dissabte, 11 de febrer del 2023

CARTA CXXVIII. Biblioteca del Carmen descalzo de Barcelona.

CARTA CXXVIII. 

Biblioteca del Carmen descalzo de Barcelona. Noticia de la vida del canónigo Don José Gerónimo Besora y de los muchos libros raros y preciosos que con toda su selecta librería legó al referido convento.

Mi querido hermano: La biblioteca de los PP. Carmelitas descalzos de esta ciudad es uno de los objetos que excitan la curiosidad de los viajeros. Y lo es ya desde el año 1654 en que el sabio canónigo de Lérida Don José Gerónimo Besora legó a esta comunidad toda su exquisita librería compuesta de 5567 volúmenes, gran parte de ellos manuscritos. La grandeza de este don, hecho a toda la república literaria, me obliga a honrar la memoria de tan insigne bienhechor con las noticias que he podido recoger. Era natural de Barcelona y canónigo de Lérida, prebenda que obtuvo el día 21 de octubre de 1621, tomando posesión por él su padre Agustín Francisco de Basora, ciudadano de Barcelona. Estuvo varias veces ausente de su iglesia, encargado de sus negocios en Barcelona, donde fue uno de los diputados del principado en 1656. Vivía todavía en 1663 en que explicó una inscripción y estatua Romana que se halló en Tarragona, como dice Roig, Historia de Gerona, pág. 401. Consta que hizo un viaje a Roma, mas no se sabe cuándo ni con qué objeto. Murió en Barcelona en su casa propia, sita en la calle del portal del Ángel, día 14 o 15 de febrero de 1665. En el último de estos días se hizo la publicación de su testamento, el cual tenía hecho de su letra desde el año 1654 y había entregado cerrado a Bartolomé Plea, notario, a 3 de diciembre del mismo. Empieza con su lema ordinario, que escribía al frente de todos sus libros: Jesús, María, Joseph, Spes mea D. O. M. 

Nombra por testamentarios a Don José de Corts, Arcediano de Santa María del mar y canónigo de Barcelona, a los PP. procuradores de la Cartuja de Montealegre y del convento de San José de Barcelona, y a Pablo de Salvador, vecino de Ascó, diócesis de Tortosa. Elige sepultura en Montealegre “en lo claustro petit devan la porta de la iglesia que esta prop de la cadira prioral del cor; y vull que sobre lo lloc del cadáver se asente una llosa quadrada de jaspe negre, la cual fassa com a paviment y estrado a dita porta; en la cual llosa estiguen esculpides tres linees, ço es, la primera dient: José. Hiero. Besora; la segona: Praesbiter; la tercera: requiescat in pace. Despues un poc mes avall estiguen esculpides dos linees; la primera dient: universa vanitas; la segona omnis homo vivens. Sino fos que moris professant en algun orde, per que en tal cas vull ser enterrat junt als religiosos de aquell orde.” 

La erudición de este ilustre Catalán se ve en la oración in laudem Sanctae Theresiae, que dijo en un certamen en las fiestas de la beatificación de dicha Santa que se hicieron en Barcelona, y anda en el tomo que sobre este asunto se imprimió en 1615. También se descubre en las notas que puso de su mano al catálogo de los Obispos de Lérida en el ejemplar impreso que poseía, y a la biblioteca de escritores Jesuítas compuesta por Alegambe. Otro libro tenía de su mano, que intituló de cosas memorables; pero no parece. Acaso del viaje a Roma nació la correspondencia que conservó con Juan Bautista Laura de Perusia, en cuya centuria 2 Epistolarum, impresa en Roma en 1621, hay una carta suya en que da gracias a nuestro Besora por la oración que le envió de Santa Teresa, de la cual hace grande aprecio. Otra hay de Besora al mismo. Pero nada de esto conservará tan viva la memoria de su saber como su biblioteca. Es verdad que algunas veces el ansia en acopiar libros no tiene más causa ni objeto que la vanidad. De lo cual (¡) ojalá hubiera muchos ejemplares que contraponer a los muchos y muy dolorosos estragos que hace aquella violenta pasión! El sabio Besora no tuvo otro móvil en sus preciosas adquisiciones, que el amor a la literatura recóndita y poco vulgar, y fue uno de aquellos genios que no pudiendo contenerse en la esfera de las ciencias abstractas, desean conocer los sabios que han trabajado antes que nosotros, conservar la memoria de sus escritos rescatándolos de las manos descuidadas e ignorantes, y procurarles un depósito digno de sus autores y del público para quien se trabajaron. Esto logró aumentando tan copiosamente con su biblioteca la que ya tenía esta comunidad. La franqueza con que estos PP. me han tratado, singularmente el P. Fr. José de la Virgen, bibliotecario, reprende y avergüenza la envidia de otros, que se llaman y tienen a sí mismos por sabios, olvidados ciertamente del capítulo VII del libro de la Sabiduría. Pero dejemos esto y vamos a lo que importa, que es la descripción y noticia de algunos manuscritos de esta biblioteca, de los cuales hablaré por el orden que se me antojare.

Lo primero que vi fue un tomito en 8.° (B. 42) de varias poesías, parte buenas y parte malas. Pero es muy apreciable por contener algunas de las del P. M. Fr. Luis de León más completas y exactas que las ya publicadas, las cuales o copié del todo o noté las variantes más sustanciales. Tales son la famosa canción: Virgen que el sol más pura, etc. y los salmos 1, 4, 12, 41, 44, 113, 124, 129, 136, 147 y algunos otros. Hállanse además tres salmos mezclados con los que son ciertamente suyos, y cuyo lenguaje y frase poética me parecieron al pronto de la misma mano. Son el 83, Quam dilecta, el 119, Ad Dominum y 122, Ad te levavi oculos meos. Mas no hallándolos en las ediciones que publicaron Quevedo y Mayans, sospeché que fuesen de otro de los buenos de aquel tiempo. Y efectivamente, son del M. Fr. Pedro Malón de Chaide, el cual los ingirió en su Conversión de la Magdalena. De todo esto he dado puntual razón al P. M. Fr. Antolín Merino con el deseo de cooperar al mayor esmero de la colección de las obras del maestro León, que ha comenzado a publicar. Ojalá se hubiera hecho otro tanto con las obras inéditas del célebre humanista y filósofo Valenciano Pedro Juan Núñez, que se hallan en esta biblioteca (F. 325 sig.) y se enviaron a Madrid para este efecto y volvieron a su lugar sin conseguirlo. Cuatro vols. en fol. manuscritos se le atribuyen. Los tres primeros contienen varios escritos filológicos, es a saber: vol. I. Institutiones oratoriae ex variis scriptoribus ac praesertin ex Hermogene. = La oración pro M. Marcello, traducida al español. = Escolios sobre su texto latino, y varias fórmulas de elocuencia escogidas de ella. Actio 1.a in Verrem, y la Philipica nona, ambas traducidas con escolios como la antecedente. Vol. II. Praecepta ad epistolas artificio contexendas atque illustrandas. = M. T. Ciceronis epistolae selectae per genera con la traducción española, escolios y análisis de sus frases. In Aphthonii progymnasmata dictata acuratissima. = Oratio XIII. pro lege Manilia, con la versión castellana, escolios, etc. Vol. III. De historia Romana (son escolios al Epítome de L. Floro). Scholia in libros de finibus M. T. Ciceronis. = Traducción en prosa de la Égloga VII de Virgilio: Forte sub arguta con sus escolios. = De examine orationis M. T. C. pro lege Manilia. = Scolia in quoddam fragmentum orationis pro L. Corn. Balbo, con su versión. = Quam viam sequatur Valerius Maximus ad colligenda exempla. El vol. IV sólo contiene unos comentarios latinos a la geografía de Dionisio Africano. Y aunque no se hallan atribuidos en el título a Núñez, como se observa en los antecedentes, se sabe por Don Nicolás Antonio y Ximeno que son obra suya. Al fin de ella y a renglón seguido de la obra se lee lo siguiente: His scribendis finem imposuit Berenguarius á Castro, filius primogenitus Baronis Lacunae (Laguna), et Vice-Comitis Hillae (Illa) tertio kal. maias ann. 1576, donde se ve la laboriosidad y amor a la literatura de este caballero Don Berenguer de Castro, que copió de su mano todos esos cuatro tomos, como se ve por la uniformidad del carácter del último con los tres antecedentes.

Tras estos me vinieron a las manos dos códices que contienen algunas obras lemosinas de San Pedro Pascual. El 1.° (N. 356) contiene la conocida con el nombre de Biblia parva, cuyo prólogo es: Com yo Religios é Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Castella açi anomanat hagues legit XXX. anys theologia. (N. E. Ver más abajo otro prólogo parecido que empieza: “Com yo Religios e Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Jaen del regne de Castella...” 

Título o capítulo 1.° Del peccat de Adan, quin fon, ne la manera com se havia á quitar. El último de la gloria de Paradis. Son XXXVIII en todo; los cuatro más que se hallan en la obra latina impresa en Madrid 1676. Son extensión del artículo de la ley de Moisés, que aquí es uno solo, y faltan los que en el impreso son 9, 10, 11, 12. Llaman aquí a este libro Catecismo de San Pedro Pascual, y con razón y más propiedad que Biblia parva, pues su contexto es de preguntas y respuestas. Mas dejando aparte esta disputa de nombre, digamos de una real y verdadera; quiero decir de otra obra del mismo Santo que aquí se conserva manuscrita en fol. (L. 329) con este título: Disputa del Bisbe de Jaen contra los Jueus sobre la fé catholica. De la cual porque no hallo noticia en ninguno de los autores de Bibliotecas, copiaré el índice y prólogo, y tú juzgarás si es obra común con las ya conocidas: Titol I. Qui comensa la questio sobre la ley de Moyses. = Tit. II. Que la ley de Moyses no fon dada acabadament. = Tit. III. Quina diferencia ha de grau maior a menor. = Tit. IV. A que aprofitá la ley de Moises a aquells qui la tingueran, pus no era acabada per haber salvacio. = Tit. V. De la lig de Moyses e de les images. = Tit. VI. Del aiustament de Deu ab home. Tit. VII. De la lig de Moyses e de la canticha de Moyses. = Tit. VIII. Del peccat de Adan e de la manera com se havia a quitar. (Nota que este capítulo y los demás que se hallan con el título idéntico en la Biblioteca parva están tratados de otro modo y son diferente escrito). = Tit. IX. Com les animes anaven en infern. = Tit. X. Si les colpes de Adam egualment foren pagades. = Tit. XI. dels crits que les animes fahien en infern. = Tit. XII. Com lo cors de Jhu. Xpist. fó mes en lo sepulcre. = Tit. XIII. Quin captaniment feu Lucifer quant vehe la Sancta anima de Jhu. Xst. en los inferns. = Tit. XIV. Quin Captaniment feu la anima de Adam quant vehe la Sancta anima de Jhu. Xpist en los inferns. = Tit. XV. Que vol dir com dix Deu: yo son Deu e no hom. = Tit. XVI. De la Circuncisio de Jhu. Xst. = Tit. XVII. De la Resurreccio de Jhu. Xst. = Tit. XVIII. Si la remso es feta, perque hom viu ab suor de sa cara e perque la dona infanta ab dolor? = Tit. XIX. Com Deu dix, yo he amat Jacob, e he hagut en hoy Esau; e dix mes: la casa de Jacob será foch, e la de Josep será flama. = Tit. XX. Del meniar de carn del porch. = Tit. XXI. Que lo Macies es vengut, ço es, Jhu. Xst. = Tit. XXII. Ques pot, es deu afermar quel Macies es Deu. = Tit. XXIII. Com les animes dels salvats ensemps ab lo cors muntaran al cel apres la resurreccio. = Tit. XXVI. De la Sancta Trinitat primerament de la semblansa de la crehensa. = Tit. XXV. De la Sancta Trinitat. = Tit. XXVI. Perque lo fill sencarna, e no lo Pare, ni lo Sanct Sperit. = Tit. XXVII. Com son tres persones en la Divinitat, e totes tres un Deu. = Tit. XXVIII. Del Sagrament de la Misa. = Tit. XXIX. Perque lo cors precios de Jhu. X'st (más arriba no se ve el apóstrofe, pero hay un espacio) es alsat dues vegades per lo prevere sots semblansa de pa e de vi, com no sia sino un sol Deu. = Tít. XXX. Com Jhu. X'st. sia un sol hom, com pot esser en una hora en tants altars hon se fa lo sacrifici cascun jorn. = Tit. XXXI. Del orde quis tindrá al general juy. = Tit. XXXII. Quants inferns son, e les penes que los dampnats hauran. = Tit. XXXIII. De les benenuyranses de la gloria de Paradis. = Tit. XXXIV. Com se fa que en una pocha forma de hostia capia lo cor de Jhu. X'st., qui es axi gran com una forma de home. = Titol XXXV. Com Deu se aiusta ab hom. = Titol XXXVI. Com per fe verdadera se salven los Xpristians. = Tit. XXXVII. Com la temptatio de Adam fo del Diable e no de la serpent. = Tit. XXXVIII. De les vuyt batalles fetes per lo Diable. = Tit. XXXIX. De Mafumet e de la sua secta. = Tit. XL. De la doctrina de Mafumet. = Tit. XLI. De la semblansa de la lig de Moyses. = Tit. XLII. De la virginitat de la Verge Maria. = Tit. XLIII. Com Deu se volch encarnar en cors de fembre, qui naturalment ha moltes coses leges. = Tit. XLIV. Del fust de la Sancta vera Creu. = Tit. XLV. Qui tracte del Sanct babtisme. = Tit. XLVI. Que vol dir de la sal que donan al bateiar. = Tit. XLVII. Del drap, de la capida, á (e) del oli sanct de la sancta crisma. = Tit. XLVIII. De les aygues fora lesgleya, que no son sagrades per lo prevere sis pot bateiar en aquelles. = Seguexense (la g parece q) los XII. articles de la fe, ço es, lo Credo in Deum, fet per los dotze Apostols. 

Aquí acaba la disputa de San Pedro Pascual con los Judíos, cuyo argumento declara el mismo en el prólogo, que es parecido al de la Biblia parva, y dice así: "Com yo Religios e Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Jaen del regne de Castella, e açi no anomenat, com per mia ventura fos pres en poder del Rey de Granada: E vehent molts dels Xpians esser catius no sabents letres, ne be de la fe dels Xpians, tot die qui un qui laltre se tornaven a la mala secta dels Moros: E vehent yo aço fiantme en la aiuda de Deu, misme a ensercar los libres de la Biblia e de tots los Prophetes qui parlat havien de la Encarnacio, e del Naximent, e de la Adoracio, e de les altres coses de Jhu. Xst, e de la virginitat de la Verga Maria nostra dona; mostrantho yo als Xipians qui aqui eran presos, los cuals per molts Juheus que aqui eran tot dia venian per ells amonestar e inclinar a creura la falsa secta dels Moros: e yo reptant aquells de so que fahian e dehian, so es, los Juheus als Xpians qui daso los crehien, alguns soptils Juheus specialment dos assi anomenats, primerament Moxi Rabbi, e Jacobi Moxi Rabbi, sabent que yo contradehia a la lig dels Juheus, e dels Moros, e aço per mantenir la fe christiana catholica, moguts de gran fellonia e malicia ferent scrits, e aquells tramateren a mi. En los quals scrits havia moltes e diverses demandes, e no res menys a mi, e devant mi volgueren disputar. E yo confiantme en la misericordia de Deu, Pare e Fill e Sanct Sperit, tres persones en un Deu, en mantenir la sancta fe catholica dich a tu Juheu Moxi Rabbi, e Jacobi Mavi (f. Moxi ut supra) que digats tot ço queus vullats contra mi, axi com per los mestres vostres e actors Juheus atrobarets scrit e glosat; demanant lo dit Rabbi Juheu a mi primerament dient axi.” 

Sigue la disputa sobre el título I, proponiendo los Rabinos varias dificultades contra la fe Católica, y soltándolas el autor. Diálogo gracioso y de erudición sólida, y muy digna del Santo. A este tratado siguen la explicación de los diez Mandamientos y del Pater noster, que es obra suya; y a renglón seguido, en el folio 197 del volumen, se halla la letra que trames un Juheu a un altre Juheu, en que aprovave la sancta fé catholica. Esta carta es la mismísima de Rabí Isaac de Sujulmeza a Rabi Samuel, cuya traducción lemosina hallé en el convento de San Miguel de los Reyes, extramuros de Valencia, y de que ya se dijo en la carta XVI (a: En la citada carta, si te acuerdas, dije equivocadamente que la del Judío Isaac era inédita, ignorando que se hubiese publicado seis o siete años antes por el P. Fr. Manuel de Santo Tomás de Aquino (Tragia), Carmelita descalzo, en la obra intitulada Única religión verdadera, impresa en Valencia 1795. Efectivamente, se halla en el tomo 1, página 338, no sólo en lemosín, como está en San Miguel de los Reyes, sino con la versión castellana del P. Fr. Francisco (no Vicente) Vives, bibliotecario de aquella casa. De paso noté en la pág. 337 estas palabras: "al fin de ella (la respuesta de Rabí Isaac a Rabí Samuel) da a entender que no distaba mucho de Marruecos, pues le dice que dentro de treinta días se verán. Por esto, y por hallarse manuscrito en Valenciano, se puede creer que escribió desde Marruecos a Valencia, y que Rabí Isaac era de este reino”. Lo que hay en esto es que Rabí Isaac se hallaba en Sujulmeza, ciudad del mismo reino de Marruecos, distante poco de la capital donde estaba Rabí Samuel; y que, así como este le escribió en arábigo, Isaac le contestó en el mismo idioma, lo cual hiciera, aun cuando fuese Valenciano y hubiera estado en Valencia, donde el idioma lemosín no se introdujo hasta su conquista. (N. E. Craso error para un autor valenciano, siempre que se refiera a la conquista de Jaime I.) Así que por ninguno de los dos capítulos se infiere que el Isaac fuese Valenciano. Cuanto más que el mismo texto lemosín del códice de San Miguel está indicando que es del siglo XIII, casi doscientos años después de los dos Rabinos. 

¿El hallarla ahora aquí, junto con las obras ciertas de San Pedro Pascual, la consonancia del lenguaje, y el versar ella sobre un argumento que con tanto calor trató él mismo en la Disputa que antes decía, no podrá servir de conjetura para hacerle autor de esta versión lemosina? No me atrevo a afirmarlo, mayormente siguiendo a esta carta otros escritos que son de otra mano, es a saber, la versión de algunos sermones de los PP., y dos tratados con estos títulos: Libre del plant del mon, e de les miseries de aquell quels homens sostenen. = Libres de natures de besties, e daucells, e de la lur significacio.

Tampoco es fácil creer que sean del mismo Santo Obispo los tratados que se le atribuyen comúnmente, y se hallan aquí en otro volumen 4.° manuscrito (I. 298), y son los siguientes: Comença la ystoria de Sant Latzer, com visque, ne com fo reconciliat, ne apres la mort, com fon resuscitat, ne com visque, e com mori Bisba de la ciutat de Marsella, e hon mori, o hon iau lo seu cors. = Contemplacio del dimecras sant com Jhu. X'st., e la Verge Maria parlaren molt familiarment ensemps, e de que parlaren. = Aquesta es la Passio del nostro Redemptor Deu Jhu X'st, la qual cascum feel crestiá deu devotament e piadosa contemplar. (Este tratado incluye el de la Santa Corona y el de San Dimas). La historia dels Sants Ignocents, los quals moriren martirs per Jhu X'st, e com ne en quina manera foren conservats fins al dia de vuy, e seran fins a la fi del mon. = Com ni perque dix Sant Johan Baptista lo primer Agnus Dei, e hon lo dix, ne aqui (a qui) ó dix e com nos devem per son dit millorar. = Com Sant Johan ach vist la visio del primer Agnus Dei, e desigava veura lo segon, e com lo ves, e com lo contempla, e com nos devem per son dit millorar sil contemplam. Lo tercer Agnus Dei, e com Mossen Sant Johan veu la tercera part de la sagrada Passio Jhu. X'st. = Al fin de este tratado se hallan estas palabras: Fon spleguat de ascriura per mi Johan Ferrandez, scrivent en Barcelona dimecres a XXV de juny en la dita ciutat de Barchina. anny M.CCCC.XXXVIII. Debo añadir que al principio del volumen hay un tratado lemosín Dichos de doce Santos hermitaños, y al fin: Vida de Sancta Angelina, la qual scrivi lo seu confessor. Entre estos dos tratados se hallan los de San Pedro Pascual, digo los que comúnmente se le atribuyen, de los cuales no te digo más, porque son los mismos que copiamos habrá cinco o seis años de un códice del real monasterio del Escorial.

También he hallado aquí un volumen, de quien daré noticia sólo por ser continuación de una obra de que ya hablé en la carta XXXIII, y es el Compendio historial que de orden del Rey Don Pedro IV de Aragón escribió el maestro Fr. Jaime Domenech, Dominico, Inquisidor de Mallorca y de los condados de Rosellón y Cerdaña. En la citada carta da noticia de los dos libros primeros de esta obra, los cuales existen en la biblioteca de mi convento de Valencia, y llegan hasta el tiempo de la Encarnación del Hijo de Dios. Pues aquí se halla el tercer volumen y libro que continúa la historia desde ese día hasta el año 626 de Cristo. La identidad de la obra y del autor, y el enlace de estas épocas consta del epígrafe y prólogo, que omito por no alargar mucho mi narración; mayormente que estos libros no tienen otro mérito que el de presentar recogidos los hechos más insignes de la historia, sacados de Orosio, Sigeberto, Don Rodrigo y otros escritores, cuyos nombres nota al margen. Hablando de las persecuciones de la iglesia cuenta las actas de los Mártires, según el orden del calendario. El manuscrito es del siglo XV, el códice está señalado L. 326.

Quisiera dar una muy detenida noticia de un libro en 4.° manuscrito del mismo tiempo (G. 627), que contiene casi tantas obritas como hojas y es muy grueso. El compilador, que se llamaba Narciso Guall o Gall, lo intituló Jardinet de orats (Jardinito de locus), aludiendo con esto a las piezas que contiene así en prosa como en verso, por la mayor parte poéticas, y del tiempo de la ciencia gaya. Hay muchas de autores Catalanes, cuya noticia vendría bien, si este principado tuviera su Biblioteca de escritores, como la tienen ya casi todas las provincias de la nación. Efectivamente sería cosa ridícula antes de publicar los principales escritos de los sabios, darles a conocer por lo que sólo fueron ocios o ensayos de sus tareas e ingenio. Así que sólo contaré de este volumen lo que ilustre o añada algo a lo que ya se sabe de otros. Tal es la Vida de Sancta Ana feta per lo magnifich Mossen Johan Roiz de Corella, cavaller de Valencia e studiant en sacra teologia, dirigida a la magnifica Senyora Montpalava de Castellvi. En su breve dedicatoria se dice que esta Señora era casada con Mossen Luis de Castellvi, y esto más se sabe de lo que dijo Ximeno de este escritor. Del mismo siendo ya profesor de teología son Les lamentacions de Mirra, e Narcisso e Tisbe; item la Tragedia de Caldesa y otras cosas mitológicas que se saben de él. = Cobles fetes per Mossen Fenollar e per Mossen Joan Scriva, Valencians, contemplant en Jesus crucificat. = Questio moguda per Mossen Fenollar Prevere a Mossen Joan Vidal Prevere, an Verdanxa, e an Vilaspinosa, notaris de Valencia. La cuestión es sobre cual es la cosa que más fomenta el amor; la vista, el gusto, el oído o la voluntad, aunque mejor lo dirá la primera estancia que copiaré aquí:

Fenollar

“Per be que lo mon en tals fets huy sia

No prou favorable, past es singular

E vist que damor se parla tot dia

De quatre luquets saber yo volria

Qual mes la enten e la fa doblar.

Yo dich que lo veure, que mostra carrera

A tot quant apres li dona combat.

Mossen Vidal veig del Grat fa bandera.

Verdancha l' Entendre diu que la prospera.

E Vilaspinosa deffen voluntat. 

Tales son por la mayor parte las flores de este Jardinito.

Más juiciosa y de mucho mayor aprecio es otra colección (O. 372) de papeles y cartas tocantes a negocios de los siglos XVI y XVII, los cuales acaso merecen la atención del que desee instruirse en algunos negocios políticos de aquel tiempo, y antes que diga de ellos, y porque no se me olvide, sepas que hay en este libro un pergamino manuscrito del siglo XIV que contiene nada menos que lo que voy a decir: Epistola S. Bernardi ad quemdam militem, de cura et modo rei familiaris gubernandae. = Gratioso et felici militi Domino Raimundo Castri S. Ambrosii Bernardus in senium deductus, salutem. Cupis a nobis de cura doceri et modo rei familiaris utilis gubernandae, etc. Está dividida en varios títulos, es a saber: De gubernatione domus. = De sumtibus seu expensis. = De gulosis. = De avaritia. = De superbia. = De foeminis familiaribus suspectis. = De vestibus fiendis. = De amicis. = De consilio amico dando. = De jocunditatibus spernendis. = De familia repellenda, etc., y así otros que ya me canso. De esta misma carta posee una traducción lemosina el muy R. P. M. ex-Provincial de la orden de San Agustín Fr. Juan Izquierdo entre los manuscritos antiguos que conserva, de que hablé otro día. ¡Ahí es una friolera! ¡Una carta de San Bernardo desconocida a los PP. Mabillon y Martene! Grande hallazgo por cierto si no fuera, como es, parto legítimo, no de San Bernardo de Claraval, sino de Bernardo Carnotense (a: Atribuye a San Bernardo esta carta Pedro Díaz de Toledo en el Comentario al proverbio XXXVI del Marqués de Santillana, edición de Anvers de 1552.). Véase el Mansi en la edición de la Biblioteca latina de Fabricio y basta. Vamos a los papeles ciertos y no equívocos de este tomo de Miscelánea que digo, y son: Relación de la venida a Ferrara de la Reina de España Doña Margarita de Austria, con algunos otros políticos. = Copia de la carta que escribió el licenciado Busto de Villegas, Gobernador del Arzobispado de Toledo al Rey Don Felipe II, sobre el breve de las jurisdicciones de las iglesias y ventas de ellas. Tres cartas originales de Fr. Mariano Azaro (o Azazo), Carmelita descalzo, escritas desde Lisboa el año 1584 al duque de Sessa y Somma en Baena. Tratan particularmente de las llagas, raptos, etc., de Sor María de la Visitación y de otros puntos curiosos. Acaso las copiaré. Un papel hay también que tiene este título: El orden que se guarda en esta Academia (de Poesía) de Toledo, siguiendo el que se ha observado en las de Madrid. Al fin dice:

Los Poetas de la Academia de Toledo admitidos en ella siendo Presidente Don Diego López de Ayala, Conde de Fuensalida, por su orden como están en la tabla. = El Conde de Fuensalida. = El Maestro Joseph Valdivielso (como Val de Belsa o Bielsa). = Martín Chacón. = El licenciado Gerónimo Maranyoso. = Martín de la Fuente. = El jurado Andrés de Quirós. = Juan Martínez. = El doctor Gregorio de Angulo Jurado. = El licenciado Juan de Sepúlveda. = Diego Antiveros. = Don Pedro Vaca de Herrera. = Alonso Castellón. = José Noguel (o Nogués). = El doctor Matías de Porras. = El doctor Christóbal Pérez. = Don Juan Gaitán de Menesses. = El licenciado Juan Antonio de Herrera Teminyo. = El doctor Francisco de Pisa. = Miguel Maréjon. = José de Tovar. = Alonso de Contreras. = Gil Pérez Sarmiento. = Agustín Castellanos y el Pintor.

Con esta noticia ¿quién no se acuerda del conato con que nuestros antepasados cultivaron las buenas letras formando academias privadas, y estimulándose mutuamente al estudio de la poesía, oratoria y de los conocimientos que para ellas se requieren? El siglo XVII fue el más fecundo en estas juntas puntualmente cuando más decaídas estaban la poesía y oratoria. Entonces se erigió en esta ciudad la famosa academia dels Desconfiats, a quien sucedió la que hoy se llama de Buenas letras, de cuya forma y tareas diré algún día. Otra había en Gerona, cuya alma fue el célebre García, cura de Vallfogona. En Valencia a fines del siglo XVI estaba en grande auge la academia llamada de los Nocturnos, de quien dio noticia Don Francisco Cerdá y Rico en sus notas al Canto del Turia, pág. 515. Otra había allí mismo hacia los años 1691, cuya constitución 2.a dice así: Las materias que se han de tratar por agora en la Academia serán: 1. Política. 2, Matemáticas. 3, Poesía. 4, Música. 5, Danza. Por esta muestra se ve la utilidad que podían sacar los nobles y todos los individuos de estas academias, que no eran precisamente, como el vulgo piensa, juegos de ingenio los que en ellas se trataban. No sería perdido el trabajo que se pusiera en recoger las memorias de estos pequeños cuerpos literarios, si se lograba con ello dispertar la ociosidad de muchos y el deseo de saber algo, que tan tirado anda. Además ¡cuánto ganaría la historia de la poesía!

Mas ya que no puedo remediar esto, déjame que diga de una obra compuesta por uno, individuo de la más célebre academia de estas que decía, que fue la de Tolosa, erigida en 1323 con el nombre del gay saber o de la ciencia gaya. Don Antonio Bastero, en su Crusca Provenzal, pág. 94, habló de un célebre poeta llamado Arnaldo Vital de Castelnovo D' arri, a quien los VII trobadores de aquella academia adjudicaron en 1324 el premio de la violeta de oro. Yo hallo aquí dos obras de un Juan de Castellnou, escritas en ese mismo año, con la circunstancia de llamarse ya entonces uno de los VII mantenedores de aquella academia; siendo así que, según dice Bastero, no se introdujo este dictado hasta el año 1354. Como quiera que esto sea, allá va la noticia de estas obras, aunque sea breve. La primera es un compendio de los defectos o vicios del lenguaje, así en prosa, como en verso. Veraslo en el epígrafe: 

Aquest es le compendis de la conexença dels vicis ques poden esdevenir en los dictats del gay saber, axi fora sentença, com en sentença. Lo qual compendi ha feyt Mossen Johan de Castellnou, us (un) dels VII mantenedors del Consistori de Tholosa de la gaya sciencia de trobar. 

El lenguaje y el tiempo en que escribía este trobador, lo verás mejor en la segunda obra, que es la siguiente: Començe lo doctrinal de trobar, am la glosa o correccio, o declaracio sua. Este Doctrinal es obra de Ramón de Cornet, a la cual pone sus notas Castellnou glosándola verso por verso. En el prólogo dice así: Ad honor del mout aut, poderos Senhor mon Senhor lenffant en Peyre del mout aut poderos Senhor en Jayme de bona memoria Rey Darago fill, per la gracia de Deu Comte de Ribagorça e Dampuries, yeu Johan de Castellnou vuells far aquesta obra apelhada 

Glosari, sobre aquest Doctrinal, etc. Para muestra de su método pondré la glosa de los primeros versos:

Quare sabers mo permet. Glosa: Veus frevol comenssament qar a lauzor de si, e no de Dieu comensa. 

Yeu Ramons de Cornet

Capelas ordonats 

A Santh Antoninats. 

Glosa: veus aqui replicacio can dits ninats, y e es gran vicis.

Faray un doctrinal

Ab rethorica tal 

Que bo romans demostre.

Glosa: mal dits; car rethorica no esse ha bo romans parlar, mas bel parlar.

Esta glosa parece hecha el mismo año en que se trabajó el Doctrinal, que como se dice al fin, fue en 1324 en el mes de septiembre, y dedicadas ambas al mismo Infante Don Pedro.

Con estas obras hay otras de la misma materia y son: Mirall de Trobar, compuesto por Berenguer de Noya. Es una explicación de figuras poéticas y declaración de la fuerza de cada letra del alfabeto. = Regles de trobar, compuestas por Ramón Vidal de Besalú (a) y explicadas por Jofre Foxa. 

(a). Este se supone el fundador de la academia de Tolosa de 1323 (V. a Don Tomás Sánchez, tom. 1.° de la Colección de Poesías anteriores al siglo XV, pág. 5). 

= Doctrina de Cort. Comienza así:

En lo nom de Dieu ques subirans

Pare, Fill, e Sperit Sans 

E guidans de tots pecadors 

Faut mon accord perls amadors 

...

...

Don ieu Teramayguis de Pisa

Comens en aquesta guisa: 


Comensament de doctrina provincial vera, e de rahonable locucio. 


Tot en aysi con le rubis

Sobre totas peyras es fis

E laurs sobres metails cars, 

Sobre tots razonats parlars

Parladura lemoyzina

Es mays avinens e fina. 


Sigue: 


Flors del gay saber. 


Las flors del gay saber 

Qui las voldrá saber 

No sia de cor sopte 

Qar sol qui trop nos sopte 

El punhemen no dopte 

Gran odor sentra sopte

Quil gitara de dopte.


El autor de este tratado es Guillermo Moliner. Libre de concordances, appellat Diccionari, ordenat per en Jachme March, a instancia del molt alt e poderos Senyor en Pere per la gracia de Deu Rey de Arago, e fou feyt en lany MCCCLXXI (1371). De esta obra ni de su autor no se tenía noticia, hasta que la dio Sánchez (loc. laud., pág. 77) citando un manuscrito de la santa iglesia de Sevilla. Don Francisco Cerdá, en sus notas al Canto del Turia (página 487) publicó algunas octavas, que se hallan aquí también. Y esto basta por ahora hasta que venga ocasión de hablar de ello más extendidamente. Todo es del vol. N. 352. 

En un códice fol. (N. 359) hay una traducción lemosina del Arbre des batailles, (Libre de les batalles más abajo) compuesto en idioma provenzal por Honorato Bonet (a), Prior de Salon, en la Provenza

(a) En una edición de este libro hecha en Lion por Olivier Arnoullet de principios del siglo XVI, que he visto después en Sevilla en la biblioteca Colombina, se llama el autor Honore Bonhor, y se dice que floreció en el reinado de Carlos V, Rey de Francia.

Casimiro Oudin es el que da más extendida noticia de este escritor y su libro (de Script. ecclesiast., tom. III, pág. 1271), donde cita una edición hecha en París en 1493. Yo puedo añadir lo que resulta de esta versión, por la cual consta que fue nacido y educado en la Provenza, que era doctor en decretos, y que floreció a fines del siglo XIV, en los tiempos del Rey de Francia Carlos VI, a quien, siendo aún joven, dedicó la presente obra; así que debió escribirla poco después del 1380, y cuando más enardecido estaba el cisma entre Clemente VII y Urbano VI, de lo cual habla como de cosa presente, según diré después. Llámase aquí Prior de Salon, como también le llaman algunos escritores Franceses citados por Oudin, y así también diría el original por donde se hizo esta versión, que, según muestra el carácter, es muy próxima a aquel tiempo. Oudin corrige Gaillon por Salon. Era esta una Cartuja de la diócesi de Rouan (Rouen). Intitúlase aquí constantemente y repetidas veces Libre de les batalles, y así le llama su autor en el prólogo, no arbre, como dijeron algunos de sus paisanos, engañados con un capricho del autor, el cual, antes del libro, que en nada alude a la metáfora del árbol, quiso pintar uno para manifestar la discordia del actual cisma. Dícelo él así concluido el prólogo: mes puys que aço he feyt, ne cove trobar materia de la qual io fassa mon hobratge. E si mes vengut un aital smaginament que io fassa un arbre de dol en lo comensament de ma obra. Et primerament de sus larbre vos porets veure los regents de la Sancta Sglesia en cruel tribulacio... El artificio del actual árbol se reduce a que en lo más alto de él está figurada una rueda, y sobre ella este lema:

Superiora infimis, infima superioribus

Gaudemus: hoc continuo ludo ludemus

Fortuna. 

A la derecha del círculo hay estas palabras: Clemens. Hic pingat pictor Papam Clementem, et suos Cardinales, et eius debellatores. A la parte izquierda dice: Hic pingat pictor Antipapam et suos Cardinales, et eius bella... (debellatores, de bellum) A una y otra parte del medio del tronco se mandan pintar los Reyes que son de ambos partidos, y más abajo los grandes señores principales, y las naciones. Al rededor hay algunas palabras de la Escritura alusivas a lo indicado. Y este es todo el artificio del árbol; mas en esto poco se ve que el autor escribió viviendo aún los Pontífices sobredichos; porque a haber ellos finado pusiera los nombres de sus sucesores en el cisma. También se ve que seguía el partido de Clemente VII, que era el de Carlos VI, coronado por el mismo Papa. A este árbol sigue el libro, dividido en cuatro partes: 1.a Contiene la aplicación del Apocalipsi, digo, de las visiones de los Ángeles a las calamidades anteriores de la iglesia; entre ellas está el cuento de Johanna Papissa. 2.a Habla del poder de los imperios antiguos, señaladamente del de Roma. 3.a y 4.a De las guerras y su justicia, causas, leyes, derechos de vencedores, prisioneros, escudos y banderas militares, con buenos documentos para los Reyes. Algunos creen que esta obra sea la que se atribuye al mismo, intitulada Somnium viridarii. Mas en este códice falta la hoja primera de la primera parte, que es donde debía constar en todo caso la ficción del sueño. Por lo demás la obra nada presenta con este aspecto. Y por no cansarte más copiaré algo de su prólogo, con que te certificarás de gran parte de lo dicho. “A la sancta corona de Fransa la qual al iorn de vuy per la hordonansa de Deu regna Carles lo VI en aquel nom fort ben amat (así es conocido con el nombre de el Amado) e per tot lo mon redobtat, so es duna gloria e lausor sobre totes senyories terrenals molt gran Princep yo mapel per mon dret nom honorat Bonet, Prior de Salon en Provincia, doctor en decrets. Soven e moltes hores he agut en volentat de fer algun libre ...”  Y alegando las razones que le obligaron a ello dice: "Primerament com lestat de sancta mare Esgleya es en semblant tribulacio, que si nostre Senyor noy pren algun remedi e Vostra Senyoria, la qual es acostumada de metre a fi, he acabar les cruels aventures de la fé cristiana, io non veyg via ni cami, que sia bona, ni breu acordarse. La segona raho, car io veyg tota sancta crestiandat axi gremada de guerres e de enveges, de rancos e de discordies, que a grans penes pot hom nombrar una petita terra, si es de Compte, de Duch, ho Baronia, que ben sien en pau.

La terça raho es car la terra de Provincia, don io son nat e nodrit, es de present tal tornada ... Perque aquestes rahons man forsat de fer alguna cosa novella per tal que vostra Joventut sia enformada de molts enteniments de la Sancta Scriptura ...”

Hasta aquí lo que me propuse copiar del prólogo. Al fin del libro ofrece escribir sobre les continenses que totes persones sien eclesiastichas o seglars, homens o fembres deven aver. Lo cual no sé si se cumplió. Me he extendido algo en este artículo por amor de los extranjeros, a quienes no les es tan fácil ver esta versión y lo que de ella resulta. El idioma lemosín, que en el siglo XIII había sido el de las cortes de Aragón, Sicilia y Provenza, conservaba todavía en los siglos XIV y XV toda su grandeza, y era lo que ahora el francés en cuanto al número de traducciones. Apenas había obra filosófica, política e historial que no sonase en lemosín. La pequeña corona de Aragón cultivaba entonces a maravilla las ciencias, singularmente las de gusto. Son innumerables los códices que a cada paso se hallan ignorados, y sus autores también. Cuando el principado de Cataluña presente la Biblioteca de sus escritores, y la añada a las que ya han publicado los reinos de Aragón y Valencia, entonces conocerá la Europa que en la corona de Aragón era la literatura la causa de los progresos en la marina, milicia, comercio, artes e industria. A cada paso lamento la falta de esta obra, que me obliga a dejar en el silencio muchas obritas, cuya noticia vendría bien, si fueran ya conocidos sus autores. Esto he dicho porque nadie tilde mi silencio respecto de algunos códices Catalanes de poca consideración. Vamos adelante con los que merezcan ser apuntados, que todavía quedan algunos en esta biblioteca.

De Francisco Alegre, que hizo una elocuente versión en lemosín de los libros de los Metamorfosis de Ovidio, impresa en Barcelona en 1498, queda aquí otra obrita inédita (F. 274), y es la traducción de la primera 

guerra púnica, compuesta en latín por Leonardo Aretino. Dice así en la dedicatoria: Al magnifich cavaller, e maior germa Mossen Anthoni de Vilatorta prefacio de Francesch Alegra en lo trasladar de la primera guerra punica. Al fin dice: Fi de la primera guerra punica acabada de traduir en vulgar catalá, aiudant aquell interminat començ e fi qui nostres fets be començats endressa a X V. de juny del any M. CCCC. setanta dos (1472). Otros ocios mitológicos del mismo autor se hallan en el ya dicho Jardinet de Orats.

De otro escritor que hasta ahora no conozco, y es de mi orden, y de algún mérito, quiero dar noticia, por si otro más feliz que yo alcanza a saber quién es. Su obra es un tomo fol. manuscrito vit. del siglo XIV (B. 320), y tiene este epígrafe: Exposicio de tots los libres de Seneca feyta per frare Luchas, Bisbe Auximen. del ordre dels Preycados, al Senyor Papa Clement VI. Este Papa murió en 1352. El obispado Auximen. será acaso de la iglesia de este nombre en la Marca de Ancona; mas en parte alguna he hallado quién sea este Lucas, que era Catalán y muy docto, como lo muestra este libro. En la inicial de la dedicatoria están entretejidas estas palabras: Jaume buesa ma escrit.

No menos sería digno de saberse el autor de otro tomazo en lemosín (B. 243), que tiene este título: Aquest libre es apellat Suma de collacions u de aiustaments. Es una instrucción de todos los estados y condiciones de la vida humana; pero tan completa, limada y elocuente, que podía ser de gran provecho traducida al idioma común de la nación. La obra se divide en siete partes, y cada una de ellas en muchos capítulos.

También es anónima otra obra, con este título: Tractatus de vita et moribus philosophorum, et de quibusdam dictis eorum. En el prólogo se dice dedicada a Don Pedro, Obispo de Calahorra y de la Calzada, asistente del Papa Sixto IV. Al fin hay: Additio in vitas Ipocratis et Terentii. El epígrafe final descubre algo más lo que ello es.

Dice así: Explicit de vita et moribus philosophorum, poetarum, oratorum ac grammaticorum in civitate Calciatensi tertio kal. aprilis 1482.

En la letra N. 311 se ve un vol. 4.°, que contiene el Tractat dirigit al molt alt Senyor lo Senyor Don Alfonso, Duch de Gandia, reduit de latí en vulgar sobre lo rahonament fet entre Scipio Africa e Anibal, e la batalla entre ells seguida: obra inédita de Fr. Antonio Canals, de mi orden. Contiene en once capítulos lo que sobre esto escribió Francisco Petrarca.

Sigue a esto un escrito anónimo: Tractat de una disputa e demandes fetas per un Prior dels frares de la orde dels Prehicadors del covent de Bolunya ab la anima ho spirit de Guido de Corvo, ciutada de Bolunya a XVI de setembra del any MCCCXXXIIII. Tras esto sigue: Epistola Fr. Bernardi de Riparia ad Guidonem Episcopum Maioricarum de visione et locutione quam habuit Fr. Johannes Gobi, Prior conventus Alestensis, quod idem dicit ac Bononiensis cum Guillermo de Corvo defuncto.

Merecen lugar aquí la vida de Carlos V, escrita por Pedro Mejía, en cinco libros incompletos, de cuya obra inédita cita algunos manuscritos Nicolás Antonio: esta está señalada N. 345. Desconocido es otro manuscrito (N. 343), que trata de los Linajes de toda España, por orden alfabético. Lo compuso el licenciado Don Alonso Coronado, de quien sé que lo escribía a fines del siglo XVI, que es donde concluye la genealogía de las familias, con la expresión de hoy posee este mayorazgo, reside en Madrid, y otras a este tenor; y la descendencia de los Condes de Barcelona la continúa hasta Felipe II y el año 1582. A este tenor podía decir de otros códices, pero sería molesto a mí más que a ti, y de poca utilidad para los dos.

De los privilegios antiguos y costumbres de Cataluña en los siglos XIII y siguientes, hay en esta biblioteca un repertorio, o sea extracto formado en el año 1476 por Francisco Martí y Bernardo Soler, siendo conselleres Galceran Carbó, Berenguer de Junyent, Gerónimo Rayola, Bernardo Marquíllez (Marquilles) y Salvador Spano. Es un vol. fol. vit. (M. 556). escrito con lujo y grande exactitud. Contiene, como digo, el extracto de todos los privilegios, diplomas y cartas de Reyes, que se hallan en cuatro libros del archivo de la ciudad, a los cuales llama primero y segundo verdes, primero y segundo colorados. Los que no puedan disfrutar los originales, tienen en este prontuario las noticias que puedan apetecer para la historia del comercio y artes de Barcelona, y aun muchas eclesiásticas de que acaso haré uso algún día: aunque ya poco hay que añadir a lo que publicó Don Antonio Capmany en sus Memorias. Otro vol. hay en fol. que sirve al mismo objeto, y contiene las cortes celebradas en Cataluña desde el año 1449 hasta el 1452. Propiamente son las actas y proceso de las cortes, de donde el político puede aprovechar conforme sus ideas. Yo he copiado algunas cartas y cosillas, así tal cual, que a su tiempo verás.

Todo entero debe ser copiado y publicado un códice (N. 347) que lo está ya en latín, y por mano extranjera, que tanto ha sido menester para que disfrutase el mundo de cosa tan preciosa. Hablo del libro de los oficios de la Casa real de Aragón, ordenados por el Rey Don Pedro IV, a 18 de octubre de 1344, el cual publicaron los editores de las Actas de los Santos, y después segunda vez en el tomo I del Thesaurus ecclesiasticae antiquit. donde recogieron todos los documentos y cosas más particulares de aquella vasta obra. Aquellos editores dicen que lo copiaron de un códice de Antuerpia, cuya historia refieren ellos mismos. Lo que yo sé decir es que he careado con esta edición el ejemplar que aquí hay en lemosín, y sé que aunque faltan al nuestro todos los dibujos que adornan al de Antuerpia, es mucho más exacto y expresivo que la traducción, y en algunos lugares más completo. El título dice así: 

Libre de tots los officis de Casa del Senyor Rey, del que quiscu ha de fer segons son offici. Al fin hay estos versos:

Qui scripsit scribat, semper cum Domino vivat.

Johannes Roig vocatur qui scripsit benedicatur. Amen.

Die XX. mensis octobris ann. M.CCCCLXVII. (1467) 

Sirva esta noticia por si no pudiere ver otros ejemplares, que según me dicen hay en el archivo real, y algunos de ellos con figuras y representaciones de los oficios. Lo que digo que debía hacerse con este códice, he hecho yo, y con no poco trabajo, con otro documento histórico tan largo y embrollado como útil. Es el caso que en un vol. fol. men. (L. 335) manuscrito en vit. se halla lo siguiente: Varios sermones de Conceptione, ortu et Assumptione Beatae Mariae Virginis, de Inventione Sanctae Crucis etc. Item constitutiones D. Joannis Sabinen. Episcopi in Illerda. = Synodus Barcinone habita a D. Petro de Albalat 1241. No es provincial, como creerá alguno, sino diocesano, vacando esta iglesia. Synodus D. Fr. Petri de Centelles, Episcopi Barcin. 1243: fragmentos del de 1244 y algunas otras cosillas que no pierdo de vista, y que se llevarían toda la atención, si no se hallaran entre ellas 28 hojas que contienen un Cronicón entero desde la era I de España hasta la 1340. Obsérvase en él alguna variedad de caracteres y tintas, lo cual prueba que es obra de diversas manos, y esto lejos de desautorizar el escrito, le da más autoridad. ¡Ojalá en esta clase de obras se observara siempre esa diferencia; por donde pudiera inferirse que escribían las noticias testigos oculares o coetáneos! Sin embargo, en la que digo no se advierte que haya trabajado ninguna mano anterior al siglo XII, y aun a duras penas se podrá decir que sea de ese tiempo el que formó el plan de toda ella, escribiendo en los cuadritos que resultan de varias lineas horizontales y verticales, todos los cómputos, eras, años de Cristo, indicciones, epactas, áureo número, ciclos y días de la Pascua. Y aunque son muchos los que en él trabajaron, sobresale la mano de algún monje Benedictino de Santa María de Ripoll, que tuvo cuidado de notar los óbitos de sus Abades y aun de algunos monjes, y las varias dedicaciones de su iglesia, y aun al año 935, dice así: In isto anno fuit secunda dedicatio huius coenobii Rivippulli. Así que sin impropiedad he creído deberle llamar Cronicón de Ripoll, y aunque sean conocidos otros con el mismo nombre, este es mucho más completo, no sólo en el número de artículos en que no hay comparación, sino también en la extensión con que escribe los ya publicados en otros. Particularmente se ve esto, si se compara con un Cronicón que hay en el día en dicho monasterio, del cual tengo copia exactísima, o más bien un dibujo, y sólo comprende desde el año de Cristo 27 hasta el 1191, con poquísimas y escasas noticias. No carece el nuestro de inexactitudes, singularmente en la cronología de los Papas de los primeros siglos, y aun en la de los Emperadores; pero es tan exacto como abundante desde el siglo X. Por esta razón, he querido copiarle todo, como está, para nuestra colección, no siendo difícil a los doctos corregir las erratas, y más con la ventaja de disfrutar entero este documento, que es el más completo de los Ripollenses. Con él y el que ahora dije de aquel monasterio, y los dos que copié en Tortosa, y el que he copiado aquí en mi convento de Santa Catarina, tenemos cinco Cronicones que regalar al público, y endulzar un tanto nuestras tareas. Descansemos hoy de ellas, que harto queda para otros correos.

A Dios. Barcelona. 


https://es.wikipedia.org/wiki/Convento_del_Carmen_(Barcelona)

CARTA CXXVII. Códices manuscritos de la biblioteca y sacristía de Santo Domingo de Barcelona.

CARTA CXXVII.

Códices manuscritos de la biblioteca y sacristía de Santo Domingo de Barcelona. 

Mi querido hermano: Dejando aparte la noticia de varios manuscritos de religiosos de mi orden que han enriquecido considerablemente mi Biblioteca de escritores, abunda esta biblioteca de códices preciosos y raros, cuya noticia puede interesar a los literatos. Tal es un manuscrito del siglo XIV en 4.° papel, que contiene Doctrinas morales, divididas en sesenta y cinco capítulos. Su autor es un Judío Catalán, y acaso hijo de Barcelona, llamado Jafuda (Jehuda), de quien no hay noticia en Don Nicolás Antonio. Dícelo él en el prólogo, así: 

Com lo molt alt e poderos Senyor en Jacme … (II.) … lo qual es curás de cercar saben tractar, … e ha manat a mi Jafuda, Iuheu de Barcelona, fill den Astruch … que yo degnes ( : dignase; degués : debiera o debiese) aiustar, he ordenar paraules de savis e de philosofs, e traure de libres arabichs, e aquelles tornar escriure en romanç. 

Un cuaderno fol. men., que sólo comprende diez tablas astronómico-geográficas. No es obra antigua, pero de gran exactitud en la demarcación. Comprende todo el continente de América y África, en cuya costa occidental, sobre el Carbo Verde, y más arriba del río Senegal, pone el río Doro; y como no se ve nombrado allí el Gambia, sospecho que este es el que ya en el siglo XIV se llamaba río del Oro, como ya dije en otra carta. El autor ni época de estas tablas no me es conocido, a no ser que indique algo de esto el letrero que hay al fin de ellas, que dice así: En tibi Cosmu Cosmin Cosmon FABRICAVI. Damus. Quia munere dignus.

Del célebre Don Francisco Eximeniz hay el Vita Christi, y el libro de las Donas, manuscritos del siglo XV. Otro vol. fol. contiene estos escritos del mismo; es a saber: Tractat de providencia sobre consell; la materia del qual es de aquells bons e mals administradors, e regidors de coses publiques, com, ne en quina manera se han haver, en llurs administracions e actes, affi que la virtut entre aquells sia mes prospera. Este es un tratado diferente del Crestiá; y no le hallo comprendido en los artículos de sus escritos en Don Nicolás Antonio. Siguen en el mismo volumen: Petita obra, que tracta per recobrar e haver lo exercisci de moderacio. = L' art de ben morir. = La confessio. Esto es, modo práctico de hacerla. Abundan por acá las obras manuscritas de este sabio escritor, y apenas hay biblioteca donde no se hallen.

Lo que es muy raro y único en su línea es un códice manuscrito pergamino del año 1351, donde después de la Legenda de Santo Tomás de Aquino, sigue otra con este título: Hic sunt aliqua breviter collecta de sancta vita, et miraculis Fr. Raymundi de Pennaforti. Princ. Accensam lucernam divinitus, etc. Y digo que este códice es raro y único porque es el que sirvió cuando se entendió en la beatificación del Santo, el único fidedigno de donde entonces se tomaron las noticias de sus virtudes y milagros, como escrito y sacado en 1351 de las memorias que había escritas en el archivo de esta casa. Así se lee al fin: Supra dicta fuerunt transumpta a quadam cedula reperta in communi caxia conventus Barchn. ubi aliae scripturae et litterae regiae conservabantur, XIIII. kalns. aprilis anno Dom. M.CCC. quinquagesimo primo. Está cubierto con unas tablas, y hasta en esto convienen las señas que de él dio el Auditor de la Rota Romana Francisco Peña, el cual publicó esta misma legenda ilustrada con notas. Digo que publicó literalmente la vida del Santo como aquí está, y después la tradujo al español Fr. Antonio Lorea; mas en la narrativa que sigue de los milagros dio lugar a alguna variedad, que acaso pudo nacer del que sacó aquí la copia. Prueba de ello es que Peña puso allí el milagro del tránsito del mar sobre la capa desde Mallorca a Barcelona, el cual no se halla en este códice, sino añadido al fin por otra mano posterior en 1456, y su narración es diferente de la que imprimió Peña. Escribiola el maestro Fr. Jaime de San Juan, Inquisidor de esta ciudad y diócesi; y la publicó Diago vertida en Español en la Historia de la provincia de Aragón (lib. 1, cap. XVIII.) Yo la he copiado por ser inédita, y por ser el escrito más antiguo que atestigua suceso tan portentoso (a: Ap. núm. X.). Y digo escrito porque otro monumento hay anterior que puede servir de prueba de este hecho, y es un relieve que sirve de capitel a una de las columnas en el sobreclaustro, delante del coro. Su labor es del siglo XIII, o muy próxima a él. Estas columnas octágonas, altas sólo cinco palmos, sirvieron antes de adorno en el coro que estaba en el piso de la iglesia, construido hacia el año 1270, de donde las trasladó al sitio actual el maestro Fr. Jaime Ferrán, Prior en 1550, para cubrir el tránsito al coro, que cuatro años antes había construido en alto en el testero de la iglesia el Prior Fr. Pedro Mártir Coma, Obispo después de Elna. Esta traslación de las columnas, y aun el objeto de ella, consta en el libro de gasto y recibo de ese año 1550, donde a 12 de mayo se lee la partida siguiente: Item dedimus fratri Gregorio pera donar … picapedres, que aiuda a puiar los pillarets de la craustra ... En uno pues de estos capiteles está representado de relieve San Raimundo sobre el mar, sosteniendo con el báculo la punta de la capa. Basta haber hablado de esto como viajero. Y ya que hemos hablado del coro bajo, sepas que para su adorno pintó dos tablas en el siglo XV un Fr. Pablo de Senis, de mi orden, la cual dejó luego (a): no es conocido en el Diccionario de profesores de bellas artes. 

(a) En el libro de ingresos y profesiones se hallan los artículos siguientes: anno 1476. VII. julii in Dominica die recepi (Fr. Franc. Vitalis) ad ordinem Fr. Paulum de Senis in clericum, et erat iam viginti quatuor annorum, expertissimum in artificio ymaginario; nam ipse operatus est tabulas Nativitatis et Resurrectionis, quae sunt in introhitu chori, et multa alia; et positus est in choro dextro. Recessit de ordine = Anno MCCCCLXXVII. ego supra dictus Prior recepi ad profesionem X. augusti Fr. Paulum de Senis, et dimissit habitum.

Uno de los cuadros, que es la aparición de Cristo a la Magdalena, se conserva aún hoy en la capilla de la comunión.

Volviendo ahora a los códices vi allí dos arábigos manuscritos, dignos de ser examinados por quien tenga más pericia que yo en su lectura. Del uno de ellos, en 4.°, bien entendí que sea el Corán, y acaso con algunos 

comentarios. Diole a esta librería el canónigo Don Antonio Cortés y Gelabert, a quien lo regaló Don José Avilés, Coronel de Dragones, el cual lo halló en el equipaje del General de los Moros, en una salida que contra ellos hizo la guarnición de Ceuta día 23 de agosto de 1722. Otro volumen arábigo halló dicho Coronel en el mismo lance, el cual regaló al Marqués de Lede, General en jefe de aquella expedición, y este le envió a S. M. 

Todo esto cuenta una nota al principio del libro. El otro libro arábigo que hay aquí lo dio Don Carlos Desessars en su regreso de la expedición de Orán. Algo más podré decir de un códice griego sin nota alguna en otro idioma que indique lo que es. Tiene además la desgracia de estar escrito con malísima tinta, mas con una prolija observación pude al cabo sacar en limpio que es la colección de las actas del sínodo VI general, Constantinopolitano III del año 680, copiadas en papel en 4.° y a lo que parece en el siglo XVI y de un códice antiguo, como se ve en algunas notas originales que dicen así: Deest in cod. veteri. = Hic interruptus cod. vet. y otras semejantes. Son a la letra las mismas que se hallan en la edición de Labbé, sino que este manuscrito sólo pone las XII acciones primeras y faltan las restantes hasta XVIII. Mas el libro está completo.

Volvamos de la Grecia a Cataluña y hablemos de otros códices lemosines, pues tan usado y justo es que cada cual alabe su nación. 

Y a fe que en orden a la noticia de los jueces o regidores de este principado, llamados Conselleres, es excelente un códice intitulado: 

Llibre aon estan escrits tots los noms dels Consellers de Barcelona desde el temps del Rey Don Jaume, dit lo Conquistador, quels instituy ab tots los privilegis, etc., fins al present any 1602. Su autor es Jaime Ramón Vila, escrito por Guillem Drusian (en castellano actual Drusián), Mallorquín. Tampoco es despreciable otro libro manuscrito que trata 

De les batalles y conquestes que los nobles Senyors Reys Darago han fetas. Comienza del Conde Don Ramón Berenguer IV y acaba en el sitio de Gerona puesto por el Rey Felipe IV de Francia. Esto hace creer que el autor, que no se sabe quien sea, escribió por ese tiempo, esto es, a fines del siglo XIII. El carácter del manuscrito parece ser del siglo XIV, aunque esto suele ser regla muy equívoca, como lo saben bien los que manejan estas cosas. No quiero pasar en silencio que en este libro se da por cierto el viaje del Conde Don Ramón a Alemania para sostener el desafío en defensa de la Emperatriz, acusada de adulterio y condenada al fuego, si no hallaba quien lidiase contra los acusadores, sentencia que debía ejecutarse a los tres días de la llegada del Conde. Gran bondad de Príncipe que deja su mujer, hijos y estados, y en medio de empresas y crueles guerras con que le ejercitaban diariamente los Moros, lo abandona todo, viaja de incógnito a un imperio extraño y expone a la suerte de un desafío su vida y reputación, sólo por defender a quien no conocía, y con quien ni deudo ni respeto le enlazaba. Tras esto las narrativas de este libro están harto dislocadas, y por lo común sin ningún apoyo en la cronología: defectos que me obligaron a abandonar la copia que de todo él había comenzado. (N. E. Es lo que pasa cuando te lanzas a copiar cronicones sin pensar)

Bien seguro de que no me sucedería otro tanto comencé y concluí la copia de un escrito raro de que voy a hablar. Hállase incluído en un vol. fol. que merece de por sí su descripción. Contiene las obras de aquel Manuel Díez, de quien hablé en la carta XXXII (a: Tom. IV, pág. 136.), como autor del libro de Menescalia. Aquí he hallado otras obras del mismo desconocidas a los bibliógrafos, las cuales declara el epígrafe, que copiaré entero y será lo mejor: Así comensan los libres de madesines fetes de diverses reseptes, que é tretes del tresor de beutat, segons aquelles é trobades pus nobles, he pus aprovades per esperiencia dalgunes notables persones. E per so en (f. e) (he) los presents libres intitulats: Flos de les dites reseptes; los quals parlan primerament de bayns e estubes e peladors e daltres coses per mundificar les inmundicies del cos de les dones, e de la balessa de la cara e daltres pertides del cos. Apres parla de diverses madesines per ocels de cassa, conpost de reseptes provades: e de manescalia de besties, conpost de reseptes provades, fetes per diversos dochtors, e altres en aso esperts: e de totes maneres de confits de sucre, hi de mel: e encara de totes maneres de potatges de cuynar.

De cada una de las materias señaladas en este artículo hay su tratado particular, y el de Manescalia de besties es el mismo que escribió dicho Manuel Díez. Esto ya bastaba para tener por obras suyas todas las restantes, cuanto más que todas se le atribuyen al principio del libro, el cual se escribió sin duda en el siglo XV, que fue el mismo en que floreció su autor, aunque en la prefacion del libro de potajes dice que lo escribía gobernándose por la experiencia de un bon coch del Rey Danglaterra ab conseyll den Pera Talip, servicial de dit Senyor Rey en lany M.CCC.XXIIII. (falta una C, MCCCCXXIIII, 1424) e fou apellat Rey per los escudes he cochcs de tota la terra Denglaterra. 

Yo creo que el copiante omitió una C, porque es cierto que este Díez fue mayordomo del Rey Don Alonso V de Aragón y que floreció hacia la mitad del siglo XV.

Pues en este volumen, fol. 108 v., se halla el documento raro que decía, perteneciente a la noticia de una orden militar conocida hasta aquí casi sólo en el nombre, que es la orden de la Jarra o del Grifo. Por lo mismo daré razón de ella, según lo que arroja de sí este documento, que es copia en lemosín de la escritura de fundación de la orden, de sus estatutos, fórmula de juramento y de bendición de la divisa, y por último, de las indulgencias concedidas a los caballeros. Llámase aquí orden del Griu (Grifo), cuya figura pendía de un collar en significación del valor que debían mostrar los que vestían aquella insignia; que axi, dice, com aquest animal es mes ffort de tots los altres animals, axi tots los homens assenyalats daquest senyal fforts e fferms en lamor de Deu e de la Verge Maria deuen esser trobats, e encara en totes obres de cavalleria. Fundola a honor de la Virgen María y en particular obsequio del misterio de su Asunción Don Fernando, Infante de Castilla, Señor de Lara, Duque de Peñafiel, Conde de Alburqueque y de Mayorga, Señor de Castro y de Haro, hijo de Don Juan, Rey de Castilla y de Portugal. Por estas señas no puede dejar de ser reconocido Don Fernando, hijo de Don Juan I de Castilla, tío y tutor de Don Juan II, y el mismo que en 1412 fue electo en Caspe Rey de Aragón. Este Príncipe, que es el que habla en esta escritura, llama a su padre Rey de Portugal por el pretendido derecho a aquella corona, aun después de la famosa batalla de Aljubarrota. 

Dice además que su hijo primogénito se llamaba Alfonso, que fue sin duda el Rey de Aragón, V de este nombre. Con este Don Fernando, que floreció a principios del siglo XV, no concuerda la fecha de la fundación de esta orden, que en este documento se dice fue en la ffesta de la Asuncio de nostra dona Santa Maria, fferia quarta a XV de agost ... del any de la Nativitat de nostre Senyor M.CCC.III. Porque en estos años 1303 ni hasta el 1379 no hubo Juan alguno Rey de Castilla, ni otro Fernando que el Emplazado a fines del siglo XIII. Por otra parte, en 1303 la fiesta de la Asunción de nuestra Señora no cayó en miércoles, sino en jueves, habiendo regido la letra dominical F. Así que es preciso suponer yerro del copiante que dejó de poner una C. en aquella fecha. De modo que el año de la fundación sea el de 1403. Con esta fecha dicen bien las señas del fundador Don Fernando, la fiesta de la Asunción, que fue miércoles ese año, en que fue la letra dominical G. y las indulgencias que el Papa Luna concedió a los que acompañasen al Infante en la dicha fiesta, cosa que no podía ser si no coexistían en un tiempo esos dos personajes (a: En una memoria presentada a la Academia de Barcelona en 1737 se dice que Don Alfonso V mudó al día de la Anunciación la costumbre de armar solemnemente caballeros, que Don Fernando su padre fijó en el de la Asunción, y que Benedicto XIII hizo fiesta en Morella en celebridad de esta orden.)

Fundose, pues, la nueva orden miércoles a 15 de agosto de 1403, día en que el Infante estando en la esglesia de Santa Maria de la antigua en la vila sua de Marinensa del camp, del bisbat de Salamanca, recibió con gran solemnidad la insignia del collar con la figura del griu y la entregó a la Infanta su mujer, y a su hijo primogénito Don Alfonso, y a Don Juan, su segundo hermano, y a otros muchos caballeros y doncellas que allí había; todo esto ante el secretario del Infante Pedro Ferrández, y prestando todos el juramento de observar los estatutos, que aquí se ven reducidos a ocho capítulos: I. Que en la fiesta de la Asunción asistan a vísperas solemnes y misa. II. Que tengan a su mesa cinco pobres en el mismo día. III. Que vistan de blanco dicho día. IV. Que lleven el collar toda su vida, dejando en libertad a las viudas. V. Que en todos los sábados y fiestas de la Virgen vistan de blanco, o a lo menos lleven una estola o faja blanca ancha tres dedos. VI. Se ordena lo que se debe observar en caso de luto. VII y VIII. Que en premio de las hazañas de armas puedan los caballeros dorar las alas blancas del griu. A esto se reducen los estatutos, aunque su lectura te lo dirá mejor (a Ap. núm. XI.).

Mas porque la memoria que hace el estatuto V de estola o faja podía hacerte sospechar que fuese esta la orden antigua de Castilla, llamada de la Banda, fundada por Don Alfonso XI en 1330, diré algo sobre ello. Primeramente coteja estos estatutos con los del orden de la Banda, los cuales hallarás entre las cartas de Don Antonio de Guevara en la que escribió al Conde de Benavente, y verás cuán poco se parecen. 

En segundo lugar el distintivo característico y digamos el hábito de esta orden de Don Fernando I de Aragón, era un monili del coll ornament, del qual penge un griu, es decir, un collar con la figura del grifo. Esto era lo que se bendecía, como se ve en las oraciones que hallarás al fin de los estatutos: esto lo que recibían los caballeros y lo que les incorporaba en la orden y lo que eran obligados a llevar siempre; y en las alas de aquel animal dorándolas, denotaban sus proezas. Y como las órdenes toman su nombre de su principal y característica divisa, y en la de la Banda no se halle cosa que de mil leguas diga con esto, es claro que son distintas entre sí, y que la de que decimos debe llamarse orden del Grifo. La faja o estola que permitía vestir en los sábados era un adorno y supliendo de todo el vestido blanco que para ese día prescribe a sus individuos, del cual no usaban los otros días del año. Y así nada tiene que ver con la otra banda, que era el distintivo único perpetuo de los de aquella orden, y esta además debía tener cuatro dedos de ancha y ser de color rojo precisamente. Mas a la nuestra sólo se concedían tres dedos de ancho, y debía ser tan precisamente blanca que en el centro de ella no se permitían bordados ni pedrería de otro color. Pero lo que acaba de mostrar la diferencia de ambas órdenes es que en la de Don Alfonso eran excluidas las mujeres y todos los primogénitos, como que sólo se fundó para honrar con ella a los segundones de las casas ilustres; mas en estotra de Don Fernando eran admitidas señoras doncellas y casadas y toda clase de escuderos y caballeros, y particular y expresamente los primogénitos. Así el primero que la recibió fue Don Alfonso, primogénito del fundador. Electo después el fundador Rey de Aragón, se trajo consigo su fundación para honrar con ella y tener así contentos en su obediencia a los señores sus nuevos vasallos. Y aun esta debe ser la causa de hallarse esta copia de sus estatutos en lemosín, que probablemente no se hiciera, si la fundación quedara ahogada en su cuna. Así leemos en Zurita (libro XII, capítulo XXX) que entrando el Rey victorioso en Balaguer a 5 de noviembre de 1413 en llegando a la puerta de la ciudad tomó una espada desnuda de la vaina y dio encima de los almetes a los que habían de ser caballeros, y celebrada la misa con gran solemnidad dio su divisa del collar de las Jarras y Grifo a ochenta caballeros y escuderos así de Castilla como de estos reinos. En el mismo libro cap. 59 se lee como recibiendo Don Fernando la orden del Dragón del Emperador Sigismundo, le dio la de la Jarra y Grifo. En el lib. XV, cap. 44, se cuenta que el año 1446 Don Alfonso V dio su devisa de la Estola y Jarra al duque de Borgoña, de quien recibió la del Tuson (Toisón): y libro XVI, cap. 28, año 1454, concedió a los Reyes de Castilla que truxesen la devisa del collar de las Jarras de lirios y Grifo del Rey de Aragón con la estola los días de nuestra Señora y los sábados. Estas son las memorias que he encontrado de esta orden, la cual debió durar hasta la reunión de ambas coronas. Del título de las Jarras que le da este escritor y de llamarla también poco antes de los Lirios, ha nacido, a lo que yo creo, la equivocación de haber dicho los que de esto tratan, que la divisa de esta orden era un collar de oro compuesto de una Jarra y unas Azucenas en el centro con un Grifo, pendiente de él la imagen de nuestra Señora de la Antigua, vestida de azul, adornada, etc. Así se lee en el Diccionario de las órdenes que publicó Don Benito de Castro (V. Azucenas), y añade que la fundó Don Fernando I, Rey de Aragón, en la villa de Methimo Campense en 1413. Mucho hay que corregir aquí. Lo principal es que Don Fernando en ese año andaba muy lejos de Medina del campo, que así se llama, y que allí la fundó en 1403, y que la que en este año confiesa Castro haber sido fundada con el nombre de Lirios, no es distinta como él cree de la de las Azucenas. Que cierto por distintas que sean para los botánicos estas dos flores, nunca lo pudieron ser tanto para un Rey que en tan corta distancia de tiempo bastasen a caracterizar dos órdenes distintas. La verdad es que es una sola orden, y que nunca en su collar colgó vaso ni jarra de lirios o azucenas, y mucho menos la imagen de Nuestra Señora, que junto con el grifo harían una mezcla ridícula, informe y de risa. Confundiose con esta la orden de Don García VI de Navarra.

La copia de estos estatutos que digo es de aquel tiempo, y especifica muy por menor toda la divisa de la orden de Don Fernando y no hay más sino un collar de que pende un grifo. Y esto es muy verosímil, y muy análogo a lo que son las otras órdenes, de cuya gravedad desdice la reunión de aquellas tres divisas.

Una observación resta que hacer, y es, que este documento, en el estatuto III, llama al collar insigne de gerres. Y como esta palabra lemosina es la jarra, de aquí pudo nacer dicha denominación. Mas sobre que no hay aquí memoria de otro distintivo más que el grifo, como tengo dicho, yo sospecho que esta palabra en este documento no significa jarras, sino arras. Sólo otra vez usa de tal expresión, y en ella es claro lo que digo. Oye cómo habla el Infante Don Fernando: è per la devota memoria de aquell subiran goig, lo qual rebe quant à ella (la Virgen María) langell Gabriell saluda, he rebut un insigne, ço es à saber, del coll ornament, en senyal singular de les sues GERRES, de la sua salutacio. Quién traducirá aquí jarras? No es más llano las sus arras de su salutacion? Así pudo llamar collar de arras, como la muestra pública de la consagración de los que se ofrecían al culto de María Santísima.

En resolución, por lo que resulta de este documento, precioso y único hasta ahora en su clase, Don Fernando I, Rey de Aragón, fundó antes de serlo la orden del Grifo, y nada más. 

He dicho que esta orden estuvo aquí en práctica hasta la reunión de esta corona con la de Castilla. A lo menos me consta que en el año 1457 Don Alfonso V dio facultad para vestir la insignia a Lucrecia Dezsoler, Valenciana, como consta de la copia adjunta, sacada del archivo de la bailía de Valencia (a: Ap. núm. XII.). En ella son notables estas palabras: possitis conferre amprisiam (empresa) nostram, stolam videlicet candidam cum languncula, quam in honorem Virginis Mariae singulis diebus sabbatinis et festivitatibus suis gestare solemus. La dificultad está en la palabra languncula, o más bien laguncula (diminutivo de lagena), que significa jarra pequeña. Y si esto es así, la divisa de dicha orden, que supone y dice fundada por su padre Don Fernando, era una jarra y estola, y no grifo. Entre estos documentos contrarios aténgome a los estatutos, o más bien abrazo los dos sentidos; por eso dijo gerres.

De Arnaldo Terrem, Terreny o Terrena, conocido en las notas de Bayer a Nicolás Antonio, hay aquí un manuscrito inédito e ignorado De divino extremo iudicio, con un apéndice de Factis Antichristi, dedicado a D. Gaucelino de Doucio, Episcopo Magallon., ac Thesaurario SS. Patris et Domini Urbani Papae quinti. Llámase el autor suus clericus, decretorum doctor et Sacrista Elnensis. En el epígrafe final hay esto más: el Archidiachonus Terreri praedictus huius mei opusculi Avinione dat. XII die mensis octobris anno a Nativitate Domini M.CCC.LXVIII. Deo gratias. 

Fuit praesentatum Domino meo in dicto loco XII. die mensis aprilis, anno Domini M.CCC.LXVIIII.

Hay también una obrita intitulada: El caballero determinado, y es traducción en verso castellano hecha por Don Hernando de Acuña, dedicada a Carlos V, de la obra francesa que compuso Micer Oliver de la Marche en abril de 1483, como consta de la última estancia. Del canónigo Tarafa hay una Crónica de Caballers Catalans, o sea tratado de las familias ilustres de este principado con sus escudos pintados. Es copia mandada sacar del original por Jaime Ramón Vila en 1603. Tampoco es de omitir la noticia de un vol. 4.°, manuscrito, intitulado Desengaño de Judíos. Es puntualmente la carta de Rabi Samuel a Rabi Isaac, traducida en Español por Fr. Alonso de Esquivel en Orán el año 1602. 

Hízose esta versión por la latina del dominicano Fr. Alonso Buen-hombre, a quien este traductor llama repetidas veces Fr. Alonso de Buenaventura. Conserva la división de la carta en 27 capítulos, y al fin de cada uno de ellas (ellos) pone el traductor de su cosecha muy doctas Anotaciones con que confirma y analiza los argumentos del Rabino para probar que Cristo es el Mesías verdadero y esperado en la ley. En la del cap. XXVI se descubre el tiempo en que se hizo esta versión, porque hablando de la vocación de los Gentiles dice: así lo vemos cumplido y cumplirse tantos años ha como son 1602, primero de mayo, que es la era en que estamos. En la del último capítulo inserta una breve y nerviosa confutación de los errores del Talmud y del Corán, y concluye con una fuerte invectiva contra los Judíos y su ceguedad lastimera. El traductor me es enteramente desconocido, y sólo podré darte de él las señas que él dio de sí mismo en el prólogo, donde dice: aportándome mi destino a estas partes de África y a esta ciudad de Orán. Y más abajo: aunque por mis culpas, de mis estudios por varios tiempos y acaecimientos olvidado; añadiendo que tenía algún conocimiento de las lenguas orientales, y que se resolvió a emprender esta obra para desengañar a los muchos Judíos que vivían en Orán. Por último, es bien que sepas que no se halla aquí la respuesta del Rabí Isaac, la cual tampoco conoció el intérprete latino.

Me he detenido en esto por ser esta versión desconocida a Don Nicolás Antonio, el cual sólo menciona la que hizo el bachiller Álvaro de Villaescusa en 1418. Por el mismo motivo quiero acordar algunos opúsculos comprendidos en un vol. 4.° manuscrito, obra de Don Francisco de Navarra, Obispo de Badajoz y después Arzobispo de Valencia, y son: De differentia novi et vet. Testamenti. = De spiritu et littera. = De libertate Christiana. = Regnum Christi esse spirituale. En el de justificatione et poenitent. se lee: Questio 2: quomodo fiat iustificatio: hic supponendum est ex sessione praecedenti post lapsum primi hominis omnes homines perdidisse propriam salutem. Y esta sesión debe ser la V o VI del concilio Tridentino, por donde se conjetura que eran papeles trabajados por él, cuando asistía a aquel congreso.

Dejo de decir de algunas otras curiosidades que son comunes, v. g., algunas Biblias manuscritas con lujo y prolijidad en el siglo XIV, entre ellas son preciosas dos en 8.° y vitela finísima.

Se me olvidaba decirte que he copiado un Cronicón que escribió el maestro Fr. Pedro Areyns de las cosas que pasaron durante su vida, que comenzó a 10 de diciembre de 1349 y duró hasta el 1443, período memorable por los graves acontecimientos que afligieron y alegraron la iglesia y esta corona. El sólo habla de los que vio, con la ventaja de escribirlos luego, y así se ven en medio de la uniformidad de su letra las variaciones consiguientes a la edad. ¡Qué auxilios tan grandes para la historia, si se encontraran muchas de estas memorias, que sobre costar tan poco a sus autores, traen impreso en su sencillez el carácter de la verdad!

Es esta biblioteca pública desde que la dotó y aumentó para este objeto el M. Fr. Tomás Ripoll, General de mi orden e hijo de esta casa. He visto el fruto que el público saca de este establecimiento, enriquecido con 

buenas ediciones y gran copia de libros de todas ciencias y artes. A la entrada de la portería se halla el busto de aquel gran bienhechor de este convento con esta inscripción: "Rev.mo P. Fr. Thomae Ripoll, Tarraconensi, ord. Praed. Generali Magistro ac huius coenobii filio amantissimo: viro doctrina, zelo, pietate atque prudentia Urbi et orbi clarissimo: cuius inmensis sumptibus atque ingenti studio ecclesia plurimis sacris et praetiosis ornamentis ditata, sacrarium nobis undequaque armariis et supellectilibus refertum, Bibliotheca iam pridem ab ipso erecta, infinitis propemodum, ac selectissimis libris cumulata, redditibus aucta, atque ad publicam utilitatem exposita. Conventus denique totus bellorum clade ferme dirutus, semel ac iterum restauratus, et ad commodiorem ac nobiliorem formam ex omni parte redactus. Fratres eiusd. conv. filii patri ac benefactori munificentissimo grati animi monumentum posuere anno Domini M.DCCXXXIII. aetatis suae LXXXI, asumptionis ad magisterium ordinis IX. = Obiit Romae XXII. septembris, anno M.DCCXLVII., aetatis XCV. ann.”

Entre las reliquias que hay en la sacristía hay un libro en fol. pergam., que contiene el libro IV de las Sentencias, escrito de mano de Santo Tomás de Aquino hasta la distinción XLIV en que continúa otra mano de aquel tiempo, que debió ser de algún amanuense, de quien es también la nota final: Explicit IIII. Sententiarum secundum fratrem Thomam de Aquino. No tengo duda en que es el borrador original, como se ve en las enmiendas y añadiduras al margen y según lo declara una nota que hay al principio, que es anterior a la canonización del Santo, y dice así: Hunc librum scripsit manu sua Fr. Thomas de Aquino, qui has postillas fecit; ob cuius amorem et reverentiam, licet sit littera illegibilis … tamen verax, semper decenter servetur, nec abiiciatur propter illegibilitatem. 

Lo mismo dejó atestiguado al principio del libro el M. Fr. Domingo Hermanno Cristianopulo, cuando pasó por aquí en 1762 acompañando al General Fr. Juan Tomás de Boxadors, asegurando que era conforme este carácter con el de otros escritos del Santo doctor, que se guardan en Nápoles, Málaga y Toledo. Sin embargo, he querido enviarte esa muestra para que al mismo tiempo veas el cursivo de los grandes hombres del siglo XIII (a: Véase la estampa.). Este es el códice de quien nuestro Fr. Francisco García deseaba publicar las lecciones variantes, cuando imprimió las de la Suma teológica en Tarragona, que dedicó a Don Antonio Agustín. 

(N. E. Aquí aparece una imagen con letra “complicada”, y más abajo 

“In perfectione autem poenitentiae … Sigue la 201”)

In perfectione autem poenitentiae


En la capilla del Patriarca Santo Domingo está depositada una espina de la corona de Cristo, dádiva de San Luis, Rey de Francia, cuya carta original se guarda en el archivo, fecha en París en noviembre de 1262. En el sobreclaustro al lado de la puerta del coro se conserva una pequeña pieza que dicen haber servido de aula a San Vicente Ferrer cuando enseñó lógica en este convento. Yo creo que esta pieza resultó del corte horizontal de una capilla de la iglesia cuando se hizo el coro alto, y cualquiera que lo observe bien, creerá lo mismo.

En el claustro hay varios entierros del siglo XIV. El más memorable es el que expresa su inscripción: Hic iacet inclitus Jacobus, primogenitus incliti infantis R. Bg., primi Comitis montanearum de Pradis, postea vero Impuriarum. Otra inscripción hay apreciable para los literatos, y es la que puso el historiador Pedro Miguel Carbonell en la sepultura de sus padres y familia; dice así: D. O. M. = F. Carb. parenti optimo, Gratiae coniugi bene merenti P. Mich. Carbonellus Reg. Archivarius civis Barcinonensis sibi et suis posterisque ann. Christi M.CCCC.LXXXXIII. XI. kal. mart., Ferrando II. feliciter regnante. = S. P. F. C. En la biblioteca catalana, que se está preparando, se pondrán en claro los trabajos hasta ahora ocultos de este hábil archivero y laborioso historiador del siglo XV. En la biblioteca de este mismo convento me vino a las manos un códice, que contiene, como digamos, algunos de sus ocios, y apuntaciones sueltas. Comienza por una poesía lemosina, que intitula: Vers compost per lo gran Phisich Mestre Ferrando de Aerve, mestre en arts e en medecina, ciutada de Barcelona, natural de la vila de Cora del regne de Valencia, en lo qual tracta de adversa fortuna; e for fet stant pestilent la ciutat de Barcelona. Es lo present vers scrit en una post ligada en les rexes del altar maior de la Seu de Barcelona. Al pie de esta tabla escribió el mismo Carbonell el nombre del autor en esta cuarteta:

Ferrandos diu derve qui ta polida

Metge famos devot de Sanct Gregori

Disidre Sanct: los cuals genollat crida

Daquest flagell nos sian levatori.

Nada de esto se halla en la catedral, ni esta canción es conocida de los bibliógrafos, la cual yo hubiera copiado a estar entera. Lo mismo haré acaso con un opúsculo del célebre Don Rodrigo Sánchez de Arévalo, Obispo de Oviedo, de que Don Nicolás Antonio sólo dijo el título, que es: Libellus in quo agitur, an liceat fidelibus sine pecato fugere à loco,  in quo pestis viget. Prólogo. Beatissimo ac clementissimo patri et D.D. Paulo II, sacros. Rom. et univ. eccl. summo Pastori et Pont. Max. eiusd. Sanctit. humillimus servus et creatura Rodericus Eps. Oveten. tua auctoritate et dignatione castri tul S. Angeli de urbe Castellanus se ipsum cum humillima utriusque hominis inclinatione et beatorum pedum osculo. = Vidi ego saepe numero, nedum apud vulgares regularesque homines, etc. Es obrita dividida en seis partes; la copia es de Carbonell concluida a 24 de noviembre 1489. Del mismo y de la misma materia es una carta o sea tratadito ubi (dice) agitur de consolatione pestilentiae, belloque et fame additis, et an pestilentia vigente sit fugiendum, necne. = Petrus Michael Carbonellus, Francisco Carbonello filio percharo S. P. D. Scio quamplurimos, praeter sanctitatem, scientia et doctrina praestantes viros hesitasse an liceat Christiano sine peccato fugere ab regionibus ubi pestilentia viget, etc.

Sigue Pauli Pompilii liber de L. Annaei Senecae vita ad Joann. Lopim, Decanum Valentinum, impreso en Roma en 1480, copiado por Carbonell en 1504, en cuyo elogio y de su trabajo se hallan dos tetrastichon. 

El I. = Hieronim. Paulus Barcinonius in laudem transcriptoris:

Quis me adeo pulchris emendatumque figuris

Scripserit ut noscas est operae pretium.

Hunc Carbonellum vocitant, quem Regia cura

Archivi voluit sceptra tenere sui.

El II. = Alexander Geraldinus Amerinus aliter:

Si quem formosae delectant forte figurae 

Has Carbonelli noscat habere manus.

Patria Barcino: terris et notus Iberis:

Archivo Regum Rege volente praeest.

También es notable un epigrama de Juan Sobrario (Sobrarias), escrito de su misma mano, que dice así:

Jo. Sobrarius Alcagnicensis (alcañizano, Alcañiz) in obitum cuiusdam Dnae. nobilis. 

Qui Scythiam, et Lybios, Calpem Nabatoeaque regna

Intrasti, et quidquid maximus orbis habet;

Siste pedes: urna hac clausa est praetiosa supellex:

Nec similis toto est visa sub orbe tibi:

Clara viro, insignis facie, insignisque parentum

Sanguine; sed vitâ clarior ipsa suâ.

Todo esto contiene el volumen sobredicho.

También se guarda un códice manuscrito del siglo XIV, y es la versión catalana del libro de Consolatione de Boecio, que trabajó Fr. Antonio de Genebreda, de mi orden, para uso y consuelo del Infante Don Jaime, hijo del último Rey de Mallorca, durante su prisión y trabajos consiguientes a la privación de su reino. Nicolás Antonio y Echard, que le copia, colocan a este escrito en el año 1511, del cual es la edición castellana que vio el primero de dicho libro. Bayer cita otra impresión anterior del 1497. Todos se engañaron en creer que la versión de Genebreda fue castellana. El códice que digo nos saca de este error y nos asegura de la verdadera edad del traductor: El título es: Boeci de consolacio arromançat. 

He aquí algunas palabras de su dedicatoria:

"Molt alt e poderos e carament amable Senyor Infant en Jacme de Malorcha: yo servidor vostre desigant qui pogues esser present ab vos per ço queus consolas en vostres tribulacions … on pensantmi en aquesta cosa, ço es, quina scriptura vos poria trametre, venchme a les mans lo escrit, lo qual Sent Tomas Daqui, del ordre de Preycadors, doctor molt excellent, cosi vostre … feu sobre lo libre de Boeci de consolacio … et fuy molt induit a transladar lo dit libre en romanç cathalanesch ... e seriem semblant, Senyor, que vos, qui sabets be la art de trobar, vos ocupassets en lo dit libre de ferlo en rimes ... 

A la dedicatoria sigue: Prohemi en lo qual se conte la historia de Theodorich, Rey dels Gots: lo qual fo arromançat per frare Anthoni Genebreda. = Síguese de aquí que el autor vivió después de la mitad del siglo XIV. Por otras memorias ciertas sé que el año 1390 estaba de Prior en mi convento de Barcelona, y tres años después lector de aquella catedral. Así que no vale lo que dice Lequien (Oriens Christ. tom. III, pág. 842) que fue hecho Arzobispo de Atenas en 1382, dignidad que me consta tenía en 1399 (a: Después de escrito esto en mi Viaje a Monserrate he hallado en la biblioteca de aquel monasterio otro códice igual aun en la antigüedad al que acabo de describir con la misma dedicatoria a la letra; mas al principio de ella se lee este epígrafe: "Prolech de frare Pere Saplana, del orde de Preycadors, conventual de Terragona, qui esplana aquest libre de lati en romanç, segons lo començament (f. coment) e glosa de Sent Tomas: lo qual tremis al Infant en Jacme, fill del Rey de Mallorca, lo qual Infant era desheretat e tingut pres en la ciutat de Barchalona per lo molt alt Senyor Rey en Pere d' Arago.” Esto solo destruye cuanto se ha dicho atribuyendo esta versión a Genebreda; y nos deja en no poca duda, puesto que tanta fe merece un códice como otro. Una cosa me ocurre y es que los libros de Consolatione serán traducidos por Saplana y la dedicatoria también obra suya; no teniendo Genebreda otra parte en ello que la versión del proemio en que Boecio compendió la historia de Teodorico, Rey de los Godos. Muéveme a pensar esto el ver que en el epígrafe de dicho proemio se dice expresamente que fue arromançat per frare Anthoni de Genebreda: nota que parecía superflua si hubiese traducido toda la obra. Esta misma nota pudo engañar al que tradujo esta obra catalana al castellano y la imprimió en 1497 y 1511, atribuyendo toda la versión a quien no tenía sino esta pequeña parte en ella. Quede esto así, hasta que Dios nos depare más.

De San Raimundo de Peñafort, hijo de esta casa, se cree comúnmente en esta ciudad que conservó hasta la muerte el canonicato que obtuvo en la catedral antes de ser religioso. Muchos ejemplares hay de haber conservado y retenido los regulares promovidos a dignidades seculares las que obtenían en su vida monástica. En este país es notorio que Don Ponce de Mulnells, Obispo de Tortosa en el siglo XII, conservó hasta su muerte la Abadía que antes obtuvo de San Juan de Ripoll (o de las Abadesas). Mas no sé si sucederá lo mismo en los seculares que pasaban a la vida de monjes. En lo que digo temo que equivoquen a nuestro San Raimundo con un magister Raimundus, canónigo de la misma iglesia por los años 1250. He observado en el testamento del Obispo Don Fr. Pedro Centelles que allí se nombra algunas veces esta persona como distinta de San Raimundo de Peñafort, al cual por otra parte jamás llama canónigo. 

No tengo ocio para apurar más este punto, el cual con otros curiosos pertenecientes a la historia de esta casa, aclarará el P. Presentado fray Domingo Comerma, bibliotecario mayor, en el Comentario que ha comenzado a trabajar de sus varones ilustres y cosas memorables. 

A Dios. 

Curta biografía de Braulio Foz.

BRAULIO FOZ. Va estudiá los primés estudis a Calanda, y al 1807 apareix matriculat a la Universidat de Huesca. Allí, com mols atres compañs,...