de Aguilar, electa 1346. 

Sclarmonda de Carlar. 1360.

Francisca. 1370.

Elisendis de Capdevila. 1375.

A la elección de algunas de estas abadesas hallo que acudían citados los prohombres de la villa de Pallarols, lo cual sería por razón del señorío que allí tuviese el monasterio. Alguna vez se encuentra que presidió la elección el abad de San Saturnino de Tabernoles, al cual debió quedar sujeta en alguna manera aquella casa, según lo determinó el Conde de Urgel, ya que no pudo arrojar de ella a las monjas. Esta superintendencia de San Saturnino ocasionó varias disputas con los Obispos de Urgel, que al fin se resolvieron por concordia en tiempo del Obispo Abril hacia el año 1266. El sucesor Berenguer de Eril suprimió esta abadía de Santa Cecilia en 1383, reduciéndola a priorato; con lo cual, deshecho poco después el monasterio, fueron trasladadas las monjas con autoridad apostólica a la villa de Castellbó, donde me consta que vivían en el año 1408 y siguientes, hasta que quedó del todo extinguida su comunidad en 1436, cuando el Papa Eugenio IV incorporó dicho priorato a la nueva colegiata que él mismo erigió en aquella villa, dotándola con mucha parte de las rentas de aquella antigua casa. 


MONASTERIO DE SAN PEDRO DE ESCALES. 

Situado in pavo (pago) Lordense, junto a Isona, de la cual dista muy poco el lugar de Llordá. Para que fuese monasterio de la orden de San Benito había ya edificado y dotado su iglesia el presbítero Magnulfo o Mangolfo III. nonas decembris anno XV., regnante Carlo rege filio Leudovigo. En el mismo día y año, que es el de 913, la había dedicado y confirmado sus posesiones Nantigiso, Obispo de Urgel, ut regulariter, dice, secundum patris nostri Benedicti statuta Deo servi ibi vivere potuerint, ut sit monasterium, et locus monacorum. La escritura original existe en el archivo de Urgel. No se verificó esto por entonces, y quedó dicha iglesia de San Pedro servida de canónigos hasta el año 960, en que a instancias del presbítero Francemiro fue erigida en monasterio de Benedictinos por el Obispo de Urgel Wisado II, el cual convidó a Francemiro con la dignidad de primer abad de aquella casa; mas excusándose él humildemente rogó que fuese instituido y consagrado por abad el presbítero Bello, canónigo de la misma iglesia de Escales. Hízose así en presencia del Conde Borrell, de varios arcedianos de esta catedral y abades de los monasterios vecinos día 6 de noviembre del año VII de Lotario, que acaso deberá ser el 961. Va copia de esta curiosa escritura, que está en el mismo archivo, y te ha de gustar, aunque sólo sea por su sencillez (a: Ap. núm. X.). 

Del año XXVIII. del mismo Rey, 978 de Cristo, hay una donación del sobredicho Conde Borrell al mismo monasterio, en la cual hace todavía mención del presbítero Francemiro, a quien llama fidelis meus. No tengo ya más noticias de la existencia y duración de este monasterio. 


MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUALTER. 

Era de la orden de San Benito, fundado por el Conde de Urgel Ermengol IV, y desde su misma fundación sujeto como simple priorato al monasterio de Santa María de Ripoll. La primera memoria que hay de él es del año 1069, y es la escritura que publicó la Marca hispánica (ap. n. CCLXXV), en la cual dicho Conde ofrece fundar aquella casa, dotándola desde luego con muchas posesiones, que propiamente era darlas a Ripoll. Yo tengo otra escritura del año 1085, que sin duda es la de la verdadera fundación del monasterio que todavía estaba entonces por edificar. Existe de este documento una copia coetánea en la catedral de Solsona, de donde saqué la adjunta (a: Ap. núm. XI.). Dicen en ella con mucha gracia el mismo Conde y su mujer Adalaiz que no querían imitar a los que magno cum impetu ac rumore res suas incipiunt, et cito deficientes postponunt; sino que poco a poco se proponían aumentar y llevar adelante lo que emprendiesen, comenzando por entregar mil florines de oro (mille aureos) para que se empezase la fábrica del monasterio y varias posesiones y diezmos para alimento de los monjes, sujetándolo de nuevo al de Ripoll, al cual por donación del Conde Wifredo (el Velloso) pertenecía también la posesión del mismo sitio. Esto dicen que era in loco, qui vocatur Gualterii, iuxta fluvium Segre. Qui locus, ut aiunt, antico honore primum mater Ecclesia dictus ac vocitatus, multa iam vetustate consumptus est. Entre los diezmos y primicias que le concede cuentan los de omni laboratione, quam Comes fecerit de la serra dalmenara (d' Almenara) versus Ispaniam. Ya sabes que llamaban entonces Ispania a todo lo que poseían los moros limítrofes. 

(N. E. ¿y los anteriores a la invasión de los moros cómo llamaban a la España de entonces?)

Hallóse (ya veis que la tilde no siempre se ponía donde estáis acostumbrados, acostumbradas o acostumbrades) presente a la donación y subscribió la escritura el Cardenal Ricardo, legado apostólico. La fecha es singular para estos países, porque sin hacer mención de los años del Rey de Francia, que entonces era Felipe, sólo se nota el año de la Encarnación, el día del mes, (31 de mayo), el pontificado del Papa San Gregorio VII, la presidencia del citado Cardenal en el monasterio de S. Víctor de Marsella, y la del primero de los abades que de allá vino a Ripoll (Bernardo). 

Verificóse la fundación de este priorato y su reunión a aquella abadía, entre cuyas obedientias lo cuenta el Papa Urbano II en la bula confirmatoria de sus posesiones. Así permanecía en el siglo XII, como consta de otra escritura del año 1170 sobre cierta concordia que se hizo entre los abades de Alaon y de Ripoll acerca de la posesión de la iglesia de Vilet, o con otro nombre Siurana, en el término del castillo de Gavasa: la cual quedó adjudicada al abad de Alaon con la condición, entre otras, de que pagase el censo anual de un morabatín al nuncio, dice, de Ripoll, videlicet, Priori Sanctae Mariae de Gualter.

Por esta sola noticia sería poco apreciable este documento; pero eslo (lo es) sobremanera por la que nos conserva de un concilio celebrado en Tarragona en el mes de junio de ese año 1170, enteramente ignorado hasta aquí. Dice, pues, la escritura, que obedeciendo el abad de Alaon Ponce al precepto del Papa Alejandro III (ante quien se había puesto la querella por parte del de Ripoll), pasó a Tarragona a la celebración de un concilio (Tarrachonam ad quoddam concilium veniens), en busca del Obispo de Tortosa Ponce de Monells, nombrado juez en aquella causa por el Papa; y con el acuerdo de este prelado y del de Lérida Guillermo Pérez ajustó dicha concordia y prometió cumplirla. En la escritura que va copiada del original que existe en el archivo de Solsona (a: Ap. n. XII.), firman los dos Obispos sobredichos, y además Ponce, abad de Alaon, y Ponce, prior de Gualter. La reunión de todas estas personas que suscriben, no era fácil que pudiese verificarse sino con la ocasión de un concilio; y esta es una nueva prueba de su celebración. Así es que por un medio no esperado, hemos tenido noticia de un concilio provincial que ignorábamos.

No sé ya más de este priorato de Gualter, sino que sus rentas sirvieron para dotar la mensa canonical de Solsona cuando se erigió aquella iglesia en catedral a fines del siglo XVI. Y esta es la causa de hallarse en su archivo muchos de los títulos pertenecientes a aquella casa. 


MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE FRANQUEZAS. 

Era de monjas cistercienses en el siglo XII, según consta de la obediencia canónica que su abadesa Guilia prestó al Obispo de Urgel Arnaldo de Perexens, que lo fue desde el año 1167 hasta 1195. Existe la escritura copiada en el archivo de Urgel (lib. I. Dotal. folio 262), y dice así: Ego soror Guilia Abbatisa Sanctae Mariae de Franquezas promitto obedientiam tibi Arnaldo Episcopo, et ecclesiae Urgellensi, secundum regulam beati Benedicti, et institutionem fratrum cisterciensium, etc. 

En 1282 era abadesa Sibilia de Urg, según he visto en el archivo de la catedral de Lérida. Estas son las únicas memorias de esta casa, la cual ahora no tengo por de grande antigüedad; pero he querido hacer de ella mención por si con el tiempo se topa con algo de más importancia: porque bien pudiera ser que esas religiosas fuesen las sucesoras de monjes en esa misma casa como en otras sucede. 


MONASTERIO DE VILANOVA. 

En la Marca Hispánica (col. 362) hacia el año 876 se hace mención de un Conde de Pallás llamada (llamado) Fredolo, como restaurador del monasterio de Gerri; aunque el autor asegura que no eran muy exactos los monumentos de donde sacó esta noticia. En este estado hallé en el archivo de la catedral de Urgel un diploma original, en que el Conde de Pallás Fridelo tomó bajo su protección el monasterio que vocatur Villanova, qui est situs super fluvium Nocaria (Noguera), cuyo abad Trasbado le había pedido la confirmación de todos sus bienes habidos y por haber. Llamo original este diploma aunque está sin fecha de día ni de año; pero está sellado con el anillo del Conde, que es lo que él dijo: de annulo nostro subter iussimus sigillari. Con el tiempo ha saltado la cera o lacre sobre que se estampó; sólo se conserva su lugar y aún algunos vestigios de él. Encima de él firma Langobardo, que era el Canciller del Conde, así: (letras griegas que parecen langobardo + c). El contexto y estilo de esta escritura es enteramente imperial, digo a la manera de los preceptos o diplomas de los emperadores Carlo Magno, Ludovico Pío y Carlos Calvo: con lo cual no tengo duda de que pertenece al siglo IX. Más es que el Conde dice que concede eso al monasterio in elimosina SENIORIS NOSTRI: expresión que en la boca de quien se llama a sí mismo Comes et Marchio, sólo tiene lugar en ese siglo en que estos condados eran un beneficio amovible o cuando más vitalicio concedido por los Reyes de Francia. Así que yo pongo este documento en el año 876 o por ahí (a:Ap. n. XIII.).

El monasterio que intitula de Villanova no es fácil averiguar cuál sea, por no dar de él más señas topográficas que la de estar junto al río Noguera. Mas como sean dos los ríos de este nombre Noguera de Pallás y de Ribagorza (Noguera Pallaresa y  Ribagorzana), queda la duda del sitio de esta casa, aunque yo sospecho que bien pudo ser o la de San Vicente de Gerri o la de Santa María de Labaig (Labaix). 

Acaso el tiempo descubrirá más. En tanto quede notado esto aquí, que no deja de ser curioso. 

MONASTERIO DE SANTA GRATA. 

Llamado así vulgarmente y por corrupción Santarada; pero con toda propiedad debe intitularse de Santa María, como le llama el diploma de Ludovico Pío de 819 con que confirmó la dotación de la catedral de Urgel; deinde, dice, locum Sanctae Mariae, qui dicunt Sanctae Gratae. Su situación era en el Condado de Pallás super fluvium Bosegia (hoy Busia) en el lugar donde estaba la iglesia de Tramasaguas inter ambas aquas). Del año 823 hay memoria que Posedonio, Obispo Urgellense, restaurador de aquel monasterio, logró del mismo Ludovico Pío el decreto de confirmación y protección de todos sus bienes, junto con la libertad de elegirse sus abades propios y la posesión de la cellula Sancti Fructuosi y de la villa de Serra (Marca hispánica, col. 348). En el archivo de esta catedral se conserva otro diploma de Carlos el Calvo, fecho V. idus junii, indictione VII. anno IIII. regnante Karolo gloriosissimo rege: actum in monasterio Sancti Saturnini prope Tolosa. 

Épocas que cuadran bien con el año 844 de Cristo. En dicha escritura confirma expresamente y concede al monasterio y a su abad Agila cuanto le había concedido su padre el Emperador Ludovico a instancia del Obispo Posedonio. Baluzio publicó ya este documento (Capitul. reg. Franc. ap. n. LXI), donde llama a este abad Geila, que cierto viene a coincidir con Agila, nombre que le da el instrumento original que he visto, y que no he querido copiar, ne acta agamus. De este mismo abad hay otra memoria en 847 entre las que nos quedan del monasterio de San Julián, de que hablaré después. En el año 993 era abad Fedacho, que intervino como juez en un pleito del monasterio de San Ginés, de que más adelante se hablará. En el año 1013 hay noticia del abad Atala, el cual, junto con San Ermengol Obispo, se opuso a la construcción de una iglesia en los límites del monasterio (Marca Hispánica, col. 424). En 1042 el Obispo Guillermo Guifredo restauró y dedicó de nuevo este monasterio, cuya escritura curiosa se halla en la misma obra. (ap. n. CCXXIV). 

No tengo duda que sería también esta casa de la orden de San Benito; aunque hasta ahora ignoro la suerte que le cupo. 


MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE MATA. 

Estaba en el Condado de Berga en el lugar llamado Matta, cerca de Sponna y de Villareal. Más señas dará la escritura de que voy a hablar, por las que parece que no distaba mucho de Cardona. La única memoria que tengo de este monasterio es del año 900 de Cristo, segundo de Carlos el Simple, en que el abad Sunila rogó al Obispo de Urgel Nantigiso que consagrase y confirmase la iglesia y casa. Va la escritura copiada (a: Ap. n. XIV.) del original que existe en el archivo de aquella catedral, donde más extensamente se verán los límites del monasterio y el censo anual que le impuso aquel Prelado. Es también una prueba más sobre las muchas que hay de que en este país fue reconocido Carlos el simple como Rey desde el año 898, y no desde el 900 como Marca dijo. 


MONASTERIO DE SAN PEDRO DEL BURGAL. 

Estaba en el Condado de Pallás, cuyo Conde Isarno introdujo monjas en él hacia el año 945 instituyendo abadesa a una hija suya llamada Ermengarda. Cinco años después esta misma señora sujetó la nueva fundación al monasterio de Santa María de la Grassa cerca de Carcasona. Estas dos escrituras publicó la Historia de Langued. (pruebas del tomo 2.°). Sospecho que esta casa había sido anteriormente de monjes, como hemos visto que sucedió con otras. Dígolo porque del año XXVI de Carlos el Calvo, 865 de Cristo, hay escritura en que suena Delicato abad de este monasterio. La he visto original en el archivo del de Gerri; y aun cuando deba atrasarse la fecha al reinado de Carlos el Simple, y al año 923 de Cristo, siempre es anterior a la introducción de las monjas. Cómo o por qué título reconoció esta casa alguna sujeción a la de Gerri, no ha llegado a mi noticia. Sé que sobre ello hubo varias demandas entre ese monasterio y el de la Grassa, que al cabo pararon en una concordia hacia 1330, por la que el monasterio francés se quedó con las rentas de este de San Pedro del Burgal y Gerri, con el derecho de conferir su priorato. Hoy es conocida esta iglesia con el nombre de Priorato de Escaló. 


MONASTERIO DE SAN JULIÁN. 

Situado cerca del río llamado Bosega (Busía) subtus villa Senticeto (Sentis) como dice la escritura de que voy a hablar, por cuyas señas no podré yo señalar su localidad determinada. Bástame que estuviese como estaba en la diócesi de Urgel, y acaso no lejos del monasterio de Labaig, cuyo abad Trasoario fue el fundador de este que digo. Fue así que él con sus monjes entregó dicha iglesia de San Julián a Constantino y Atilano para que profesasen en ella la vida monástica, prometiéndole obediencia durante su vida, y quedando con libertad para elegirse su abad propio luego que él muriese. De todo esto da razón la enrevesada y casi ininteligible escritura que copié del Cartoral de Lavaig (o Labaig) (fol. 45) (a: Ap. núm. XV.), la cual no tiene más fecha que esta: Facta scriptura in mense januario anno VIII. regnante Carolo Rege. Y aunque esta data puede ser de Carlos el Calvo y de Carlos el Simple, sin embargo es cierto que pertenece al año VIII del primero, 847 de Cristo, porque en ella firma entre los asistentes a la fundación el abad Geila, que lo era de Santa Grata, el cual floreció en el sobredicho reinado, como ya vimos hablando de este monasterio. Necesario es valerse de conjeturas en instrumentos de esta clase cuando faltan los originales, cuyo carácter nos certificaría de su época. 

MONASTERIO DE SAN VICENTE DE OVEZ U OVEIX. 

Era de benedictinos, situado cerca de la Noguera de Pallás, subtus castrum quod vocatur Roder, como dicen algunas escrituras (hoy Rodès sobre Rialp). La primera memoria que hallo de él es del año 868, en que su abad Atilio estableció la hermandad de aquella casa con la de San Vicente de Gerri y su abad Eliseo, a quienes se dio las iglesias de San Andrés y San Pedro de las Malezas, que él con sus monjes había edificado. Entregoles además una computa o báculo, un manual, un antifonario, con otras alhajas. Lo cual propiamente era reconocer alguna superioridad en el monasterio de Gerri, en cuyo archivo vi la escritura, como también otra del año 1010, en que hay memoria de otro abad de Ovez llamado Barón. Parece que por entonces debieron apoderarse los Condes de Pallás de algunos bienes de esta casa, perturbando además la jurisdicción que en ella tenía el Obispo de Urgel. Porque siéndolo Guillermo Guifredo desde los años 1040 hasta 1075, le restituyeron, o evacuaron como decían, en sus manos aquella casa los Condes Artal y su mujer Lucía y Rodger Bernardo. Va copiada la escritura del archivo episcopal de Urgel (a: Ap. núm. XVI.), donde está sin fecha, pero debe reducirse a la época de aquel prelado, a quien nombra también con su apellido. Poco después el Conde sucesor de Pallás Artal con su mujer Eslonza, y de acuerdo con su hermano San Odón, Obispo de Urgel, incorporó y sujetó dicho monasterio al de Gerri, y a su abad Ponce, que era monje de Marsella. Esto fue en el año 1100 de Cristo y XXXIX del Rey Felipe. En la escritura que he visto original en esta última casa, dicen los autores de esta reunión, que la procuraron cupientes ditare monasterium Sanctae Mariae, quod vocant Gerri, sin alegar otra causa. Sin embargo, en el siglo XIII, año 1294, suena todavía Bartolomé abad de Ovez. Y es que no estaba aún reducido a priorato como hoy lo está. Dicha incorporación es el motivo de hallarse en Gerri las escrituras tocantes a nuestro monasterio. 

MONASTERIO DE SAN PEDRO DE LAS MALEZAS. 

En el artículo anterior hemos visto que fue fundado por Atilio, abad de San Vicente de Ovez, y cedido por el mismo al monasterio de Gerri en el año 868, al cual debió permanecer sujeto desde entonces. 

MONASTERIO DE SAN FRUCTUOSO DE BALASTAY. 

No sé de esta casa de benedictinos más que el nombre, y que estaba situada cerca del monasterio de Gerri, al cual fue incorporada, según dicen las memorias de esta casa. 

MONASTERIO DE SAN PRIVATO. 

También era de benedictinos, y a la misma casa estaba ya incorporado en el siglo XIII como priorato suyo. Consta que estaba situado in termino de Castellioni subtus castrum de Montelauro (de Monllor). 

MONASTERIO DE SAN ESTEBAN DE PETRA APILIA (Abella, abeja). 

A la misma casa de Gerri debió quedar unido este monasterio, del cual vi allí una escritura original fecha anno VI Karulo Rege regnante, que atendido su carácter es de Carlos el Simple, y por consiguiente el de 904 de Cristo. Es una donación de ciertos alodios que Garsaon, Electa, Moregontes y otros hicieron ad Argesindo monacho, Solmone presbitero, Centullo monacho, vobis in hoc saeculo praesentem que videmus precando donamus, tum vobis qui praesentes, et hoc recepturi estis, quam et ad his qui ad domum Sancti Stephani oratores, vel Deo servituri esse voluerint; cuius vaselica facta esse videtur in Petra Apilia. 

MONASTERIO DE SAN JUAN DE VIU. 

De la orden de San Benito, situado en el condado de Pallás entre Garoca y Labaig en lo alto del monte, junto al castro que entonces se llamaba Vivitano. Su fundación es del año 946, XI de Luis Ultramarino, que es la fecha de la escritura con que Atón, Obispo de Pallás y el Conde Guillermo, establecieron la vida monástica en dicha iglesia de San Juan, qui est, dicen, ecclesia fundata in speluncha, sujetándola a la jurisdicción y gobierno del monasterio de Santa María y San Pedro de Labaig, de cuyo cartoral (fol. 18) he copiado la escritura (a: Ap. núm. XVII.). Nada más sé de esta casa subalterna, en la cual es regular que tuviese fin la vida monástica, cuando se introdujo la canonical en la matriz de Labaig a fines del siglo XI. En el lugar de Viu se conserva la iglesia parroquial de harta antigüedad, si no miente su portada, que me pareció del siglo XII. La necesidad de pasar de día un bosque vecino, donde anidan lobos y osos, y el peligro con que nos amenazaba una nube, no me permitieron detenerme en más averiguaciones. Y así pasamos de largo, camino de Labaig. 

MONASTERIO DE SAN MIGUEL DE CELLÉS. 

Era de canónigos reglares agustinianos. Se intituló de Cellés por la proximidad a esta villa, que está en la Conca de Tremp. También lo apellidaron del Congost, por haberle construido en una estrecha garganta de rocas por donde pasa la noguera de Pallás, en el paraje que llaman los Terradets. Sus primeras memorias son del siglo XII, cuando suena ya unido como priorato al monasterio de Santa María de Mur, en cuyo archivo vi algunas escrituras que le pertenecen. Hoy está todo arruinado. 

MONASTERIO DE SAN MIGUEL DE MOMMAGASTRE. 

También de los mismos canónigos reglares, sito en el castillo de este nombre. Su fundación debe ser de la mitad del siglo XI, que es cuando aquel territorio fue conquistado de los moros. En el año 1085 lo gobernaba el abad Fruya, como consta del archivo de San Pedro de Ager (n. 394). Poco tiempo después suena ya sólo como priorato, y sujeto al monasterio de la misma orden en dicha iglesia. 

MONASTERIO DE SAN GINÉS DE BELLERA. 

De la orden de San Benito, situado in comitatu Paliarensi, infra territorium castri Bellaria (hoy valle de Bellera) entre los ríos Flamisell y Bosio. Además del titular San Ginés, añaden las escrituras los de San Adriano y San Esteban. Existía ya en los tiempos de Carlo Magno, cuando era su abad Vulgarano, como consta de tres instrumentos copiados en un antiguo Cartoral del monasterio de Labaig (fol. 48. b.- 53. b. - 59. b.), pertenecientes a los años 774, 775 y 780 de Cristo, por expresarse allí los años de Carlos Rey con el dictado de Augusto, y así se han de entender de Carlo Magno. Aunque más bien debieran aplicarse a su última época cuando fue coronado Emperador, en cuyo caso son de los años 807, 808 y 813 de Cristo. Esto tengo por más verosímil, puesto que todavía se halla (ibid. fol. 62. b.) existente el mismo abad Vulgarano en el año 840 in mense junio, anno XXVII regnante domno nostro Lodovico Imperatore Augusto. Con lo cual cesa el inconveniente de su larga prelacía. Suena en esta última escritura un monje llamado Amanziolo, y es sin duda el mismo que después fue abad en el anno V regnante Attone (Otone) Rege, 893 de Cristo, como he visto en escritura original en el mismo monasterio de Labaig. En el Cartoral consta la existencia de Oriolo abad in mense januario anno Christo regnantem, Regem expectantem, fecha que conviene al año de la muerte de Carlos el Simple, 929 o siguiente (ib. folio 60). Del año 994 hay noticia del abad Atón en una sentencia que se dio sobre un pleito que él tenía con los habitantes del vecino lugar de Salas o Salasse. Hízose esto en presencia de los tres hermanos Condes de Pallás, Raimundo, Borrell y Suñer. He querido copiar esta escritura (a: Ap. núm. XVI. bis.) para muestra de la sencillez de los juicios en aquel tiempo, y de cómo también en estas causas civiles eran jueces los abades, como lo fue aquí Tedaco del monasterio de Santa Grata. No es menos notable el documento por la coexistencia de los tres Condes de Pallás, y por la fecha que dice: anno VIII regnante Ugo Magno Rege, et Karllo (N. E. Karolo, Carlos ?) expectantem qui est in vinculo; porque esto en el reinado de Ugo Capeto yo no sé a qué alude. También copié la donación de los Condes de Pallás, Artal y Lucía del año 1030 (a: Ap. núm. XVII. bis.): otra de 1043 publicó el padre Pascual (disertación del obispado de Pallás, p. 56) sacada del mismo Cartoral (fol. 64). Desde fines del siglo XI suena ya este monasterio como priorato del de Santa María de Labaig. Hoy sólo queda de su esplendor antiguo una pequeña capilla con el mismo título de San Ginés (S. Genis), que es de la jurisdicción del abad de Labaig.

De todo lo dicho resulta, que no llegó a tener efecto la donación o sea incorporación de este monasterio de San Ginés de Bellera al de Gerri, hecha por Raimundo, Conde de Tolosa, Anao, Pallás y Ribagorza, con anuencia de Raudulfo, Obispo de Urgel en el año de Cristo 792, cuya escritura ya envié con el episcopologio Urgellense (b: V. Tom. 10. pág. 32.). O digamos que hubo dos monasterios de San Ginés. Aun con esta duda no me pesa haber descubierto tales antiguallas. 

VARIOS MONASTERIOS BENEDICTINOS DESTRUIDOS MUCHO ANTES DEL SIGLO X. 

Para probar yo que el Obispo de Urgel Nantigiso no había muerto aún a 21 de marzo del año 914, envié (a: V. Tom. 10. pág. 94.) copia de una escritura, fecha ese día, por medio de la cual dio al monasterio de San Saturnino de Tabernoles y a su abad Baldrico siete iglesias, que antiguamente habían sido abadías de la orden de San Benito. Eran las de San Vicente, San Martín, San Saturnino Aganense, otro San Martín, San Esteban, San Jaime y San Andrés. A todas ellas llama coenobitarum loca... y más abajo: quae olim fuerant regulariter constituta, et nunc deficientibus abbatibus et monachis ita sunt destituta, ut non solum qui in his regulariter Deo serviat nullus appareat, verum etiam nec esset qui terras et vineas incoleret nec laboraret, sed nec domos dirutas construere non valeret... quae dudum coenobia fuerant regularia... Ne loca quae semel Deo, et regulam Sancti Benedicti fuerant dicata, in aliorum stipendia sint redacta. Con estas expresiones da claramente a entender que habían sido verdaderos monasterios. Su situación topográfica no es fácil colegir, si no es la de alguna de dichas iglesias por el nombre de algunas otras anejas; mas es cierto que estaban en la diócesi de Urgel. De lo cual es prueba evidente el ser el Obispo Urgellense el que negoció dicha reunión a San Saturnino, y el que para ello solicitó el consentimiento del Conde de Urgel Suniario, y de Adulfo, Obispo de Pallás. Nada más sé de estas casas, cuya antigüedad es fácil colegir de lo dicho.

Estos son los monasterios antiguos de esta diócesi, no existentes ya en el día, de los cuales he encontrado acá y acullá noticias, que no debía dejar en el olvido. Otros hubo todavía que ahora no lo son, v. gr. Solsona, Cardona, Ager, Orgañá y otros. Mas estos por haber pasado a ser colegiatas o catedrales, los he querido describir separadamente. Del de Mur se dijo ya también en mi viaje de Tremp a Ager. - A Dios.

dimecres, 17 d’agost del 2022

CARTA LXXIV. Viaje a la villa de Ager. Origen de los vizcondes, y de su nombre y título.

CARTA LXXIV. 

Viaje a la villa de Ager. Origen de los vizcondes, y de su nombre y título. Si el de Ager era propio del condado de Urgel. Situación, antigüedad y conquista de esta villa. Noticia de su conquistador y de los vizcondes sus sucesores. Suerte final de este señorío. 

Mi querido hermano: Acabo de llegar a Ager, villa bien conocida y apreciada de los anticuarios por conservarse muchas memorias de lo que ella fue aun en el orden civil: cosa de que suelen escasear las ciudades principales. Y pues he tenido la fortuna de recoger aquí y en otras partes muchos documentos que ilustren este punto particular de nuestra historia, antes de engolfarme en la de su colegiata, quiero decir de su vizcondado y señorío, digo de su origen y alternativas. Y primero extractaré aquí lo que en las memorias de los condes de Urgel tengo escrito muy a la larga, acerca del origen de los vizcondes y de su nombre y título. Porque es innegable que cada condado tenía su vizconde, como encargado de suplir en su gobierno las ausencias y enfermedades del conde. Pero la memoria de estos señores principales es más antigua que la de aquel título subalterno; el cual en el principio se llamó Loco-positus (como locum tenentem, lugarteniente, etc) y Vicarius comitis (vicecomite, vicecomes, vizconde &c). De este último se formó andando el tiempo el vicecomes, cuya primera noticia, según los historiadores de Languedoc (lib. IX. c. 74 y 120), es del año 832. Acá en Cataluña tenemos una anterior, y es la donación del conde Fredelao al monasterio de S. Saturnino de Tabernoles, hecha en el año 815, donde ya se halla ese título como ahora lo usamos. Mas los que lo obtenían, debiendo ser amovibles o vitalicios, como lo fueron en un principio los condes, es claro que mientras lo eran no tenían otro dictado diferente del conde. Quiero decir que eran vizcondes de todo el condado, sin título de fundo particular, y con sólo el general de todo el señorío. Así en la Marca Hisp. (col. 883) hallarás varias veces nombrados a los vizcondes Ceritanensium y Barchinonensium (Cerdaña y Barcelona). En la escritura que días pasados envié de la fundación del monasterio de Roca rosa (a: V. sup. pág. 86), el vizconde de Cabrera Geraldo se intitula asimismo Gerundensium et Urgellensium vicecomes. Esto fue el año 1145, hasta cuya época verás en las citadas memorias que los llamados vizcondes de Urgel, nunca tomaron el título de heredamientos particulares, sino cuando más el de todo el condado, siendo lo regular llamarse vicecomes sin añadidura alguna. En este estado de cosas que debes tener por muy cierto, aunque no es posible ahora dar las pruebas de ello, ¿quién hará caso de la opinión que atribuye a Carlo Magno la distribución de toda Cataluña en condados, con la adjudicación de vizcondes, comitores y valvasores a cada uno de ellos, y los títulos de heredamientos a todos estos oficios subalternos? Y por acercarnos más a lo que tratamos, ¿qué quiere decir D. Antonio Agustín (dial. IV. de las medallas) cuando asegura que en esa distribución el vizconde de Urgel era el vizconde de Ager? ¿Quiere decir que el señor de aquellos estados era el vizconde de todo el condado? Si esto fuese así, sería preciso suponer que Urgel estuvo sin vizconde hasta la mitad del siglo XI; porque Ager no fue ganada de los moros hasta ese tiempo. Y si antes de dicha época había vizcondes en Urgel, según consta de innumerables documentos y lo dicta la razón, los cuales estaban sin duda heredados en otros fundos, ¿cómo es que el título de estas posesiones se mudó en el de la nueva conquista? o ¿cómo los poseedores más antiguos de otras villas y tierras dejaron arrebatarse el honor del vizcondado, permitiendo que pasase a la persona y familia de Arnaldo Mir de Tost, conquistador de Ager? Porque una de estas cosas era preciso que sucediese, para que el señor de Ager viniese a ser vizconde de Urgel. Y si sucedieron, cierto no fue hasta el siglo XII, en el cual comienzan a comparecer vizcondados intitulados con el nombre particular de los fundos o heredamientos paternos, con los cuales pasaba también a los hijos y se perpetuaba en ellos el título, o por consideración a los méritos y servicios de los padres, o por constitución que no ha llegado a nuestra noticia. Y de entre esos vizcondes el más rico y poderoso es natural que entonces se alzase con ese título en todo el condado, sin que en ello pensasen Carlo Magno ni los reyes sucesores hasta el tiempo que dije; sino así insensiblemente y por costumbre y condescendencia, sin ley ni convenio que sobre ello se hiciese, como en otras cosas civiles ha sucedido. En resolución, ni Carlo Magno es autor de la distribución y títulos que tenían los vizcondes y otros oficiales inferiores a los condes, ni el señorío de Ager fue título de los vizcondes de Urgel hasta mucho después de su conquista. Esto quedará más a la larga explicado en las memorias de dichos condes. Ahora vengamos a tratar del origen de este señorío, y de sus primeros poseedores. Ager es la villa capital de un valle fertilísimo que se extiende de E a O, entre los dos ríos llamados Noguera de Pallás (Pallaresa; Pallars) y Noguera de Ribagorza (Ribagorzana), y de N a S, desde la cumbre de Montsech hasta el castillo de Santaliña, llamado, según dicen, en tiempo de los romanos Saltus Liciniae. Pedro de Marca opina que Ager es la antigua Erga de Ptolomeo, cuyo nombre se corrompió en el actual (metástasis, las letras de Erga son Ager, o Agre, Rega). 

El P. Caresmar, fundado en el testimonio de Juan Biclarense, obispo de Gerona, afirma que estos son los Montes Agerenses, cuya conquista no pudieron lograr los godos hasta siglo y medio después que sujetaron lo restante de España; es a saber, en el año 574 de Cristo, en que el rey Leovigildo con grande ejército derrotó y se llevó cautivo a Aspidio, jefe de estos montañeses. Y a la entrada de Leovigildo por estas tierras atribuyen algunos sabios catalanes una u otra moneda de dicho rey, halladas en estos montes. De algunas antiguallas romanas que quedan en esta villa, se dirá cuando se haga la descripción de su iglesia. El dominio pacífico de los moros en este valle duró hasta principios del siglo XI, en el cual un caballero de este condado, llamado Arnaldo Mir de Tost, por ser señor del castillo de Tost, sito al S de Urgel en distancia de unas cuatro leguas, emprendió la conquista de terreno tan importante. Ya en el año 1036 y 1041 suena esta villa poblada de cristianos, y con un monasterio gobernado por el abad Lanfranco. Pero antes del 1050 volvieron los moros a recobrar su posesión, aunque por poco tiempo, quemando en su entrada las escrituras que hallaron de los cristianos. Dícelo una poco posterior, es a saber, del año 1061, la cual está en el archivo de esta colegiata num. 2123, y va copiada (a: Apend. n. XII). En ella verás la querella de una mujer llamada Persona contra su hermana Honorata, por haber vendido un campo de lino a un tal Lorenzo: cosa que no podía enajenar conforme al testamento de Jaginta, madre de ambas litigantes. Y verás como mandando el juez que se exhibiese dicho testamento, no fue posible, porque quando Sarraceni ipsum castrum et villam de Ager ceperunt, omnes scripturas, quas ibi repererunt, cremaverunt, et deleverunt. Lo cual no puede entenderse que se hubiera alegado en juicio, si no fuese cierta y muy averiguada para los mismos jueces esta segunda invasión de los árabes, y no muchos años anterior al de 1061. Este mismo destrozo que los moros hicieron, nos priva de las memorias anteriores a aquella calamidad; por las cuales acaso nos constaría la primera conquista de este valle. Sólo una u otra se salvó de los años 1037 y 1041, según se dijo y dirá después, por donde sabemos que estaba entonces la villa pacíficamente habitada de cristianos, con abadía propia que ya reclamaba posesiones que se le habían usurpado. Y como poco después de esos años en 1056 hallemos una nueva fundación de abadía hecha por Arnaldo Mir de Tost, y este diga que ganó aquella villa y castillo del poder de los moros, debe ser tenido este por el segundo conquistador de Ager, hacia los años 1050 de Cristo. 

Viniendo ahora a las memorias de esta familia, dicho caballero fue hijo de algún Miro o Mirón, según lo indica su apellido, que sin duda es patronímico; y los que lo eran no tenían en Cataluña su terminación en ez como en Castilla (N. E. ¿y en Aragón cómo se llamaba al hijo de Ramiro o de Sancho, Sancio? ¿Y en Valencia?. Mas no creo que el padre fuese el Miro vicecomes sin duda Urgelense, que se nombra y firma en la escritura con que el conde Ermengol III confirmó varias donaciones a la iglesia de Urgel en el año 1047 o siguiente, la cual publica la Marca Hisp. (ap. n. CCXXXIII), y yo copié de nuevo en mi viaje a aquella iglesia, donde junto con ese vizconde Miro se nombra también y firma después de él Arnaldo Mir. Digo que no creo que este sea hijo del otro, porque entonces tendríamos que el título de vizconde de Urgel era ya en el siglo XI propio del tronco de la familia que después obtuvo el señorío de Ager. Lo cual es falso como quedó antes insinuado; constando que más de un siglo después de conquistada esta villa, todavía eran vizcondes de Urgel los que o no pertenecían a la familia de ese conquistador, o por lo menos no tomaban el título de esta nueva posesión (N. E. siendo cuatro gatos y una madre, ninguno es familia del otro; me parece estar leyendo a los Bofarull, y no a un Villanueva). Por otra parte el catalán Tomich asegura que este Arnaldo era hijo de Arnaldo Roger, conde de Pallás. Lo cual me parece uno de los muchos desvaríos en que incurrió aquel escritor. Otros le suponen descendiente de la casa de Fox. Mas dejando estas dudas acerca del padre y ascendencia de este valiente caballero, en lo que no la hay es en que estuvo casado con Arsendis; de la cual, como dice Diago (Hist. de los condes de Barcel. lib. 2. c. 53.) tuvo tres hijos varones, es a saber, Arnaldo y dos Guillermos, que murieron antes que su padre. Yo sólo he hallado memoria de uno de ellos llamado Guillermo Arnaldo en escritura del año XXII del rey Enrique, que es el de 1053 de Cristo. Con el nombre de Guillermo solamente es nombrado en la escritura de la dotación de esta abadía en 1056, y en la bula con que la confirmó el papa Nicolás II en 1060. También tuvo dos hijas Ledgarda y Valencia. La primera casó con Ponce, vizconde de Cabrera, hijo de Geraldo y de Ermesindis, fundadores del monasterio de S. Salvador de Breda, en cuya escritura del año 1038 dicen que erigían aquella casa, entre otros motivos, pro salute Poncii filii nostri, et ut Deus omnipotens eripiat eum de omnibus tribulationibus, vel de inimicis suis. 

Geraldo había ya muerto en 1050 y Ermesindis en 1057, según consta de donaciones hechas por los respectivos albaceas. Ponce concluyó e hizo consagrar la iglesia en 1068; y en la escritura original de ello, que se copió en el viaje a aquel monasterio, firma su mujer la vizcondesa Sibilla, que no era persona distinta, sino la misma Ledgarda, que aún vivió algunos años más. Esto de tener una misma señora dos nombres diferentes, y el usar ora de uno, ora de otro, o bien de los dos juntos, era entonces harto frecuente, y de ello se verán algunos ejemplares en mis condes de Urgel. La otra hija de Arnaldo Mir, llamada Valencia, fue mujer de Raimundo, conde de Pallás. Ambas hermanas firman con sus dictados respectivos en la amplísima dotación de la canónica e iglesia de Ager, que hizo su padre en el año 1068. También mencionó Arnaldo a estas dos hijas suyas en el testamento que ordenó en 1071; en el cual, por hallarse sin hijos varones, dejó los estados de Ager a su nieto Geraldo Ponce, hijo de Ledgarda y de Ponce, vizcondes de Cabrera. A los otros nietos y a las dos hijas heredó en otros castillos y lugares que había ganado a los moros en la Ribagorza, como Purroy (puig roig, pueyo royo, podio rubeo, etc), Pilsá y otros. Entre ellos se contaba el castillo de Castserres, sito entre los de Falcs y Estopañá, cerca de Benavarre, el cual había ya enajenado en 1067, vendiéndolo a los condes de Barcelona propter mille uncias auri, quae sunt septem mille manchusi (mancusos) Barchinonensis monetae: castillo que él mismo dice haber ganado de los moros (Diago ibid.). Dos cosas advierto aquí. La primera el valor de los mancusos o áureos como llaman otras escrituras, cada uno de los cuales era una séptima parte de la onza de oro. La segunda y más propia de lo que tratamos, es a saber, el valor y esfuerzo de este caballero, que a tan grande distancia llevó sus armas contra los moros, y esto con sola la gente del país, y por empresa suya particular. Porque estas eran correrías aisladas, que acaso se hacían sin convenio con los otros príncipes cristianos, aunque de ellas resultaba bien para todos con ir debilitando las fuerzas de los enemigos. Y nuestro Arnaldo tampoco fue en esto ayudado de los franceses, con los cuales ya no se contaba para nada desde el reinado de Hugo Capeto. 

No consta el año de la muerte de este valiente catalán; porque el sepulcro que la tradición supone ser suyo, y está, según diré otro día, en la iglesia de Ager que él construyó, no tiene inscripción alguna. Sólo se ven en él escudos llanos sin ninguna divisa, y una figura de caballero armado con morrión y celada. Por donde es claro que la divisa de los vizcondes de Ager, que D. Antonio Agustín dice ser una faja negra en campo de plata, y en ella cinco lisonjas de oro, fue inventada como otras y adoptada mucho después de la muerte del que sin ella, siendo un señor particular, fue el terror de los moros y cepa de casa tan ilustre. Vengamos a los sucesores.

GERALDO. Poseyó los estados de Ager desde el año 1071 o poco después Geraldo 

Ponce de Cabrera, nieto de Arnaldo, como hijo de su hija Ledgarda, casada con 

Ponce de Cabrera. De varias escrituras que he visto resulta que este Geraldo tuvo tres mujeres. Porque a XVIII de las calendas de Febrero de 1082 (1083) comparece dotando a su esposa Stefanía (Estefanía; como Stephan, Esteban): en 1090 suena casado con una señora llamada Malesignata: y en 1097 con Gelvira. En 1115 hay ya memoria de su hijo Pedro Geraldo, que fue el conquistador del fuerte e inexpugnable castillo de Os, al cual por lo mucho que le debió costar llamó él mismo malignum castrum de Os. Está situado junto al monasterio de Bellpuig de las Avellanas, que es de Premonstratenses. 

De Geraldo he visto un testamento hecho en 1125 y otro en 1131. En el último menciona a sus dos hijos Ponce y Ferrer. Este Ferrer firma también en una donación de su padre del mismo año. (V. Marca Hisp. col. 494). El Ponce, según he leído en algunas notas del P. Caresmar, es el conde de Castilla de ese nombre, que en varios diplomas subscribe como mayordomo mayor del rey D. Alonso VII, el emperador. En 1128 pasó a aquella provincia acompañando a Berenguela, hija del conde de Barcelona Ramón Berenguer III. Aquel monarca le heredó allí en el castillo de Alboer, que él ganó de los moros. Puso sitio a Urgi, cerca de Andújar, y la entró a la fuerza, no perdonando en ella ni a vidas ni a edificios. Se halló en el cerco de Baeza y en la conquista de Almería, que fue ganada en Octubre de 1147. Debió morir hacia la mitad de 1173, puesto que hasta el Junio de ese año subscribe en los diplomas reales con el dictado de mayordomo, y en el Julio ya tenía sucesor en ese oficio. Esto es del citado escritor. Lo cual no dudo que podrá confirmarse con las historias de Castilla. Yo sólo tengo a mano lo que dice Salazar de Mendoza (orig. de las dign. de Cast. y León, lib. 2. c. 5.) que es lo siguiente: “El conde D. Ponce de Cabrera, mayordomo mayor del emperador, fue catalán, y confirmaba por este tiempo. Estando en el cerco de Cuenca en la era de 1207 (año de Cristo 1169) hizo donación al maestre de Calatrava D. Fernando de Escaça y a su orden, unos molinos en Toledo, debajo de la puente de la grande anoria (noria; puente femenino). Esta anoria es la que se muestra muy arruinada y perdida entre la puente de Alcántara y el aqueducto de Janelo Turriano."

Muchas dudas me ocurren sobre el sucesor de ese vizconde Geraldo. Porque de una parte se ignora el año de su muerte, y de otra hallamos todavía memorias de un vizconde Geraldo Ponce en 1158 y también en 1179, casado con Berenguela; y cierto no es creíble que viviese ahora el que ya era vizconde hacia el 1070. Por consiguiente se ha de suponer que el Ponce que dijimos, hijo de Geraldo, obtuvo también este vizcondado, y fue el padre de este segundo Geraldo Ponce. La  dificultad está en determinar quien es este Ponce, si el que dijimos mayordomo mayor del rey de Castilla, u otro hijo del primer Geraldo. Como quiera que esto sea, y mientras no se hallen nuevos documentos que lo aclaren, no podemos dejar de arreglar esta cronología, de manera que al primer Geraldo Ponce sucediese

Ponce Geraldo de Cabrera hasta casi la mitad del siglo XII, de cuya mujer sólo se sabe que se llamó Sancha. Hijo suyo fue el sucesor

Geraldo Ponce de Cabrera, que en 1158 suena ya en escrituras ciertas vizconde propietario de Cabrera, y en una del año anterior, XIX del rey Luis el joven, a 12 de las calendas de Julio se dice casado con la vizcondesa Berenguela; la cual ordenaba ya su testamento dicho día, disponiendo entre otras cosas lo siguiente: dimitto Sancto Salvatori de Breza (Breda) corpus meum ad tumulandum, et animam meam ad gubernandum... et bonis feminis de Valle Mariae dimitto XX. solidos. También sospecho que este mismo Geraldo Ponce es el que en 1145 se intitulaba ya Gerundensium ac Urgellensium vicecomes, según advertí esotro día hablando del monasterio de Roca rosa, en cuya escritura de fundación consta el nombre que dije de su madre Sancha. Y el ser vizconde de Gerona le vino de las grandes posesiones que tenía en aquel condado, de las cuales era una el señorío de Breda, donde sus antepasados habían fundado un siglo antes el monasterio de S. Salvador de la orden de S. Benito. 

Ponce de Cabrera, hijo del anterior, casó con Miracle, hermana del conde de Urgel Ermengol VIII; el cual por no tener hijos varones y más que todo por su debilidad, sufrió una guerra abierta de nuestro Ponce, que aspiró a poseer aquel condado por el derecho que tenía su esposa, llamada también a la sucesión por el conde antecesor Ermengol VII (N. E. Las mujeres también tenían derecho a heredar condados y vizcondados, no sólo se trasmitían por linea masculina, aunque era lo más normal). En efecto se hallan algunas escrituras de fines del siglo XII, en que Ponce toma el título de conde de Urgel. Esta misma competencia dan por supuesta las constituciones de paz y tregua que se hicieron en 1187, las cuales junto con el conde prometió observar nuestro Ponce en cuanto poseía desde una Noguera a otra, y desde Monsech hasta Corbins, que son los cuatro límites de nuestro vizcondado. Esta disputa se terminó en el hijo de Ponce 

Geraldo de Cabrera, el cual muerto sin sucesión varonil Ermengol VIII, se apoderó de sus estados, a pesar de las pretensiones de Aurembiaix, única hija del difunto, cuyas fuerzas eran pocas, respecto de las de tan poderoso rival, que aun al rey de Aragón vino a hacerse temible. Así que primero por la fuerza en 1208, y después por convenio con dicho monarca obtuvo aquel condado desde 1213 hasta 1228 en que murió, dejándolo por herencia a sus sucesores que lo disfrutaron durante un siglo, hasta que faltando la sucesión en esa linea, se incorporó con la casa reinante de Aragón. De todo esto se habla largamente en las memorias de dichos condes. 

Conclúyese de todo lo dicho que el vizcondado de Ager, por haber faltado en su principio la línea masculina de Arnaldo Mir Tost, pasó a la familia de Cabrera; y que cuando esta se apoderó del condado de Urgel, entonces se unieron a aquellos estados los de Ager. Así es que este Geraldo de quien hablé últimamente, siempre se intituló a sí mismo conde de Urgel y vizconde de Ager: y ambos títulos siguieron siempre unidos hasta el último conde D. Jaime de Aragón en la entrada del siglo XV. En tal estado de cosas está muy bien dicho que el conde de Urgel tenía por su vizconde al de Ager. Pero esto ya se ve cuanto dista de la opinión de los que lo atribuyen a Carlo Magno (N. E. ¿El Papa nombra virreyes? No. Los nombran los reyes). Sin embargo es de advertir que tal cual vez pareció destinarse el estado de Ager para dotación de los hijos segundos, como se ve en el conde D. Álvaro de Cabrera, que lo dejó a su hijo segundo Álvaro, el cual lo poseyó desde el año 1268 hasta fines de ese siglo XIII. Estas pequeñas variaciones se verán mejor en las sobredichas memorias. Verificada la prisión del último conde de Urgel, el nuevo rey D. Fernando I que deseaba acabar con la casa de rival tan poderoso, deshizo enteramente sus estados por medio de ventas, donaciones &c. Y lo primero que enajenó fue el señorío de Ager, dándolo día 1.° de Noviembre de 1412 a D. Pedro Çagarriga, arzobispo de Tarragona. Dícese que este prelado lo cedió en su testamento a su misma iglesia, con la condición que si el rey lo quisiese recobrar, diese por él nueve mil libras barcelonesas. El catalán Monfar que escribió del condado de Urgel hacia la mitad del siglo XVII (lo editó Próspero de Bofarull en su colección; lo edité, no se leía bien el pdf que tuve), dice que en su tiempo tenía aún aquel señorío dicha mensa archiepiscopal. No es esto tan averiguado, que no quepa acerca de ello alguna duda. Y yo me acuerdo de haber visto en el archivo de la bailía general de Valencia (lib. de provisions &c. ) que hacia la mitad del siglo XV poseía este vizcondado de Ager la familia de Roiç de Corella. Esto es lo que he podido recoger acerca del señorío de Ager. Acaso las noticias eclesiásticas de la misma villa aclararán algo de lo que va dicho. A Dios, hasta otro correo. 

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell (Index)

(Nota del editor : Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.)  Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. V...