dimarts, 12 de setembre del 2017

Carta, Josep Tarradellas, La Vanguardia, 1981

Via muro Juan Pablo de la Fuente



Creo que en estos momentos resulta muy adecuado releer la carta que el Molt Honorable Josep Tarradellas escribió al Director de La Vanguardia el 16 de abril de 1981.



Aunque os parezca un poco larga, ruego a aquellos que no la conozcan que la lean. Y a los que ya la conocen, que la recuerden.



En Tarradellas se unían tres cualidades que hace que esta carta sea de obligada lectura:



1.- Amor incondicional a Cataluña.


2.- Profundo conocimiento de lo que ya estaba pasando en 1981 con la llegada de Pujol al poder.


3.- Preclara inteligencia para ver con claridad a donde nos llevarían esas acciones. Por desgracia, ahora, en 2017, sus palabras resultan proféticas.






Carta, Josep Tarradellas, La Vanguardia, 1981





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“Mi querido amigo:

Al día siguiente de nuestra conversación del 25 de marzo quería escribirle (…) Siendo como es usted castellano viejo y al mismo tiempo un ciutadà de Catalunya (…) le escribo hoy.

Para empezar, sepa que al día siguiente de haber tomado posesión el nuevo presidente de la Generalitat, es decir, el 9 de mayo del año pasado, manifesté que se había roto una etapa que había comenzado con esplendor, confianza e ilusión el 24 de octubre de 1977, y que tenía el presentimiento de que iba a iniciarse otra que nos conduciría a la ruptura de los vínculos de comprensión, buen entendimiento y acuerdos constantes que durante mi mandato habían existido entre Cataluña y el Gobierno. Todo nos llevaría a una situación que nos haría recordar otros tiempos muy tristes y desgraciados para nuestro país. En primer lugar, porque todo me hacía prever que las inmejorables y afectuosas relaciones que existían con las autoridades civiles y militares del Estado en Cataluña, que tanto y tanto me costó conseguir, de ahora en adelante se irían deteriorando y acabarían por ser tirantes, y comportarían situaciones muy difíciles para la aplicación del Estatuto.

Después (…) era inevitable la ruptura de la unidad de nuestro pueblo. (…)

Ya sabe que por encargo del presidente Suárez, fui delegado del Gobierno para dar posesión de la presidencia de la Generalitat de Cataluña al señor Jordi Pujol. Días antes, le indiqué que me parecía normal que en este acto acabara mi parlamento con las palabras tradicionales de siempre, es decir, gritando vivas a Cataluña y a España. Esta propuesta me parecía lógica, pero con gran sorpresa no fue aceptada. (…)

Ya sabía que él solamente quería tener presente a Cataluña, pero para mí esto era inaceptable: eran ambos pueblos los que debían ir unidos en sus anhelos comunes (…) Entonces, y ante una situación tan enojosa, decidí no tener presente lo que hasta entonces había hecho en todos los actos oficiales. Hoy, al pensar en ello con calma, creo que no podía hacer otra cosa si quería evitar un escándalo de consecuencias imprevisibles.

Estoy seguro de que el presidente Pujol consideraba normal esta actitud, porque afirmaba una vez más su conducta nacionalista, que era y todavía es hoy la de utilizar todos los medios a su alcance para manifestar públicamente su posición encaminada a hacer posible la victoria de sus ideologías frente a España. (…) el hecho de que el presidente Garaicoechea también comparta su pensamiento y actitud en esta cuestión, debía entender (…) que les permitiría por tanto ser más exigentes con el Gobierno del Estado.

Al día siguiente voces autorizadas del Gobierno me preguntaban en forma amistosa qué era lo que había ocurrido (…). Preferí callar, aunque ello me acarreó disgustos, pero de ninguna manera podía defenderme, ya que esto podría representar que la actitud del presidente Pujol se hiciera pública y en consecuencia, que se iniciara en todas partes, y principalmente en todos los demás pueblos de España, una campaña de la cual Cataluña podía salir muy perjudicada. (…)

En conjunto, puede creerlo, todo me produce tristeza y una honda inquietud de cara al futuro (…) durante estos últimos diez meses todo ha sido bien orquestado para llegar a la ruptura de la política de unidad, de paz y de hermandad aceptada por todos los ciudadanos de Cataluña. El resultado es que, desgraciadamente, hoy podemos afirmar que debido a determinadas propagandas tendenciosas y al espíritu engañador que también late en ellas, volvemos a encontrarnos en una situación que me hace recordar otras actitudes deplorables del pasado.

Siempre recordaré que el 6 de octubre del año 1934, a las 5 de la tarde, acompañado del diputado señor Juan Casanelles, fue a la Generalitat a visitar al presidente Companys para manifestarle nuestra disconformidad con la política que una vez más se realizaba, rogándole que evitara todo lo que indicaba que iba a suceder aquella misma noche, es decir: la ruptura por la violencia de las relaciones con el Gobierno. No se nos escuchó, la demagogia y la exaltación de un nacionalismo exacerbado pesó más que la opinión de aquellos que preveíamos, como así ocurrió, un fracaso rotundo. (…) La demagogia había hecho su obra y el desastre se produjo.

Sé muy bien que ahora no se proclamará el Estado Catalán ni la República Federal Española, ni los partidos lanzarán sus militantes a la calle, ni los responsables de todo cuanto sucede morirán por Cataluña, nada de eso. Lo que se hará y ya ha empezado estas últimas semanas, es querer hacer olvidar las actitudes irresponsables de los mismos que ya han hecho fracasar nuestra autonomía, consiguiendo la desunión de Cataluña y el enfrentamiento con España; y por eso la actitud de los autores de esta situación es imperdonable. (…)

Es desolador que hoy la megalomanía y la ambición personal de algunos, nos hayan conducido al estado lamentable en que nos encontramos (…) ¿Cómo es posible que Cataluña haya caído nuevamente para hundirse poco a poco en una situación dolorosa, como la que está empezando a producirse? (…)

Si se ha llegado a esta situación es debido, a mi entender, simplemente a un pensamiento y actitud que empezó el mismo día que tomó posesión del cargo el actual President de la Generalitat, y como era natural, los resultados habían de ser los que ahora sufrimos. (…)

Están utilizando un truco muy conocido y muy desacreditado, es decir, el de convertirse en el perseguido, en la víctima; y así hemos podido leer en ciertas declaraciones que España nos persigue, que nos boicotea, que nos recorta en Estatuto, que nos desprecia, que se deja llevar por antipatías hacia nosotros (…)
/ Espanya ens roba, nota de Moncho /


Es decir, según ellos se hace una política contra Cataluña, olvidando que fueron ellos los que para ocultar su incapacidad política y la falta de ambición por hacer las cosas bien (…) empezaron una acción que solamente nos podía llevar a la situación en que ahora nos hallamos.

Por ejemplo, es necesario tener el coraje de decirlo, los problemas de la lengua y de la escuela, es la actual Generalitat quien en gran parte los ha provocado (…) la cuestión de la lengua se ha convertido en un problema político y partidista (…)

La división cada día será más profunda y se alejará más y más de nuestros propósitos de consolidar para nosotros y para España la democracia y la libertad a la vez que los equívocos que surgirán entre nosotros serán cada día más graves.

Por otro lado, las declaraciones de la semana pasada del president Pujol, en las cuales decía todo lo contrario de lo que ha hecho y dicho durante estos últimos diez meses, y que nos ha llevado a la situación en que nos encontramos, constituye un doble juego ya muy gastado en la política catalana para que sea merecedor de credibilidad. (…)

Si tenía que hablar de Cataluña me tenía que dirigir también al presidente de nuestro Parlamento, señor Heribert Barrera. Esto lo hice el 23 del pasado mes en una larga carta en la que hacía constar mi disconformidad con la política sectaria, discriminadora y carente de todo sentido de responsabilidad por parte de la Generalidad.

También le hacía constar mi más enérgica protesta ante la política de provocación que Cataluña inició el mismo día de la toma de posesión del presidente Pujol y que todavía continúa, debido por una parte a la política de intimidación engañosa que se hace desde la Generalitat y por otra, abusando de la buena fe de los que hay que reconocer que están tendenciosamente informados. (…)

España, unos dicen que bosteza y otros que está dormida. Todo es posible, pero me parece que en el país existe todavía suficiente savia nueva para despertarlo, sacudirlo y darle nobles ambiciones (…) En cuanto a Cataluña, creo que es urgente que se recupere la unidad que se rompió en mayo de 1980, y que se olvide todo lo que ahora nos separa, porque nuestro país es demasiado pequeño para que desprecie a ninguno de sus hijos y lo bastante grande para que quepamos todos.

Con la amistad de siempre, le saluda afectuosamente.



Josep Tarradellas











Josep no va probá este paté de salmón 😁







Josep Tarradellas va enviar una carta al director de La Vanguardia, Horacio Sáenz Guerrero, que va ser publicada en aquest mitjà el 16 d’abril de 1981. Pruebe a leerla desde la Cataluña prusesista de 2017 y después abra una suscripción popular para nombrar profeta al viejo president.

Doncs sí, en Tarradellas ho va fer molt malament quan era conseller d’en Companys. Fue responsable del saqueo masivo de los bancos, del latrocinio de la propiedad y de las atrocidades de la Cataluña de Sant Companys



Però va arribar a vell, i el seu nacionalisme es va anar apaivagant fins a prioritzar el seny i la convivència. Y en esta carta está todo: el nacionalismo como causa de ruptura convivencial, la deriva hacia las tragedias del pasado, el pujolismo excluyente que ya ejecutaba lo que después se llamaría Programa 2000, las campañas de vaciado mental nacionalista, el victimismo, la demagogia, la imposición lingüística, el hipócrita doble juego Madrid-Barcelona, el sectarismo, la provocación, la intimidación engañosa… tot lo que avui ja d’ha desfermat obertament i que ja s’endevinava el 1981.




El lenguaje de Tarradellas todavía deja regusto nacionalista, pero sus intuiciones son clarividentes. Quizás hoy sí se hubiera decidido a gritar el “Viva España” que Pujol le prohibió, quizás hoy ya no identificaría a Cataluña con la Generalitat, quizás el viejo president ya no reverenciaría a la nació fabulada. Y quizás, sin los 35 años de pujolismo, el nombre de Tarradellas no sería hoy para la mayoría de catalanes sólo la marca de una pizza de plástico.




Quizás hoy Tarradellas sería un dolço. 




Perquè lo que diu és ben dolço, escolti.




Dolça i tarradelliana Catalunya…





Aznar, Pujol, bandera, votar, catalanismo

Ese día, Aznar tampoco vio los sobres que Pujol repartió

Los milacres del “Sebeta” 4, LA TIARRA

http://aguelosebeta.blogspot.com/2017/09/los-milacres-del-sebeta-4-la-tiarra.html

Los milacres del “Sebeta” 4, LA TIARRA


Lo segundo milacre te que veure en la tiarra, un atre dels elemens del món.


“Un día l’agüelo “Sebeta”, en menut, tenie que aná al campo, en la burreta. Ere estiu, habien segat un campo y ñabie que rasclechal, avans de que los animalets del campo (cachapets, perdius, uns atres muisonets, les rates de campo, les formigues y algún que atre jabalí), se mincharen les espigues que se habien quedat tirades, perdudes, per entiarra.

Va prepará la burra en la albarda y carrechadós y a un costat, va ficá lo rascle, en les púes de fiarro apuntán capa fora, ben lligat. Va muntá ell damún, escarramat,  y sen va aná cap lo terme de Fórnols. Anabe un poc tart perque ere domenche y se habíe quedat a misa machó; fen de monaguillo, achudán a misa al mosen.
Fae caló; anae pel cantó del tancat; estabe mich atontat o dormit y no va veure una aigüera que ñabie al mich del camí. Lo pichó va se que la burreta tampoc la va vuere, li va fallá la pota, va entropesá y va caure capa lo seu costat isquiarro, chustet agon anave lo rascle.
Va caure lo animal; pero tamé va caure lo sagal; los dos capa lo matéis costat; capa la isquiarra; en tan mala sort o en tan bona grasies a deu, que les púes del rascle se van clavá an tiarra, a tota la voreta del pit del menut, un poc mes y haguere ñagut una desgrasia, pero no; ahí estabe lo segundo milacre. Deu nostre siñó lo volíe pan ell. Los foraets de les púes del rascle, al clavás an tiarra, se van quedá al camí; eren testigos, que pronte desapareiserien, de un milacre menut, que li habie pasat al “Sebeta”, menut.”

LO AIRE:


Tersé milacre, este tenie que veure en lo aire, un elemen mes del mon.

“Lo “Sebeta” teníe un tio, mol bon home; que cuan prenie vermut al bar de la plasa, y si li arrimae lo crio, sempre sen duie alguna oliva rellena, algún berberecho a la boca,  y una rubia (peseta) a la borchaca.
Este home cantabe mol be la jota y tenie una grasia especial pos se les inventabe de cualquier cosa que se li posae per daban.
Estaem a la época de la trilla; lo tio teníe la era a la cresta de un monte; l’aire li arrivabe per tots los costats, pero a cambi lo tallat (lo presipisi), rodechabe la obra de tota la era, menos per un tros que es per agon se arrivabe a ella.
Durán uns dies; la tia, la dona del tio, no podie acompañal a trillá; y ell tenie que está sol; pero, claro, entonses, cuan li tocae rechirá la mies, tenie que pará lo trill. Pa que no pasaré aisó, lo menut va aná a achudali.
Habien pasat tot lo matí be. Mentres lo tio rechirabe en la forca, Luiset, muntat damún del trill, donabe voltes y voltes. Tot anabe be.
Lo que pase es que lo sagal, tenie ganes de corre; sense donás cuenta que la mula del tio ere mol fura y claro en un momen en que lo tio va aná a la pallisa, que estae allí propet, a beure aigüa; lo menut va agarrá la suriaca y la va pasá per damún de la esquena de la mula, pa fela trotá un poc. La mula va escomensá a trotá, donán voltes. Lo crio li va trová gust y li va pasá atre camí la suriaca per la esquena a la mula. Ésta la va notá y va escomensá a galopá a tota la velosidat, donán voltes per damun de la palla. Lo chiquet, que no se u esperabe, marechat per la velosidat y per les voltes, va piarde lo asiento y va caure del trill, anan donan voltes, per la forsa de la velosidat, hasta lo matéis rafec de la paret. Y allí va pará; chustet al cantó del tallat. La ma de Deu lo va aturá de dona voltes; no podie caure; lo nesesitabe ell, entonses; y mes tart, lo nesesitarie lo chapurriau.
Lo tio, que venie de beure, va pará la mula y lo trill y va aná corrén a mirá al nevot. No res; pa lo que aguere pogut sé; uns esgarraps per les garres y una nafra al chinoll. La trilla va seguí y lo día tamé.
No ere la seua hora; encara tenie que aná al seminari.”
Yo no sé en quina grasia vach escriure les meues aventures. Cosa rara; cap de retó me va cridá pa preguntam pels tres “milacres” meus; que me habien convensut de la cridadá de Deu al agüelo “Sebeta”.
Segur que alguns dels mosens que mos preparaben, sen enriurie o se enfotrie un rato; com vatres u feu ara; llechin les imaginasions de un crio de poble de once o dotse añs.
Pero, poc a poc, misa a misa; comunió a comunio; rosari a rosari; meditasió a meditasió; lectura espiritual a lectura espiritual; confesó a confesó; penitansia a penitansia; retiro espiritual a retiro espiritual; silensio a silensio; charrada a  charrada;……pa qué seguí; sempre ploven la mateisa aigüa damún del matéis terreno; nau; chove; te anabes convensín; o te anaben convensín; de que tenies vocasió y, al remat de tot, ya pareisie que Deu te habíe cridat a tú, a Luiset. Y vach está un tems que estaba convensut de que valía pa retó; de que volia sé retó; y de que sería retó. Lo mosen habíe tingut bon ull.
Y, ademés de tota la religió que mos donaben; al matéis tems mos preparaben pa la vida; sobre tot la vida de mosen; pero tamé pa la vida normal; de una manera que difisilmen mos aurien preparat a un atre puesto; aisó mai li u podré agraí al seminarí, ni al reto del meu poble, que ben merescuda teníe la indulgensia per la meua “vocasió”.
Desde lo primé añ me van doná beca; de tal manera que la carrera de reto me la vach aná guañán; nota a nota; añ a añ. Cuan arrivaen les vacasions yo trevallaba a casa en la ocupasió que an aquell tems tenie la familia. A les vacasions de Nadal, a cullí olives, a pará rateres; a les del estiu a segá y a trillá; com un mes de casa; pos yo, entonses encara era un mes a aquella casa.
A camins me tocabe fe de menobré (peon de albañil), arrivaba a michdía del seminarí; dinaba; y, per la tarde, a la obra; per denit les dos mans plenes de bambolles; de la “maseta” y del “escalpre”, tota la tarde fen una sequieta al simen pa posá un tubo. Al día siguien, les mans vendades, pero a seguí la sequieta. Als sinc o sis dies ya portaba durisies a les mans, al prinsipi tendretes, pero después dures, com un trevalladó mes.
Alguna volta; de cuan en cuan; sobre tot al estiu; a carregá camions per lo poble; en sacs de vuitanta kilos a les costelles; no sé cóm los podía puchá per una rampa (dos taulóns) de fusta a la caisa del camión. Cuan ere blat, tira que te vás; pero cuan ere sibá, lo maldit pols, se te agarrae a la esquena, se te pegae a la carn y no ñabíe aigua que te rentare, ni res que te calmare, cóm picae; y tú a rascá, a rascá.

Seguirá....



Los milacres del “Sebeta” 4, LA TIARRA, mules, burros


Los milacres del “Sebeta” 4, LA TIARRA, rascle

Curta biografía de Braulio Foz.

BRAULIO FOZ. Va estudiá los primés estudis a Calanda, y al 1807 apareix matriculat a la Universidat de Huesca. Allí, com mols atres compañs,...