Editorial Pons, de Barcelona, sabe que el español también es nuestra lengua.
Digan lo que digan el supremacista Edu Reyes, la llanuda Carme Junyent, el xenófobo grup Koiné o los catalibanes del Règim, el castellano es tan catalán como el catalán, porque según la Generalitat el 51% de los catalanes tenemos como lengua habitual el español, y el 36% el catalán.
I quan els fanàtics converteixen el català en la llengua del nacionalisme, els dolços responem que parlem castellà quan ens ve de gust y catalán cuando nos da la gana, y que ningún politiquín o ideólogo de bar nos va a obligar a renunciar a nuestras identidad.
Dolça i hongaresa Catalunya…
Si no existís la Universitat Catalana d’Estiu s’hauria d’inventar. És l’aplec separatista on els líders intel.lectuals del prusés se senten com a casa i parlen de lo que realment pensen.
Ayer se juntaron unos cuantos ultras para hablar de la lengua del noupaís, y se les escapó la xenofobia lingüística y la imposición del catalán:
Carme Junyent (profesora de lingüística de la UB y gurú de referencia de la ANC en asuntos lingüísticos): “El bilingüismo ha de ser una realidad que tiene que desaparecer (…) la política lingüística que defiende Súmate sería la sentencia de muerte del catalán”.
Josep Murgades (catedrático UB): “En este estatuto de la hipotética república catalana, yo haría este redactado: “Primer punto: la lengua de Cataluña es el catalán’. Punto. (…) [Hay un] colonialismo lingüístico espanyol. (…) Si tú quiere morirte, y quieres morirte en catalán, lo tienes muy difícil. Su tu quieres que tus hijos tengan su educación en catalán, lo tienes muy difícil”.
Gabriel Bibiloni (profesor UIB): “el catalán tiene que ser la única lengua oficial del nuevo Estado. (…) El catalán tiene que ser la lengua de todas las administraciones y de todos los servidores públicos (…) Es necesaria una desconexión de los medios de comunicación espanyols, y especialmente de las televisiones”.
Bernat Joan (exsecretario política lingüística de la Generalitat): “Algún reconocimiento oficial del inglés daría una pátina de pluralidad e universalidad y de democracia a la futura república catalana”.
En resumen: hablar castellano se tiene que acabar, el castellano -lengua habitual del 51% de catalanes- no es lengua de Cataluña (“y punto”), prohibición de medios en castellano y el inglés como ficción de universalidad. Com mola el noupaís democràtic i inclusiu.
Dicen que Rufián se fue del aplec algo tristón porque eso le quita votos. Però tranquils, que no se irá de ninguna poltrona. Por cierto, Eduardo Reyes fue invitado a comer gratis y después del carajillo dijo que España es “una mierda de democracia (…) En Espanya se manda por cojones y en Cataluña por razones”. Y eso el mismo día y en el mismo lugar donde se pronunciaron las intervenciones citadas.
Y así, asociando la lengua catalana a una antipática ideología, cada vez más catalanes deciden no hablar la lengua del nacionalismo.
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No us mateu, agafeu un llibre.
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