La Historia de Aragón a través de sus lenguas.
Hola amigos:
Hemos confeccionado una lista de simpatizantes, que con ocasión de algunas
de las actividades que realizamos en pro de la cultura y lenguas de Aragón, nos habéis facilitado.
Mi área es la investigación dentro de la Federación de Asociaciones culturales del Aragón Oriental, FACAO. que trata de las lenguas asociadas a la Historia de Aragón.
Así pues publico una serie que titulo: “Las lenguas de Aragón a través de su historia" y sobre este tema os haré algunos envíos que espero os gusten, en caso de que se hubiese puesto alguna dirección no solicitada, os ruego lo digáis para suprimirla, pues suman por el momento 150.
Consideramos que sois simpatizantes de nuestra causa sin más compromiso, sin embargo si os gustan los trabajos, os agradeceríamos las enviaseis a vuestros amigos o conocidos.
No obstante también se envía a diferentes direcciones.
Antes de entrar en temas de historia o filología, y como un entrante, os voy a enviar un escrito de una leyenda de mi pueblo (Documento -O- en las dos lenguas. romance castellano y aragonés). Todas la leyendas tiene un fondo de verdad, está documentado que, durante la Inquisición se quemaron en la hoguera varias mujeres y algunas optaron por entrar por vida en un convento. Las Calles y lugares son reales e incluso hay una piedra enorme enterrada en lo alto del Castillo de los Moros misteriosa porque no es del lugar….en fin sirva de entremés, entrada y relajación, porque el tema de la Historia y Lenguas de Aragón es….largo y apasionante.
Un Saludo.
Julián Naval de Tamarite.
Tamarite de Litera a 8 de Octubre del 2011
2º. Charlas en el banco del si no fuese por…..
La Plazuela de las Brujas.
Entre las nubes de aquel atardecer que se divisaban a lo largo del cielo, se iban haciendo entreclaros, dejando pasar un resplandor cada vez menos fuerte y brillante.
La negrura de la noche se va apoderando a todo lo largo del firmamento.
¡ Cosa de brujería !. Un soplo de aire misterioso arrastra a todas las nubes para dejar pasar otro resplandor, primero mortecino, para irse asomando detrás de las montañas dibujadas sobre la inmensidad del cielo. Es la Luna Llena brillando como una Reina de la Noche en completa soledad, apagando la brillantez de las estrellas que la rodean.
Todo es silencio, las cigarras callan en sus chillidos, las golondrinas, que en el atardecer volaban a ras de tierra, con voces chirriantes, para atrapar toda clase de mosquitos se han ido aquietando, posadas en los alambres de los postes de la luz.
La Campana de los Perdidos sigue sonando con su voz ronca y potente, que llega hasta más allá de la Clamor Amarga, poco a poco se espacia su sonido, hasta callar del todo. Los labriegos de los lugares más distantes, ya han llegado al abrigo de sus casas, al calor de sus crepitantes hogares, que su mujer les ha preparado alrededor de sus hijos y sus abuelos amorosos.
Los silenciosos murciélagos abandonan La Cueva del Torrente, entre Sol y Luna, volarán incansables en busca de su sustén…..pero…..aquella noche…..
El cárabo, el mochuelo y la lechuza, despiertan de su descanso, vuelan silenciosos, su plumaje suave como la seda, como la piel de un recién nacido, acaricia el viento sin hacer ninguna clase de ruido, atentos al menor movimiento sus orejas adaptadas al silencio más absoluto, detectan cualquier movimiento de un ratoncillo o de un escarabajo…..pero…..aquella noche….
La comadreja, despierta de su letargo, mientras la Luz era La Reina de la Tierra, ahora de noche, silenciosa, buscará las madrigueras de los conejos, no le será fácil encontrarlos entre el laberinto de pasadizos, donde se pierde la mayoría de las veces, si vuelve con el estómago vacío, se habrá de contentar con algún ratoncillo descuidado o quizás encontrará un nido poco escondido para absorber todos los huevos, a veces cuando el hambre le aprieta romperá un vallado, o entrará por el resquicio de una puerta y hará desastres dentro de un gallinero, chupándoles a los pobres animales nada más que su sangre…..pero…..aquella noche….
Se palpa en el ambiente una calma tensa como la que aprecia a la llegada de una tormenta, aún no es la hora, La Luna no ha llegado todavía al Centro del Cielo, la oscuridad todavía no es completa.
Estamos en Tamarite de Litera, es viernes, y Luna Llena, las ventanas cerradas a cal y canto, los más miedosos no les bastará el cerrojo de hierro. Atrancarán su puerta con un palo de olmo, quemada su piel el día de Navidad.
Un gato llega por el camino de Fuente Dulce, otro aparece por el camino de los Aljibes, cinco suben por la calle de los Espejos, son negros como el carbón llevando su cola tiesa, siete en total.
Detrás de la Plazuela de las Brujas, se mueven unas sombras, están cavando al pié de un muro para encontrar La Piedra, “Que no se acaba nunca”. Tan fuerte que a plena luz del día cuatro hombres picando no la han sabido romper, tan fuerte que ni el pico que ha hecho especialmente el Herrero de “La casa de los ladrones”, para ese menester, se dobla con la facilidad de un higo. Los gatos se han hecho sombras, que ponen el pié encima de La Piedra, para convertirse en Brujas. Ya suben a La Plazuela. Una hoguera sin leña empieza a arder, con llamas rojas y negras. Las Brujas miran a todos lados. ¿ Qué esperan ?. En un gran mugido aparece un Macho Cabrío, tiene los cuernos largos y retorcidos, la piel negra, las piernas rubias, las uñas rojas, vuelve ha hacer una gran mugido y las Brujas que están discutiendo a quien darle el “mal de ojo” empiezan a bailar sin escucharlo.
Otro gran mugido y las Brujas se quedan quietas -será por poco- , no se ponen de acuerdo a quien darle “el mal”, bailando, gritando que estremece se tiran por tierra, se enganchan por los pelos unas a otras. El cárabo vuela alrededor, haciendo sonar su chuttt….chuttt por su boca. Los mochuelos con los ojos muy abiertos hacen coro con las brujas, las lechuzas con sus plumas blancas como bolas de algodón recién cortadas. forman un coro encima de todo el algarabío. Las comadrejas se entrelazan en los brazos de las Brujas, bajando hacia las piernas por la cintura.
Todas tienen los ojos blancos casi saliéndoseles de sus órbitas. Es todo un remolino, se oyen unos chillidos espantosos por encima de todo el ruido. Son los murciélagos, se cogen al cuello de las Brujas chupándoles la sangre, mientras gritan en un éxtasis de placer.
No paran, el Macho Cabrio lo contempla satisfecho, es el Rey de la Noche y las Brujas sus sirvientas. Todos arremolinados, tanto encima como debajo continúan toda la noche.
Pero…. Por encima de los Castillejos, aparece el primer rayo de luz. El Sol empuja a todas las nubes de la noche para traernos el día.
Un mugido lastimoso, más fuerte que los anteriores, apaga el ruido de aquel montón negro, que poco a poco se aquieta. Los cárabos, los mochuelos, las lechuzas, vuelan en busca de sus escondrijos. Las comadrejas borrachas de placer, se deslizan silenciosamente por las márgenes del Castillo buscando su madriguera. Los murciélagos borrachos de sangre vuelven a la Cueva del Torrente de Alcampel, cabeza abajo, no saldrán en muchos días a buscar su sustento de siempre. Las Brujas hechas sombras pasarán por la Piedra, detrás de la Plazuela, “ la que nunca se termina”, para regresar una por el camino de Fuente Dulce, la otra por el camino de Los Aljibes, las cinco de Tamarite, por la calle de los Espejos. No son sombras ni gatos, poco a poco se transforman en guapas muchachuelas…..Tienen la piel blanca, el cabello negro, los ojos verdes que cuando los miras, sus pupilas de color azul, parecen la profundidad de un lago cristalino que te atrae y te adormece, sus labios al besarlos se derriten como la miel recién extraída del panal, su aliento es como el perfume de la madreselva en el amanecer de una mañana de primavera…..
Continuará…..o no…
-. Vaya Juanet, por lo menos esta vegada no am parlat del Achuntamén.
-. Toñet, un día e un día.
Tamarite de Litera a uno de Octubre del año dos mil diez.
Julián Naval de Tamarite.
Traducido del romance aragonés, en la modalidad de La Litera al castellano.
En romance aragonés.
2º. Charrán al Sino-fos.
La Pllaseta de Les Bruixes.
Entre’ls nubols que aquella tardada se divisaben a tot lo llarg del sel, se anaben fen entrecllaros, dixan pasá un respllandó cada vegada menos fort y brillant.
La negró de la nit se apodere per tot lo llarg de la esbandada del sel.
¡Cosa de bruixería!. Una bufada de aire misterios sen arrastre totes les boires pa dixá pasá unaltra respllandó, primé esmorteida, pa aná asomanse detrás de les montañes dibujades sobre la inmensidad del Sel. E la Lluna Pllena, brillán coma una Reina de la Nit en complleta soledat apagán la brillantó dels estrels que la rodeyen.
Tot e silensio, les fet-fets callen en los seus chillits, les gronetes, que en la tardada volaben a rasán de terra, en veus chirriants pa agafá tota cllase de mosquits sen an anat aquietán, posades en los arams del pals de llum.
La Campana dels Perduts seguís sonán en la seua veu ronca y potent, que arribe mes allá de la Cllamó Amarga, poc a poc se espasíe lo seu sonido, asta callá del tot. Los pachesos del tros de mes allun, ya an arribat al abric de les seues cases, a la calentó del fogaril que la dona li a preparat alrededó dels seus fills y’ls yayos amorosos.
Los silensiosos morisecs abandonen lo Cllot del Torrén, entre Sol y Lluna, volarán incansablles en busca del seu sustén…pero….aquella nit…
La chuta, lo musol y lo llantié, desperten del seu descans, volen silensiosos, lo seu pllumache suave coma la seda, coma la pell de un resién nascut, acarisie l’aire sense fe cap cllase de ruido, atens al menó movimén les seues orelles adaptadas al silensio mes absolut. detecten cualesquiere movimén de una rateta o de un escarbat… pero…aquella nit…
La fuína, desperte del seu letargo, mentres La Llum era La Reina de la Terra, ara de nit, silensiosa, buscará los caus dels conills, no li sirá fásil trobals entre lo laberinto de pasadisos, se pert la mayoría de les vegades, tornán en la tripa buida, se abrá de contentá en alguna rateta descuidada o potsé trobará un niu, poc amagat pa chupás tos los ous, a vegades cuan la gana aprete trencará un vallat, o entrará per la esquella de una porta y fará desastres en un galliné, chupánlis al pobres animals no mes que la sang…. pero… aquella nit….
Se palpe en l’ambién una calma tensa coma la que se apresie cuan arribe un temporal, encara no e la ora, La Lluna no a arribat encara al Sentro del Sel, la oscuridat encara ne e complleta.
Estem a Tamarit, e divendres, y Lluna Pllena, les ventanes de les cases tancades a cala y canto, los mes poregosos no lis val lo serrat de ferri, atrancarán la porta en un barró de olm, cremada la pela lo día de Navidad.
Un gat arribe pel camí de Fondols, unaltre apareix pel camí dels Alchupets, cinc mes puyen pel carré dels Espills, son negres com’al carbó en la coda tiesa, set en total.
Detrás de la Pllaseta de les Bruixes, se mouen unes sombres, entán caván al peu de un muro pa trobá La Pedra, “Que no se acabe may”. Tan forta que a plleno día cuatre omes picán no la an sabut trencá, tan forta que ni lo pic que a feit espesialmén lo Farré de Calladrons, pa nixa feña, se doblle coma si fos de figa. Los gats s’an feit sombres, que posen lo peu ademún de La Pedra, pa convertís en Bruixes. Ya puyen a la Pllaseta. Una fuguera sense lleña empese a cremá, en fllames royes y negres. Les Bruixes miren a tota reu. ¿Qué esperen?. En un gran bramit apareix un “bò” te los corns llargs y retorsuts, la pell negra, les garres roses y les uñes royes, torne a fe un gran bramit y les Bruixes que estaben discutín a qui donali “mal de ull” empesen a ballá sense escoltal.
Unaltre bramit y les Bruixes se queden quietes, -sirá per poc-, no se posen de acuerdo a qui doná “lo mal”, ballán, gritán que esgarrife se tiren per terra, se enganchen del pels un al altra. La chuta vole alrededó, fen soná lo chutttt…chutt… per la seua boca . Los musols en los ulls mol aubertes fan coro en les bruixes. Lo llantié en les seues pllumes bllanques coma unes boles de cotó resién cullit, formen un redol ademún de tot lo soroll. Les fuines se entrellasen en los brasos de les bruixes, baixán a les garres per la sintura.
Totes tenen los ulls bllancs casi ixinles de la cara. Tot e un arrebol, se sinten nous chillids esgarrifosos per demún de tot lo soroll. Son los morisecs, se agafen al coll de les bruixes chupanlis la sang, mentres griten en una emosió inconteniblle.
No paren, lo “bò” ue contemplle satisfeit, e lo Rey de la Nit y Les Bruixes les seues sirvientes. Tots ademún o deball seguisén durán tota la nit.
Pero… per demún dels Castellasos, apareix lo primé rayo de llum, Lo Sol espentee a totes les boires de la nit pa portamos lo día.
Un bramit llastimós, mes fort que los anterios, apague lo soroll de aquell puyal negre, que poc a poc se aquiete. La chuta lo llantié y lo musol, volén en busca dels seus amagatalls. La fuina borracha de emosió, se desllise silensiosa per les espones del Castell buscán lo seu cau. Los morisecs borrachos de sang, silensiosos tornen a la Cova del Torrén, de cap capa aball, no ixirán en mols díes a buscá lo seu sustento de sempre.
Les bruixes feites sombres pasarán per La pedra, detrás de la Pllaseta, “La que may se acabe”, pa torná la una pel camí de Fondols, laltra pel camí Dels Alchupets, les sinc de Tamarit, pel carré dels Espills. No son sombres ni gats, poc a poc se transformen en guapes chicotes……Tenen la pell bllanca, lo cabell negre, los ulls verts que cuan los mires, les seues ninetes de coló asul clla, pareixen la profundidad de una basa cristalina, que te atrau y te ensordomís, los labios cuan los probes se derretisen coma la mel resién sacada del arna, lo seu alent e coma lo perfum de la mareselva en lo despuntá de un maití de primavera, lo parlá, melodiós coma la de una merla tornasolada……
Continuará… o no….
-. Vaya Juanet, por lo menos avuy no am parlat del Achuntamén.
-. Toñet, un día e un día.
Tamarit de Llitera a uno de Octubre del añ dos mil deu.
Julián Naval de Tamarit.
Escrit según les normes Editadas p’el Achuntamén de Tamarit en colaborasió en la Diputasió provinsial ( Carpi, 1981 pag.1 a la 194). Publicasió de P. Grúas y Benítez.
1995, Editades p’el Achuntamén en colaborasió de UdZ. .
La Villa alegre y confiada. I. Comas y Colomina 1929. pag 279 .